Título: Incluso en otra vida, cuando ambos seamos ranas
Fandom: Kingdom Hearts
Pareja: Isa/Lea
Summary: Uno no elige de quien se enamora
Notas: Hikaru me arruinó la vida again :)
Isa es un niño muy inteligente para su edad. Tiene las mejores notas de su clase y sabe reconocer todos los ciclos lunares. Isa es además muy maduro para tener quince años, centrado y callado no posee cualidades comunes para un adolescente. Quizá por eso es que nunca ha tenido muchos amigos, responde de manera cortante y no le interesa seguir los temas de conversación. No está interesado en los deportes ni en que niña es más linda. Isa le pide a la profesora hacer los trabajos solo y siempre cumple con la fecha de entrega. Tampoco es como si los demás niños quisieran hacer grupo con él, o jugar con él, a nadie le agrada un sujeto mandón que parece disfrutar dar órdenes y burlarse -sin reírse, sólo seco y cortante- de la incompetencia de los demás.
Bueno, todo esto es cierto solamente en partes. Porque de hecho si existe un niño que todo lo anterior le importa poco, su mejor amigo. Quien, por más que Isa insiste en hacer el trabajo solo, hace grupo con él incluso si no tiene idea de lo que hay que hacer y su único aporte es darle ánimos mientras termina la tarea. Pero quizá esto último es lo más importante, y precisamente lo que un niño como Isa, solitario, callado y centrado, necesita.
Lo único que su mejor amigo, Lea, y él tienen en común es que sus nombres están compuestos por tres letras. Esto Isa lo tiene claro, lo tiene claro desde que lo conoció cuando tenía siete años y se sentaba solo en el rincón más apartado de la sala. Hasta sus colores de pelo son opuestos, Isa disfruta de mirar la luna, leer y el silencio. Lea por su parte es el sol mismo, lleno de tanta energía que llega a resultar abrumadora. Podría tener todos los amigos del mundo, ser el más popular del colegio, podría tenerlo todo y aún así insiste en ser su mejor amigo, cosa que Isa nunca va a lograr entender por completo.
Isa es un niño muy inteligente para su edad, Lea lo sabe. Por eso somos un buen equipo, le dice seguido, tu eres el cerebro y yo ¡Yo solo soy yo! Como si con eso bastara.
Es debido a esta inteligencia que la primera reacción de Isa al notar como algo le taladra el pecho cada vez que Lea insiste en pasarle el brazo por los hombros o apoyar el mentón en su hombro para ver que hace, es pensar las cosas con la cabeza fría. Sentarse en el escritorio de su cuarto, tomar aire y analizar lógicamente lo que está sucediendo, por qué no puede dejar de mirar de reojo a su mejor amigo cuando este mira a otro lado con esa sonrisa idiota en la cara.
Después de una larga tarde de exhaustivo análisis de la situación, Isa llega a una conclusión, una terrible, brutal, dramática conclusión.
Le gusta Lea.
No hay otra explicación posible. Le gusta su mejor amigo y piensa llevarse el secreto a la tumba.
La realización le persigue cada vez que lo ve, lo cual es mucho, porque lo ve todos los días. Incluso fuera del colegio, con esta manía que tiene el pelirrojo de colgarse del árbol que da frente a su ventana y colarse a su habitación. Así que la vida de Isa, un adolescente hormonal a quien le gusta su mejor amigo, es difícil.
Uno no elige a la persona que le gusta, se dice cada vez que Lea se duerme sobre el libro de historia en plena clase y la profesora lo castiga. La verdad es que uno elige muy pocas cosas en la vida, se da cuenta de esto a los quince años cuando su mejor amigo le toma la mano como si nada mientras caminan por la calle, o lo abraza efusivamente solamente porque si.
---
"Isa, oye ¿Crees en la vida después de la muerte?"
"¿Qué clase de pregunta es esa?"
"No lo sé, a ti te gustan las cosas raras y estaba pensando--¡no digas nada eh! Bueno, estaba pensando yo soy inmortal pero ¿Que hay de ti?"
"¿Qué hay de mi? Yo creo que tu teoría de la inmortalidad es una tontería como mucho de lo que dices."
"¡Ey! Estoy hablando en serio"
"Bien, bien. Supongo que si. Es decir, debe haber algo después."
"Eso quería escuchar, entonces, seremos mejores amigos en la otra vida, promételo."
"¿No que eras inmortal?"
"¡Sólo promételo! Aunque renazcamos como ranas, seremos mejores amigos como ranas y molestaremos a la gente saltándole en la cabeza"
"Está bien, lo prometo"
Ambos se ríen, y cuando Lea se ríe todo, por más estúpido que sea, le hace sentido. Porque uno no elige de quien enamorarse, eso está claro, pero si elige a sus amigos, en todas las vidas y por alguna razón Lea insiste en seguir eligiéndolo.
Para Isa eso es suficiente.