cuando el reto dice mas de 1000 o 2000 palabras me intimida... mucho XD
pero wenu...
me tarde pero ya termine..
a ver si esta bien...
para la DAC! en
crack_and_roll Fandom:D.Gray Man
Claim: Lavi/Allen, Kanda/Linali, Crowley/Miranda, Komui/Reever
Reto Punto de Encuentro Al final de una misión, lo único en lo que Allen puede pensar es en 2 cosas:
1.-Su cena (con tres docenas de mitarashi dango como postre)
2.-Su cama
Por que siempre esta agotado y hambriento a partes iguales después de usar la inocencia (puede que mas hambriento que cansado, pero es lo de menos), aunque últimamente el regreso en el tren es prácticamente un suplicio, las tripas le gruñen en protesta por la falta de alimento y no puede dormir, y es que desde hace algún tiempo, sueña con Mana y no de una manera linda, si no mas bien, con forma de akuma, gritando maldiciones, mientras el conde del milenio se carcajea., hay también sueños que el sabe son recuerdos del catorceavo y del arca.
Aunque de todas maneras siempre duerme al principio del viaje.
Siente que apenas si ha cerrado los ojos y entonces se repite de nuevo la escena, ve al Conde y a su “padre” emergiendo de la tumba, pero justo cuando la boca del akuma empieza a abrirse, una sacudida lo despierta, Lavi lo sujeta por el hombro y lo mira un tanto preocupado, Allen sonríe y agradece, sacude la cabeza y le asegura a su compañero que esta bien, pero puede ver claramente el escepticismo en el verde el único ojo del aprendiz de bookman, entonces se alza un poco y lo besa, lo besa para distraerlo de su preocupación, para distraerse a si mismo de sus dudas y sus miedos, la boca del pelirrojo que sabe a menta, aleja a los fantasmas de su pasado poco a poco, sus manos viajan, se cuelan bajo la camisa, el deseo lo golpea con abrumadora fuerza y un gemido, difícilmente reconocible como suyo se le escapa cuando las de Lavi imitan sus acciones.
De pronto es muy consciente de que están en un tren, se aleja un poco y trata de recobrar el aliento aun con las mejillas arreboladas, el pelirrojo sonríe bobamente y le planta un último casto beso en los labios antes de pasarle un brazo sobre los hombros y acomodarse dispuesto a dormir el resto del camino.
Lavi ha comprendido con una sola mirada.
Recargado en el hombro de su amante el exorcista duerme el resto del camino tranquilamente, este es después de todo el efecto Lavi.
Para el Jr., sin embargo, el camino de regreso es menos apacible, de hecho, no puede esperar a llegar a casa.
******
Bufa exasperado por enésima vez, no quiere que ella este cerca, su presencia lo turba y su preciosa concentración se va al carajo, ella sonríe y su cerebro deja de funcionar.
Odia que su cerebro deje de funcionar.
Aunque parezca, el no es una roca insensible, no va a decirlo en voz alta, es solo que cuando ella esta cerca tiene la patológica necesidad de asegurarse de su bienestar, y no tiene nada que ver con la fuerza o la capacidad, por que Linali es tan fuerte como cualquier otro exorcista, puede incluso que mas, y ella sola puede con una legión de Akumas, es solo el y una debilidad que antes no conocía.
Por eso trabaja mejor en solitario, además siempre esta el hecho de que no es de piedra y es hombre.
Y no le es posible controlar a sus neuronas, ni a sus hormonas, vamos que ni siquiera tiene control absoluto de sus ojos y sus manos, cuando ella lo mira, cuando ella lo toca, de hecho basta con que Linali Li entre en la habitación para que el se convierta en un montoncito tembloroso de gelatina, por supuesto que solo ella se da cuenta, y por supuesto que ni muerto va a admitirlo.
Es una debilidad y el odia sentirse débil.
Pero también está la debilidad de ella, sus lagrimas, que el conoce mejor que nadie (incluso mejor que el propio Komui) lagrimas, que el recuerda de todos los días, ella amarrada a la cama, el parado en el dintel de la puerta, lagrimas que son al tiempo un reflejo de las de alguien mas, unas que forman parte de un recuerdo desdibujado en su memoria, ese que se aferra a perseguir.
Odia el recuerdo de esas lágrimas, el recuerdo que lo ha arrojado a los brazos de la joven china, y sonríe de forma imperceptible, y sin que nadie lo vea, sin que ella se de cuenta, deposita un beso suave en su cabeza, sabe que se ha sonrojado pero no le importa, después de todo el compartimiento esta solo.
Linali se mueve en sueños y se acomoda en su hombro, Kanda bufa de nuevo, pero la deja dormir mientras el traqueteo del tren lo arrulla a el también y antes de caer dormido su ultimo pensamiento es para ella y el lugar que Linali se obstina en llamar hogar.
***
Miranda se siente muy inútil mientras contiene el tiempo y Crowley se ocupa de destruir a los akumas a su alrededor, piensa que de alguna manera puede ser mas útil, aunque aun no sabe como, así que cuando todo termina se disculpa sentidamente con su compañero, que la mira a partes iguales asombrado y exasperado.
La mujer tiene la habilidad de sacarlo de quicio, pero él compone una sonrisa y le agradece tan sentidamente como ella se disculpa y le explica, que su habilidad le facilita las cosas, entonces ella sonríe con las lagrimas aun en los ojos y a el solo se le ocurre pensar en arcoíris y lluvia, mientras le seca las lagrimas con mucho cuidado, y acaricia despreocupadamente sus mejillas.
Sin pensarlo mucho se inclina y la besa, la acción es casi inconsciente, simplemente se ha dado, ella se sorprendida abre mucho los ojos y se le sonrojan las mejillas, a él le da un vuelco el corazón, y antes de que ella pueda siquiera terminar de asimilarlo el se aleja y emprende la marcha.
El viaje de regreso es corto y silencioso, el sumido en sus recuerdos, ella simplemente calla, por que no quiere molestarlo.
Allistar se siente culpable, cuando toca a Miranda piensa en Eliade, aunque no tengan nada que ver una con la otra, no puede evitar sentir que traiciona un recuerdo, que veces se le antoja sagrado, y a veces también es tan lejano que casi desaparece.
No sabe en que momento se queda dormido, pero sabe que esta soñando cuando ve a la rubia frente a el, con una sonrisa de esas que solían iluminarle la vida, esta parada tan cerca que piensa que con dos pasos puede tocar su cabello, pero ella alza la mano y se despide, no dice nada, solo agita la mano mientras se desvanece en el aire.
Mientras la observa disolverse en la nada siente las mejillas húmedas, llora, y con un gesto mecánico alza la mano y se despide el también, no intercambian una sola palabra.
Cuando despierta se siente mas ligero, de alguna manera, y hay aun un calorcito agradable en su pecho.
Al bajar del tren le ofrece su mano a Miranda para ayudarla a bajar, ella sonríe suavemente.
Al llegar a casa, aun están tomados de la mano.
*****
Komui revisa una pila de documentos, y observa alternativamente el reloj y el calendario, esta preocupado, aunque lo disfraza con una sonrisa falsa muchos gritos y amenazas de activar a Komurin.
No puede evitar estar preocupado, después de todo su hermana esta en una misión y eso siempre tiene riesgos, riesgos de muerte, y aunque el lo sabe y lo entiende no significa que necesariamente lo acepte y es por eso que retiene a Linali en el Cuartel lo mas posible.
Lo cual no significa siempre.
Pero no es solo Linali quien le preocupa, por que si bien, Linali es su hermana, hay también un grupo de exorcistas que se han vuelto parte de familia cercana, se preocupa por Kanda que es imprudente, por Allen que a veces es peca de inocente, por Lavi que se mete en problemas mas de lo debido (para disgusto de Bookman), por Crowley y por Miranda, que son la inseguridad andante.
Y todos han estado fuera por aproximadamente 1 mes en sus diferentes misiones, y de ninguno ha tenido noticias, aunque si ha recibido informes de actividad Noah y de akumas nivel 2, así que a estas alturas esta al borde del pánico, pero no eso no se lo dirá a nadie ni bajo tortura.
Reflexiona y se da cuenta que prefiere guardarse para él sus miedos, entonces Reever entra sin llamar a la puerta, sonríe, deja caer una mano en su hombro, le dedica una mirada sabedora, y Komui maldice por ser tan transparente a sus ojos, por que el es el único que ha podido ver que no se siente tan bien como aparenta, observa la taza de café que ha dejado en el escritorio, y entonces el también sonríe, una sonrisa verdadera.
Reever es su único y personal ángel de la guarda, uno que sabe exactamente en que momento hacer su aparición sin necesidad de ser llamado, y le pone mucha azúcar al café cuando la ocasión lo amerita, uno que lo conoce lo suficiente para entender todo lo que sucede en su cabeza con una sola mirada (aunque a veces esto ultimo no es tana agradable).
No necesita mas que el calor de la mano en su hombro y el aroma del café para tranquilizarse, un poco al menos, por que no estará relajado hasta que su familia este de una pieza en casa, pero mientras, siempre esta la mano de Reever y su extraordinaria habilidad de infundirle valor y confianza con algo tan pequeño como una taza de café y una sonrisa.
Eso le basta por ahora, bueno eso y tal vez un abrazo, aunque sabe que eso tampoco nuececita pedirlo.
****
Kanda en realidad detesta ir al comedor, pero necesita comer, Linali le regala una sonrisa cuando colgada de su brazo entran al comedor, y saluda alegremente a sus amigos, Lavi que mira un tanto horrorizado a Allen quien esta pidiendo su habitual montaña de comida.
En opinión de Allen la mejor parte de volver a casa, es la cena, Jerry siempre tiene algo delicioso y en porciones que lo dejan satisfecho, Lavi piensa que mas bien, que la mejor parte es su cama, aunque Allen siempre lo arrastre primero al comedor, que es un buen lugar para conversar, bromear y molestar a Yuu, que lo lanza una mirada asesina cuando lo saluda con un escandaloso ¡¡Yuu-chan!!
En una mesa cercana, Miranda conversa animadamente con Crowley, y Linali nota contenta que él le sostiene la mano.
Se sientan a comer juntos, es una tradición, una regla no dicha que se repite cada vez que todos están juntos en el Cuartel general,
Y hay gritos en la mesa, cortesía de Lavi y miradas asombradas ante la ingente cantidad de comida que pueden consumir Crowley y Allen, algún comentario desagradable que Kanda ladra al “moyashi”, algo sobre su estatura, mientras come pulcramente los fideos en su plato, y las lagrimas que salpica Komui cuando abraza Linali y agradece a los dioses (exageradamente) que su hermanita haya regresado a salvo), también esta Reever que regresa y arrastra a su jefe de nuevo a la cocina argumentando que hay trabajo que hacer.
Antes del postre Kanda desenvaina a mugen y persigue a Lavi, que desaparece antes de sufrir una muerte prematura a manos de su irascible compañero.
Linali ordena más que pide con voz autoritaria que se tranquilicen, y con mas de una maldición Kanda regresa la katana a su vaina y se sienta mansamente al lado de su novia.
Mientras Allen le da un jalón de orejas disimulado al pelirrojo que solo ríe, nada arrepentido.
Hay una guerra afuera, y todos son soldados en ella, también, hay recuerdos y eventos difíciles de dejar atrás, pero ahí sentados ante la mesa, el pasado que es una carga pesada, se queda en la puerta, y les deja el sabor amargo de la experiencia, adelante esta el futuro incierto, el que construyen con sus manos.