“Cuando Florezcan los cerezos “
Capitulo dos:“Caminos que se cruzan”
Detrás de un pequeño y modesto restaurante de ramen había una chica tomando un descanso fumándose un cigarrillo junto con una coca-cola Zero, estaba soñando despierta que llegaría el día en el cual se pudiera ir a Tokio y trabajar junto a Tatsuya kawagoe, un renombrado chef que se especializa en comida Italiana, aunque antes que trabajar junto a él tendría que ganarse el derecho de ser su aprendiz por ahora, a pesar de haberse graduado con honores de Tsuji Culinary School en Osaka estaba en Kioto en una pequeña tienda de ramen, esperando a su hermana pequeña que aún no había llegado a trabajar, ella, en cierto modo, era la razón por la cual no estaba persiguiendo su sueño, pero no le importaba había hecho una promesa.
Izu: ¡Heeyyyy…Na-Chan…neeesaaaan!, perdón por llegar tan tarde, es que Ya-Kun no me despertó y tenía que ir a la uni también- le hace una reverencia a su hermana mayor que la mira con enojo-
Nana: Oye…no te agites tanto, sabes que no te hace bien, debes cuidarte y no culpes a Ya-Kun por tu irresponsabilidad, hace más de una hora que deberías haber llegado, y ni te digo como está el jefe ahí dentro, se supone que hoy te tocaba a ti hacer los pedidos y recibir las entregas…no sé cómo le vas hacer para que te perdone y no te eche patitas a la calle, hermanita.
Izu: Sí, ya me lo imagino -en su cabeza, se dibuja un dragón con la cara de su jefe, echando fuego por la boca y orejas- Pero es que ya estoy en mi último semestre y debía entregar un trabajo para el profesor Kanamori-San - izu asiste a la Kyoto Seika University, estudia educación parvularia.
Nana: ¿Y?, ¿lo entregaste?
Izu: Sipis, por eso llegué tarde, ahhhh sí, y porque dos los locos me confundieron con una chica, uno de ellos no quería soltarme.
Nana: ¿Qué, qué?… ¿y te hicieron daño?… ¿llamaste a la policía?… ¿por qué nunca tienes cuidado?...
Izu: Ahhhhhh…estoy bien, y oye no fue mi culpa…yo venía hacia acá cuando choqué con uno de ellos y de repente me comenzó a abrazar, no me quería soltar…parecía loquito… y le decía a su amigo que yo era Su….algo no sé…no quería estar mucho tiempo ahí, así que le di una cachetada, ahí me soltó, aproveché la oportunidad y me vine corriendo… será mejor que ya entremos o no sólo me quedaré sin trabajo, sino también sin cabeza.
Nana: No hay nada qué hacer contigo, al parecer siempre andas con un angelito que te cuida, o tal vez es un demonio, pero tienes mucha suerte porque la esposa del jefe entró en labor de parto hoy y ambos están en el hospital, asique él no tiene la menor idea de que tú no llegaste a tiempo… adivina quién está haciendo tu trabajo.
Izu: Abre los ojos muy grande por la sorpresa y luego los achica hasta casi cerrarlos- Hmmmmm…no me digas que Kira está aquí hoy.
Kira Yamamoto era su amigo desde pequeña, y compañero de trabajo, no era un chico feo o antipático, sólo que Ki-Chan era su fastidioso amigo de la infancia, con el cual siempre hacían travesuras y sabía que él, le cobraría este favor aunque ella no se lo hubiese pedido.
Nana: Ajá…hoy te hizo un gran favor tomando tú trabajo para que no nos atrasáramos todos.
Izu: ¡Ya, ya!, hoy lo trataré como rey, pero estoy segura que este se trae algo entre manos, con él nada es gratis- cosa que no le hacía ninguna gracia, porque las peticiones de Ki-Chan a veces podían ser un poco descabelladas o pervertidas, cómo no recordar cuando perdió una apuesta con él, dándole como penitencia entrar a la farmacia y comprarle preservativos, no es que eso fuese algo terrible, pero por qué justo tenía que entrar a la farmacia donde trabajaba ese chico que tanto le había gustado, peor aún, justo fue él quien la atendió, después de eso nunca más pudo volver a ese lugar, y cuando veía al chico, no era capaz de mirarlo a la cara… ¡maldito seas Ki-Chan, arruinaste mi primer amor!-
Ki: ¡Hola, Bienvenidas chicas!, ejem…bunny, me debes unas varias con esto, asique ve ingeniándotelas para pagármelas toditas-lo dice con una gran sonrisa al ver a Izu-
Izu: ¡Ki-Chan…deja de decirme bunny!... yo no te pedí que me cubrieras, asique no te debo nada… hmmm gracias por cubrirme, pero ya te puedes ir para tú casa, yo me encargo del resto, además Ki-Chan ¿no deberías estar en la uni a estas horas?
Ki: Nop, hoy aplazaron las clases por no sé qué problema, por eso no tenía nada que hacer, aunque me hubiera gustado terminar de leer el último tomo de Fairy Tail que salió. Bunny que tal si comenzamos con eso de pagarme el favor de hoy.
Izu: -Pone cara de aquí vamos- ¿Qué sería lo que su majestad desearía?
Ki: Una cita…
Izu: Primero se tendría que congelar el infierno antes de que yo sa…
Ki: Y quién dijo que quería una cita contigo, no seas tan creída, bunny -justo cuando le iba a decir con quién quería la cita, Nana ya no aguanto más y les comenzó a gritar-
Nana: ¡OIGAN USTEDES DOS, YA PUEDEN DEJAR DE ESTAR CONVERSANDO, QUE ESTÁN EMPEZANDO A LLEGAR LOS CLIENTES!, ¡YA ES HOARA DE ALMORZAR!
Izu: Ya estás gritando… vas a asustar a los clientes y más con esa cara de loca.
Ki: Yo me voy mejor, antes de que tu hermana estalle en mil pedazos, nosotros dos conversaremos después -así se va, antes de que Izumi proteste-
Izu: Vete al…- justo cuando iba comenzar a decirle unas cuantas groserías, entran dos personas-…Bienvenidos, por favor tomen asiento. - ¿Eh?, ¿ustedes?, los locos de antes, ¿acaso me están siguiendo?
Ambos se sorprendieron al ver a la chica ahí, pero encontrarla por segunda vez el mismo día tenía que significar algo, tal vez el destino estaba siendo cruel o sencillamente estaba dándoles una nueva oportunidad, para revivir de alguna forma el pasado y cambiar la historia por una mejor.
Sho sabía que debía intervenir antes de que Masaki hiciera algún movimiento impulsivo o excesivo y terminara por asustar a la chica, nuevamente debían aprovechar esta oportunidad para conocerla un poco mejor y saber por qué ella se parecía tanto a Suzume Ogawa.
Sho: -Entre dientes susurrando a Masaki, mientras lo sostiene fuertemente del brazo -Por favor cálmate, haz el intento… disculpe por lo de antes, señorita… no era nuestra intención asustarla y la verdad es que es una coincidencia volver a encontrarla, pero nos da la oportunidad de pedirle disculpas por nuestro comportamiento -Hace una reverencia-
Ma: Sí, la verdad lo siento mucho, pero de verdad usted se parece mucho a alguien que conocimos y…-ya no podía continuar hablando cuando sólo se puso a llorar-
Izu: -Sorprendida por la reacción de él, les pide que por favor se sienten y va a buscar rápidamente un vaso de agua con azúcar, para que el chico se pudiese calmar- Aquí tiene, por favor, sírvase. No se preocupen por lo de antes, creo que exageré… disculpe por haberlo golpeado -ella se iba a retirar, pero sho la detiene-
Sho: Disculpa, pero ¿cómo te llamas?
Izu: ¿Eh?, Narimiya Izumi, ¿por qué desea saberlo?
Sho: Es sólo que pensé que tal vez podías haber coincidido con el apellido de Suzume Ogawa, ¿ese nombre no le dice nada?
Izu: No, la verdad que no, lo siento mucho, ¿en serio me parezco tanto a ella?, ¿y quién era ella para ustedes?, disculpen la pregunta.
Ma: ¿Te podrías sentar aquí con nosotros, por favor? -había logrado calmarse y deseaba tenerla cerca lo más que podía, además le debía una explicación- Me presento, mi nombre es Aiba Masaki y él es Sakurai Sho, así te lo explicamos mejor.
Izu: No sé… no creo poder la verdad, lo que sucede es que estoy trabajando...no creo poder…lo siento…
En ese momento Nana se acerca enojada, para llamar la atención a Izumi por no estar atendiendo su trabajo, como era debido.
Nana: Oye, I-Chan, ¿qué está sucediendo?, tenemos más clientes, sabes que si vienen tus amigos los debes de atender como a cualquier otro… disculpen chicos pero ella debe volver a sus obligaciones.
Ma: Sí, entendemos, pero Narimiya-san, ¿podrías concederme un momento después de tu trabajo, por favor?
Un poco recelosa acepta, pero por alguna razón su corazón le decía que podía confiar en ese chico, que no le haría daño, además su corazón latía más rápido cada vez que lo miraba y eso ella no lo entendía.-Sí, bueno, está bien… salgo como a las 8 de la noche.
Ma: Para que te sientas más segura nos podemos juntar aquí mismo, ¿qué te parece?
Izumi: Hmm…-haciendo una inclinación con su cabeza, dándole a entender que estaba de acuerdo- ahora, si me disculpan debo volver a mi trabajo, nos vemos más tarde.
A las ocho en punto estaban los chicos ahí para poder conversar con Izumi, y explicarle un poco mejor la situación, aunque para Masaki, también era una oportunidad más para tenerla cerca.
Sho y Ma: Buenas Noches.
Izu: Pasen, pasen, por favor tomen asiento, ¿desean algo antes de que cerremos la cocina?
Sho: No, gracias, ¿y tú Masaki-Chan?
Ma: No gracias, ¿qué tal si te sientas Narimiya-San?
Izu: Bueno, sí, pero déjenme por lo menos invitarles un té -Va a buscar un té a la cocina en donde se encuentra con Nana, que ya estaba enterada de quiénes eran esos chicos.
Nana: ¿Estás segura de que quieres hablarles?, ¿qué tal si son unos maniáticos, locos, asesinos, etc.?
Izu: Jajajajajaja….no exageres, además vas a estar tu aquí, asique no hay problema, mejor regreso, antes de que piensen que no quiero hablarles -llega a la mesa- chicos, aquí tienen, ahora si no les importa me pueden explicar qué está sucediendo
Sho: Creo que más que nada a quien le corresponde es a Masaki, yo me voy a acercar a la barra, para que conversen tranquilos -Se levanta de su sitio, yéndose hacia la barra donde se encontraba Nana-
Nana: Buenas tardes-haciéndole una reverencia- Disculpe que sea tan directa señor, pero ¿qué pretenden ustedes dos con mi hermana?
Sho: -Se sorprende al escuchar que esta chica era su hermana, físicamente no se parecían en nada.- ¿Eh?, ¿hermana?, pero si no se parecen.
Nana: El que no nos parezcamos físicamente no quiere decir que no seamos hermanas, ¿no le parece, señor?
Sho: Sakurai Sho -le tiende una mano- tiene razón, disculpe mi impertinencia.
Nana: -Le responde con el mismo gesto- bueno, Sakurai-San, disculpe usted mí brusquedad, pero ella es mi adorada hermanita, como su hermana mayor, es mi deber cuidarla, además esta niña tiende a ser muy confiada; lo siento, mi nombre es Narimiya Nanami. Ahora de verdad, ¿qué es lo que desean de ella?
Masaki por su parte estaba mirado detenidamente el rostro de Izumi, de lo primero que se dio cuenta, ahora que la miraba de forma más detenida, era que sus ojos eran de diferente color, su ojo derecho era de color marrón, mientras que su ojo izquierdo era de color marrón y verde, predominado el verde, y justo debajo tenía un lunar, su cabello era de color castaño oscuro y ondeado, era largo, llegándole hasta más abajo de la cintura. El resto de sus facciones eran iguales a las de Suzume, ambas tenían los labios gruesos, una nariz pequeña, algo aguileña, de estatura no muy alta, y muy delgadas- Tus ojos son de diferente color, en eso te diferencias con ella, al igual que ese lunar, ella lo tenía al lado derecho.
Izu: Bueno, es una condición llamada heterocromía, la mía es sólo parcial, y supongo que sólo fue a raíz de un capricho de la naturaleza, porque en mi caso no me ha traído ninguna consecuencia médica… a ella… ¿te refieres a Suzume-San?
Ma: Sí, ella fue mi esposa falleció hace un año y medio, y bueno, en ésta ciudad nos conocimos, es por esto que estoy acá.
Izu: Lo siento mucho, de verdad que lo siento mucho, pero yo no soy ella es imposible que una persona muerta vuelva a la vida. Sabes se dice que todas las personas tienen a un doble en el mundo, por así decirlo, tal vez eso es lo que pase aquí, tal vez esa sea la explicación para esto.
Ma: Sí, puede que tengas razón, pero al verte no pude no tener la esperanza de que fueran la misma persona, que había vuelto a mí, que dios, el destino, como quieras llamarlo, nos había dado una segunda oportunidad para revivir nuestro amor.
Izu: Yo no sé qué decirte, más que si su amor era tan grande, nunca la vas a olvidar, ni tampoco la vas a poder reemplazar, estoy segura que ella siente lo mismo, donde sea que esté, pero si habrá algún día que podrás amar a alguien con la misma intensidad, dándote esa oportunidad de ser completamente feliz, otra vez.
Ma: Gracias, quería mostrarte esto, es una fotografía de ella, estamos afuera del jardín de infantes que ambos decidimos abrir, ella era parvularia, al igual que yo, bueno aún le quedaba por terminar, si no hubiese muerto este semestre habría sido el último.-él le entrega la fotografía.
Izu: ¿En serio?, yo también estoy estudiando para ser profesora de párvulo y me queda este último semestre… - mira la fotografía- Nana, NANA-chan, mira, ven... ¡no lo puedo creer!- En ese mismo instante le comienza a dar una opresión en el pecho, al ver esa fotografía, no podía evitar que le doliera el corazón, no entendía por qué de aquello, por qué lloraba por esta persona que ella jamás había conocido-
Nana: ¡I-Chan!… ¡demonios!, ¿qué sucedió?, I-Chan, por favor cálmate, no te hace bien, piensa en tú condición -finalmente logra calmarla-
Ma: Lo siento, no pensé que podía afectarte el ver la fotografía, pero quería que la vieras para que no pensaras que te estaba mintiendo.
Nana: ¿Eh?, a ver…de verdad, son iguales, hace un año más o menos Izu usaba el cabello igual que ésta chica…pensaría que es ella, sino fuera por el color de ojos y el lunar, es increíble, pero creo que solo es una coincidencia -en su interior, Nana sabía que esto no era una coincidencia, el problema era que no podía decir nada, primero tendría que hablar con Hiroki-
Sho pudo notar en Nana que algo ocultaba, se había puesto muy nerviosa al ver la fotografía de Suzume-Chan, pero prefirió no decir nada, después de todo podía ser sólo idea suya y ella podría tener sus razones.-Izu-Chan, ¿te encuentras mejor?, nos asustaste, ¿qué te sucedió?
Izu: Lo siento mucho, no era mi intención asustarlos, pero creo que sólo me emocioné al ver su foto, no puedo explicarlo, sentí mucha pena y angustia.
Ma: Tal vez fue por el parecido, te sorprendió más de lo que te imaginabas.
Izu: SÍ, bueno, puede ser -ella sabía que había algo más, pero no podía explicarlo-
Sho: La verdad ya es hora de irnos, Masaki, o perderemos el último tren a Tokio, y a Azu-Chan eso no le hará ninguna gracia. Además manejar hasta allá sería demasiado creo, que hemos vivido demasiadas emociones.
Ma: sí, tienes razón ya es hora de irnos, pero Narimiya-San, si algún día vas a Tokio, por favor no dudes en contactarnos, para cualquier cosa que necesites -Le entrega una tarjeta. No deseaba dejarla ir, quería pedirle que se mantuvieran en contacto, pero sabía que por ahora eso no era prudente. Pensaba que si ella no lo buscaba entonces, él mismo la buscaría a ella-
Izu por alguna razón no quería que él se fuera, sentía como su corazón se apretaba y le dolía con el hecho de la separación, pero por qué, si sólo lo había conocido hace unas pocas horas- Gracias, así lo haré, si es que voy a Tokio te buscaré -Ella recibe la tarjeta de Masaki y la guarda en su bolsillo-
Sho. Bueno entonces dejémoslo como un hasta luego, y no como un adiós, ¿les parece?
Nana: Pues sí, mejor así, ¿no te parece Izumi? -sabía que a su hermana le habían caído muy bien y que además sentía curiosidad por saber más sobre toda aquella situación, aunque ella no quisiera que tuviera algún contacto con ellos, no le haría caso-
Todos se despiden y cada quien se dirige a su destino con diferentes sensaciones de aquel día.Secretos
En casa de los Narimiya se avecinaban cambios drásticos, ya había pasado más de un mes de ese encuentro con Aiba-San y Sakurai-San, pero para Izumi fue como si eso hubiese pasado ayer y más ahora que finalmente todos se iban a Tokio, ella estaba decidida a buscar a Aiba-san una vez ya instalados allá.
Izu: ¡Ya-Kun!... Nii-san… Oye…de verdad que papá nos dejó un departamento lo suficientemente grande como para vivir los tres ahí -Hiroki Narimiya, o como ella le dice Ya-Kun, es su hermano mayor. Este había sido contratado por The clinical Ogawa Hospital, en Tokio, uno de los hospitales más renombrados en el país.
Hiroki: Que te lo he dicho más de mil veces, sí I-chan, papá nos dejó un gran departamento allá en Tokio. Regalo de la abuela
Izu: ¿Y tú?, ¿conociste a la abuela?
Hiroki: Cuando papá se mudó aquí con nuestra madre, él por desgracia perdió contacto con ella, así que no la pudimos conocer. Pero sé que ella se enteró que nuestros padres nos habían adoptado a Nana y a mí. Después ella supo de la muerte de nuestra madre porque envió una corona de condolencias.
Izu: Me hubiera gustado que papá estuviera aquí con nosotros, en este momento en que nos está saliendo todo muy bien. Él hubiera estado tan orgulloso de ustedes dos, Nana aceptada como aprendiz de Tatsuya kawagoe-San, y tú, trabajarás en un hospital de renombre, sin dejar de lado la clínica comunal, aunque la verdad no sé cómo lo harás nii-san.
Hiroki: El hecho que papá no esté aquí con nosotros, físicamente, no quiere decir que su espíritu no nos acompañe, además creo que él también estaría muy orgulloso de su pequeña bunny.
Azu: ¡awwwww!…no me digas así…lo odio... maldito Ki-Chan, todo es su culpa
En eso entra Nana y ve el berrinche que está armando su hermana pequeña, en la sala mientras Hiroki sólo la sigue molestando y riéndose de ella.
Nana: Deja de culpar por todo a Ki-Kun, fue papá quien te vistió de Sailor Moon para esa fiesta de disfraces, fue idea de él, Ki-Chan solo comenzó a llamarte así después de eso. Recuerda que al pobre lo vistieron de conan el bárbaro, no sé cómo a ese niño no le dio pulmonía o algo así.
Izu: Ajajajajajajajaja...verdad y con lo flaco que era, parecía Tarzan desnutrido, corriendo por todo el lugar -De pronto Izu se pone seria y sus ojos se llenan de lágrimas - Oigan, ¿creen que mi madre volverá?, tal vez debería quedarme aquí, ¿y si ella vuelve y ya no estamos?, ¿nos buscará?
Nana: I-Chan, ella nos buscará, ya verás que algún día volverás a ver a tu madre.
Hiroki: Ella te quería mucho, es sólo que su depresión era mayor.
Izu: Sí, pero eso no quita que ella me abandonó de la noche a la mañana y no sólo a mí, también dejó a papá, quiero saber por qué hizo eso, por qué nos dejó.
Hiroki: I-Chan, ya, mejor no hablemos más de esto, sabes que no te hace bien. Necesitas que tú corazón este tranquilo, aún estás en recuperación, has evolucionado bien, pero este tipo de cosas te hacen mal.
Nana: Sí, además nosotros tres, somos una familia ya sabes, siempre estamos para apoyarnos unos a los otros, nosotros dos no te abandonaremos…sabemos lo que duele el abandono, asique es algo que juramos nunca hacer.
Hiroki: ¡Ok!, creo que ya es hora de darle el regalo a I-Chan.
Izumi: ¿Un regalo?, pero si ya fue mi cumpleaños.
Nana: Sí, pero como no llegó a tiempo, pensamos mejor hacerlo hoy, para que la estrenes en Tokio.
Hiroki: Ahí viene Ki-Chan con tu regalo.
Ki: ¡BUNNY!… ¡cha-chan!
Izu: ¡Kyaaaaaaaaaaaaaa!, ¿en serio es para mí?
Ki: No, tonta… es para tú otro yo, para esa sailor moon que vive dentro de ti.
Izu: Ya, cállate conan, el bárbaro. Wow es una motoneta Vespa y es morada, mi color favorito. Chicos debió ser muy cara ¿están seguros que puedo tenerla?
Nana: Uff…sí, obvio, no hagas preguntas tontas, anda ve a probarla con Ki-Chan, así aprovechan y se despiden, que en una hora nos vamos.
Izu: Genial, vamos apúrate Ki-Chan, súbete, quiero alcanzar a llegar al restaurante, para ver al jefazo para despedirme.
Ki: ¡Oi,oi mi capi…llévanos ahí!
Izu: Imbécil.
Ki: Lo mismo digo…jajajajaja.
Dentro de la casa Hiroki y Nana, estaban preocupados por lo que podía suceder en Tokio, en cuanto a Izumi y esos chicos.
Hiroki: Vamos a tener que tener cuidado, para que I-Chan no se entere de nada.
Nana: Hiroki, creo que sería mejor ya decirle la verdad, ¿no crees?
Hiroki: No, aún no, papá nos hizo jurar que no le diríamos nada hasta que ella estuviese completamente recuperada de la operación. Ella ya tuvo suficiente sufrimiento con la muerte de papá unos meses después de su procedimiento, de enterarse de que su madre no estaba muerta sino que había desaparecido de la noche a la mañana.
Nana: La verdad no creo que ella pueda manejarlo aún.
Hiroki: Por eso te digo tenemos que tener cuidado por ahora. No creo que esos chicos sean malos, pero cualquiera puede comenzar hacer preguntas y a investigar. Estoy seguro, más que eso te puedo afirmar que esa chica que viste en la fotografía, era la hermana gemela de Izumi.
Nana: También lo creo así, si ella se entera cómo le explicamos todo eso, me da miedo, ella nos odiará por no haberle contado.
Hiroki: Ese riesgo prefiero correrlo por ahora. Prefiero que me odie más adelante, a que se muera porque su corazón no resista tanta impresión o tristeza -Él sabía que en realidad tampoco podría vivir sabiendo que ella lo odiaba, porque la quería demasiado, pero por ahora tenía que ser así, no podían decir nada-
Nana: Lo que si no creo es poder evitar que ella busque a Aiba-San.
Hiroki: Cuando llegue el momento hablaremos con él, por ahora mejor terminamos con el equipaje, ya está por llegar el camión de la mudanza.