Brokeback Zombi. Parte 2.

Oct 30, 2011 16:09


Parte 1 | Masterpost

Decidir ayudar al policía es una especie de epifanía. Glenn no sabe exactamente porqué pero en un minuto está llamándolo idiota y al siguiente está aconsejándole que corra hacia un callejón donde él lo espera. Es una locura y probablemente conseguirá atraer más caminantes, pero el mal ya está hecho y no podría vivir sabiendo que dejó a un hombre a su suerte.

Cuando el hombre llega corriendo y sudando hasta él no hay tiempo para explicaciones. Se da la vuelta sobre sus pasos y vuelve corriendo hasta la escalera de incendios por la que acaba de bajar. El hombre corre tras él y pronto están mirando hacia abajo las manos estiradas y anhelantes de los caminantes.

Intenta recuperar la respiración mientras se apoya en la barandilla y mira al hombre.

-Que espectáculo, Clint Eastwood. ¿Te crees el sheriff que viene a limpiar la ciudad?

-No era mi intención -el hombre parece realmente confundido y alterado, cómo si todo aquello fuera nuevo para él.

-Sí, ya. Claro. ¡Yiha! Eres un capullo...

El tío le sonríe un poco, apenas visible.

-Rick, gracias.

Permanece unos segundos mirando la mano que el hombre le tiende antes de estrecharla.

-Glenn -masculla antes de relajar el tono-. De nada.

Mira hacia abajo donde uno de los muertos ha conseguido trepar por la escalera y más por instinto que otra cosa comienza a subir por ella.

-Oh, no.

Se dirige hacia la escalera que conduce a lo alto del edificio y mira hacia arriba. La única opción es seguir subiendo.

-Lo bueno es... -se gira hacia Rick-… que moriremos en la caída. Me gusta ser optimista.

*

Cuando Rick le pregunta porque lo ha ayudado la respuesta es simple: Si algún día se encuentra en la misma circunstancia le gustaría que alguien hiciera lo mismo por él. Además es lo correcto, es lo que debe hacer.

*

Glenn odia profundamente a Merle Dixon. Lo odia de forma irracional, no es algo que se plantee. El odio, el rencor, el asco están ahí y cada palabra, cada acto del hombre solamente consiguen que ese sentimiento de desprecio se intensifique.

Tiene motivos de sobra para despreciarlo pero el principal es que mientras Merle Dixon exista, Daryl jamás se acercará a él. Jamás habrá ni una simple posibilidad de algo. Lo que más le jode, lo que más le quema la sangre y lo hace tener ganas de torturarlo lentamente es el poder que Dixon tiene sobre la vida de su hermano, sobre sus decisiones.

Es egoísta y lo sabe pero verlo esposado en aquel tejado despierta una parte siniestra de si mismo que no conocía. Esa pequeña porción de si mismo se regodea encantado con la posición del hombre y la disfruta como un niño con un caramelo. Es algo despreciable e intenta que no se note pero mientras Merle se queja, él solamente puede sonreír.

Jódete, hijo de puta.

*

Mientras conduce a toda velocidad con el viento entrando a raudales por las ventanillas se siente libre por primera vez en mucho tiempo. Realmente libre. Y bien. Se siente cojonudamente bien. Ni siquiera el olor a muerte que le impregna la piel consigue quitarle el subidón.

Conduce a una velocidad de vértigo, el corazón latiendo a mil por hora y la piel de gallina. Hay algo orgásmico en la forma en que el deportivo besa el asfalto.

Grita sin darse cuenta, liberando la tensión y en algún momento comienza a cantar a voz en grito. El pitido de la alarma del coche es ignorado por completo. Está demasiado contento, demasiado drogado de adrenalina.

Lo han hecho. Han conseguido caminar llenos de sangre y vísceras entre un montón de muertos, han logrado llegar hasta el camión y salir del lugar sin que ninguno de los bichos les hiciera nada. Durante un instante, cuando empezó a llover, temió que todo fuera a terminar allí pero Rick es un puto loco y un genio. ¡Y lo consiguieron! Ahora él tiene un precioso deportivo y puede sentirse libre durante un rato.

La vida es bonita y el mundo parece oler un poco menos a podrido.

*

Mientras todos hablan alrededor del fuego y escuchan la historia de Rick, Glenn no puede estar pendiente. No puede dejar de pensar en Merle Dixon. Sabe que en la mente de los demás también ronda la misma idea pero no por el mismo motivo. Daryl va a estar furioso y con razón. Se pondrá como una furia y nadie puede saber que hará, probablemente intentar herir a alguien. No lo sabe pero si sabe que Daryl, tarde o temprano, lo confrontará a él y que no se tragará la excusa de que no estaba en aquel momento. Aunque sea verdad, el hombre no aceptará esa mierda. No, lo sabe.

Tiene ganas de ponerse a llorar. Si había alguna posibilidad de acercarse al hombre han desaparecido en el momento que dejaron a Merle en aquel tejado. Da igual que él ni siquiera estuviera presente. La furia de Daryl será la misma. Sabe, lo sabe demasiado bien, que Dixon no quiere ni verle la cara pero ahora, joder, ha perdido cualquier posibilidad y la idea duele más de lo que puede admitir.

*

Glenn se mordisquea el labio inferior mientras observa a los demás desmantelar el deportivo. Tenía la esperanza de poder conducirlo otra vez antes de que los buitres se lanzaran a despedazar. Realmente sólo una vez más.

Se queja cuando Rick se acerca hasta su lado pero no consigue nada. Realmente no esperaba que el hombre detuviera el saqueo del coche pero al menos unas palabras de apoyo...

De pronto los niños del campamento empiezan a gritar y los siguientes diez minutos pasan como en una especie de pesadilla, un mal sueño que realmente es la realidad de cada día. Consiguen derribar al caminante y Dale le corta la cabeza. Entonces, Daryl sale de entre los árboles y Glenn sabe (casi lo puede sentir en los huesos) que nada va a ir bien a partir de ese momento.

Y ocurre. Daryl ataca a Rick y es reducido con más facilidad de la que se podría esperar, cómo si realmente no quisiera atacar a nadie pero actuara por puro instinto. Hay un pequeño forcejeo hasta que Daryl se calma y escucha a los dos hombres. Cuando lo sueltan no parece calmado pero aun así no intenta atacar a T-Dog cuando este le cuenta que fue él.

Glenn lo escucha todo en silencio intentando hacerse invisible y que Daryl no se dé cuenta de que está allí. Por suerte el hombre está demasiado enfadado para si quiera mirarlo mientras les grita a todos que va a ir a buscar a su hermano él solo.

Es una locura pero nadie dice nada hasta que Lori masculla que Rick lo acompañará y el hombre no lo niega.

*

-¿Vas a arriesgarte por una mierda como Merle? -masculla Shane cuando Rick reaparece con su uniforme.

-¿Tu gran plan es ir sólo con Daryl?- apostilla Lori con algo de desesperación en sus palabras. No quiere volver a perder a su marido de nuevo.

Glenn niega bruscamente con la cabeza cuando Rick se gira hacia él y lo mira esperando ¿qué? ¿Qué diga que ira encantado a rescatar a un tío que no le daría ni un vaso de agua aunque estuviera muriéndose de sed?

-Oh, tío... -comienza intentado evitar la mirada del hombre, lo cual es peor porque acaba mirando a Daryl directamente a los ojos. Se muerde los labios con fuerza y mira hacia los demás pidiendo apoyo aunque ya sabe que sí, que ira con ellos.

-Eres el que mejor conoce la ciudad, Glenn. Podemos entrar y salir rápidamente.

-Genial -bufa Shane-. ¿Vas a sacrificar a tres hombres?

-Cuatro -se ofrece T-Dog en un intento de acallar su conciencia.

-Mi día se está poniendo mejor y mejor... -masculla Daryl.

Glenn no dice nada simplemente lo mira mientras los demás siguen discutiendo lo que harán o dejaran de hacer. Tiene ganas de gritarle Voy a hacer esto por ti, gilipollas. No sé porqué pero por ti haría esto una y mil veces, cabrón pero simplemente se queda allí escuchando a los demás discutir a su alrededor.

*

Se está subiendo la cremallera cuando escucha unos pasos detrás. Su cuerpo se pone a la defensiva enseguida y gira la cabeza para mirar quien es, sabe que no será ningún caminante porque nunca va a mear fuera del perímetro del campamento pero el instinto de supervivencia está demasiado agudizado después de dos meses de muerte y más muerte. Cuando divisa a Daryl con la ballesta al hombro, listo para ir a la ciudad, decide que hubiera preferido que fuera algún muerto.

Se gira completamente y mira al hombre sin decir nada. Es una especie de lucha de miradas que Glenn acaba por perder y no tiene más remedio que girar la cara. Es incómodo, es difícil. La mayoría del tiempo intenta fingir que Daryl no existe y éste parece de acuerdo con la situación, pero ahora Daryl lo ha buscado. Quiere algo y Glenn sabe el qué pero no puede darle una respuesta.

Respira hondo y comienza a caminar de vuelta al campamento, intenta pasar lo más lejos posible de Daryl sin que sea evidente que lo evita, pero el hombre lo agarra por el brazo deteniéndolo. Glenn trago con fuerza y se gira ligeramente para mirarlo a los ojos.

-¿Qué? -la voz le sale sin fuerza.

-¿Por qué cojones lo hicisteis?

-Rick te dijo el porqué.

-El puto sheriff me puede comer la polla con sus explicaciones de pacotilla. Quiero saber porque cojones mi hermano está esposado a un tejado mientras vosotros estáis aquí.

Glenn aparta la mirada y respira hondo.

-Merle estaba fuera de control, golpeó a T-Dog e intentó imponerse como líder. Rick lo esposó a aquella cañería porque estaba peor que normalmente -lo vuelve a mirar a los ojos-. Tú mejor que nadie deberías saber como es tu hermano. Hicieron lo que hicieron porque era la única manera de salir de allí.

-¿Y lo dejasteis allí para que tomara el fresco o qué? -los dedos de Daryl se clavan con fuerza sobre su bíceps, suelta un quejido e intenta apartarse.

-Suéltame.

-No hasta que lo expliques.

-¡Ya lo he hecho! ¿Qué más quieres que diga? ¿No me crees? Bien, te diré la verdad ¡Tu hermano es un peligro y siempre lo será! Nos mataría a cualquiera si con eso consigue sobrevivir, lo único que nosotros hicimos fue intentar sobrevivir mientras él se volvía contra nosotros. T-Dog no perdió la llave a propósito pero quizás era lo que debía pasar -da un fuerte tirón liberándose de su agarre y se aleja un par de pasos-. ¡Merle nos hubiera matado a todos cuando hubiéramos vuelto al campamento o incluso antes! Es un hijo de puta sin sentimientos y tú lo sabes. Es un racista, un machista y una horrible persona. ¡Está mejor esposado a ese tejado!

La cara de Daryl es una máscara, Glenn es incapaz de leer a través de ella y eso no ayuda nada. Da un respingo cuando el hombre comienza a acercarse pero consigue mantenerse en el sitio fingiendo una calma que no siente.

-Eso no te convierte en alguien mejor que él -le escupe demasiado cerca, demasiado cansado.

-Nos matará -masculla de pronto agarrándolo por el cuello. Daryl no se separa ni evita el contacto se limita a mirarlo a los ojos mientras Glenn se aferra a él como si fuera una balsa salvavidas-. Nos matará a todos. Quizás no hoy, ni mañana pero tarde a temprano lo hará.

-Quizás lo merecéis.

Glenn desliza las manos desde el cuello hasta sus mejillas y niega con la cabeza.

-T-Dog tuvo un accidente, se le cayó la llave. No lo hizo queriendo y no conozco a Rick demasiado pero es un buen hombre, se le nota. Además, yo... Yo no... -respira hondo intentando sacar el valor para decirlo, para sacar eso que tiene dentro desde hace demasiado-. Yo jamás te haría eso, Daryl. No puedo. Nunca te haría daño.

El hombre le regala una sonrisa torcida y le agarra las manos separándolas de su cara.

-Pero lo hiciste, ¿no? ¿Intentaste evitarlo? ¿Fuiste el último que bajó por esas escaleras?

-¡Yo no estaba! -grita furioso-. ¡Estaba arriesgando mi culo, cubierto de vísceras y caminando entre un montón de esos seres!

Daryl permanece en silencio aun con las manos de Glenn entre las suyas.

-¿No estabas allí?

-No.

-Pero crees que mi hermano merece lo que le pasó.

Respira hondo sin apartar los ojos de Daryl.

-Sí, pero aun así iré con vosotros. Contigo.

Daryl le suelta bruscamente las manos y se gira dirigiéndose de vuelta hacia el campamento, pero a medio camino parece cambiar de opinión y se da la vuelta. Si fuera otra persona Glenn juraría que el otro hombre parece al borde de las lágrimas.

-Conozco perfectamente el tipo de persona que es Merle -masculla Daryl-. Es mi hermano, sé que tipo de escoria es y también sé que nos mataría a cualquiera de nosotros con tal de salir vivo de aquí, pero eso no significa que tengáis derecho a dejarlo muriendo en un puto tejado.

Glenn abre los labios para responder pero Daryl lo para con un gesto brusco.

-Cállate la puta boca, chino -se acerca un par de pasos y se para bruscamente-. Simplemente... cállate.

*

Daryl se mueve inquieto mientras T-Dog corta la cadena de la puerta de la azotea. Lo empuja a un lado antes de que el metal caiga al suelo y entra gritando por Merle. Lo llama una y otra vez sin conseguir respuesta. Corre sobre la pasarela de metal hasta el otro lado de las tuberías y se queda de piedra.

-¡No! ¡No! -grita mientras observa la mano de Merle descansado sobre un charco de sangre. Se ha tenido que cortar la mano. Dios. ¿Cuan desesperada debe estar una persona para hacer semejante cosa? Sin duda Merle sería capaz. Hijos de puta...

Se gira bruscamente y apunto a T-Dog dispuesto a ponerle una flecha entre ceja y ceja. El chasquido del seguro de un arma no lo hace vacilar, la presión fría del cañón contra la sien tampoco lo hace cambiar de idea y sigue apuntando al otro hombre.

-No vacilaré -susurra Rick-. No me importa si cada caminante de la ciudad lo escucha.

Duda durante unos instantes, la tensión y el dolor peleándose con el sentido común aunque finalmente baja la ballesta. Por lo visto, y a diferencia de los demás presentes, él no es capaz de matar a otro hombre a sangre fría.

Mira a T-Dog sin decir palabra, evaluando su expresión. Es obvio que el hombre está asustado pero aun así decidió volver por Merle, por alguien que no daría una mierda por su piel de color.

-¿Tienes un pañuelo o algo así? -masculla de pronto.

Agarra el trozo de tela que le tiende y se agacha frente a la mano. Extiende el pañuelo, agarra la mano con suavidad y la pone en el centro.

-Supongo que la hoja de la sierra era demasiado blanda para las esposas -sonríe un poco sin poderlo evitar, levanta la mano y observa el corte limpio y preciso-. Hijo de puta...

Suspira mientras envuelve la mano y se pone de pie mirando a los demás. Todos parecen asqueados pero sin duda Glenn es el peor. Le hace un gesto para que se acerque antes de cambiar de opinión y acercarse él. Le abre la mochila rápidamente y mete la mano dentro. Algo dentro de él sonríe perversamente sabiendo que Glenn llevará aquel trozo de Merle como si fuera un castigo y que lo hará sin rechistar.

-Debió usar un torniquete... seguramente su cinturón -dice alejándose del chico y señalando al suelo-. Habría mucha más sangre si no lo hubiera hecho.

Comienza a seguir el rastro de sangre hacia otra salida de la azotea, levanta la ballesta antes de entrar y comienza a bajar las escaleras. Sabe que Merle está vivo y que las cosas solamente se van a poner peor.

*

Merle es un tipo duro y no necesita que nadie vaya tras él, pero aun así Daryl necesita saber donde está. Puede que sea un hijo de la gran puta pero es su hermano y la familia no se deja atrás pase lo que pase. Es una de esas cosas que el mismo Merle le enseñó. La sangre es importante pero solamente la que se preocupa por ti. Los tuyos son los que te enseñaran a sobrevivir, los que te darán las lecciones de la vida más importante aunque para ello tengan que retorcerte el brazo hasta partirlo. Puede que su hermano no sea un ejemplo a seguir pero Daryl es quien es gracias a él. Quizás no la mejor persona del mundo pero es un jodido superviviente. Necesita saber donde está su hermano. Es cuestión de honor o alguna mierda así. Está en deuda con Merle desde siempre y siente que debe saldarla encontrándolo, pero a medida que empiezan a buscarlo por el edificio comienza a temer menos por Merle y más por los demás que están junto a él. Si su hermano consigue sobrevivir no dudará ni un segundo en volver al campamento y vengarse de todos, incluidos los niños.

Cuando llegan a la ventana por la que su hermano salió del edificio, su miedo ya no es por él pero sabe que tiene que encontrarlo sea como sea. No está seguro de que hará para conseguir que no le saque las tripas a todos, pero ya cruzará ese puente cuando llegue a él. Tiene que encontrar a su hermano mayor porque éste ya ha tenido mucho tiempo para pensar y podrán decir muchas cosas de Merle Dixon pero no es un gilipollas. Se va a vengar de los que lo dejaron atado a un tejado y lo hará sí o sí.

Al final decide quedarse junto a los demás porque también sabe que la fuerza hace el poder y puede que él sea jodidamente bueno con el arco, pero no podría hacer mucho contra miles de esos seres sedientos de sangre y carne humana. Además encontrar a Merle será mucho más fácil con la ayuda de los demás. Después pensará en como conseguir sobrevivir a la furia de éste eso sin contar con que Rick decida hacerse el salvador y acabar con la amenaza que es su hermano.

Joder. Va a tener que pensar algo y pronto porque el tiempo se acaba. Su hermano puede estar de camino al campamento o intentando salir de la ciudad.

-¿Y que vamos a hacer? -pregunta entrando a una de las múltiples oficinas del edificio. Mira a Glenn sin darse cuenta, el chico es bueno con los planes mientras que él es mucho más eficiente cuanto se trata de dar golpes y matar cosas-. ¿Pasamos entre todos los caminantes, cogemos la bolsa y nos vamos a casa a tomarnos unas birras?

-No, -Glenn comienza a rebuscar entre las mesas y va cogiendo objetos al azar- yo pasaré entre todos esos caminantes.

-¿Tú? -Rick niega con la cabeza-. Es una locura.

-No, hazme caso. Sé lo que hay que hacer. Pasaré yo solo.

El chico se arrodilla en el suelo y aparta un montón de papeles antes de abrir un rotulador indeleble. Comienza a dibujar lo que parecen calles mientras todos los miran en silencio. Daryl se sienta contra el borde de la mesa y apoya las manos en las rodillas intentando vislumbrar lo que el chico hace.

-Es una locura. No vas a hacer esto tú solo.

Daryl está de acuerdo con Rick.

-Incluso yo creo que es una mala idea -masculla mirando al chico- y ni siquiera me gustas mucho.

Probablemente gustar no es el término apropiado pero nadie parece darse cuenta y Glenn sigue hablando, completamente centrado en su plan.

-Es una buena idea -insiste mirandolo directamente a los ojos antes de dirigirse a Rick-. Por favor, simplemente escúchame.

Rick acepta a regañadientes y el chico comienza a explicar su plan. Todos escuchan en silencio hasta que Glenn les dice que Daryl estará en el callejón con él y entonces no puede evitar preguntar.

-¿Por qué yo?

Glenn se limita a mirarlo como si fuera lo más evidente del mundo.

-Porque tu ballesta es más silenciosa que sus balas.

El chico lo dice hasta con algo de ironía y Daryl sonríe un poco, es una milésima de segundo pero no lo puede evitar. Glenn es jodidamente adorable y tiene dos cojones bien puestos, tiene que admitirlo.

Se revuelve incómodo e intenta centrarse en el plan del chico pero sus propios pensamientos lo hacen tener ganas de partir algo. Gruñe mentalmente mientras sigue las explicaciones de Glenn que son buenas, realmente buenas. El chico es un estratega nato y antes de que el mundo se fuera a la mierda debía ser... No lo sabe. Durante un instante se queda mirando a Glenn con su gorra de béisbol y su cara de niño bueno. Probablemente no tenga más de veinte años y Daryl no sabe absolutamente nada de él.

-Hey, chaval. ¿Qué hacías antes de que todo esto ocurriera? -pregunta sin poderlo evitar. De pronto quiere saber más sobre Glenn.

Probablemente después tendrá que comprobar que sigue teniendo sus pelotas porque se está convirtiendo en una maricona de cuidado.

-Era repartidor de pizzas -Glenn parece tan confundido como él mismo-. ¿Por qué?

Bueno, no se imaginaba eso aunque tampoco sabría decir que esperaba escuchar.

-Bien... -empieza Rick-. Cuanto antes lo hagamos mejor.

Todos se ponen en pie y cogen las cosas para marcharse. Solamente tienen el arma de Rick y su ballesta pero si el plan de Glenn funciona no tendrán que matar a ningún caminante.

Se despiden de los otros dos en el pasillo y se dirigen hacia el tejado. Ambos permanecen en silencio mientras avanzan, Daryl mantiene la ballesta cargada por si se encuentran con alguna compañía indeseable y camina detrás del chico. A medida que se acercan al tejado el sitio parece estar más y más vacío pero el ambiente cada vez parece más tenso y cargado de un silencio extremadamente incómodo. Lo curioso es que Glenn y él nunca fueron amigos pero antes ambos iban a la ciudad, cogían provisiones y volvían. Tenían una relación casi amistosa pero entonces se habían besado en aquel tejado y de pronto todo se había ido a la mierda.

Daryl no es marica aunque si tuviera que ser completamente sincero con él mismo (cosa que no pasa habitualmente) tendría que admitir que algunas veces había sentido curiosidad, por llamar de alguna manera, hacia otros hombres. Además Glenn le resultaba agradable y no solamente de mirar, su compañía también era grata. No es demasiado hablador pero si inteligente y Daryl aprecia la inteligencia por encima de muchas otras virtudes.

Se podría decir que le gusta Glenn. Su compañía. Quizás le gusta demasiado y la idea de follárselo hasta dejarlo sin aliento se le ha pasado alguna vez por la cabeza. Puede también que se haya masturbado y sus pensamientos se hubieran dirigido al chico pero eso no lo convierte en un marica. Solamente pasa que estaban metidos hasta el culo en el fin del mundo y Glenn era la única persona que en mucho tiempo se había interesado por él. Interesado de verdad.

No es como si de pronto tuviera que salir del armario o algo así. Glenn está bien para ser un tío y asiático. Tampoco es que él tenga ningún problema con la raza de los demás. Se podría decir que Merle tiene bastante que ver en ello y nunca acaba de sentirse completamente cómodo con el tema. Probablemente el culpable de todo sea Merle pero entonces estaría culpando a otra persona de sus jodidas pajas mentales y es algo que dejó de hacer hace mucho tiempo. Así que, bien, no se puede aceptar a si mismo pero eso no quiere decir que no pueda ser flexible con lo que se refiere a Glenn.

Sale bruscamente de sus pensamientos cuando escucha a Glenn tropezar y soltar un taco. Sonríe sin poderlo evitar.

-Ten cuidado por donde andas, chaval.

Glenn gruñe mientras sube el último tramo de escaleras.

-Soy capaz de saltar de un edificio a otro, no me va a pasar nada por una papelera tirada en el suelo.

-Y de planear una estrategia bastante buena, hay que reconocerlo.

El chico se gira para mirarlo, sorprendido.

-¿Lo dices en serio?

-Sí, bastante.

-Gracias, pero no es para tanto -se encoge de hombros y señala a la escalera de mano que sube hasta el techo-. Subimos por aquí hasta el tejado, vamos hacia el otro lado y luego bajamos hasta el callejón.

Y sin esperar respuesta comienza a subir. Daryl lo sigue de cerca pero permanece en silencio hasta que llegan a la azotea.

-Entonces, -comienza mientras caminan por el tejado- ¿cómo es que eres tan bueno planeando estrategias?

Glenn disminuye la marcha y él se pone a su lado al instante.

-WOW.

-¿Wow? ¿Qué? ¿Te sorprende que pregunte, niñato? -masculla un poco a la defensiva porque una cosa es reconocerse a si mismo que quizás se siente cómodo con Glenn y otra es dejar que lo sepa.

Glenn bufa y se gira a mirarlo.

-WOW son las iniciales de World of Warcraft. Es un juego de rol multijugador. También jugaba a otros juegos de estrategia. Todo online.

-Ah -no tiene ni jodida idea de lo que es eso-. ¿Eras uno de esos frikis sin vida social? Seguramente también seas virgen.

El chico se sonroja violentamente y se adelanta hasta el borde del tejado donde está la escalera de emergencias, las mejillas aún ardiendo.

-No quiero hablar de eso.

-Se te nota, chinito. Seguro que no te han hecho morder una almohada en condiciones. Aún.

De pronto se da cuenta que están demasiado cerca pero Glenn no retrocede ni un paso. Sus mejillas siguen violentamente rojas pero aun así se las arregla para alzar la barbilla y mirarlo con intensidad.

-¿Aún? ¿Te estás ofreciendo?

Es su momento para quedarse sin palabras. El chico se da la vuelta y comienza a bajar por la escalera, Daryl se queda allí de pie mirándolo.

-No digas algo que no estás dispuesto a cumplir, blanquito -Daryl está demasiado sorprendido de las palabras de Glenn para reaccionar-. Venga, vamos.

Glenn comienza a bajar hacia el callejón rápidamente y él no tiene más remedio que ir detrás. Aun sigue sorprendido cuando llegan al final de la escalera pero de otra forma tiene ganas de echarse a reír. El chico lo sorprende siempre.

-Tienes pelotas para ser chino -le dice mientras carga la ballesta y lo alza colocándose detrás de él.

Glenn suelta un bufido mientras observa la calle al otro lado de la verja y se quita la camisa.

-Soy coreano -masculla lanzando la prenda contra él antes de salir corriendo en busca de la bolsa de armas de Rick.

-Lo que sea.

Lo siguiente que sucede es demasiado rápido, es demasiado bizarro incluso en las circunstancias en las que se encuentran. Ese chico hispano parece que sale de la nada y se pone a gritar como un histérico cuando Daryl le pregunta por Merle. Tiene que derribar al chico y taparle la boca para que se calle, pero antes de que se dé cuenta esos otros dos tíos corren hacia ellos y comienzan a golpearlo. Intenta levantarse cómo puede cuando los dos hombres se giran alertados por la presencia de Glenn y corren hacia él.

El coreano comienza a gritar mientras lo agarran y Daryl no se da cuenta que lo imita. Apunta desde el suelo como puede hacia los hombres y dispara. La flecha se clava en el culo de uno que comienza a gritar. En algún momento la bolsa de armas cae en el suelo mientras agarran a Glenn y se lo llevan.

-¡Daryl! ¡¡Daryl!! -el chico patalea y grita su nombre una y otra vez.

-¡¡No!! ¡Glenn! -corre hacia la verja lo más rápido que puede pero un coche aparece en la carretera y los dos hombres meten al chico dentro mientras éste sigue gritando-. ¡¡VOLVED AQUÍ, HIJOS DE PUTA!!

Intenta salir detrás del coche pero una decena de caminantes le cortan el paso y no tiene más remedio que cerrar la verja.

De pronto se siente más furioso de lo que ha estado en mucho tiempo. Se gira como una fiera y se lanza a por el chico gritando como un loco. Rick, que acaba de llegar corriendo, lo agarra mientras T-Dog retiene al chico hispano.

-¿Qué ha pasado?

-¡Se han llevado a Glenn! ¡Esos hijos de puta se han llevado a Glenn! -da un par de patadas al aire intentando alcanzar al otro chico. Necesita golpear algo en ese mismo momento-. ¡¿Dónde se lo han llevado!?

*

Daryl intenta serenarse mientras se dirigen de vuelta hacia el garaje para hacer el intercambio del chico hispano por Glenn. Rick espera no tener que matar a nadie en el proceso pero no piensa dar las armas. Él solamente quiere que Glenn salga de aquel jodido sitio sin un solo rasguño o habrá un puto baño de sangre.

-¿Qué haces aquí, Dixon? -se mueven entre almacenes que dejaron de usarse mucho antes de que el mundo se fuera a la mierda-. Podrías haberte ido.

Rick decide que estar en silencio no es necesario y comienza a meterse donde nadie lo llama.

-Tú también -escupe sin mirarlo atento a cualquier caminante que pueda aparecer.

-Glenn salvó mi vida, se lo debo -es la respuesta del hombre.

-Cierto -murmura con una risita-. Dejar abandonado al chino está mal pero encadenar a otro hombre al tejado y dejarlo allí es algo normal. Jodidamente genial.

Se gira a mirar al hombre que no responde inmediatamente.

-Tú hermano es escoria, Dixon. Hasta tú debes saber eso pero Glenn... es otra cuestión. Cuando me salvó, le pregunté porqué lo había hecho y su respuesta fue que le gustaría que alguien hiciera lo mismo por él, pero que sobre todo fue porque no podría vivir con la muerte de un hombre sobre su conciencia. Yo tampoco podría. Por eso te acompañé a por tu hermano que no merece el esfuerzo y por eso no abandonaré a Glenn.

La ira comienza a hervirle en el estomago como algo que quemara. Está hasta los cojones de que hablen así de Merle por muy cierto que sea. Respira hondo un par de veces intentado calmarse, perder los nervios con el policía de los cojones solamente los retrasarán y tardarán más en llegar a Glenn.

-Ah, creo que voy a empezar a hormonar -masculla mirando al hombre sobre el hombro-. ¿Tienes algún tampax de sobra, Sheriff?

Rick lo adelante y lo agarra por el hombro bruscamente. T-Dog que lleva a Miguel encañonado se gira para mirarlos.

-¿Qué planeas, Dixon? -Daryl alza una ceja-. Estás aquí por algo y no es bueno, estoy seguro.

-¿Qué coño sabes tú? -le espeta empujándolo.

-Sé que nada te retiene y que aun así estás aquí, eso es lo que sé.

Daryl escupe al suelo con desprecio antes de volver a mirar al hombre.

-Tengo mis jodidos motivos y no son de tu puta incumbencia, ¿de acuerdo?

Rick niega ligeramente con la cabeza mientras él comienza a caminar de nuevo. El hombre lo sigue rápidamente y esta vez lo agarra por el brazo, Daryl se revuelve a la defensiva.

-Te estaré vigilando -asegura el policía.

Daryl gruñe apartándose y haciendo que Rick lo suelte.

-Métete en tus jodidos asuntos y no me vuelvas a tocar.

*

Los putos perros del infierno, sus cojones. Cuando Glenn se gira ligeramente a mirar a los pequeños canes, tiene ganas de ir hasta el chico y pegarle un puñetazo. Lo mismo comerle los morros, no está muy seguro. Diez minutos antes estaba con los huevos en la garganta pesando en las torturas a las que podrían estar sometiendo al chaval. Ahora tiene ganas de echarse a reír o de matar a alguien. O quizás ambas cosas.

Resulta que lo que esperaban como una panda de mafiosos hispanos son un montón de niñeras de viejos. ¿Surrealista? El mundo lleno de jodidos zombis hambrientos de sangre no era lo suficiente, necesitaban un poco más de ¿qué coño es eso?. Los cojones.

Se queda un poco atrás intentando serenarse. No es algo que se le dé demasiado bien, es más de patear cabezas y luego preguntar pero probablemente ya han tenido suficientes líos para el puto próximo milenio. No quiere ahondar más en lo bizarro de la situación.

Va detrás de Rick y los demás cuando éste sigue a Guillermo, el pandillero barra cambiador de pañales. Glenn se queda un poco atrás y lo mira, Daryl le devuelve el gesto.

-¿Por qué estás aún aquí?

Bufa, tiene que bufar. Por lo visto esa es la pregunta del jodido día.

-Tenía ganas de pegar un par de tiros pero no hemos tenido suerte -masculla-. ¿Y qué tal las mini vacaciones? ¿Ya tienes nuevos amiguitos?

Glenn se mueve irritado y se acerca más.

-Son buena gente, solamente querían las armas para ayudar a su gente. Todo el mundo abandonó a esos ancianos pero ellos, los malos, se quedaron. Son buenas personas.

-Oh, perfecto -adelanta al chico parándose delante, lo detiene con una mano en el hombro cerca del cuello-. A los demás que nos jodan, ¿no? Son buena gente, es todo lo que importa. Los que no sabíamos una mierda sobre su gran humanidad, ¿qué? ¿Teníamos que adivinar que no te estaban sacando las tripas por las putas orejas?

El chico parpadea confuso.

-¿Estabas preocupado?

-No -espeta bruscamente. Para nada. Ni de coña.

Glenn sonríe y se adelanta. El niñato tiene hoyuelos y no puede ser que sea la primera vez que se de cuenta.

-Gracias -sigue sonriendo y va a... ¿besarlo? Se aparta antes de que el chico cumpla sus intenciones.

-Ni se te ocurra -amenaza.

-¿El qué? -bufa irritado.

-Nada de mariconadas.

Glenn suelta una carcajada.

-Pensaba abrazarte pero bien, nada de abrazos. ¿En que pienso? Estoy hablando del sureño totalmente heterosexual que es Daryl Dixon. Que idiota que soy, por favor.

Es tan irónico. No sabía que Glenn pudiera serlo y es extraño, hiriente cuando debería importarle una puta mierda lo que diga el puto chino de los cojones.

-Métete las ironías por...

Glenn no le deja terminar la frase, simplemente lo esquiva y sigue andando a pasar acelerado por el pasillo en dirección a la habitación donde los demás están entrando. Daryl suelta un gruñido y sigue al chico con más ganas de matar que antes.

*

Cuando llegan a donde dejaron el camión y no hay rastro de él nadie dice nada, pero es obvio que todos piensan lo mismo. Merle. Merle que ha ido antes a la ciudad a por provisiones, sabe que ruta cogen para entrar y salir. Probablemente consiguió salir de Atlanta por pura suerte y al ver el camión de reparto pensó que era su día de suerte.

-¿Cómo ha podido llevárselo? Rick tiene las llaves -pregunta Glenn.

Daryl se gira y mira al chico cómo si fuera estúpido.

-Hasta un puto crío de 12 años podría hacerle un puente a una camioneta.

-Eso es ilegal -masculla a la defensiva.

-Déjame pensar... ¿y el puto deportivo en el que volviste al campamento? No me digas que era tuyo y tenías las jodidas llaves en el bolsillo.

-Eso es diferente. Rick es policía, es un caso especial.

-Oh, ¿sí? Lo mismo no te has dado cuenta pero ¡bienvenido al puto fin del mundo! Por mucho que aquí tu amigo se crea la ley, ya nada importa una mierda. Siéntete libre de romper y robar lo que quieras.

Glenn se limita a fruncir el ceño.

Daryl no lo entiende. ¿Cómo cojones ha logrado sobrevivir el puto niñato? Si le pasa algo se lo merece. No se puede ser tan inocente, joder. Va a tener que tener siete ojos encima suya. Genial. Ahora no solamente tiene que preocuparse de Merle, de cómo estará, de si está vivo y en busca de venganza. Además tendrá que estar el doble de pendiente del puto chinito de los cojones.

-No tenemos tiempo para tonterías, -Rick comienza a caminar en dirección al campamento- tenemos que volver y rápido.

*

Huele a muerte, a pólvora, a sangre.

Glenn intenta respirar, intenta coordinar su cuerpo y sus pensamientos. Algo. Intenta moverse pero las piernas no le responden. No quiere estar allí parado, solo, rodeado de muertos conocidos o no. No quiere estar rodeado de muerte. No quiere. No puede. Quiere gritar pero le cuesta respirar.

Amy ya no está. La ha visto. Había sangre y gritos y tiros. Todo era un caos pero la vio allí en el suelo desangrándose con Andrea a su lado. Ya no está. Lo sabe y no puede dejar de pensarlo. Ella ya no está entre los vivos y pronto ninguno lo estarán. Es imposible, no pueden sobrevivir por muchas armas que tengan.

-Chaval. Hey, chico.

Levanta la mirada para encontrarse con Daryl, justo él. No quiere verlo. Daryl también morirá tarde o temprano. Todos lo harán.

Se inclina hacia delante, intentando respirar más lentamente pero no puede. Quizás tiene un ataque de pánico. No lo sabe, sólo necesita que se pase. Necesita dejar de tener ganas de salir corriendo y de apuntar la escopeta hacia su cabeza. Terminar con todo de la manera más rápida, más fácil.

-Chaval... Glenn -vuelve a mirarlo. Es mágico. Daryl pronuncia su nombre y es como si el mundo se iluminara. No, es patético-. Hey, ¿estás conmigo aquí, chaval?

Daryl lo agarra por el cuello, tiene las manos demasiado grande, ásperas. Puede matar a uno de esos seres con las manos, lo sabe. Es capaz.

-Venga, joder -Daryl parece asustado. Glenn nunca lo ha visto realmente asustado pero probablemente ahora lo está. No sabe porqué pero si Dixon tiene miedo, él debería esconderse y echarse a morir-. Hemos llegado muy lejos, ¿eh? Venga, vuelve conmigo. Glenn. Hey, tienes que volver conmigo. Venga, chaval. Ni se te ocurra hacerme esto.

Parpadea confuso. No entiende que dice Daryl. Solamente escucha un zumbido y llantos. Alguien llora. Niños, quizás una mujer. No quiere que nadie llore.

-Joder, Glenn.

De pronto tiene ambas manos de Daryl en su cara y está mirando directamente a sus ojos claros.

-¿Qué? -murmura como si de pronto saliera a flote en mitad de un mar oscuro, coge grandes bocanadas de aire e intenta mantenerse a flote.

-Joder, al fin reaccionas. Me... -Daryl se calla, lo mira y se inclina hacia delante-. ¿Te han mordido?

-No, creo -de pronto siente miedo, ¿le han mordido y no se ha dado cuenta? -. ¿Me han mordido? Oh, Dios. ¿Me han...?

Daryl se separa, le levanta la camiseta. Es una inspección rápida pero metódica. Se la da bien. Glenn sigue temblando. No le duele nada. No pueden haberle mordido, es imposible.

-No -Daryl vuelve a agarrarlo por el cuello con ambas manos. Sus pulgares trazan pequeños círculos sobre sus pómulos-. Puto susto.

La voz de Daryl es rasposa. Glenn quiere llorar. De pronto se da cuenta y, joder, es injusto. Tan injusto porque está enamorado, ¿no? ¿Cómo se puede ser tan estúpido para enamorarse de alguien como Daryl Dixon? Porque no tiene otra explicación lo que siente, el deseo casi desesperado de agarrarse al hombre y suplicarle que no lo deje nunca.

-Déjame.

No lo soporta. No es justo. ¿Por qué Daryl? Estaba bien cuando pensaba que solamente se sentía atraído por el hombre. Porqué estaban casi solos en el mundo y porqué... ¿por qué no? ¿Por qué no divertirse? Compañía y ya está pero de pronto Daryl está allí sujetándolo cuando se siente con menos fuerza y, seguramente, no estará más tarde. Porque el hombre no siente nada por él y solamente se divierte riéndose del chinito.

Daryl se inclina, apoya su frente contra la suya y respira con fuerzas.

-Tranquilízate, chaval.

Es casi dulce, algo que no se esperaba. Íntimo y da mucho miedo, muchísimo.

-Déjame en paz -masculla empujándolo por los hombros, mirándolo a los ojos. Daryl parece dolido pero pronto adopta su actual expresión de desprecio-. No me toques. ¿Por qué haces esto?

-¿Ayudarte? Pues no sé, joder. Estabas aquí parado y parecía que te ibas a poner la puta escopeta en la cabeza. No sé. Lo mismo pensé en evitar que te volaras los putos sesos, chaval.

-¿Qué más te da? -escupe apartándose.

Está dolido y lo peor es que está dolido por lo que siente, no por Daryl. Daryl solamente hace lo que sabe hacer, lo que es. Es él el que se ha enamorado, el que ha acabado sintiéndose atado al otro hombre. Daryl no tiene la culpa, es toda suya pero aun así es más fácil apartarlo, empujarlo y alejarse sin mirarlo.

Es justamente eso lo que hace.

*

Glenn se seca el sudor de la frente y camina hasta Dale que le tiende una botella con agua fresca. Casi gime cuando da el primer sorbo y el agua le aclara el humo de la garganta. Se siente tan cansado. Lo único que quiere en ese momento es tirarse en cualquier rincón aunque sabe que no podrá dormir. No después de lo que ha vivido en los últimos días, en las últimas horas, está agotado mental y físicamente. No puede dejar de pensar en Amy, en Andrea, en los otros del campamento con los que nunca se tomó la molestia de entablar una conversación de más de dos palabras, en Daryl.

Sobre todo en Daryl. La noche anterior fue un gilipollas con el hombre, lo sabe. No tenía que cargar su miedo y frustración sobre él, pero fue tan fácil... No le extraña que Dixon lo haga constantemente. Que deje salir toda su mala leche contra el primero que se pone delante. Es tan sencillo.

Se deja caer en el suelo sin mucho cuidado y suspira.

-¿Estás bien, chico? -Dale le pone una mano en el hombro y aprieta suavemente.

Asiente y se bebe media botella de agua antes de mirar alrededor. Daryl está sentado a unos tres metros con la cabeza entre las manos, también parece agotado pero nadie se acerca a llevarle agua o decirle nada. Le da lastima porque mientras siga siendo así y tenga la actitud que tiene nadie, nunca, se acercará a él con preocupación. Glenn quiero hacerlo pero tiene miedo de ser rechazado. Con Daryl todo parece una danza extraña. Dan un paso hacia delante y luego retroceden tres. Es extenuante.

-Estoy agotado -murmura mirando al hombre mayor, intentando dejar de pensar en Dixon.

-Todos estamos agotados, hijo, pero mañana todo estará mejor.

Dale sonríe y lo hace como si de verdad creyera lo que dice.

-Daryl dice que nos lo hemos buscado -masculla de pronto-. Que nos lo hemos buscado por dejar a Merle en aquella azotea.

El otro hombre ríe entre dientes y niega con la cabeza.

-No creo que Dixon realmente piense la mitad de las cosas que dices, Glenn. He conocido en mi vida a otros hombres como él y la mayoría suelen ser pobres bastardos que tienen que atacar para que el dolor no cale. Es triste y no suele terminar bien. No puedes defenderte atacando. Es una contradicción.

-No estoy seguro. Parece muy convencido de lo que dice -murmura mirando a Daryl que se seca el sudor de la frente y clava la vista en él. Glenn aparta la mirada y da un par de tragos a su botella de agua.

-Puede que yo esté confundido, solamente soy un viejo que cree que sabe mucho y que mete la pata bastante más. Casi un estorbo.

Glenn niega con la cabeza.

-Es una suerte tenerte aquí, Dale. No digas tonterías. Mantienes la cabeza fría y siempre tienes las palabras justas.

-Ya chocheo, -bromea el hombre antes de darle una palmadita en el hombro y levantarse- pero si piensas así, te regalo un consejo: No te dejes llevar por las apariencias, las personas tienen capas y siempre hay que rascar un poco. A veces mucho.

Mira al hombre sin decir nada y éste sonríe.

-Gracias.

-De nada, chico. Bueno, voy a ver si mi viejo cuerpo y yo podemos ser de ayuda.

Glenn se queda un rato sentado mientras bebe lo que queda del agua a pequeños sorbos. Cuando vuelve a mirar hacia Daryl, éste ya no está donde antes. Suspira lentamente y se pone en pie. Todavía queda mucho que hacer y tiene demasiadas cosas en las que pensar.

*

Daryl no espera ver a Glenn frente a su tienda de campaña, no después de cómo acabo la noche anterior. No cómo el chico le grito esa misma mañana mientras cargaban muertos y hacían el trabajo desagradable de evitar que ninguno volviera a levantarse. Está cansado, del tira y afloja pero no puede hacer nada. Cuando se trata de Glenn hay dos partes de él, una necesita a Glenn cerca y otra que está tan asustada que es incapaz de dejar que el chico se acerque.

Respira hondo mientras se acerca hasta Glenn que se balancea de un pie a otro y casi salta dos metros cuando Daryl le gruñe ¿Qué haces aquí, chaval?.

-Ah... yo... -el chico mira hacia otro lado como si estuviera a punto de salir corriendo-. No tengo donde dormir. Es... Mi tienda quedó destrozada cuando el ataque. Hay sangre y vísceras por todos lados. Es... es un asco. Además no... no puedo dormir en la tienda de los otros... de los que mu-murieron ayer. No puedo.

Daryl apoya la escopeta en el hombro y alza una ceja, el chico se apresura a seguir explicándose de forma atropellada.

-No tengo tienda, ¿vale? Así que... joder, no debería haber venido aquí pero es que no voy a ir a dormir a la caravana porque está Jim y Jacqui cuidando de él, además Andrea no está bien como es obvio y ya hay mucha gente en un espacio muy pequeño. No voy a meterme allí. Y, está claro, no pienso irme a la tienda de Rick, Lori y Carl me sentiría un intruso. Me pasa lo mismo con Carol y con Morales y su familia. No puedo ir con ellos.

-Pensé que ayer me dijiste que no me acercara a ti y hoy no has estado mucho más amable -masculla un poco a la defensiva sin poderlo evitar.

Glenn entrecierra los ojos y lo mira fijamente.

-Estaba... Ayer estaba... Amy estaba... -respira hondo-. Estaba asustado, muchísimo y ataqué a la primera persona que se acercó a mí.

-Que pena que me tocara, ¿no?

-Lo siento, ¿vale? No es que tú seas mucho más amable conmigo habitualmente, ¿no te pareces?

Bueno, el chico tiene un punto.

-Así que soy la última opción, ¿no? -masculla intentando llevar la conversación hacia otro terreno, aunque realmente todo lo que se refiere a Glenn y él son arenas movedizas que ninguno de los dos parece controlar bien.

-No -Glenn niega fervientemente con la cabeza-. Bueno, sí pero solamente porque sabía que vendría y te pondrías con tu voz de sureño malhumorado y me mandarías a la mierda. Por lo de ayer... por todo.

Daryl tiene que sonreír en contra se su voluntad porque el chico tiene toda la razón del mundo.

-Vale -le dice llanamente agachándose para abrir la tienda.

-¿Qué? -Glenn se gira hacia él incrédulo.

-¿Estás sordo o qué, chaval? Que vale, que entres y que duermas.

El chico parpadea sorprendido pero decide no tentar a su suerte y se mete en la tienda detrás de él. Dentro solamente quedan un par de esterillas, mantas y su saco de dormir deshilachado. Glenn se sienta sobre una de las esterillas y desenrolla el saco que hasta unos segundos antes abrazaba como si fuera un escudo. Daryl enciende una lámpara de gas, se tira sobre su propio saco y mira el techo de la tienda.

-¿No te desnudas? -la voz de Glenn es apenas un susurro.

Se incorpora sobre los codos para mirar al chico.

-¿Qué?

-Digo, los zapatos y eso -murmura completamente colorado-. ¿Duermes con las botas? Es totalmente anti higiénico.

-¿Estás de guasa, chaval? -gruñe mientras el chico se remueve evitando mirarlo a los ojos.

-No, claro que no -susurra inclinándose para quitarse los cordones de sus deportivas-. Digo... no sé. No debe ser cómodo y están sucias, vas a coger una infección o algo.

Daryl mira sus botas con el ceño fruncido. Están sucias y desgastadas pero dormir con ellas implica que puede salir corriendo en cualquier momento. Es útil y práctico.

-¿Un infección? Ahora mismo se me ocurren otras cosas de las que podría morir antes. Muerden y huelen a podrido.

-Ya -el chico lo mira con las mejillas encendidas- pero esas botas no huelen mucho mejor.

-Pues te vas a dormir a otro lado, cojones.

Manda huevos. Primero va a buscarlo para que le deje dormir en su tienda y ahora se dedica a decir que huele mal. Puto crío.

-Vale, me callo.

-Perfecto, chaval. Callado estás más guapo.

Ambos se quedan en silencio, mirándose. Glenn se pone más colorado si es posible. Sus mejillas y orejas parecen a punto de arder mientras su cuello tiene un suave color sonrosado. El chico se rasca el cuello, nervioso y aparta la mirada. Daryl suelta un gruñido y se incorpora para quitarse las botas. De verdad, va a tener que empezar seriamente a tocarse las pelotas cada poco para comprobar que las sigue teniendo porque esto no es normal.

-¿Contento? -masculla quitándose el pesado calzado y dejándolos caer en el suelo de la tienda de campaña.

Glenn frunce el ceño ligeramente mientras dobla la camisa, la deja en el suelo y pone su gorra de béisbol encima con cuidado.

-Podrías dejarlas fuera... -Daryl lo fulmina con la mirada-. O también podrías dejarlas donde están.

El chico se tumba y comienza a apilar mantas encima suya como si estuviera haciéndose un nido. Parece un cachorro asustado y sonrojado. Daryl se pasa las manos por la cara hasta el pelo y suelta un gruñido. Glenn consigue que se convierta en una vieja con la menopausia y que al segundo siguiente tenga ganas de arrancarle la ropa a mordiscos para lamer cada trozo de piel a su alcance.

Se siente acorralado en el pequeño espacio, demasiado cerca del chico y a la vez demasiado lejos. Siente la piel demasiado caliente y el aire pesado a su alrededor, encima para alegrar la fiesta su polla decide que es el momento justo para darse cuenta de que Glenn está cerca.

Se vuelve a incorporar y se quita la camiseta sudada tirándola de cualquier manera a un rincón de la tienda. Gira la cabeza hacia el chico y lo encuentra mirándolo fijamente desde su ovillo de mantas. Esos ojos se le clavan en la piel como dagas ardientes y tiene que tumbarse. Lleva una mano hasta su entrepierna y aprieta suavemente porque está duro. Demasiado. Los pantalones le aprietan y tiene que abrirlos. El ruido de la cremallera suena casi pornográfica en el silencio de la tienda. Vuelve a mirar a Glenn y éste se incorpora lentamente.

Durante los siguientes minutos se miran en silencio. Los ojos oscuros del chico deslizándose por su pecho con avaricia. Daryl quiere decir algo, quizás un comentario mordaz que haga que el chico se sonroje más o que se enfade pero su lengua parece atada. Glenn se muerde el labio inferior suavemente y finalmente, cómo si tomara una decisión vital, lleva las manos hasta el bajo de la camiseta y comienza a quitársela. El pecho del chico es firme, no musculoso pero se nota que no es un debilucho. Su piel es pálida y Daryl sabe que debe ser suave como la de una tía. Y de pronto se muere por tocarlo. Los dedos le cosquillean con la necesidad.

-Ven aquí, chaval.

Su voz suena tan baja y cascada que durante un instante tiene miedo de que salga corriendo, pero Glenn se limita a moverse eliminando el espacio entre ambos. El chico se inclina hacia él, sus mejillas ardiendo y el pecho agitado. Daryl tiene que tocar su piel, necesita sentir el calor que emana y tenerlo más cerca. Le toca las mejillas, sus dedos demasiados callosos sobre la piel demasiado suave, y va bajando poco a poco por su cuello hasta su pecho. Glenn tiembla suavemente bajo sus manos, su respiración cada vez más alterada y sus pupilas dilatadas en la semi penumbra de la tienda.

-¿Puedo...? -murmura suave y Daryl solamente puede asentir.

Glenn se acomoda mejor sobre el codo, lleva la mano derecha hasta su pecho y durante unos instantes la deja allí abierta donde puede sentir el corazón latiendo rápidamente. Daryl aprovecha que el chico parece en trance para deslizar el pulgar sobre uno de sus pezones, trazando pequeños círculos y haciendo que suelte un gemido. Glenn lo mira con los labios entreabiertos y húmedos, tan deseable que es hasta doloroso y sólo puede llevar una mano hasta su cabello castaño para guiarlo hacia él.

No es la primera vez que se besan pero si es la primera que lo hacen de forma tan suave. Glenn abre la boca impaciente y Daryl tiene que meter la lengua entre esos labios carnosos. Explora sin prisas, lento y húmedo. Su pulgar vuelve a presionar suavemente sobre el pezón del chico y éste suelta un gemido. Le muerde el labio inferior tirando un poco y vuelve a atacar la humedad de su boca, esta vez es brusco, exigente y Glenn le da lo que pide. El chico se entrega, todo lengua y dientes mientras desliza la mano hasta su entrepierna y aprieta con fuerza.

-Joder, chaval -gruñe cuando se separan en busca de aire-. Y parecías una virgen...

Glenn aprovecha para besarle el cuello y bajar hasta su pecho para lamer el tatuaje que Daryl tiene sobre el pectoral.

-¿Quién es Norman? -murmura separándose ligeramente para mirarlo a los ojos.

Daryl lleva una mano hasta la mejilla del chico y lo mira directamente a los ojos.

-Alguien que ya no está -es lo único que dice.

-Lo siento.

-Fue hace muchísimo tiempo -se encoge de hombros-. Olvídalo.

Glenn frunce ligeramente el ceño pero no replica, se limita a inclinarse y deslizar la lengua por las líneas de tinta. Daryl gruñe cuando la mano del chaval se mete dentro de los calzoncillos y aprieta suavemente antes de deslizar los dedos hasta la base para luego subir. Es evidente que no es la primera vez que hace eso y la idea lo hace tener ganas de matar a alguien.

Se incorpora bruscamente cambiando posiciones y haciendo que el chico quede debajo. Se detiene unos instantes para mirarlo detenidamente antes de inclinarse sobre él para devorarle los labios. Glenn no pierde ni un segundo. Le baja los pantalones lo suficiente para liberar su polla y cierra la mano sobre la piel caliente y húmeda. Daryl muerde y lame como un animal en celo mientras embiste contra el puño del chico. Pero no es suficiente. Mete una mano debajo del chaval, cogiéndole el culo y con la otra intenta abrirle los pantalones. Quiere tocar más piel pero Glenn está demasiado excitado e impaciente. Daryl gruñe cuando el chico le muerde el cuello y acelera el movimiento de la mano haciendo que se descentre.

-Espera... joder. Espera, Glenn -el chico gime al escuchar su nombre-. Para, joder.

-¿Qué? No quiero parar. Venga, Daryl... -le muerde el lóbulo de la oreja lentamente y Dixon tiene que contar hasta veinte para no correrse con ese simple gesto-. Necesito... venga, por favor.

Daryl vuelve a gruñir.

-Ábrete los jodidos pantalones. Ya.

Glenn asiente fervientemente mientras lleva ambas manos para quitarse lo pantalones. Daryl lo está mirando, casi devorándolo con la mirada cuando escucha un ruido fuera de la tienda. Su cuerpo se pone en tensión como un arco y se gira para mirar. Alguien se acerca hasta la tienda y se agacha.

-Joder -masculla dándole un manotazo a Glenn que sigue en su mundo intentando desabrochar su cinturón-. Viene alguien.

Glenn lo mira sin entender pero el ruido de la cremallera de la entrada lo hace pegar un bote y girar hacia su ropa de dormir.

-Mierda, mierda.

El chico se tapa con su saco de dormir mientras Daryl se sube rápidamente los pantalones y agarra su arma apuntando hacia la entrada. Sabe que no es un zombi. Los zombis no abren cremalleras pero piensa volarle los sesos al desgraciado que los ha interrumpido. Por hijo de puta.

-Hey, chicos -Rick asoma la cabeza dentro de la tienda y lleva una mano instintivamente hacia su arma cuando ve a Daryl apuntándole a la cabeza-. Tranquilo. Baja el arma, Dixon. Todo está bien, solamente venía a comentaros algo.

Daryl aprieta los dientes y su dedo acaricia suavemente el gatillo. El muy cabrón parece tan tranquilo mientras él tiene un dolor de huevos brutal.

-Daryl, -murmura Glenn- es Rick, tío.

Gruñe bajando la escopeta y le lanza una mirada asesina al chico que está completamente sonrojado. ¿Solamente él tiene ganas de matar al puto policía?

-¿P-para que venías? -pregunta Glenn mirando a todos lados menos a la cara del hombre.

Rick los mira de uno a otro antes de centrarse en el chico con el ceño fruncido.

-¿Todo va bien, Glenn? -habla como si Daryl no estuviera allí-. Sabes que puedes venir a nuestra tienda. A Lori y Carl no les importaría en absoluto.

El chico niega con la cabeza, incómodo.

-No, todo está bien.

El policía lo mira intensamente con el ceño fruncido. No confía en Daryl y probablemente piense que Glenn necesita protección cuando el crío realmente tiene más pelotas que muchos en ese campamento.

-¿Seguro? Puedes-...

-¿Vienes de cháchara o qué? Quiero cerrar los putos ojos aunque sea un par de horas, Sheriff.

Rick se gira para mirarlo y el gilipollas sigue sin darse cuenta de nada.

-Ahora que lo dices... -se apoya con la mano en el suelo y se acomoda mejor como dejando claro que se ira cuando quiera-. No estaría mal que hicieras la primera guardia. Shane parece agotado.

Daryl está a dos segundos de mandarlo a la mierda pero finalmente asiente. Quizás sea lo mejor. Lo que estaba a punto de pasar con Glenn probablemente hubiera sido la peor cagada del mundo y él sabe sobre cagarla a lo grande, no ha hecho otra cosa en su vida. La aparición de Rick debe ser una señal de que no tiene que hacer nada con el crío.

-Lo que quiera su majestad -masculla incorporándose y cogiendo la camiseta del suelo.

Puede ver a Glenn por el rabillo del ojo observándolo fijamente, pero se obliga a si mismo a no mirarlo. No debería haber iniciado nada con el chico. No está bien en ningún jodido sentido. Glenn es un puto crío, no debe tener más de veinte años y eso sin contar que tiene polla. Y por mucho que quiera tocarlo, besarlo o follar con él hasta que el puto mundo se vaya completamente a la mierda no quiere decir que sea buena idea hacerlo.

Se tiene que recordar a si mismo que Glenn es un tío y que dos tíos no hacen lo que estaban a punto de hacer. Por muy bien que se sintiera.

-...en la caravana con Dale y Andrea? Estaría bien que tengamos varios ojos sobre Jim -Rick está hablando con Glenn pero él estaba demasiado metido en sus pensamientos para darse cuenta-. ¿Qué opinas?

Daryl mira al chico.

-Realmente me da igual, supongo que puedo ir en la caravana. No me importa.

-Perfecto, te daré un arma. Realmente creo que todos deberíamos comenzar a llevar una. Sería lo más adecuado de momento hasta que lleguemos alguna zona segura.

-¿Realmente crees que hay alguna zona segura, Sheriff? -gruñe mientras agarra las botas y comienza a ponérselas.

Rick permanece en silencio más tiempo del necesario, Daryl sabe que una respuesta afirmativa no cuesta tanto.

-Sé lo que vi y fue un helicóptero. Si hay aviones en el aire debe haber alguien manejándolos, alguna base, algo y el centro de control de epidemias es el sitio que intentarían proteger primero ¿no crees?

-Solamente espero que no hagamos el puto viaje en vano.

El policía abre los labios para decir algo pero en el último momento no llega a pronunciar palabra. Daryl puede ver la desesperación en su mirada y durante unos segundos siente pena por el hombre. Rick no es un mal tipo pero ha decidido poner sobre sus hombros más peso del necesario.

-Supongo que ya veremos -gruñe incorporándose y cogiendo la ballesta.

-Creo que lo mejor será que vaya a seguir hablando con los demás. Yo haré la siguiente guardia, avísame.

El hombre desaparece rápidamente de la tienda y vuelven a quedarse a solas.

-¿Por qué le has dicho que sí? -es lo primero que dice Glenn segundos después de que Rick se haya ido-. Estábamos... ocupados. ¿En serio, Daryl? ¿Por qué has aceptado?

-No quiero que tu nuevo padre me corte las pelotas, chaval.

-¿Qué? -el chico está realmente guapo con el pelo revuelto y las mejillas ardiendo por el enfado-. Dios, ¡no me puedo creer que le hayas dicho que sí!

-Es mejor así.

-¡No, no es mejor así! -Glenn suelta un gruñido y vuelve a tumbarse sobre la esterilla, el saco de dormir sigue hecho un lío a su alrededor. Se queda mirando el techo antes de soltar una risita amarga-. No puedo creer que Rick no se diera cuenta de lo que hacíamos. Y no me puedo creer que seas más gilipollas de lo que pensaba. Siempre te superas, siempre.

El chico agarra su saco de dormir, se tapa hasta la barbilla y se gira dándole la espalda.

-De puta madre -murmura mientras sale de la tienda.

De putísima madre.

Parte 3 | Masterpost


fic: brokeback zombi, personaje: daryl, fandom: twd, !porno gay, personaje: glenn, pairing: daryl/glenn, fic

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