Oct 26, 2010 22:36
Hace algunos años en una localidad de Kentucky en Estados Unidos yacía en su lecho de muerte una escritora muy famosa, sus hijos y personas más allegadas rodeaban su cama esperando con triste ansiedad el suspiro final; célebre por su audacia y sus frases ingeniosas era dueña de una inteligencia y un carácter grandemente admirados y era también tenida por una gran consejera, en un momento determinado de la velada uno de sus hijos se le acerco y le preguntó con cierta reticencia cuál había sido la cosa más bella que recordaba de su vida, ella lo pensó por un momento y respondió poco después con una sonrisa cómplice en el rostro y sin atisbo de duda: Mis amigos, si hay algún recuerdo bello en mi memoria ,han de ser definitivamente mis amigos.
Decía un gran filósofo, que vivir sin amigos no era vivir en lo absoluto, y yo le doy totalmente la razón, pregúntense ustedes que sería de nosotros sin aquellos seres que nos hacen sentir que no hay travesura lo suficientemente grande para no ser perdonada ni problema lo suficientemente extenso para no ser comprendido, ¿Que sería de nosotros sin las conversaciones cómplices, sin los regaños oportunos y el hombro para llorar cuando sentimos que el mundo se nos vienen encima así estemos, en nuestra fantasía, erigiendo montañas de simples granos de arena?, ¿Que sería de nosotros sin esas personitas que se saben toda nuestra vida en estricto orden cronológico, que nos conocen casi hasta el último rastrojo de defectos y aun así siguen siendo nuestros amigos?
Existen diferentes tipos de cariño y no se quiere a todas las personas de la misma forma, pero hay uno, a mi parecer, que es más sublime, más trasparente y más desinteresado que cualquier otro: El cariño que te brinda un amigo, porque ciertamente es el único que se da sin esperar nada a cambio (porque el amor, no nos engañemos, es siempre un poco egoísta), el único que supera toda razón coherente en la que dos personas que no tienen nada que ver -que pueden tener nada en común- le dan un poquito de aire a la vida de la otra, un amigo es aquel con el que se puede pensar en voz alta sin miedo al rechazo.
Hoy quiero hacer un reconocimiento a mis amigos y celebrarlos, porque un hermano puede no ser un amigo pero un amigo siempre será un hermano. Porque existe ese pequeño mundo que no se muestra en soledad, que sólo aflora en compañía.
yo y mi pseudofilosofía barata.,
lo que pienso,
lo que soy