Fanfic de Pierrot. AWAKING BUD

Oct 31, 2009 00:06

Disclaimers: La historia sobre el pasado de Kirito es lo que yo creo que lo tiene así, pero no hay ningún tipo de veracidad en esto.

En el rincón de una habitación un niño está hincado, cubriéndose la cabeza con las manos. Sus mejillas están surcadas por las lágrimas y varias cosas a su alrededor se estrellan contra la pared; como si alguien estuviera destrozándolo todo.

-¡Shinya, ven aquí, hijo…! -una mujer de cabellos negros y una corta estatura se encontraba parada en medio de la habitación con las manos y el rostro manchados de sangre. Una sonrisa extraña se dibujó en su delgado y demacrado rostro.

El pequeño, temblando de miedo, no quería que esa mujer supiera de su escondite.

-Sólo quiero abrazarte, hijo, ¿que ya no me quieres? Además, quiero saber dónde está tu hermanito.

-¡Mamá! Deja a mi hermano -el niño se levantó, dejando ver su pequeño cuerpo entre las sombras.

-Shinya, ¡ahí estás, pequeño! -corre sin importar lo que a su paso tenía que quitar. Abraza al pequeño con fuerza-. ¿Por qué te escondes de mamá? -la mujer toma entre las manos el cuello de Shinya y comienza a asfixiarlo. Shinya siente que no respira, pero su vista se vuelve borrosa.

-¡¡¡Ah!!! -un chico muy delgado se levanta de golpe de su cama, con gotas de sudor en la frente y el cuello-. De nuevo ese maldito sueño… cómo la odio… -aprieta las sábanas y abraza sus piernas para echar la cara entre las rodillas-. Estas últimas noches no he podido dormir bien… -piensa, mientras una lágrima corre repentina por su mejilla-. ¡¡Maldita sea!! -se incorpora en un movimiento brusco y golpea su cama con el puño.

Escucha unos golpes en la puerta y una voz gruesa le pregunta:

-Kirito, ¿estás bien?

-Sí, Kohta, no te preocupes…

-Te veo en el desayuno.

-Sí… ahí estaré… -Kirito se levanta y se mete al baño con desgana. Se lava la cara y observa su reflejo en el espejo; ese rostro mojado le recordaba algo-. ¡¡¡¡¡Déjame!!!!! -golpea el espejo, haciéndole algunas grietas y a su puño unas aberturas de las cuales brotaba sangre-. Debo dejar de pensar en ella -Kirito se quitó la ropa sin importarle la herida y se metió a bañarse. No tardó mucho, así que pronto ya estaba en el comedero con los otros miembros de PIERROT.

-Buenos días, Kirito -Aiji, el guitarrista, lo saludó con una sonrisa mientras tomaba su café.

-Odio ser el último en levantarme -se sienta de mala gana.

-¿Por qué? -Jun, el otro guitarrista, preguntó con un pan en la boca.

-¡¡Porque tengo que saludarlos a todos!!

-Pues no sé cómo lo haces, ¡porque a mí no me has saludado! -Takeo salió de la cocina con un plato y su caso de jugo.

-¡¡No te había visto!!

-De todas formas nunca nos saludas -Kohta se sentó a su lado.

-Porque me da flojera -o-

-Ja, ja, ja. Siempre es lo mismo contigo -Aiji se levantó de la mesa para ir por su desayuno.

-¿Qué vamos a desayunar? -Kirito recargó su barbilla en su mano, aburrido.

-No sé, lo que tú quieras -Kohta se levantó con una sonrisa.

-O sea, ¡¡¿que es autoservicio?!!

-¡Sí! ¡Bravo! ¡Lo dedujo! -Jun aplaudía.

-¡Oye! ¡No soy un retrasado como tú!

-¡¡¿Ah?!!

-Tranquilos, muchachos -Takeo se interpuso y le dejó su plato con huevos estrellados y dos rebanadas de pan tostado a Kirito.

-¿Para mí?

-Sí -Takeo le sonrío tiernamente.

-Gracias -le sonrió levemente y volteó a ver a Jun para enseñarle la lengua a forma de victoria.

-¡¡¡Ah!!! ¡¡Como sea!! Voy por mi desayuno -se levantó y se mete a la cocina junto con Aiji y Kohta.

-Parece un niño, ¿ne? -dice Jun con una sonrisa tierna en su cara redonda.

-Sí, y tú también, discutes con él.

-Es divertido, Aiji ^^

-¡Oh, ya veo!

-¡No parece que él fuera el mayor! -mira pícaro a Kohta, como burlándose.

-Ja, ja, algunas veces, pero me gusta su forma de ser, ¡me consiente mucho! ^----^

-Sí, lo sabemos -o- -contestaron los dos al unísono.

-Je, je ^^U

El desayuno termina con sonrisas en los rostros de todos. Se llevaban bien juntos y les agradaba la compañía. Tal vez les gustaba más la compañía de alguien en especial, pero aun así todos estaban juntos realizando lo que les gustaba tanto, la música. Lo que había unido sus caminos y que los estaba llevando hasta la cima rápidamente, colocándolos como una de las bandas de rock más famosas del Japón.

Sin embargo algo estaba pasando últimamente con su vocalista, de repente estaba muy susceptible y les reclamaba por cualquier cosa. “Tal vez sea por que no ha dormido bien,” se intentaban explicar los miembros.

Un día de esos Kirito perdió el control en su habitación, se escuchaban golpes y cosas que se rompían.

-¿Es en el cuarto de Kirito? -Aiji se levantó del sofá donde estaba descansando.

-Creo que sí -Jun y Kohta jugaban a la PlayStation junto con Takeo, todos al mismo tiempo.

-¿Alguien quiere ir a ver? -Aiji se volvió a acomodar.

-¡El que pierda! -dice Jun sin dejar de mirar la pantalla, pero un golpe más fuerte los interrumpió.

-¡Yo iré! -Kohta se levantó preocupado.

-¿Quieres que vaya contigo? -Takeo también dejó el juego.

-¡Como quieras, pero rápido! -corrieron, subieron las escaleras y se dirigieron al cuarto del susodicho. Golpearon la puerta pero no respondía, así que la abrieron. Se encontraron a Kirito pateando cosas de su propia habitación, tomaba jarrones y los estrellaba en alguna pared, se detenía a tomar aire y continuaba.

-Kirito, ¡¿qué haces?! -Kohta se acercó con precaución.

-¡Déjame solo! -Kirito le lanzó un puñetazo.

-Tranquilízate, esto no está bien.

-¡Kohta! ¡¿Estás bien?!

-Sí... ¡no te acerques mucho, Takeo!

-¿Que me tranquilice? ¡No puedo! ¡Todo es su culpa! ¡Ella me volvió así!

-¡Eso no es cierto! No le eches la culpa a ella, siempre nos quiso -Takeo observaba y retrocedía hasta que quedó fuera de la habitación y cerró la puerta.

-Creo que lo mejor es dejarlos solos -se dijo a sí mismo y regresó a la sala.

-¡No quieras defenderla! -se tira sobre él, tumbándolo en el suelo.

-¡Ella nos quiere!

-¡No es cierto! ¡Si realmente nos quisiera no nos hubiera tratado así! ¡Y lo que más me enfurece es que me parezco a ella! -se levantó y tiró un librero.

-¡Tranquilízate!

-¡No puedo! ¡Es una ansiedad en mi pecho! -se revuelve el cabello y se tira al suelo de rodillas.

-Debe haber algo que te tranquilice.

-¡¡¡Ah!!! -Kirito gritó a todo pulmón como si alguien lo atacara o algo así. Kohta se tapó los oídos.

-“¿Qué puedo hacer?” -pensó Kohta desesperado.

-Ah… cof, cof -Kirito se detuvo y comenzó a toser y a respirar con dificultad.

-¡Kirito! -Kohta corrió a él, Kirito se tiró al suelo mientras se retorcía y seguía tosiendo-. ¡Espera un momento! Ya traigo el inhalador -Kohta se levantó rápido, tropezándose con algunas cosas, pero logró ponerse de pie y buscó en todos los cajones para encontrar lo que Kirito necesitaba. Sacó el inhalador del cajón y se acercó a Kirito, lo tomó entre sus brazos y le colocó la medicina en la boca-. ¡Aspira! -Kirito aspiraba pero seguía sin poder respirar-. Demonios, no está funcionando -cargó a Kirito y lo sacó, bajó las escaleras y todos se dieron cuenta de lo que pasaba. Takeo y Jun se dirigieron al mismo lugar, mientras que Aiji dejó libre el sillón para recostar a Kirito y con el cojín le daba aire. No tardaron en regresar el guitarrista y el baterista con la máscara de oxígeno y, sin demorar, se la pusieron al que necesitaba auxilio.

Tardó un poco en que pudiera recuperarse, pero comenzó a respirar mejor.

-Ki-chan, ¿qué te pasó? -Aiji acariciaba el rostro mojado por el sudor de Kirito con ternura.

-¡Cuando nosotros subimos estaba histérico!

-Sí, pero la ansiedad lo descontroló por completo -Kohta miraba a Kirito con preocupación.

-¿No creen que últimamente ha estado muy descontrolado? -Jun se sentó en el suelo frente a Kirito.

-Sí… -Aiji bajó la mirada.

-¿Qué es lo que pasa, Kohta? -Takeo sabía quién era el único que entendía el comportamiento de Kirito.

-No puedo decirles, él tiene que contárselo -Kohta les dio la espalda.

-Más que compañeros de trabajo somos amigos, ¿no? -Aiji se levantó, buscando el rostro de Kohta-. ¡¡No es posible que no nos tenga confianza a pesar de los años que llevamos juntos!! Sé que en algún momento nos peleamos y que deseamos no vernos, pero son cosas que como banda debemos superar, y yo los aprecio mucho a todos. A Kirito también, aunque me saque de casillas y pelemos, aunque sea presumido y egoísta. ¡No me importa, porque es mi amigo! Y creo que si nos hemos estado guardando secretos, ¡¡es suficiente!! Debemos confiar el uno con el otro.

-Creo que Aiji tiene razón: mientras no haya confianza seguiremos decayendo, y creo que para todos PIERROT es más que un buen trabajo -Jun los miró serio.

-Kohta, ¿qué es lo que nos están ocultando…?

-Pues…

-¡No! -Kirito despertó y se levantó de golpe.

-¡Kirito, no te esfuerces!

-Déjame, Takeo. No obliguen a Kohta a que se lo diga, ¡es problema mío y de nadie más! ¡Gracias por ayudarme, pero eso es todo lo que necesito de ustedes!

-Pero Kirito, sólo queremos ayudarte.

-¡Pero no necesito de su ayuda, Aiji…! No ahora -se quita la máscara y corre fuera de la casa.

-¡Kirito! -todos intentan alcanzarlo, pero ha sido muy repentino y no saben cómo reaccionar.

-¡Maldición! ¡Iré a buscarlo! -Aiji toma las llaves de su auto y sale también.



Kirito corría sin ningún rumbo, sin mirar atrás, sólo quería perderse y que nadie lo encontrara, ¡quería estar solo! Se metía en calles angostas, tiraba lo que le estorbaba y maldecía todo.

-¿Por qué soy como tú? -se detuvo en un charco de agua para mirar su reflejo y encontrar a aquella mujer de sus sueños con esa sonrisa extraña-. ¡¡Te odio!! -golpeó el agua y se echa a correr-. ¡Déjame en paz! ¡Sal de mi mente! -gritaba con fuerza mientras huía de algo, pero nada lo perseguía, cubría su cabeza con las manos como aquel niño de sus sueños y las lágrimas comenzaron a brotar-. ¡¡No le hagas daño a Kohta!! -las imágenes se reproducían en su mente. Aquella mujer golpeaba a Kohta, era tan sólo un niño.

-¿Por qué has mojado la cama de nuevo? ¡¿Qué no puedes aprender?! -lo sacude mientras éste llora-. ¡Deja de llorar!

-¡Mamá! ¡Déjalo, yo mojé la cama!

-¡Creí que ya habías entendido, Shinya! -deja a Kohta y se acerca a Kirito con esa sonrisa distorsionada.

-Lo siento, mamá, sé que no debo hacerlo, ¡pero no pude aguantarlo!

-¡¡Shinya, entiende que eso está mal!! ¡¡¡Tú tendrás que lavar las sábanas!!!  ¿Entiendes? -jala la oreja del pequeño.

-Sí, mamá…

-Shinya, estúpido -le da una cachetada tirándolo al suelo y se marcha.

-¡¡¡Ah!!! -Kirito grita, desgarrándose la garganta en el rincón donde se encontraba-. Maldición… cof, cof -de nuevo le faltaba el aire para respirar, sentía cómo su pecho se oprimía y no pudiera alcanzar el aire, sus bronquios comenzaban a hacer un ruido extraño y su vista se volvía borrosa.

-¿Estás bien? -una voz varonil se dirigió a él, su rostro estaba borroso, no podía distinguirlo. Sin más, perdió el conocimiento.

~Continuará~

Notas:
He aquí el final del primer capítulo de este fic que se me ocurrió de repente, no estaba muy segura de hacerlo, pero me animé porque tengo un pequeño trauma con Kirito ahora ^^. Espero que les guste porque estoy trabajando duro en esto, esta historia no está tan fácil… no señor ù_ú .

Bien como siempre agradeciendo a todas las chicas que hacen posible que este fic se publique, a las Ogawa Evil Twins y a Alice ^^.

Un saludo especial a Kaoru, que espero que lea este fic, porque está dedicado para Kirito ^^ ¡que lo quiero mucho!

Dudas, comentarios y sugerencias a: kami_papilion@hotmail.com Gracias por leer.

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