Pandemia.
Bien. Ya es preocupante esto de la influenza porcina, porque al parecer, ya se está extendiendo a más lugares que no guardan ninguna relación entre sí: Israel, Nueva Zelanda, Australia. Súmenle que hace unos minutos se suspendieron las labores en todo el país, incluyendo por supuesto, en mi estado. Ya me estaba preparando para ir a la escuela cuando uno de mis compañeros fue avisado por el director y entonces, se esparció la noticia como pólvora.
En efecto, la influenza porcina ya es una pandemia grave y sería muy estúpido no admitir que si tengo algo de temor. Después de todo, no sería la primera vez que una epidemia diezmara a la población y, dado el alcance y la rápida tranmisión de ésta, no sabemos qué tan efectivo y preparado esté el gobierno para atenderla si tenemos en cuenta la situación mundial actual que hace unos tiempos estuvo imperando (y que, coloquialmente, la conocemos como crisis). Además, en situaciones comunes, los hospitales siempre se encuentran repletos y ahora... ¿habrán vacunas, medicinas, para todos?
En fin. A prevenir, que es mejor que lamentar. Un link de interés, para saber más de este virus:
De la American Public Health Association (APHA)