ZAKILA (yo quiero aprender euskera para leer a irati)

Nov 18, 2007 15:05

Yo quiero aprender euskera para  leer a irati.

Y quechua para saber qué dicen realmente las familias de los desaparecidos cuando hablan de sus hijos.

Pero en la sociedad occidental moderna, lo que aprendes es inglés... que no tiene nada de malo, claro (y encima te permite ver pelas en versión original, entender los juegos de palabras en las series, y morir de amor por todos los acentos de Bretaña). Pero es un solo idioma. Y globalizado, encima. Pobre inglés. Con lo que me gusta. Porque esto que hablo, yo sé, es una forma anodida y estandarizada de una lengua que no es la misma en Texas que en Dublín, y cuyos matices en Nigeria no puedo siquiera empezar a imaginar. Una lengua compleja que se ha desarrollado a lo largo de siglos, en territorios tan distantes como 'dude' de 'txo'.

Con el castellano, yo sé, pasa lo mismo. Este castellano que yo hablo, ustedes sabrán, no es el mismo que habláis vosotras. Y eso a pesar de que hemos tenido apenas 500 años para aprenderlo y reformularlo. Apenas empezamos. No es como en España, donde tuvieron tanto tiempo para la evolución, que entre el gallego, el catalán y el castellano, distingues las raíces y estate contento. O como en Alemania, donde la gente del norte no entiende una palabra de lo que dice la gente del sur. Tiene que ser genial. Porque un idioma es un ser vivo, cambiante, vital. Que patalea por el cambio y se acurruca en la comprensión universal, y luego se estira de nuevo y empieza a andar para todos lados al mismo tiempo (y en el camino va dando curvas, y metiéndose en cuanto laberinto se le cruza por delante).

Estandarizar un idioma es genial para comprendernos. Agradezco infinitamente la posibilidad de publicar en línea y todo eso... Pero también sé que poco a poco suelto mis matices, que a veces se entienden y a veces se mezclan con matices ajenos (que así, siendo de otros que son parte de mí, se van volviendo matices propios... el idioma del fandom).

Y es que un idioma estandarizado del todo (como ese inglés que enseñan en la academia) es esa carita que uno pone en cenas formales con gente que no conoce, mientras habla del clima y lo buena que está la comida. Poco a poco, hay que pasar a las bromas y opinar sobre el mundo. Con suerte, hablar de la vida y los sueños. Y cuando has cogido confianza, descubres que hay temas de los que se hace imposible hablar en estandarizado.

Irati dice que 'invéntate quién' escribió que el euskera es un idioma muy atrasado, porque tiene ocho maneras de decir 'pastor' (y se prestan palabras de otros idiomas... porque, claro, nadie más hace eso). En Hero, mencionan que el chino antiguo tenía 20 maneras de escribir 'espada' (que no sé si será cierto, pero sería tan espectacular...). Contemos las palabras en inglés para decir 'amigo'. Y nunca olvidemos que en quechua, 'amanecer' se traduce como 'el momento en el que la luz rompe la oscuridad'.

Si aprendo quechua en Lima (que me lo estoy pensando), no voy a entender todo lo que me gustaría, por muy bien que lo aprenda. Porque el quechua, a diferencia del castellano, es un idioma natural de mi tierra, que ha tenido siglos y siglos para diversificarse, crecer y enredarse en las costumbres de la gente, en los matices de la vida diaria (en la que un pastor no es igual a otro, una espada cambia de significado al cambiar de manos, y el tiempo es más que la suma de los momentos del día, es el cambio, el ciclo que se cumple). Pero si aprendo quechua en Lima, podré ir a Ayacucho y Cusco y reconocer matices distintos, en lugar de oír sonidos que no comprendo. Y eso, de por sí, podría valer el esfuerzo.

de los viajes por el laberinto

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