Jan 29, 2008 19:11
Tema: #10. Jugar al escondite
Título: sin título
Palabras: 837
Rating: PG
Estaba en un armario, pequeño, pequeñísimo donde apenas cabía un par de escobas y baldes, pero además de los útiles de aseo estaba ella, que ocupaba definitivamente más espacio que una palo de escoba y Sirius Black, que al parecer estaba recuperando su peso en Grimmauld Place. Hermione apenas respiraba y el olor del polvo le hacía cosquillas en la nariz. Estaban medio sentados, o medio parados, algo intermedio, él apoyado en una pared, ella apoyada en él y los trapeadores y escobillones apoyados en ella.
-¿Cómo sabemos cuando podemos salir? - susurró la chica.
-Shhh - Sirius la hizo callar mientras aguzaba el oído - no queremos que nos pillen ¿recuerdas? -dijo apenas emitiendo sonidos.
La idea había sido del Arthur, el padre de Ron, que alegando sobre la tensión en la casa propuso que se relajaran un poco jugando a algo, monopoly propuso ella, no porque era estresante, una partida de gobstones dijo Ron, no porque no podrían jugar todos, ajedrez pidió Ginny, sólo dos jugarían y era lento y se pensaba mucho. Hasta que a Tonks se le ocurrió jugar al escondite.
Harry estaba contando en la puerta de la cocina y ella salió disparada al armario que había visto un par de días antes en el segundo piso, pero justo cuando iba entrando también lo hizo Sirius y cuando escucharon que Harry gritó “salí”, el hombre no le dio tiempo de decir nada y cerró la puerta como pudo tras ellos. Luego de comprimirse y acomodarse habían llegado a la situación actual.
-No debiste haber entrado también, eres muy grande para un armario - reclamó Hermione mientras se restregaba la nariz porque le picaba.
-Eso no importa, ¿por qué te molestas tanto?, es para relajarnos - soltó algo parecido a una risa.
-Tú vives relajado - bufó. Sirius le caía bien, pero le molestaba de vez en cuando esa actitud de joven rebelde, porque ya no era joven y no podía ser rebelde, bueno también podía llegar a molestarla cuando le quitaba su escondite al jugar a las escondidas.
-Estás molesta porque te quité TU armario - gorjeó Sirius adivinando sus pensamientos.
-¡No! ¡Sí! O sea… yo lo ví primero
-Estás siendo infantil
-¡Yo no soy infantil!
-Yo lo ví cuando era un niño, hace treinta años, yo lo ví primero y ésta casa la heredé y todo en ella es MÍO - se burló.
-Ahora tú eres el infantil
-¡Yo no soy infantil!
Se quedaron callados cuando escucharon algo caerse, pisadas rápidas de alguien corriendo, un grito de mujer y a Harry “¡Pillada Tonks!”. Ambos respiraron aliviados como si sus vidas corrieran peligro.
-Si nos pillan será por tu culpa - murmuró Sirius
-¿Qué? ¡Tú eres el que está haciendo escándalo!
-Shhhhhhh - se puso un dedo sobre los labios.
-No me hagas callar - intentó levantarse un poco porque ya resbalaba.
-Estás en mi armario, así que harás lo que yo diga - acomodó su espalda en la pared del famoso armario.
-¡Tú no me mandas! - casi gritó la muchacha
Hermione se cruzó apenas de brazos en el reducido espacio tratando de mostrar todo su disgusto por la actitud que había tomado Sirius. Lo logró, pero terminó con un trapero en la cabeza mientras seguía reclamando. Black empezó a reírse de forma extraña y terminó resbalando hasta quedar sentado en una caja y se llevó a Hermione con él, que quedó encima de él y en el suelo a la vez.
-¡Y me dices a mí que me calle!
-¡Sí! ¡Cá-lla-te! - remarcó el hombre cada sílaba
-No voy a hacer lo que tú me dices.
-Habla
-Tú… - La chica quedó con la palabra en la boca.
-Así te ves más linda - Sirius le guiñó un ojo haciendo que enrojeciera. Y ella siguió quejándose de lo molesto que era estar con él en un armario, todo por jugar a las escondidas y además nunca sabrían cuando terminaba el juego. Sirius se estaba desesperando, definitivamente esa chica sabía cómo agotar la paciencia de un hombre, y a él le gustaba ganar y no le gustaba que lo retaran y que le hablaran histéricamente en susurros a un par de centímetros de su cara. Así que poniendo una mano en su nuca, la besó.
Cuando Harry abrió el armario Hermione trataba de estrangular a su padrino por alguna razón desconocida y que prefirió obviar por la cara de furia de su amiga. Además de perder, Hermione tuvo que aguantar que Sirius le cerrara un ojo o le mandara besos cuando nadie lo veía, porque Sirius Black sabe que a ella le ha gustado y tiene que recordarle que él ganó esa discusión. Y a Hermione se le enrojece el rostro de rabia y vergüenza, porque le ha gustado y pareciera que él lo sabe.
Yo también quiero un beso de Sirius