Titulo: Alguien como tu.
Autor: Ania
Personajes o parejas: Puck/Kurt - Santana/Brittany - Kurt/Santana - Puck/Otra, Sue Sylvester, Mr Schuster, New Direction.
Beta:
kyra_theurge Resumen: Santana está decida a recuperar a Brittany y sus lady kisses, así que decide que los celos son el camino adecuado, y después de ver que con Sam no funciona, recurre por ayuda a quien Santana sabe que Brittany reacionará, Kurt Hummel, su ex novio con manos de bebé.
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Parte 2. Enfrentamientos.
Kurt acomodó su bolso sobre el hombro derecho, caminando a encontrarse con Santana junto a la fuente cerca del salón del coro. La cabeza alta, espada recta y un leve balanceo de las caderas. Pensó en lo que estaba sucediendo.
Después de su ruptura con Blaine y aunque estuviera de vuelta con todos sus amigos, se siente solo en Mckinley. Aquí no hay chicos que estén dispuestos a salir del armario, ni siquiera con la salida de Karofsky y Azimio.
Sin nada más que hacer, decidió que ayudar a Santana no podía ser tan malo. "Por lo menos, aburrido no será"
Con un beso en la mejilla, saludó a Santana y procedió a enterarse más de este plan. Ellos tienen esta especie de camadadería basada en el respeto mutuo. Ambos respetan a una perra cuando la ven.
Kurt podía apreciar claramente el punto estético del poder conjunto de la sensualidad latina de Santana y su propia belleza perfecta de porcelana. No es que a él le gustara ser comparado con las muñecas escalofríantes de ojos vacíos. Pero sabía tomarlo como un cumplido a su piel perfecta y sin defecto. Puso mucho trabajo en ella después de todo. También podía escuchar los murmullos de asombro y envidia en los pasillos cuando pasaban tomados de las manos.
Y si "Aterrorizar" era lo siguiente, podrían hacerlo.
Kurt estaba contento con su línea de pensamiento, cuando Puckerman se les atravesó en su camino. Santana lo miró aburrida.
-¿Tienes algún problema Puck?- Santana sonrió maliciosamente y miró a Kurt. Se sonrieron uno al otro, Santana acercó más sus cuerpos y Puck abrió la boca para protestar por el acercamiento.
-Deben parar, lo que sea que estén tramando, nadie va a creer que Hummel se ha vuelto hetero por ti, Santana- dijo Puck.
El primer obstáculo. Interesante.
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Puck no había querido ser el primero en acercarse, pero al ver a los otros Gleeks en distinto grado de shock, no le dejó muchas opciones.
En la sala del coro, Berry gritaba sobre un complot por parte de la entrenadora Sylvester. Mientras Quinn murmuraba sobre tiaras y robos. Tina hacía monerías con Mike. Artie chocaba su silla en la pared y Brittany lo miraba sentada en el piano junto al Señor Schuster. Finn se tiraba el pelo en un rincón mientras Sam le palmaba la espalda, comprensivo. Mercedes solo sonreía y negaba saber nada.
Puck suspiró. Ella nunca revelaría un secreto de Hummel, ni siquiera uno que involucrara a Santana. Podía aceptar la lealtad de la chica hacia Hummel. Era muy Badass de su parte que ni bajo amenaza de Berry de no dejar de gritar hasta que hablara, ella no cediera.
Por descarte, ahí estaba él.
"Firme Puck", se alentó a sí mismo. "No dejes que te intimiden, eres un Badass, un Puckasaurus Rex". Puck se dió una palmadita mental. "Tú puedes con el Rey de las Hadas y Satanas".
- ¡Hummel, tú eres inteligente, sabes que esto solo hará enojar a los otros deportistas! -
Santana gruñó y Hummel sonrió. Estaba tan muerto.
- ¿Insinuas que yo no soy inteligente, Puckerman? - Santana practicamente escupió su nombre mientras se acercaba rápidamente a él. Por lo menos había soltado a Hummel. -Porque si vamos a medir el Coeficiente Intelectual, primero tendrías que aprender que significa Coeficiente Intelectual- "Auch, Santana mordía fuerte". Puck de reojo observó a la multitud que se había formado y los miraba asustados.
Se pregunto de nuevo porque había aceptado ser el primero en hablar. Nadie lo se lo había pedido después de todo.
Hummel, detrás de Santana con los brazos cruzados frente a su pecho, se veía aburrido.
Santana sabía que esta era su oportunidad de demostrar en McKinley quien mandaba ahora. Hizo un gesto con el pelo agitándolo hacia atrás y Hummel tomó el lugar a su lado. Iban a jugar ahora. Santana iba a tomar el poder en McKinley High y Brittany S. Pierce sería suya y nadie diría una mierda sobre ello.
Y si Puckerman quería ser el primero en pasar debajo de la bota de Kurtana, bien por él. Después vendrían el resto de deportistas.
"Solo mira McKinley. Solo mira."
- Santana, cariño, ¿por qué pierdes el tiempo así?- la voz de Hummel sonó despacio y más ronca de lo acostumbrado. Puck casi podía jurar que había ronroneado la frase. Mierda.
- Satanas puede defenderse sola, Hummel - Puck habló sin pensar más que en la mano de Hummel en el hombro de Santana.
Un deportista de la multitud dijo antes que el juego de miradas siquiera comenzara.
-Hadita, Lopez es una perra y tiene dientes, ¿sabes? Puckerman puede asegurarlo de primera mano- el imbécil rió
Murmullos y risas se extendieron por el pasillo. Puck miró shockeado como Hummel dió media vuelta y enfrentó al chico.
- Tu pequeño cerebro no podría distinguir entre una puerta y una ventana, así que cuando pienses que algo es divertido, no lo es - el desportista intento avanzar amenazante.
Entonces ocurrió. Hummel avanzó y lo golpeó en la nariz. Puck parpadeó. Todos callaron asombrados. Los deportistas se movieron rápidamente a por Kurt.
- ¡Pedazo de mierda, Marica! ¡Vamos a destrozar tu cara de puta!- gritó uno. Puck se movió para bloquearlo. "¡Mierda Hummel muevete!", pensó Puck, asustado.
- ¿Qué hacen tantos desperdicios en un mismo lugar? ¿Han descubierto que son innecesarios y planean un suicidio masivo?- la voz llego fuerte y clara, haciendo retroceder a los más valientes y los no tanto, que huyeron con rapidez de la escena. Porque si Sue Sylvester podía apoyar una causa tan noble como esta, es que no había salvación.
- Entrenadora Sylvester, ¡los parásitos se están metiendo con Kurt!- la voz de Santana sonó dulce y burlona.
La Entrenadora frunció el ceño amenazante. - ¿Quién cree que puede poner sus sucias patas en mi líder Cheerio?- gruñó amenazante.
Los deportistas retrocedieron asustados. Ella sonrió como un tiburón. Puck retrocedió por si acaso. Hasta un Badass como él debía temer a algo, especialmente si ese algo era Sue Sylvester cabreada.
Hummel bufó llamando la atención. - Los simios ya no respetan a los Cheerios, Entrenadora, creo que deberíamos recordarles porque ellos son unos perdedores y nosotros ganadores-
Sue Sylvester lo miró fijamente, Hummel solo levantó un ceja.
- ¡Desaparezcan mal control de natalidad!- gritó repentinamente la mujer. Puck hizo una mueca. - ¡O van a descubrir lo que significa el verdadero dolor!-
Los deportistas dieron media vuelta y huyeron. Los pocos estudiantes que se habían quedado observando corrieron a sus salones.
- Porcelana, a mi oficina, ¡AHORA! -
Santana parecía a punto de discutir, pero Hummel le dió un ligero apretón en el brazo y la envió junto a Puck.
- Por supuesto, Entrenadora-
Puck se estremeció, incómodo. Eso había sido caliente. Pensar en la voz de niña y en los apretados pantalones de Hummel era una cosa. Pero pensar que Kurt Hummel con su actitud perra era caliente, era otra cosa.
Continuara.