Quelle merde!
Para empezar, mientras me duchaba estuve a punto de ser aplastada por dos azulejos, y tuve que hacer uso de todos mis reflejos felinos para no parármelos con la cabeza, y creo que el resto de la pared también se está descomponiendo.
Además tengo sueño, porque me fui a dormir a las 5 y a las 7 sonó el despertador (que intenté ignorar, pero ya me había jodido el sueño).
Y sobre todo... tuve que exponer en clase (oh, yeah, pretenciosidad y bromas malas y siléncios incómodos) y escuchar a los demás. Y hay un tío que me da mazo mal rollo en mi clase.
Pero tan mal rollo... Es decir, tiene como 50 años, es raro, y creo que o es creepy por naturaleza y nada puede hacer contra ello, o me sigue.
En primer lugar te habla, y claro, tu contestas con "si" y sonríes con cara de no querer seguir hablando, o "no" y poco más de lo mismo, pero no se cosca, y sigue hablando, y te habla al día siguiente también. Pero bueno, eso puede ser superado, igual es que... nunca ha tratado con personas antes.
Y continúo: un día estábamos construyendo unos "marcos" por así llamarlos (aunque creo que se llaman bastidores) y vino a ayudarme.
No vino a ayudar a nadie más. No, vino a ayudarme a mí. Y yo, inocente y sencilla como soy, pensé que iba a ayudar porque...yo qué se, se aburía, y luego se iría. Pero no. La peña que da miedo no se va nunca. Bueno, que yo no era ni la más lenta ni la más mala haciéndo lo que hacíamos (aunque no me gustaría volver a clavar un clavo en mi vida, para qué os voy a mentir) y vino. Y se puso a coger mis putas cosas sin preguntar y a "ayudar", es decir, a hacerlas por mi. Y me tocó la moral de forma suprema, pero no dije nada. Pensé que se iría. O que cuando diese por satirfechas sus ansias de clavos rectos, se iría a por otra víctima, pero no. Y así seguimos casi todo el día. Pero eso ya fue hace dos semanas y yo había empezado a superarlo. Y sin embargo no era más que el principio.
Hoy, durante la exposición esta, íbamos todos al mogollón intentando rodear el hueco de la persona que hablaba, y bueno todos apiñados, por todas parte, intentando ver algo. Y este tío todo el rato en el mismo lado del grupo que yo. Es decir, no es tan grave, puede ser casualidad, al fin y al cabo. Pero la otra gente se movía, con eso lo digo todo. Y en determinado momento, oigo un ruído detrás mía, y me giro. Miro por encima de mi hombro, izquierda: nada raro, peña escuchando y tal, derecha: BAM! El careto del tipo este a dos centímetros de mi cabeza. Si hay algo en el mundo que no aguanto (y hay muchas cosas, sobre todo hoy) es que se invada mi espacio personal sin mi invitación. Quedarte pegado a un desconocido sin motivo aparente te hace merecerte una paliza. Y si llego a la presidencia eso va a ser ley. Como esa peña que se sienta a tu lado cuando el resto del autobús está vacío... al paredón todos. Si hay asientos vacíos, no te sientas con quien no conoces, y punto. No me importa que no te abrazaran de pequeño o lo que sea.
Y ahora cocluyo, una cosa, ok, otra cosa, ok, pero todo esto junto... Me da un malgenio que no veas, con eso digo todo.
Y además tengo el pelo pegajoso.
Y además luego estuve esperando la puta charla con diapositivas durante dos horas, y al final la cancelaron.
Y además tengo que hacer comida en vez de echarme a sobar.
Estoy de una mala leche tremenda.
Además tengo sueño, porque me fui a dormir a las 5 y a las 7 sonó el despertador (que intenté ignorar, pero ya me había jodido el sueño).
Y sobre todo... tuve que exponer en clase (oh, yeah, pretenciosidad y bromas malas y siléncios incómodos) y escuchar a los demás. Y hay un tío que me da mazo mal rollo en mi clase.
Pero tan mal rollo... Es decir, tiene como 50 años, es raro, y creo que o es creepy por naturaleza y nada puede hacer contra ello, o me sigue.
En primer lugar te habla, y claro, tu contestas con "si" y sonríes con cara de no querer seguir hablando, o "no" y poco más de lo mismo, pero no se cosca, y sigue hablando, y te habla al día siguiente también. Pero bueno, eso puede ser superado, igual es que... nunca ha tratado con personas antes.
Y continúo: un día estábamos construyendo unos "marcos" por así llamarlos (aunque creo que se llaman bastidores) y vino a ayudarme.
No vino a ayudar a nadie más. No, vino a ayudarme a mí. Y yo, inocente y sencilla como soy, pensé que iba a ayudar porque...yo qué se, se aburía, y luego se iría. Pero no. La peña que da miedo no se va nunca. Bueno, que yo no era ni la más lenta ni la más mala haciéndo lo que hacíamos (aunque no me gustaría volver a clavar un clavo en mi vida, para qué os voy a mentir) y vino. Y se puso a coger mis putas cosas sin preguntar y a "ayudar", es decir, a hacerlas por mi. Y me tocó la moral de forma suprema, pero no dije nada. Pensé que se iría. O que cuando diese por satirfechas sus ansias de clavos rectos, se iría a por otra víctima, pero no. Y así seguimos casi todo el día. Pero eso ya fue hace dos semanas y yo había empezado a superarlo. Y sin embargo no era más que el principio.
Hoy, durante la exposición esta, íbamos todos al mogollón intentando rodear el hueco de la persona que hablaba, y bueno todos apiñados, por todas parte, intentando ver algo. Y este tío todo el rato en el mismo lado del grupo que yo. Es decir, no es tan grave, puede ser casualidad, al fin y al cabo. Pero la otra gente se movía, con eso lo digo todo. Y en determinado momento, oigo un ruído detrás mía, y me giro. Miro por encima de mi hombro, izquierda: nada raro, peña escuchando y tal, derecha: BAM! El careto del tipo este a dos centímetros de mi cabeza. Si hay algo en el mundo que no aguanto (y hay muchas cosas, sobre todo hoy) es que se invada mi espacio personal sin mi invitación. Quedarte pegado a un desconocido sin motivo aparente te hace merecerte una paliza. Y si llego a la presidencia eso va a ser ley. Como esa peña que se sienta a tu lado cuando el resto del autobús está vacío... al paredón todos. Si hay asientos vacíos, no te sientas con quien no conoces, y punto. No me importa que no te abrazaran de pequeño o lo que sea.
Y ahora cocluyo, una cosa, ok, otra cosa, ok, pero todo esto junto... Me da un malgenio que no veas, con eso digo todo.
Y además tengo el pelo pegajoso.
Y además luego estuve esperando la puta charla con diapositivas durante dos horas, y al final la cancelaron.
Y además tengo que hacer comida en vez de echarme a sobar.
Estoy de una mala leche tremenda.