Apr 18, 2006 10:30
Hoy no me aclaro el pensamiento. Está todo enmarañado. Como las cañas de pescar mariquitas que tiene número dos siempre enredadas antes de jugar. Sé que podría sentarme y con paciencia deshacer los nudos. No son grandes nudos, solo hilos entrecruzados por jugar con ellos. Pero no me apetece.
Los niños han vuelto hoy al cole. ¿Será posible que me haya dado pena? ¿En que momento me he vuelto idiota completamente?
Todo es por el jarabe. Si no tomo jarabe, tengo mocos, lloro constantemente, las ronchas invaden mi piel pero me siento agil mentalmente, no puedo parar de hacer cosas y de pensar. Si tomo jarabe, respiro por la nariz, solo me llora un ojo y consigo estar quieta a ratos pero no me sale el pensar fluidamente.
Creo que no hay suficientes poesías para los efectos secundarios de los antihistamínicos.
Tú que pones paz a mi mente.
Tú que adormeces mi ser.
Tú que calmas mis lágrimas.
Tú que regulas mi tos.
Sí, tú, que anulas mi adrenalina,
mi epinefrina
¿Debo incluír, mi aspirina?
Te odio y te amo.
Igual de primera generación
como aquel Inistón
que me daba mi madre,
que al Zyrtec, al Aerius
o al Alergol
que me suministo solita yo.
Oh Primavera que
mi ser altera.
Oh, ácaros, polen, polvo y nada
(Vale, la nada no rima
pero a Góngora citaba)
¿Por qué me tratáis así?
¿Qué pecado cometí?
(Sí, sí, ahora era al de la Barca)
Me maltratáis desde siempre
Que si asma, que si tos
que si cada día respiro peor.
Y lo dejo por injusto
pues el peor de los insultos
es decir que el chocolate,
(caramba, rima con Colate)
llena mi cuerpo de bultos,
que a mi familia entera,
más de uno yo les diera.
¿El qué? ¿Qué preguntáis?
Más de uno grande, un susto.
Creo que aquí lo dejo.
Marcho a escribir
a Don Angel González,
a ver si hay suerte
y se anima,
Y una oda crea
a la histamina.
lembe