Sep 07, 2008 21:13
Tiempo sin escribir y poca variación en mi vida. Los sueños siguen ahí. Solo posteo para eso: para poner aquí un par de sueños que quiero recordar. Sueños, que ya no tanto por haberme marcado, sino por extraños y retorcidos, quiero tener presentes.
La verdad es que con estos me quedo bastante perdida porque no sé cómo interpretarlos..
-El del mosquito gigante.
Estaba en mi casa. Debía ser un sábado o un domingo por la mañana. Uno de esos días tranquilos sin resaca en que te levantas despejada mientras los demás siguen en la cama y la claridad ya entra por la ventana.
Primero oí el zumbido: fuerte, penetrante. Un zumbido continuo que notabas en el cuerpo. Lo oías y lo notabas. Se te metía dentro.
Mi ventana medio abierta. La mosquitera puesta. El jardín y el Sol fuera y yo dentro en pijama. Me acerqué a la ventana porque sabía que el zumbido venía de allí. Lo notaba acercándose. Esperaba ver aparecer a aquello fuera lo que fuera.
Bajó en perpendicular al suelo. Como si hubiera estado siguiendo la pared de fuera del edificio hasta llegar abajo y se encontrara con mi ventana. Se quedó ahí, pegado a ella, en el aire. El zumbido constante en mis oídos y entrañas y la imagen aterradora de un mosquito enorme, irreal, horroroso. Metro y medio de largo al menos. Llevaba las patas recogidas o lo que fuera porque no las vi y verlas desplegadas habría sido aún más aterrador. El movimiento tan rápido de sus alas me hacía verlas borrosas. Mis ojos abiertos mirando. No lo podía creer. Su tronco era enorme: largo, redondo, lleno de gruesos pelos negros. Como una mano de ancho. Moviéndose por la vibración. Casi veía esos gruesos pelos moverse por la vibración. Había vida ahí. "Eso" estaba vivo. Estaba vivo y estaba en mi ventana mirando hacia dentro. La mosquitera entre "eso" y yo. La luz y el zumbido fuera.
Pensé en que mi madre TENÍA que verlo. Me moví rápido hacia su habitación dónde aún dormía. Iba gritando "Mamá, mamá... tenéis que verlo... hay un mosquito enorme en mi ventana". Abría la puerta de la habitación de mi madre y la de mi hermana pequeña. Estaban aún dormidas y se quejaron. No me entendían bien al principio y luego no me creían y yo no supe, en mi estado de shock, poder describirlas mejor lo que había en el jardín y entonces pasó: un ruido que me aterró. La mosquitera había caído. Me giré y corrí a mi habitación. Aquello ya no estaba fuera. El zumbido seguía. Ahora era diferente. Sabía que aquello estaba dentro de casa.
Fui de un lado a otro de la casa buscándolo. No lo veía. Mi madre y mi hermana levantadas. Yo en el pasillo y lo oigo y luego lo veo. Veo algo horrible que no debía estar en este mundo ir a ras de suelo. Enorme, oscuro. El zumbido terrible dentro de mi casa, pasando cerca de mis pies, como si se arrastrara.
Nostras gritábamos y saltábamos y no sé dónde estaría mi gato, pero suponía que se habría escondido porque él es más listo. Aquello yendo de un lado a otro de mi casa. Huyendo de los gritos. Se escondía debajo de la cama de mi madre y luego salí y atravesaba el pasillo hasta el salón y luego volvía....
No recuerdo cómo acabó el sueño. No sé qué más pasó. Me desperté confusa, asustada y sobre todo extrañada después de haber visto algo así... algo tan horroroso..
-Las ovejas putrefactas colgando de las nubes..
El huracán Gustav ha pasado hace poco por Nueva Orleans. Amenazaba desastre y no lo ha sido. Todas las televisiones haciendo eco de semejante noticia y yo soñando por ello con tormentas:
Nubes oscuras en el cielo. Tormentas por todos lados. La naturaleza sin control. Yo tenía que viajar o iba viajando o algo así. No recuerdo con quién. Creo que iba en un autobús que se averío y nos dejó abandonados en la carretera. Andábamos perdidos huyendo de la tormenta y de algo más. El mundo siempre sin control. Todo perdido. Sin esperanza andábamos esperando llegar a algún lado. Mucha gente andando por la carretera. El horizonte nublado. Árboles alrededor. Humedad en el aire, la olía en sueños.
Andábamos y nos íbamos encontrando con más gente. Sin esperanza.
Paisaje destrozado por la tormenta. Árboles caídos, ramas rotas por todos lados. Hojas, charcos. Miramos al cielo. Se acercaba algo. Lo veíamos y no nos extrañaba nada. Era como si fuera normal que algo tan irreal ocurriera. Algo tan horrible.
Había unas veinte o treinta ovejas muertas. Pelo mojado por la lluvia. Colgaban muertas. El olor de la putrefacción nos llegaba. Nosotros mirábamos desde abajo. Iban enganchadas por las patas. Algunas de una sola pata y otras de un par de ellas. Colgaban de cuerdas. No había nudos sino que era como si se hubieran enganchado. Enganchadas accidentalmente a ramas. Ramas y tormenta y vientos huracanados. Debían haber sido arrastradas por la tormenta. Nosotros debajo mirándolas acercarse colgando de esa nube. Enganchadas en cuerdas, que a su vez estaban enganchadas en ramas que a su vez estaban en el aire por la tormenta y no sé que mecanismo irreal las manteía ahí en el aire, viajando sin rumbo. Más desesperación y muerte y sin sentidos. Putrefacción, humedad, oscuridad y sin sentidos.
Señalábamos al cielo y mirábamos viéndolas pasar. Alguien comentó algo referente a que había que tener cuidado de que no cayera ninguna. Estuvimos atentos. Nada pasó, pero continuamos viendo pasar aquello tan terrorífico, aquellas ovejas muertas. Veíamos como avanzaba, lenta y tristemente. Nosotros parados en aquella carretera que ahora era un camino abarrotado de grupos de gente que avanzaba sin rumbo... y entonces ocurrió: alguna de las cuerdas se soltó, se aflojó y una de aquellas ovejas mojadas y putrefactas cayó. Se hizo silencio primero y luego al ver lo que pasó los gritos de pánico y horror se propagaron entre todos nosotros y es que la oveja había caído sobre alguien...
El sueño se hace luego más borroso... cayeron más ovejas. Murió más gente. Nosotros lo veíamos y al igual el resto de la gente que había en aquella carretera y nadie podía hacer nada por evitarlo. La gente moría aplastada. Las veíamos caer. Veíamos las ramas aún verdes de las que colgaban, sostenidas antinaturalmente del cielo...
Este último sueño le tuve el viernes. El del mosquito fue la semana pasada... Ha habido alguno más que ya no recuerdo.
chorrada del día,
sueños