Brokeback Zombi. Parte 4. FIN.

Oct 30, 2011 16:16


Parte 3 | Masterpost

El ambiente mejora cuando Jenner los dirige hacia los despachos que pueden usar como habitaciones, les informa de que hay duchas y, lo mejor de todo, agua caliente. No solamente tienen electricidad, no. También hay agua caliente. Casi se pone a llorar de felicidad. Hace meses que ninguno toma una ducha en condiciones y ya ni hablar de una caliente.

Cuando se dirige a uno de los despachos más alejados de los demás no lo hace a propósito, solamente va pensando en agua caliente y sábanas limpias. Es lo único que tiene en mente. Se comienza a desnudar incluso antes de cerrar la puerta, dejando la ropa desperdigada por el suelo y se dirige desnudo hasta el cuarto de baño. Es bastante grande y la ducha es espaciosa, suficiente para dos... De pronto, se arrepiente de no haberle ofrecido a Daryl que lo acompañara. Probablemente el hombre se habría negado pero la posibilidad de que hubiera dicho que sí, lo hace estremecerse por completo.

Comienza a juguetear con los controles del agua y se siente estúpido. Dos meses sin usar una ducha en condiciones y olvida como encender el agua caliente, patético. Pone el agua casi ardiendo y se mete bajo el chorro. Suspira, más bien casi gime cuando la presión del agua caliente le masajea los músculos de la espalda. Es la mejor sensación del mundo. Echa la cabeza hacia atrás y se pasa la mano por el cabello. Va a gastar toda el agua caliente pero le importa una mierda. Nadie lo va a mover de ahí hasta que el agua salga congelada.

Está tan relajado debajo de la ducha que casi salta dos metros cuando escucha algo caer contra el suelo. Se gira bruscamente para encontrase con Daryl que está desnudándose con claras intenciones de meterse bajo el agua con él.

Se queda congelado en el sitio con el agua cayéndole sobre la cara.

A pesar de que era exactamente lo que quería, se siente nervioso. Es la primera vez que ve a Daryl completamente desnudo y la primera que el otro lo ve a él. ¿Qué pasa si el hombre se asusta? No es que él tenga algo raro... Es más bien que, evidentemente, es un hombre. Con sus partes de hombre y eso. Porque una cosa es toquetearse con la ropa puesta o sin camisetas y otra estar debajo de la ducha. Desnudos. Se muerde el labio inferior con fuerza mientras observa como se termina de desnudar. Ninguno dice nada y simplemente se aparta un poco cuando Daryl se mete bajo el agua junto a él. El hombre suelta un suspiro audible y pasa las manos por su cabello apartándolo de la cara. Solamente entonces lo mira directamente a los ojos.

-Esperaba una invitación -masculla.

-Eh... Er, pensaba hacerla pero no sabía si querías. Hm. Ya sabes. Tú y yo, desnudos. Eso.

Lo mira fijamente, asustado. Es él el que está asustado como una virgen (que lo es pero no es el momento de actuar como una) y no sabe que hacer. Se muere por besarle, por tocarlo, pero el rechazo de Daryl le aterra de una forma que ni siquiera los muertos vivientes pueden conseguir.

Daryl alza una ceja y baja la mirada dándole un repaso rápido antes de llevar una mano a su cadera y apretar suavemente.

-¿Hay algo de lo que debería asustarme? -el hombre parece muy seguro de si mismo para alguien que tiene problemas con su sexualidad.

-No soy una tía.

-Me he dado cuenta -quiere protestar pero Daryl no le deja-. ¿No quieres esto? Me has buscado durante semanas, volviéndome loco y ahora, ¿no? Aclara tu mente, chaval.

Parece ligeramente dolido. Tiene ganas de reírse, ¿qué no quiere eso? ¿Es subnormal? Paleto. Idiota. Arg. No consigue centrarse con Daryl y menos si ambos están desnudos y el agua se le mete en los ojos.

-Claro que quiero -masculla apartando un par de mechones de la frente-. Solamente no quiero que te eches atrás.

-He venido por mi propio pie.

Se miran en silencio durante lo que parece una eternidad. De pronto tiene ganas de reír, pero sabe que será tomado como una ofensa así que opta por pegarse a Daryl y besarle hasta que siente que el hombre comienza a ponerse duro contra su estomago. La sensación es tan maravillosa que se marea y a la misma vez se convierte en la jodida persona más feliz del mundo.

Se separa para mirarlo y sonríe, triste. Es todo tan perfecto que en algún momento se despertará y nada de aquello habrá pasado. Seguirá en el campamento, rodeado de muertos y sin ningún tipo de esperanza a parte de la de sobrevivir un día más.

-¿Qué? -gruñe Daryl.

-Nada.

Se deja empujar contra la pared, pasa los brazos por el cuello del hombre y deja que lo agarre con fuerza con las caderas.

-Es raro -Daryl le habla en el oído, bajito-. Aunque eres pequeño como una tía.

-No digas eso. -masculla- Soy un tío.

-Ya, captado -Dixon empuja ligeramente con las caderas y sus pollas se rozan dejándolos sin aliento.

-Joder.

Hunde una mano en el cabello corto del hombre y gira la cabeza buscando su boca. Se besan con mucha lengua y poca coordinación mientras Daryl no deja de embestir contra él. La sensación es maravillosa y pronto se siente demasiado caliente. Pierde la coordinación del beso, de todo. Se deja morder en el cuello, en la clavícula y allí donde Dixon puede alcanzar sin separar sus caderas. Es frenético y, realmente, no quiere que sea así. Quiere que dure lo máximo posible, quiere experimentar tantas cosas. Quiere ser follado hasta perder el conocimiento. No puede dejarlo todo en un rápido frotamiento en la ducha, simplemente no puede.

-Es-Espera... -gime porque Daryl aprovecha ese momento justo para cogerlo por el culo y solamente puede abrir las piernas haciendo que sus pollas se deslicen en un mejor ángulo-. Oh, Dios. OhDios.

Deja caer la cabeza hacia atrás, haciendo que choque contra la pared de baldosas. Se olvida de lo que iba a decir porque tiene las manos de Daryl en el culo, apretando, y su boca en el cuello. Además el rubio gruñe y es lo más erótico que ha escuchado jamás en su vida. No puede, simplemente no puede. Las rodillas le tiemblan y las piernas le dan de si, pero nunca llega a caer porque Daryl lo levanta bruscamente, aún agarrándolo por el culo con ambas manos y embistiendo cómo si le fuera la vida en ello.

Está perdido.

No quiere terminar así, tan rápido y sin llegar a tenerlo dentro pero no puede. Siente el orgasmo cosquilleando en la punta de los dedos, todo su cuerpo tiembla y es culpa de Daryl. Sabe que el otro hombre se burlará pero es imposible controlar su cuerpo y todas las sensaciones que le produce.

Se corre sin necesidad de que le toquen la polla, simplemente con Daryl embistiendo contra él como un animal. Grita y no puede evitarlo. Es demasiado intenso. Se tensa por completo clavando los tobillos en el culo de Daryl antes de dejarse caer como un peso muerto, totalmente saciado. Esconde la cabeza en el cuello del otro hombre y suspira contento. No se da cuenta que Dixon ha dejado de moverse hasta que éste le obliga a levantar la cabeza para mirarlo a la cara.

-¿Ya? -hay una nota divertida en su voz pero sobre todo es algo oscuro y sexual-. Virgen, ¿huh?

Se sonroja violentamente.

-Ya lo sabías -escupe, frustrado. No pueden estar hablando cuando Daryl aun sigue duro contra su estómago y él se acaba de correr-. Venga, sigue.

Se siente mortificado pero acaba de pasar un punto en que nada puede darle más vergüenza. Daryl no dice nada. Se queda mirándolo directamente pero no a los ojos, no. Lo mira a los labios y se relame lentamente antes de hablar.

-Quiero tu boca.

-¿Huh?

Daryl no responde, se limita a girar sobre si mismo y, aún llevándolo en brazos, caminar hasta el despacho.

-Joder, pesas mucho para ser un chino canijo.

El hombre lo deja caer sobre unos de los sofás de la sala y se queda mirándolo desde arriba. Quiere protestar porque está mojado y desnudo pero no le sale ni una sola palabra. Cuando se sienta está justo a la altura de la polla húmeda y completamente erecta de Daryl. Se lame los labios de forma instintiva.

Dixon se agarra la polla con una mano y se inclina hacia delante. Sus intenciones completamente claras en sus gestos.

-Abre la boca.

-¿Qué? No voy a... -mira hacia arriba pero inmediatamente vuelve a bajar los ojos hacia la polla del hombre, es casi hipnótico-. Nunca he... ya sabes.

Daryl bufa. En una situación como esa no deberías bufar. No es algo normal, no es lógico pero si lo piensa bien, ¿qué es racional y normal en esos momentos? Los muertos caminan y él esta sentado en un sofá de una especie de último refugio para la especie humana con el miembro de otro hombre a escasos centímetros de su cara. ¿Normal? No recuerdo cual fue la última cosa normal que le pasó.

-Sólo tienes que hacer lo que te diga -la voz de Daryl es profunda y ligeramente gutural-. Abre la boca.

Lo hace porque es lo único que se le ocurre. Abre la boca y deja de Dixon enrede los dedos en el cabello corto de su nuca. El hombre lo guía mientras adelanta las caderas y pronto puede sentir el peso de su miembro sobre el labio inferior. Abre mucho los ojos y mira hacia arriba, Daryl le devuelve la mirada de forma intensa y oscura. Siente que le falta el aíre.

-Cierra los labios -gruñe-. Ni se te ocurra usar los dientes.

Sigue las instrucciones, cerrando los labios alrededor de la punta hinchada e intentando por todos los medios mantener los dientes lejos de la delicada piel. No es difícil, más bien raro. Aprieta los labios suavemente sacando un gemido del hombre y eso lo envalentona lo suficiente como para lamer ligeramente la punta húmeda. El sabor es extraño pero no le desagrada del todo, es de Daryl y eso es lo único que importa. Vuelve a lamer solamente con la puntita de la lengua abriendo los labios con un ruido húmedo.

No sabe que hacer con las manos así que se echa hacia atrás y lo mira a los ojos. Se relame los labios y sonríe porque, en serio, Daryl parece a punto de correrse con sólo un par de lametones y él lo ha causado. Vuelve a bajar la mirada centrándose. Es como el porno, ¿no? Solamente tiene que hacer lo que ha visto montones de veces (más de las que estaría dispuesto a admitir).

Lleva una mano hasta la cadera del hombre, apretando suavemente y coloca la otra sobre la base de su polla. Daryl aparta su propia mano y la coloca en su hombro. Se inclina hacia delante y vuelve a rodear la punta con los labios, esta vez mueve la mano un poco hacia arriba y después hacia abajo ejerciendo presión sin atreverse a ir más lejos. Sigue chupándole la cabeza de la polla como si fuera un caramelo, moviendo la mano y animándose poco a poco a ir más rápido. Los dedos de Daryl se cierran con más fuerza sobre su nuca. Siente su otra mano moverse sobre el hombre, subir poco a poco por su cuello y finalmente asentarse sobre su mandíbula. Su pulgar se desliza por la comisura de sus labios y aprieta suavemente.

-Así -la voz del hombre es espesa, como miel-. Sigue...

Gime sin poderlo evitar, es algo que le sale directamente del pecho. Quizás está disfrutando demasiado todo eso, pero no le importa una mierda. Está demasiado excitado por las sensaciones, por el peso de la polla de Daryl sobre la lengua, su sabor y su olor. Se siente mareado y a la vez la persona más poderosa del mundo.

Daryl suelta un gruñido y embiste mientras su mano lo guía hacia delante más profundo sobre su polla. Intenta respirar por la nariz mientras siento como los ojos le lagrimean. La mandíbula comienza a molestarse pero no hace ademán de apartarse. Deja que Daryl guíe la mamada, que embista dentro de su boca hasta que lo siente presionando el fondo de la garganta.

-Dios... deberías verte -le pasa el pulgar sobre el labio inferior- con tus labios alrededor de mi polla.

Daryl echa las caderas hacia atrás y su miembro se desliza todo el camino fuera de su boca, hasta que queda a escasos centímetros de sus labios. Alza la mirada para encontrarse con los ojos del hombre y se deleita con la forma en que las gotitas de agua y sudor se deslizan por su piel.

-Fóllame -le susurra contra la punta de la polla y la voz le sale algo rota-. Quiero que me folles.

La mano sobre su nuca tira hacia arriba y pronto se encuentra de pie. La mirada clara de Daryl es tormentosa y tiene tantas ganas de besarlo que le cosquillean los labios, pero nunca llega a poder cumplir su deseo. El hombre lo gira bruscamente y se encuentra de bruces contra el respaldo del sofá. Daryl le planta una mano en el cuello, posesivo y lo empuja hasta que lo tiene colocado justo como quiere. Es brusco, insistente. No le da un respiro ni lo deja pensar. Escucha el ruido húmedo de la saliva sobre piel y segundos después tiene algo empujando en su entrada.

-Daryl, ¿qué...?

El hombre se inclina sobre su espalda, los dedos sobre su cuello se cierran un poco más fuerte de de lo necesario.

-Quieres que te folle, es lo que llevas pidiéndome semanas -le habla al oído, bajito y oscuro-. Pues te voy a follar hasta que supliques que pare.

La presión se vuelve más intensa e invasiva. Es raro, tiene algo entrando en él. No es demasiado grande así que supone que Daryl ha sido lo suficiente compasivo como para prepararlo con sus dedos.

-¿Duele? -masculla el hombre-. Deberías ver como tu culo se traga mis dedos, parece que lo estás deseando.

Deja escapar un gemido casi un maullido y Daryl se ríe contra su nuca.

Los dedos siguen entrando y saliendo demasiado rápido. Es seco, brusco y la sensación de tirantez lo hace morderse los labios hasta que siente el sabor de la sangre. No duele, al menos no realmente. Daryl le concede tiempo para ajustarse, para comenzar a disfrutar la sensación y, cuando lo hace, es algo jodidamente maravilloso.

Comienza a follarse a si mismo contra los dedos del hombre y este gruñe su aprobación. La mano sobre su cuello se suaviza, comienza a trazar círculos con el pulgar sobre su nuca y un escalofrío lo recorre entero.

Cuando Daryl retira los dedos de su interior lo siente cómo una pérdida. Echa las caderas hacia atrás deseoso de volver a sentirlo, para volver a tenerlo dentro.

-Daryl, por favor -casi gimotea y le da igual porque está tan duro que daría lo que fuera por volver a sentirlo dentro-. Por favor...

-Impaciente, ¿huh?

Daryl vuelve a inclinase sobre él, le muerde el lóbulo de la oreja y embiste contra su culo. Su polla se desliza entre sus nalgas y es maravilloso pero a la vez no es suficiente.

-Hazlo, joder. Hazlo, Daryl. Dios... -apoya el antebrazo en el respaldo del sofá y hunde las uñas en la tela-. Joder.

Nunca pensó que estaría tan desesperado por tener la polla de otro hombre dentro, pero se siente como si fuera a morir si no lo folla en ese mismo momento.

-Joder -Daryl le gruñe al oído, le gira la cara y le mete la lengua en la boca. Le da un beso incómodo pero húmedo y perfecto-. Te follaría hasta que el resto del jodido mundo se fuera a la mierda.

-Sí. Dios.

Daryl vuelve a deslizarse entre sus nalgas, caliente y completamente duro. Lo hace un par de veces y sigue haciéndolo hasta que siente que se va a volver loco.

-Fóllame. Ya.

-No pienso parar aunque duela -le informa.

-No lo hagas -le gruñe mirándolo por encima del hombro.

Es todo lo que el hombre parece necesitar. No aparta la mirada mientras se escupe en la mano y la lleva hasta su polla para humedecerla más. Sigue mirándolo cuando lo agarra de las caderas y tira hacia atrás. Se deja hacer y respira hondo. Va a doler. Lo sabe pero nunca ha deseado más algo en su vida.

Aprieta los labios cuando lo siente entrar. Cuesta un poco al principio. Se siente abierto en canal, en carne viva. Es mucho pero a la vez es demasiado poco. Es como si estuviera en dos mundos diferentes a la vez; uno donde duele como una perra y otro donde solamente puede sentir a Daryl dentro, alrededor, en todos lados. Cierra los ojos y respira con fuerza. Daryl no le da tregua. Cuando está completamente dentro comienza a moverse. Sus embestidas largas y brutales. Sale hasta la punta antes de volverse a hundir en un sólo movimiento que lo deja sin respiración.

-Dios... -se muerde el puño.

-Daryl -le gruñe y suelta una medio carcajada hueca-. Mi nombre es Daryl.

Está bromeando en esos momentos. Increíble. Si no estuviera tan caliente, y al borde de las lágrimas, probablemente se reiría y lo llamaría gilipollas.

-Calla -masculla echando las caderas hacia atrás y recibiéndolo en mitad de una embestida-. Ohdiosmio.

La sensación es brutal. De pronto todo parece encajar a la perfección. Daryl. Él. Sus cuerpos. Perfectos.

Vuelve a repetir el gesto una y otra vez, saliendo a recibirlo cada vez que el otro embiste. Pronto se siente al borde del orgasmo y todo pierde sentido. El dolor desparece casi por completo, olvidado. Está tan perdido en las sensaciones que pasa por alto cuando Daryl lo agarra por las caderas con las dos manos y sus embestidas se vuelven erráticas, violentas. Aun así tiene la suficiente conciencia para darse cuenta cuando Dixon lo rodea con un brazo y lo levanta hacia arriba hasta que está de rodillas en el sofá, con las piernas abiertas mientras Daryl embiste como una bestia dentro de él.

-Tócate -le gruñe al oído-. Pajeate, quiero verlo. Hazlo.

Su voz es seca, brusca. Es una orden. Es veneno que le quema la piel y sólo puede hacer caso.

Lleva una mano hasta su entrepierna y casi se corre cuando cierra los dedos sobre si mismo. Su polla está húmeda y se desliza con facilidad entre el círculo apretado de sus dedos.

-Eso... eso es. Así.

Daryl cierra su mano derecha sobre la suya y pierde el sentido. El vientre se le prende en llamas y se corre manchando los dedos del hombre, los suyos y el feo tapizado del sofá. Se corre sin aíre, con los labios entreabiertos y la cabeza echada sobre el hombro de Dixon. Éste no tarda nada en seguirlo. Le muerde el hombro con fuerza y le clava las uñas en la cadera mientras embiste una última vez vaciándose en su interior.

Se deja caer hacia atrás como un peso muerto, aun siente los espasmos del orgasmo y la piel le vibra con energía concentrada. Se relaja por completo, no piensa en nada y simplemente se limita a saborear los restos del maravilloso orgasmo que acaba de tener. Daryl es una pared cálida y sólida contra su espalda.

-Creo que podría dormir un mes -murmura girando la cabeza y pasando la nariz por el cuello de Dixon-. O dos.

La risa de Daryl le vibra en el pecho y le hace cosquilla en el corazón, las estúpidas mariposas comienzan a revolotear en el estomago. Y tiene que sonreír como un idiota. Dios, no recuerda cuando fue la última vez que se sintió tan bien.

-Antes propongo emborracharnos.

-Por mi perfecto.

Sisea cuando Daryl sale de él. La sensación de vacío es desagradable e inmediatamente desea volver a sentirlo dentro, pero no puede decirlo. Sería demasiado patético incluso para él. Se inclina hacia delante buscando apoyo en el respaldo del sofá, las piernas aun le tiemblan y no está muy seguro de que pueda volver a sentarse en un par de horas.

Daryl le da un ligero beso en la nuca y le desliza una mano entre los muslos. Se estremece cuando su pulgar presiona ligeramente sobre su abusada entrada. Entra con facilidad. Las mejillas le arden cuando lo mira sobre el hombro.

-¿Otra vez? -pregunta casi con timidez.

El hombre suelta una carcajada y le da una palmada en el trasero. Siente como la punta de las orejas comienzan a arderle.

-Dame media hora, chaval y soy todo tuyo de nuevo.

Hace un pequeño mohín cuando Daryl le da la espalda y va hacia el baño. Viejales.

Imita a Daryl pasándose la mano entre los muslos y descubre que están húmedos. Se lleva los dedos manchados a la boca y lame uno con la puntita de la lengua. Por supuesto ese tiene que ser justo el momento que Daryl aparece desde el baño y lo pilla.

-¿Rico?

Parece tan pagado de si mismo que tiene ganas de pegarle una patada, pero teniendo en cuenta que está desnudo y acaban de tener el mejor sexo jamás tenido por ningún ser humano... Mejor dejarlo pasar.

-Vete a la mierda -casi.

Se pone en pie con piernas temblorosas. Daryl se limita a sonreír y es una de las pocas veces que lo ha visto hacerlo.

-Aún hay agua caliente y whisky.

Debería cubrirse pero se siente cómodo desnudo y en presencia de Daryl.

-Suena bien -se acerca hasta el hombre que sigue parado en la puerta del baño-. ¿Quieres repetir... después?

-Joder que sí.

*

Daryl se despierta solo, completamente desorientado y con una resaca de tres pares de narices. No es ajeno a la sensación de mareo y el dolor de cabeza causado por beber mucho, pero el sentirse desubicado es completamente nuevo.

Se levanta con dificultad, sintiendo que el suelo se agitaba bajo sus pies y lanza un vistazo alrededor. Aquella no es la oficina en la que decidió quedarse la noche anterior, está en la de Glenn pero el chico no parece estar a la vista.

Frunce el ceño mientras camina hacia el baño para echar una meada y al entrar se siente defraudado al no ver al chico allí. Lo ha dejado solo. Sus cojones. Recuerda que en algún momento de la noche anterior entre la bruma del alcohol y el calor de Glenn, se propuso que se volvería a su habitación cuando el chico se durmiera. Más que nada para conservar un poco de su hombría pero al levantarse resulta que ha sido el crío el que lo ha dejado solo.

Puto crío.

Después de vaciar la vejiga se dedica a recoger la ropa (sucia) y a preguntarse estúpidamente que hora será. En aquel lugar sin ventanas parece que las horas no pasan. Una sensación de claustrofobia le oprime el pecho y tiene que esforzarse para hacer que el sentimiento de opresión desaparezca. Aunque arriba esté el aire libre y al sol, también están los caminantes dispuestos a devorarlo y, teniendo que elegir, prefiere vivir en el día de la marmota si hace falta. Se viste rápidamente y se dirige hacia donde dejó sus cosas, se da una ducha rápida y escoge algo de ropa que no esté demasiado sucia de entre sus cosas. Debería lavar sus cosas más a menudo.

Cuando llega a la cafetería todos los demás están allí entre ellos Glenn rumiando una resaca que debe ser comparable a la suya. No recuerda cuando pasaron del vino a aquella botella de whisky que habían encontrado. Todo está borroso y solamente le llegan fragmentos de besos, lenguas, manos y Glenn sentado sobre su regazo moviéndose.

No se acerca al chico no le da ni tiempo. Pronto el Doctor aparece y decide que ese es el momento justo para contarles todo lo que sabe. No lo entiende. El hombre suelta una larga parrafada sobre cerebros, neuronas y partes de los sesos que no sabía ni que existían. Se siente tan perdido que tiene que preguntarle a Jenner si todo lo que dice tiene sentido y resulta que sí. En teoría. El cerebro que primero brillaba o las neuronas o lo que fuera aquello, eso que antes parecía vivo pronto se apaga hasta que poco a poco vuelve a despertarse pero no es igual. Alguien pregunta si el sujeto está vivo o no, Rick se adelanta para decir que no y, por una vez, está de acuerdo con el hombre. Sea lo que fuera, cuando alguien muere y se levanta para comerse tu carne no se puede considerar un ser vivo.

Durante los siguientes minutos siguen viendo imágenes, oyendo explicaciones y discutiendo sobre el tema. ¿Están vivos? ¿Sienten? Estupideces varias. Pueden que los caminantes se muevan, caminen e intentan alimentarse pero esos seres no están vivos. Cuando terminan de ver el video y todos comienzan a acosar a Jenner sobre que es lo que hace que los muertos se levanten y cuando el hombre dice lo evidente, que no sabe una mierda, comienzan a preguntarle por otros centros como aquel y por otras personas que quizás si sepan de lo que se trata. Daryl sabe que es una tontería, que nadie debe saber nada.

-Voy a volver a emborracharme hasta el culo -anuncia a nadie en particular.

Se presiona los ojos con el dorso de la mano y respira hondo, tiene demasiada resaca para todo esto. Están allí, ¿no? Están bien aunque sea de momento, ¿por qué preocuparse? Justo ese es el momento que Dale elige para preguntarle al doctor por el reloj con números rojos que parece hacer una cuenta regresiva. En ese momento solamente queda una hora y pocos segundos.

-Los generadores del sótano... se quedaran sin combustible.

-¿Y entonces?

La pregunta de Rick queda sin respuesta. Jenner se limita a alejarse sin decir nada y el policía decide preguntarle al ordenador que parece controlar el lugar.

-Cuando la energía se acabe se llevará a cabo una descontaminación completa.

Durante un par de minutos no pasa nada, todos se quedan en silencio mirándose hasta que Rick comienza a gritar mandándolos a todos a sus habitaciones y pidiéndoles a un par de ellos que vayan con él al sótano.

-Voy a pasar, Sheriff -le informa pasando de largo-. Aún queda algo de whisky.

En la botella de la que bebieron Glenn y él la noche anterior concretamente.

Nadie le discute, demasiado ocupados en dirigirse hacia donde el policía les ha mandado, pero el chico le lanza una mirada. Le dedica un gesto vago y se dirige hacia las oficinas que están usando como habitaciones.

Pasa los siguientes 20 minutos tumbado en el sofá, bebiendo y mirando el techo. Piensa en Merle casi sin darse cuenta y se siente ligeramente culpable. Ellos están allí a salvo y a saber como está su hermano, eso teniendo mucha fe en que siga con vida. Se sienta erguido y da un par de tragos a la botella dejando que el alcohol se lleve la culpa. No puede pensar en Merle, si lo hace solamente acabará jodiéndolo todo. Su hermano no está y es mejor dejarlo así, de momento.

La luz se apaga de pronto, sobresaltándolo. Cuando sale al pasillo botella en mano para preguntar porque las luces y el aire acondiciona se han apagado, Jenner pasa por el pasillo y le quita la botella sin decirle nada. Se queda como un idiota antes de seguir rápidamente al hombre que va diciendo gilipolleces como prioridades y sobre zonas que se apagan solas.

-¡Hey! -le grita mientras va detrás del hombre seguido de los demás-. ¿Qué cojones significa todo eso?

El doctor sigue hablando sin decir nada.

-Te estoy hablando a ti -le escupe bruscamente-. ¿Cómo que se apaga sola? ¿Cómo un edificio puede hacer eso?

-Te sorprendería -es la única respuesta del otro hombre.

Acaban por reunirse todos en la sala con todos los ordenadores y las mierdas tecnológicas mientras Jenner les habla sobre ahorros de energía. El doctor se para antes de subir las pequeñas escalera que da a la plataforma circular donde están todos los ordenadores y da un largo trago a la botella de whisky que le había quitado momentos antes. Casi se la arranca de las manos cuando el hombre se la tiende. Tiene ganas de arrancarle la puta cabeza.

Jenner sigue hablando, parece un poco ido pero algo les queda claro: la energía y el combustible es fundamental en aquel lugar y sin él no se puede hacer nada.

Rick los manda a todos a recoger las cosas y no piensa dos veces en hacerle caso al hombre pero cuando están a punto de salir un pitido ensordecedor empieza a sonar por todo el lugar. El policía vuelve a gritarles que salgan pero entonces las puertas metálicas comienzan a cerrarse.

-¿Nos ha encerrado? -grita Glenn-. ¡Nos encerró!

Daryl siente que toda su visión se vuelve completamente roja. El hijo de puta los ha encerrado. ¡Los ha encerrado! Se lanza sobre el hombre sin pensarlo, alzando la botella y dispuesto a darle con ella. El muy bastardo. El muy... lo va a matar. Lo va a matar. Tienen que agarrarlo entre dos para que se aleje del hombre y no le abra la cabeza allí mismo.

Sigue caminando de un lado a otro, furioso mientras Jenner les explica el porqué están allí encerrados y lo que pasará cuando el contador llegue a cero.

Boom.

Todos van a saltar por los aires.

Antes de darse cuenta está corriendo hacia una de las puertas metálicas. Glenn lo sigue de cerca y cuando sus miradas se cruzan sabe que tiene que salir de allí. Tiene que salvar al crío.

-Vamos a salir de aquí -le asegura, el chico se limita a asentir confiando en él. Es una confianza ciega y eso solamente lo pone más furioso. Arroja la botella de Whisky contra la puerta-. ¡¡Abre la maldita puerta!!

Glenn baja la pasarela hasta donde están los demás mientras Shane vuelve hacia ellos con un hacha y arremete contra la puerta sin resultado.

-¡Daryl!

Agarra al vuelo el hacha que le arroja Glenn y no se lo piensa dos veces antes de comenzar a dar hachazos contra la puerta. Sigue y sigue hasta que siente que los brazos le arden. No van a salir de allí así, no de esa manera con un hacha. Shane parece comprenderlo y pronto está apuntando a Jenner con una escopeta y exigiéndole que los deje salir. El hombre está como loco y Daryl lo entiende, él haría exactamente lo mismo. Cuando Rick comienza con su charla sentimentaloide siente que podría vomitar. Agarra el hacha de nuevo y se dirige hacia la puerta. No les queda mucho y puede que no sea efectivo, pero golpear esa puerta es lo único productivo que puede hacer. Golpear una y otra vez hasta que le falta el aire y golpea de forma mecánica.

Se queda de piedra cuando la puerta comienza a abrirse. Se gira hacia los demás, sorprendido. Por lo visto la charla del policía sirve para algo.

Solamente se para a mirar que Glenn lo sigue antes de liderar el camino hacia fuera. No se para a pensar en los que se quedan atrás, no es su problema y no le importa. Cada uno tiene que tomar sus propias decisiones y actuar en consecuencias.

Es curioso que la forma de salir del CCE sea haciendo estallar una ventana cuando querían huir de una explosión mucho mayor, pero no tiene tiempo de pararse a pensar. Abre camino delante, procurando ponerse entre Glenn y los caminantes que se acercan hacia ellos atraídos por el ruido. No se relaja hasta que ve al chico dentro de la caravana y éste no cierra la puerta hasta que lo ve pasar corriendo hacia su coche.

Consigue meterse en la camioneta segundos antes de que la explosión lo vuelva todo rojo y brillante.

*

Glenn se siente mareado y a punta de desplomarse en cualquier momento. No puede dejar de mirar de forma ansiosa por la ventana mientras se alejan del Centro de Control de Epidemias y vuelven a coger la carretera por la que llegaron. Las piernas le tiemblan y siente el corazón latir desbocado en el pecho. Han estado tan cerca, tan jodidamente cerca...

No puede evitar pensar en Daryl, lanzando miradas preocupadas por la ventanilla trasera de la caravana. Nadie habla y eso solamente empeora la ansiedad que siente. Quiere salir de allí, quiere ir a buscar a Dixon y besarlo hasta que el miedo se desvanezca.

-Deberíamos parar -masculla acercándose a Rick que conduce la caravana, la voz le sale rasposa por culpa del humo-. Necesito... tenemos que parar. Tengo que salir.

Rick lo mira fijamente sin decir palabra.

-Por favor -susurra.

-Sí, Rick. Necesitamos parar y pensar que hacer. ¿Estamos lo suficiente lejos ya?

El hombre asiente y gira el volante para echarse a un lado de la carretera.

Casi no espera a que el vehículo pare antes de lanzarse fuera. Toma un par de bocanadas de aire puro y mira el cielo. Siguen vivos. Todos menos... Jacqui. Se gira para observar a los demás que se acercan y siente el nudo en la garganta deshacerse poco a poco mientras Daryl se acerca. El hombre tiene la cara manchada de hollín pero por lo demás parece estar bien. Le dedica una sonrisa estrangulada y casi se echa a llorar cuando el hombre se acerca hacia él directamente y lo agarra por el brazo.

-¿Estás bien, chaval?

Los demás se van acercando poco a poco pero nadie les presta atención demasiado aturdidos por la situación.

-Sí, creo que sí -murmura.

Daryl lo observa sin decir nada. Es una mirada que comienza a conocer, una mirada que dice puedes confiar en mi aunque no lo creas, es una mirada que dice todo lo que Dixon no es capaz de decir con palabras. Es una mirada que lo aterra porque lo atraviesa y siente que todos sus sentimientos están a flor de piel. Traga con fuerza y mira hacia otro lado. Está tan cagado de miedo que ni siquiera puede decirlo en voz alta. Es real. Estaban a salvo y casi mueren, ¿cómo van a seguir adelante ahora? No tienen nada, ni ropa, ni comida y apenas combustible.

-Ven.

Daryl le hace un gesto seco con la cabeza y comienza a caminar. Se queda parado sin saber que hacer antes de seguir al hombre hasta detrás de la caravana.

Lo primero que hace Daryl cuando están a solas es empujarlo contra el vehículo y besarlo. Enreda ambas manos en el cabello corto del hombre y tira hacia él desesperado por fundirse con él. Le muerde, le lame y gime en su boca hasta que siente que los pulmones le arden por la falta de aire. Es un beso brutal lleno de lengua y dientes, es justamente lo que necesitaba.

-Dios... -Daryl le agarra la cara entre ambas manos y junta sus frentes-. Pensaba que no lo contábamos, chaval.

-Yo también -respira con fuerza, sigue asustado-. ¿Qué vamos a hacer ahora?

Daryl se separa ligeramente para mirarlo a los ojos.

-No tengo ni jodida idea simplemente vamos a sobrevivir. Tú y yo. Vamos a sobrevivir.

Asiente sin pensarlo, cree a Daryl y sabe que lo conseguirían. Ambos lo harían. No va a dejar que Dixon se rinda porque él no piensa hacerlo.

FIN

Parte 1 | Masterpost


fic: brokeback zombi, personaje: daryl, fandom: twd, !porno gay, personaje: glenn, pairing: daryl/glenn, fic

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