Escrito para
30vicios Autor:
kaori_konekoFandom: Prince of Tennis
Personaje/Pareja/Trío: Niou Masaharu/Yagyuu Hiroshi
Tabla
#13 - Piel
No tenía idea del efecto que un poco de piel podía causar... O quizás si lo tenía y por esa misma razón lo hacía. Si, sí lo sabía el infeliz; ya era fácil comprobarlo, porque le estaba mirando descaradamente.
Piel tersa, suave, nívea... brillante, en esos momentos, cubierta de sudor que lejos de ser repugnante sólo lograba hacerla lucir mucho más deseable de lo normal.
Como si no bastara, tenía que moverse así, tenía que llevarse una mano a su abdomen, levantando la polera descuidadamente, dejando ver mucho más, mostrándole a todo el que quisiera ver.
No estaba loco. De hecho, no era el único el cual se dejaba enviciar por aquella piel; para cualquiera era igualmente atractiva y perfecta, para más de un par de ojos era difícil despegarse... y era normal, después de todo, eran un grupo de jovenes hormonales; no tomaba mucho lograr excitarlos, mucho menos cuando uno de los jóvenes se empeñaba en mostrarse exhibicionista y deseaba tentar a medio mundo.
No tenía por qué sacarse la polera, de eso estaba seguro.
-¡Niou, ponte la polera ahora!-
'Si, 'Niou-kun' póntela antes que haga algo estúpido...'
-Demo, fukubuchou, hace demasiado calor.-
...Ese era un buen punto. Y ahora hacía más calor. Y ni siquiera podía tirar un maldito insulto o patear algo.
-¡Niou!-
-Voy a morir de calor si me pongo la estúpida polera.-
-Entonces ve a refrescarte y vuelve, ¡rápido!-
-Aye, aye...-
Pero fue peor. Si ya sudado, sin polera, se veía bien, de vuelta, sin polera y mojado... las gotas delineando su figura, bajando por su cuello, por sus pectorales y por la curva de su espalda...
'Maldito.' Pensó el joven de lentes, tratando de no sonreír ladinamente, como tan acostumbrado estaba. 'Ni siquiera yo salgo con esas... se está aprovechando.'
Si pensaban que Niou era con él que tenían que tener más cuidado, sólo era parte de la verdad; porque Yagyuu como Niou era mil veces peor. Seguía siendo Niou para el resto del mundo, pero Niou se daba cuenta.
-Y la próxima vez me toca a mi, ya vas a ver.- Murmuró inaudible 'Yagyuu' desde su posición, tratando de aguantar el insoportable calor.
#14 - Licor
Habían bebido. En Niou no era muy sorprendente, porque ya estaba acostumbrado tanto al alcohol que no temía beber y beber, sin tener control alguno, o tener miedo de lo que pudiese pasar después. Pero Yagyuu había tomado. Había bebido bastante, y pasado el límite entre 'en las nubes' hacia 'todo borroso y gracioso', y los papeles, por primera vez se veían invertidos sin tener sus famosos cambios de identidad de por medio.
No había sido muy difícil hacer que Yagyuu tomase, ya que a diferencia de la cerveza u otras bebidas, el licor tenía un sabor dulce, y uno tras otro era mucho más fácil, dejándose llevar por la dulzura y no dándose ni cuenta cuando ya era demasiado tarde.
Quizás había sido la insistencia por parte de Niou, en pasarle vaso tras vaso, convencer a su compañero de a poco que tomara; una porque en realidad sentía curiosidad de cómo actuaría un Yagyuu más desinhibido, y dos porque se veía demasiado tenso, más aún en este periodo en que los exámenes se acercaban.
-Nnnniou-kunn...-
Y Niou ya creía que Yagyuu iría a botar los honoríficos con menos consciencia... que tonto.
-Nnnn...iou-kun~-
-¿Hm?- Sólo respondió porque de seguro si no lo hacía, el 'caballero' aún más ridículamente caballeroso con alcohol ingerido, podía pasarse media noche llamándolo hasta obtener algún tipo de respuesta.
-Qui...ero ir...-
-¿A casa?- Ayudó, alzando ambas cejas, aunque bien sabía que no era eso.
-Al bañññño...-
Parpadeó, hizo una mueca y asintió sin más. No le molestaba llevar a Yagyuu al baño, y sabía, después de ver a Yagyuu caer y tropezar casi cuatro veces sobre la misma mesita, que Yagyuu quería ir al baño; sólo estaba probando cuanto se demoraba en pedir el favor explícitamente.
Niou llevó a su compañero al baño. Sin propasarse ni nada. Le hubiese gustado, si debía ser sincero, pero Yagyuu tenía que estar más consciente para eso, o no habría mucha entretención... ¿cierto? Bueno, eso quería pensar. O también quería pensar que no era tan bastardo como todos creían, aún cuando su mente si divagó más de tres veces en el asunto, teniendo al joven de lentes a su merced.
Fuera cual fuera el caso, luego de eso, y tres horas de sentirse como Jackal (aka una niñera) decidió que era suficiente y arrastró a su compañero a su casa, lanzándolo en la cama poco ceremoniosamente en cuanto pudo y luego sentándose en el suelo, apoyado en la orilla de la cama para ver el rostro del pelicastaño.
Adoraba ver a Yagyuu así. Simplemente, era adorable, porque no había otra palabra que pudiese describirlo mejor, por muy reiterativo que fuese. Y era bastante decir, viniendo de Niou Masaharu, porque nada era lo suficientemente adorable como para vociferarlo... a excepción de esto, quizás.
Una sonrisa tomó los labios del peliplateado, a la vez que sus dedos pasaban lentamente entre las hebras castañas, apenas acariciando el pelo del otro joven. Su mano derecha se acercó al rostro de Yagyuu para remover los lentes, doblarlos y dejarlos sobre la mesita de noche, las orbes claras no dejando el rostro relajado y dormido del otro joven ni por un instante, hasta que finalmente sus ojos comenzaron a cerrarse por voluntad propia.
Estaba agotado. Cuidar de un Yagyuu medio ebrio era más difícil de lo que parecía.
Bostezó y se acomodó sobre su cama, a un lado de Yagyuu, sin tomarse el tiempo de cambiarse de ropa y cayó rendido.
La próxima vez que abrió sus ojos, sintió algo sobre su cuerpo. No le tomó mucho reconocer, con una sonrisa de satisfacción, que era su compañero de dobles, encaramado sobre su cuerpo, la cabeza del mayor sobre su pecho, sus manos aferradas a su costado, y sus piernas entrelazadas. Y él no había movido ni un dedo, de eso estaba seguro.
Sus ojos se quedaron abiertos, observando el rostro calmo del pelicastaño, y no pasó mucho antes que los ojos castaños se abrieron y le miraran de vuelta, con confusión, sorpresa y más tarde, verguenza, seguido del tinte carmesí en sus mejillas.
-¿Te gustó el licor de anoche, Yagyuu~?-
Fue lo único que dijo, antes de sentir cómo la calidez del otro cuerpo se alejaba del suyo abruptamente. Observó con una sonrisa ladeada como el mayor buscaba sus lentes torpemente y salía de la habitación para dirigirse al baño sin una sola palabra.
Si, definitivamente el licor hacía bien.
Uh-uh... la imaginación se me acabaa X_x;