Cuando a veces pasa que uno llega al punto en donde el espejo -esquirla de verdad, de un raciocinio pudiente- se encuentra con la falange izquierda y sólo quiere llorar y llorar y olvidar. A veces pasa que Narciso no cae en el agua sino que escupe en ella.
A veces pasa que uno decide tambalearse.
Rodar en reversa, retroceder en talones dudosos, por
(
Read more... )