DEANTHON RETO Nº 7 - FIC
¿Dean Winchester? ¿Te refieres al…?
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¿...profesor de gimnasia? ¿Al jefe de bomberos? ¿Al camarero del instituto? ¿Al famoso modelo? Queremos saber a qué se hubiera dedicado Dean si por algún tipo de milagro hubiera conseguido dejar atrás el "negocio familiar" o, sencillamente, si entre los Winchester y los Campbell jamás hubiera existido nada parecido a un cazador.
ONLY BRO
COMPLETO
SERIE SUPERNATURAL
Nada ni ningún personaje me pertenece. Tomados prestados de sus propietarios CW y compañía
Aún faltaban unos quince minutos para que termine la clase, así que le resultaba extraño que Dean estuviera parado fuera del aula, pero unas escuetas palabras a su maestro le dieron el permiso para que saliera afuera y pudieran hablar. Al salir vio que algunos pasos atrás se encontraba el director, eso le dio la pauta de que se había mandado una de las gordas.
- Sammy, sólo quería avisarte que hoy a la salida vayas a la biblioteca y me esperes ahí hasta que yo vaya a buscarte.
- ¿Qué hiciste esta vez, Dean?- fue lo que pregunto mosqueado el Winchester menor.
- Nada grave, pero hasta que nos vayamos de esta escuela tendré que pasar en detención al finalizar las clases. Que con nuestro historial no será por mucho tiempo.
- ¿Y se supone que tengo que sufrir yo también por lo que sea que hayas hecho? No me va a pasar nada porque me vaya solo hasta “casa”
- No, tú te quedas en la biblioteca, haces tu tarea y si te aburres lee lo que sea que guarden allí. ¿Esta claro? Finalizó con todo su tono de hermano mayor que dejaba implícito que le debía hacer caso y no emitir queja alguna.
Luego de un enfrentamiento de miradas Sam termina aceptando las palabras de Dean, regresando luego al salón.
Y era verdad, Dean había tenido una discusión con uno de los integrantes del equipo estrella, al punto de llegar a la pelea. Pero por la extrema habilidad de Dean en dos excelentes movimientos lo había dejado tirado en el piso no desmayado pero si dando grandes bocanadas buscando aire.
Pero el castigo no consistía en permanecer sentado en un aula dejando correr las horas, no. Para nada.
Dean de repente se encontró que tenía que ayudar al profesor de literatura a preparar una serie de preguntas que conformarían la evaluación a tomar luego de hacer leer a su clase textos de Kurt Vonnegut
El año anterior había logrado que el mismo esté incluido dentro del programa de clases y pese a que era fanático de ese autor aún no se le ocurrían preguntas claves que quería poner para lo que sería un examen final de la materia, que puedan contar con detalles que al que no lo lee y entiende se le pasan por alto.
Dean, al ver lo que se le venía encima quería salir huyendo de allí. Estuvo a poco de hacerlo, pero se consoló mentalmente de que era por poco tiempo y si fingía que leía y dejaba pasar las horas que debía permanecer allí, dando en algún que otro momento alguna idea de lo que podría poner, quizás no se le hacía tan pesado.
La primera hora no pasaba más, con la excusa de que no había leído nunca nada de ese autor Dean consiguió que le diera vía libre a “leer” uno de los libros. Pasar los ojos y mover los labios era lo que hacía al principio, dando vuelta de página cada cierto tiempo. No duró ni veinte minutos hasta que sus ojos se toparon con un párrafo que le llamó mucho la atención, casi en un movimiento reflejo estuvo por volver la página atrás, y luego un regañarse mentalmente… empezó de nuevo.
¡Diablos! Se dijo mentalmente, esos textos se dejaban leer con facilidad. Eran cortitos y lograban que se sumergiera en cada una de las historias que relataban.
De repente se encontró hablando en voz alta indicándole al profesor cuales podían ser las preguntas que a su criterio debería incluir.
Llegó un momento en el que el maestro le indicó hablará más despacio así podía escribir cada una de esas sugerencias, esto hizo que Dean se imaginara a él frente impartiendo clases frente a un aula llena de alumnos, que todos estén deseosos de escucharlo y que participen contrastando sus diferentes puntos de vista.
Pensamiento que se desintegro tan rápido como le llegó. El timbre sonaba afuera y era hora de que el se vaya, pasara por la biblioteca y pusiera los pies sobre la tierra.
- ¿Como han sido tus horas de tortura? - preguntó Sam al verlo llegar mientras recogía sus apuntes.
- Un completo calvario enano, ni me lo recuerdes. Acompañando con una mirada que daba a entender que era lo único que diría al respecto. Marchando a casa Sam.
Una semana después, semana en la que Dean se pasaba leyendo y ayudando a distintos profesores a confeccionar exámenes finales, los Winchester dejaban el pueblo atrás y Dean daba vuelta de página a sus días de ayudante de profesor que de alguna manera le dieron cierto grado de vida normal. Días enteros en los que pudo sin pensar en seres sobrenaturales a los cuales darle caza.