Nombre: La observa
Para:
circes_pantiesFandom: D.Gray-man
Pairing: Kanda/Allen Yuu/Amy (?)
Advertencias: crack!fic, Kanda y Allen transformados en chicas, yaoi yuri
Palabras: 487
Aclaración: han sido transformados en chicas debido a que era una de las bases del bragathon, no crean que es proque yo lo prefiero así :'D
Observa, de reojo. Con el ceño fruncido y el mal humor que parece crecer cada día.
Ella es Yuu Kanda. Prefiere que la llamen Kanda, simplemente porque detesta su primer nombre. Y ella -sí, ella-, observa disimuladamente a la nueva exorcista.
Una tal Amy Walker, de cabellos blancos y cortos que parece contestar y hablarle a todo el mundo con cortesía y amabilidad, junto con una sonrisa que parece que nunca se le borra de la cara. Kanda no está segura de por qué le molesta e irrita tanto, pero simplemente no la soporta cerca.
Le saca de sus casillas.
Aprieta los palillos y se dedica a seguir comiendo de su soba, tratando en la medida de lo posible de ignorarla. Lo intenta, claro, porque es tanto el alboroto que la gente causa, que simplemente no puede evitar escucharla a cada momento.
Le enferma su angelical voz, detesta verle a la cara y también aborrece esas manos pequeñas, que parecen tan suaves a la vista y…
¿Dije yo angelical voz? Eliminemos aquello, por favor.
Todos saben que Yuu Kanda detesta a los débiles y lo expresa con naturalidad, lo que significa palabras groseras y miradas despectivas.
Kanda cree que en ese grupo de “personas débiles”, entra Amy Walker.
Por eso, siempre se lo demuestra. Pero ella nunca imaginaría que aquello llegaría tan lejos, ni que tampoco estuviera tan equivocada. Como ahora.
Porque Amy no es débil y al igual que Kanda, trata de demostrarlo como le sea posible.
Entonces es normal que Kanda la acorrale en el baño común y que ella responda con fuerza y agresividad. Quiere demostrar que no es débil y que Yuu no es nadie para tratar de dominarla ni mucho menos creer que es capaz de besarla, sin que ella oponga resistencia. O por lo menos, quiere demostrar que no es incapaz de ser ella quien domine.
Y es ahí cuando la temperatura aumenta y la pierna de Yuu se escurre entre sus piernas, frotando y maldita sea, le es inevitable soltar un gemido que ahoga con sus manos, mientras esa energúmena adorna sus labios con una sonrisa de superioridad.
- Bruja.
- Cállate, imbécil.
Luego, es normal que Lenalee se extrañe cuando las ve salir a ambas del baño, con la ropa mal puesta y una mirada que parece una promesa de pronta invitación para algo que ella desconoce.
A Amy le preocupa.
También le inquieta, incluso podría decirse que la pone algo nerviosa. A veces cree que Kanda se le escapará de las manos o que simplemente se aburrirá, piensa también que aquello es un juego, un círculo vicioso del cual no puede escapar, pero Yuu sí.
Le aterra saber que de verdad algo más puede estar creciendo dentro de sí.
Pero entonces se regaña a sí misma, diciéndose que solo esta pensando estupideces y por favor, es Yuu Kanda, jamás me enamoraría de una mujer así.
Es simplemente ridículo.
Nombre: Él creía
Fandom: Naruto
Para:
circes_pantiesPairing: ino/sakura
Advertencias: bishonen-ai, sin llegar a yuri
Palabras: 407
Sasuke siempre creyó que Ino y Sakura eran enemigas.
Lo recuerda desde que tenía trece años, cuando ambas peleaban por algo de su atención, sin importarles si él las rechazaba o simplemente las ignoraba. Ambas, con sus miradas coquetas y Sasuke-kun, creo que me torcí el tobillo ¿me ayudas?.
Decir que su actitud era repulsiva sobraba bastante, tomando en cuenta que Sasuke detesta el contacto físico.
Ahora tienen dieciocho años, ha vuelto a Konoha. Todo parece normal, idéntico a como cuando abandonó. Están un poco cambiados físicamente, también más maduros; aunque Naruto no podría entrar demasiado en aquella categoría, él parecía ser siempre un niño.
Sin embargo, grande fue su sorpresa al descubrir que ahí había algo más que rivalidad.
El descubrimiento no fue repentino, siempre le puso demasiados peros o simplemente se negaba a creerlo. Era demasiado irreal y extraño para ser cierto.
Lo sospechó un día cualquiera, cuando caminaba tranquilamente por la calle, siendo ya tarde por la noche. No podía dormir y creyó que una caminata nocturna despejaría su mente y le ayudaría a relajarse. Mas cuando dobló una esquina, se sorprendió de ver a Sakura sosteniendo las manos de Ino.
No comprendió, pero tampoco se detendría a indagar en detalles.
Otro día, sucedió que Ino, Sakura y Shikamaru habían sido enviados a una misión. Se enteró de los detalles por medio de Naruto, quien le dijo que un error de cálculo por parte de Shikamaru casi ocasiona la muerte de Sakura.
Ino se había puesto histérica y no dudó ni un minuto en entregar casi todo su chakra a Sakura, aún cuando la herida hubiese sido menor gracias a los asombrosos reflejos de Haruno.
También notó miradas, roces y señales. Pequeños detalles que no pasaban desapercibidos por una persona como él.
Y ahora, sentado en el Ichikaru, comiendo ramen junto con Naruto, se pregunta cómo rayos no se lo creyó hasta ahora.
- Naruto.
El aludido sorbió el caldo ruidosamente, para después girarse y encararlo.
- ¿Qué pasa, Sasuke-teme?
- ¿No lo notas? ¿No notas algo diferente en Ino y Sakura?
Parece meditarlo, porque se lleva una mano a la barbilla, tratando de hacer memoria.
- No ¿Por qué lo dices?
Duda un poco, solo un poco. Pero se decide por la opción más sensata.
- Por nada.
Naruto no se muestra interesado, por lo que simplemente se dedica a pedir otro bol de ramen, ajeno a lo que esas dos mujeres ocultan.