Jan 29, 2008 19:05
Tema: #12. Estrepitoso fracaso
Título: Sueños
Palabras: 643
Rating: PG
Sueños
Sirius siempre quiso tener una familia, no como su familia, sino una como la de James, donde los padres apoyaran a sus hijos y les dieran la posibilidad de elegir y tomar decisiones, una donde la pareja se amara incondicionalmente. Sirius quería una familia unida por la confianza y el cariño, pero no todo resulta como uno quiere y él lo sabía muy bien. La única mujer que había amado como corresponde lo dejó creyendo que era el asesino de James y Lily, pasó doce años encerrado en Azkaban donde claramente no iba a encontrar a su media naranja y ahora que era “libre” se sentía atraído por la persona más inverosímil, alguien que nunca se fijaría en él.
Padfoot en sus tiempos mozos podía tener a la mujer que quisiera, pero nunca llegó a fijarse en alguien menor que él, al menos, no tan menor. Ahora no sabía si era el encierro o que apenas había conocido a un par de mujeres solteras pero se sentía terrible e irremediablemente atraído por aquella muchacha amiga de su ahijado.
Hermione Granger era una bruja excepcional, muy inteligente, lista, bonita, simpática y menor de edad. Cualquier hombre podía quedar prendado de ella, empezando por aquel pelirrojo que la seguía a todas partes, aquél jugador de quidditch (Harry se lo había comentado alguna vez) y él, un fugitivo de la justicia, un viejo.
Sirius sufría en Grimmauld Place, porque no sabía si obviar sus sentimientos y mantenerse lejos de ella o lanzarse a la aventura e intentar conquistarla, ésta última era la posibilidad que iba ganado, es que él era un hombre que se dejaba llevar por sus pasiones, por eso de vez en cuando buscaba una conversación, un pequeño roce o una caricia bien intencionada. Las últimas semanas hablaban más, Hermione había encontrado en él un amigo en quién podía confiar y a quien pedir consejo y a Sirius eso le hacía ilusión.
Esa mañana, sin embargo, descubrió que sus sueños de amor, familia, casa y un perro estaban demasiado lejos de hacerse realidad. La chica llegó con los ojos llorosos a la habitación donde mantenía a Buckbeack.
-Ojalá Ron me entendiera como tú - la tenía abrazada y se le encogió el pecho cuando escuchó sus palabras, ojalá él fuera el joven Weasley. Hermione era sólo una adolescente y se sentía sola, tenía pocas amigas y todas tenían novios, Hermione quería alguien que la quisiera, que estuviese ahí para ella.
-Quizás no es Ron el indicado - le susurró mientras la mecía como a una niña pequeña - no te preocupes, vas a encontrar a alguien. Ella le miró con sus brillantes ojos, escéptica.
Y Sirius sintió la enorme necesidad de demostrarle que alguien la quería, se acercó lo suficiente a su cara, con su nariz tocó una de sus lágrimas, despacio se aproximó a sus labios y se apoyó en ellos, suave. Se alejó con los ojos cerrados y la cabeza gacha, cuando levantó la mirada la vio desconcertada frente a él.
-Hermione…
La muchacha se levantó y salió de la habitación, lo dejó con mil palabras en la garganta, con todos sus sentimientos en su corazón cansado, con las manos temblorosas por el estrepitoso fracaso. No se atrevió a buscarla de nuevo, y parecía que ella tampoco quería saber de él, era mejor así, no quería escucharla decir que no lo quería, por lo menos podría seguir soñando con su familia perfecta, con el amor de su vida.