El dueño de sus sonrisas
Titulo: El dueño de sus sonrisas
Fandom: SHINee
Pairing: Jongho (leve Jongkey)
Rated: K+
Summary: "Tienes seis sonrisas, ¿sabes? Una cuando algo te hace reír de verdad, otra cuando te ríes sólo por cortesía, la tercera, cuando te sientes incómoda, otra cuando te ríes de ti misma, la quinta es cuando algo te sorprende, y la sexta… cuando hablas de tus amigos."
Nota: Oneshoot inspirado en el prompt anterior, escogido por lurque.
Advertencia: Slash.
Jonghyun soltó una carcajada, de esas que se te clavan en el pecho y te hacen cosquillas en el estómago, de esas que hacían que Minho se quedara un rato mirándole cuando él mismo había terminado de reírse de su chiste malo. El vocalista suspiró y se estiró sobre su cama, mirando a la de su compañero de habitación.
-En realidad no ha tenido tanta gracia -le dijo y luego se volvió a reír.
-Ya veo -le acompañó con carcajadas Minho.
Se sujetó la barriga con las manos y se la golpeó como si fuera un tambor, levantándose la camiseta lo justo para hacerlo. Desde que había llegado de la calle no había parado de cotorrear como si tuviera ochenta señores años, pero Minho nunca se quejaba ni un poquito y a Jonghyun le encantaba que le dejara soltar toda la verborrea verbal que ansiaba sacar a la luz y que le escuchara como si, encima, estuviera prestando atención.
La cosa es que lo hacía, es que le atendía. Porque luego, Minho hacía referencias a cosas que le había contado en momentos puntuales, cosas de las que ni el mismo vocalista se acordaba haber hablado con él.
-¿Se puede saber qué coño haces ahí? -le dijo palmeando su propio colchón, haciéndole sitio- Ven aquí, guapo.
Y a Jonghyun le encantaba cómo a Minho le faltaba tiempo para lanzarse en su cama. Lanzarse, literalmente, no meterse poco a poco o tumbarse de golpe. No, Minho se lanzaba, se le tiraba encima y le hacía cosquillas. Oh, sí, no había nada mejor que una buena ración de cosquillas después de media hora hablando sin descanso.
Luego terminaban los dos con agujetas en las mejillas y en la tripa, con abdominales bien formados y con la respiración agitada, boca arriba, todavía riendo. Entonces Jonghyun le pasaba un brazo por los hombros y se giraba para besarle con suavidad, con un cariño tan especial que muchos se arrancarían la cabeza por poder tener una ínfima parte de la relación que él tenía con Minho. Y el rapero le correspondía, enredando sus manos por debajo de su camiseta, investigando, tocándole. Rudo, brusco, con cariño, con amor.
Jonghyun a veces se preguntaba cómo sería cuando Key se atreviera a tocarle, pero sabía que no habría nada comparable a la forma en la que Minho le tocaba. No sabía si sería para mejor o peor, pero no sería comparable. Ni sus besos, ni sus detalles, ni sus vivencias.
Jonghyun era muy feliz con Key, pero esos momentos con Minho no se los quitaba nadie. No podía estar sin esos momentos. Sin el rapero tragándose todos los sermones que el vocalista quisiera soltar, sin comentarios de “me aburro” e interrupciones cada dos por tres, sin egoísmos, sin egocentrismo.
Jonghyun quería mucho a Key, pero no podía dejar a Minho.
Cuando se separaron, el vocalista sonrió como un niño pequeño al que le habían obsequiado con su chuchería favorita. Minho tenía los ojos entrecerrados y le acariciaba allí donde sus dedos encontraban piel; a veces le embriagaba todo ese cariño que el rapero desprendía, pero también se sentía protegido. Y a veces, incluso, dudoso.
-Tienes seis sonrisas, ¿sabes? -le dijo de forma random, porque a Minho a veces le daban esos ataques de randomidad infinita. A Jonghyun le encantaba también.
-¿Ah, sí? -le sonrió y le acarició el pelo.
-Sí. Una cuando algo te hace reír de verdad, como cuando te hago cosquillas; otra cuando te ríes sólo por cortesía, como en los programas; la tercera, cuando te sientes incómodo; otra cuando te ríes de ti mismo como cuando dices alguna chorrada; la quinta es cuando algo te sorprende, ya sabes, como cuando Taemin cocina sin miel -rió y Jonghyun rió con él, con sorpresa, tal y como Minho acababa de mencionar-; y la sexta… cuando hablas de tus amigos, o de tus seres queridos.
Jonghyun se le quedó mirando con una sonrisa boba en el rostro. A Minho le hubiera gustado decir que también tenía una séptima, esa, y que sólo era para él, pero no era verdad. No era verdad porque la veía cada día en su rostro para Key y él se hacía un poquito más pequeño cada vez que la descubría.
Esos eran los momentos random que le preocupaban a Jonghyun, momentos random en los que se preguntaba si estaba haciendo lo correcto estando con otra persona que no fuera esa a la que le importaba cada minúsculo detalle de su vida, esa persona que se fijaba en cada minúsculo detalle no sólo de su anatomía, sino de su personalidad.
A veces Jonghyun se preguntaba si estaba haciendo lo correcto estando con otra persona que no fuera Minho.
Incluso entonces, Minho era perfecto para él, porque le volvía a besar con mayor intensidad, acallando sus voces interiores, ahorrándole tener que pensar cualquier tipo de respuesta. Y Jonghyun le correspondía con fiereza, con cariño, con ansia, porque del mismo modo que Minho le quería de esa forma tan especial, Jonghyun también.
El rapero succionó la lengua del vocalista entonces y Jonghyun soltó una pequeña risa mientras enredaba las piernas en las de él.
-¿Esa la conocías?
-¿Mmm? -preguntó Minho besándole la sonrisa.
-Esa risa, ¿la conocías?
-¿Esta? -volvió a preguntar al succionarle la lengua.
Jonghyun rió inconscientemente y asintió.
-Sí.
-¿Y por qué no la has mencionado?
Minho se separó un momento y Jonghyun se dio cuenta de que a lo mejor se había pasado, porque la conversación era seria de pronto.
-Porque me gusta creer que esa es sólo para mí -murmuró, avergonzado como no lo había estado con todas las randomsidades que había soltado con el vocalista.
Jonghyun se quedó estático y vio cómo Minho sonreía restándole importancia al asunto, pero el vocalista no era tonto por muchas veces que fingiera serlo y sabía que le daría vueltas, por mucho que Minho no volviera a mencionarlo nunca. El rapero le besó, y Jonghyun le maldijo porque supiera tan bien cómo distraerse y cómo hacerle olvidar el tema.
Pero Jonghyun quería mucho más a Minho de lo que él mismo creía, demasiado como para callarse o dejarlo pasar, como para hacerle eso, como para no decirle lo que pensaba de verdad.
-Lo es.
-¿Mmm?
-Es para ti. Es tu sonrisa.
Y la sonrisa que fue apareciendo poco a poco en la cara de Minho fue la cosa más preciosa que Jonghyun había visto en su vida y se dio cuenta de que él también conocía las del rapero, las conocía todas, y él sí tenía una propia, una que le pertenecía únicamente a él.
Y se la besó, una y otra vez a lo largo de la noche, porque la sonrisa en la cara de Minho no desaparecería hasta bien entrada la noche cuando Morfeo se colara en su organismo y los ojos se le cerraran a causa del sueño.
Jonghyun quería mucho a Key, pero no podía dejar a Minho. Jonghyun quería mucho a Key, pero él era el dueño de las sonrisas de Minho.
Fandom: SHINee
Pairing: Jongho (leve Jongkey)
Rated: K+
Summary: "Tienes seis sonrisas, ¿sabes? Una cuando algo te hace reír de verdad, otra cuando te ríes sólo por cortesía, la tercera, cuando te sientes incómoda, otra cuando te ríes de ti misma, la quinta es cuando algo te sorprende, y la sexta… cuando hablas de tus amigos."
Nota: Oneshoot inspirado en el prompt anterior, escogido por lurque.
Advertencia: Slash.
Jonghyun soltó una carcajada, de esas que se te clavan en el pecho y te hacen cosquillas en el estómago, de esas que hacían que Minho se quedara un rato mirándole cuando él mismo había terminado de reírse de su chiste malo. El vocalista suspiró y se estiró sobre su cama, mirando a la de su compañero de habitación.
-En realidad no ha tenido tanta gracia -le dijo y luego se volvió a reír.
-Ya veo -le acompañó con carcajadas Minho.
Se sujetó la barriga con las manos y se la golpeó como si fuera un tambor, levantándose la camiseta lo justo para hacerlo. Desde que había llegado de la calle no había parado de cotorrear como si tuviera ochenta señores años, pero Minho nunca se quejaba ni un poquito y a Jonghyun le encantaba que le dejara soltar toda la verborrea verbal que ansiaba sacar a la luz y que le escuchara como si, encima, estuviera prestando atención.
La cosa es que lo hacía, es que le atendía. Porque luego, Minho hacía referencias a cosas que le había contado en momentos puntuales, cosas de las que ni el mismo vocalista se acordaba haber hablado con él.
-¿Se puede saber qué coño haces ahí? -le dijo palmeando su propio colchón, haciéndole sitio- Ven aquí, guapo.
Y a Jonghyun le encantaba cómo a Minho le faltaba tiempo para lanzarse en su cama. Lanzarse, literalmente, no meterse poco a poco o tumbarse de golpe. No, Minho se lanzaba, se le tiraba encima y le hacía cosquillas. Oh, sí, no había nada mejor que una buena ración de cosquillas después de media hora hablando sin descanso.
Luego terminaban los dos con agujetas en las mejillas y en la tripa, con abdominales bien formados y con la respiración agitada, boca arriba, todavía riendo. Entonces Jonghyun le pasaba un brazo por los hombros y se giraba para besarle con suavidad, con un cariño tan especial que muchos se arrancarían la cabeza por poder tener una ínfima parte de la relación que él tenía con Minho. Y el rapero le correspondía, enredando sus manos por debajo de su camiseta, investigando, tocándole. Rudo, brusco, con cariño, con amor.
Jonghyun a veces se preguntaba cómo sería cuando Key se atreviera a tocarle, pero sabía que no habría nada comparable a la forma en la que Minho le tocaba. No sabía si sería para mejor o peor, pero no sería comparable. Ni sus besos, ni sus detalles, ni sus vivencias.
Jonghyun era muy feliz con Key, pero esos momentos con Minho no se los quitaba nadie. No podía estar sin esos momentos. Sin el rapero tragándose todos los sermones que el vocalista quisiera soltar, sin comentarios de “me aburro” e interrupciones cada dos por tres, sin egoísmos, sin egocentrismo.
Jonghyun quería mucho a Key, pero no podía dejar a Minho.
Cuando se separaron, el vocalista sonrió como un niño pequeño al que le habían obsequiado con su chuchería favorita. Minho tenía los ojos entrecerrados y le acariciaba allí donde sus dedos encontraban piel; a veces le embriagaba todo ese cariño que el rapero desprendía, pero también se sentía protegido. Y a veces, incluso, dudoso.
-Tienes seis sonrisas, ¿sabes? -le dijo de forma random, porque a Minho a veces le daban esos ataques de randomidad infinita. A Jonghyun le encantaba también.
-¿Ah, sí? -le sonrió y le acarició el pelo.
-Sí. Una cuando algo te hace reír de verdad, como cuando te hago cosquillas; otra cuando te ríes sólo por cortesía, como en los programas; la tercera, cuando te sientes incómodo; otra cuando te ríes de ti mismo como cuando dices alguna chorrada; la quinta es cuando algo te sorprende, ya sabes, como cuando Taemin cocina sin miel -rió y Jonghyun rió con él, con sorpresa, tal y como Minho acababa de mencionar-; y la sexta… cuando hablas de tus amigos, o de tus seres queridos.
Jonghyun se le quedó mirando con una sonrisa boba en el rostro. A Minho le hubiera gustado decir que también tenía una séptima, esa, y que sólo era para él, pero no era verdad. No era verdad porque la veía cada día en su rostro para Key y él se hacía un poquito más pequeño cada vez que la descubría.
Esos eran los momentos random que le preocupaban a Jonghyun, momentos random en los que se preguntaba si estaba haciendo lo correcto estando con otra persona que no fuera esa a la que le importaba cada minúsculo detalle de su vida, esa persona que se fijaba en cada minúsculo detalle no sólo de su anatomía, sino de su personalidad.
A veces Jonghyun se preguntaba si estaba haciendo lo correcto estando con otra persona que no fuera Minho.
Incluso entonces, Minho era perfecto para él, porque le volvía a besar con mayor intensidad, acallando sus voces interiores, ahorrándole tener que pensar cualquier tipo de respuesta. Y Jonghyun le correspondía con fiereza, con cariño, con ansia, porque del mismo modo que Minho le quería de esa forma tan especial, Jonghyun también.
El rapero succionó la lengua del vocalista entonces y Jonghyun soltó una pequeña risa mientras enredaba las piernas en las de él.
-¿Esa la conocías?
-¿Mmm? -preguntó Minho besándole la sonrisa.
-Esa risa, ¿la conocías?
-¿Esta? -volvió a preguntar al succionarle la lengua.
Jonghyun rió inconscientemente y asintió.
-Sí.
-¿Y por qué no la has mencionado?
Minho se separó un momento y Jonghyun se dio cuenta de que a lo mejor se había pasado, porque la conversación era seria de pronto.
-Porque me gusta creer que esa es sólo para mí -murmuró, avergonzado como no lo había estado con todas las randomsidades que había soltado con el vocalista.
Jonghyun se quedó estático y vio cómo Minho sonreía restándole importancia al asunto, pero el vocalista no era tonto por muchas veces que fingiera serlo y sabía que le daría vueltas, por mucho que Minho no volviera a mencionarlo nunca. El rapero le besó, y Jonghyun le maldijo porque supiera tan bien cómo distraerse y cómo hacerle olvidar el tema.
Pero Jonghyun quería mucho más a Minho de lo que él mismo creía, demasiado como para callarse o dejarlo pasar, como para hacerle eso, como para no decirle lo que pensaba de verdad.
-Lo es.
-¿Mmm?
-Es para ti. Es tu sonrisa.
Y la sonrisa que fue apareciendo poco a poco en la cara de Minho fue la cosa más preciosa que Jonghyun había visto en su vida y se dio cuenta de que él también conocía las del rapero, las conocía todas, y él sí tenía una propia, una que le pertenecía únicamente a él.
Y se la besó, una y otra vez a lo largo de la noche, porque la sonrisa en la cara de Minho no desaparecería hasta bien entrada la noche cuando Morfeo se colara en su organismo y los ojos se le cerraran a causa del sueño.
Jonghyun quería mucho a Key, pero no podía dejar a Minho. Jonghyun quería mucho a Key, pero él era el dueño de las sonrisas de Minho.