[EXO]PERSONA Cap 15 1/2

Apr 01, 2013 17:00


Y más vale tarde que nunca!

Aquí os traemos el siguiente cap de PERSONA, se complican más las cosas, que pasará??? XD





Sehun estaba asustado por dentro, pero no quería  demostrarlo. Allí estaba el Sr. Lu, el que había sido el dueño de su ser algunas noches durante meses. El que se había apoderado de más de lo que muchos habían conseguido de él. Bajó la vista e intentó calmarse, sabía que no le haría daño, era su ventaja.

Cuando el hombre le sonrió de manera tierna, Sehun lo miró sin moverse. Había decidido que fuese él quien diese el primer paso.

PERSONA se acercó a Sehun y lo estrechó entre sus brazos, obligando al joven a apoyar la cabeza en su hombro. El chico intentó relajarse, si lo notaba tenso, seguro que crearía problemas, pero las manos traviesas del mayor no le ayudaban. Sintió como ambas manos esquivaban la fina tela de su camiseta y subían deslizándose por su espalda. Y de repente apareció, ese escalofrío que siempre sentía cuando aquel hombre quería algo más.

No entendía por qué necesitaba eso ahora, por qué lo tocaba  en aquellos sitios en los que sabía que no podría resistirse, imaginaba que esa mente enferma necesitaba borrar las marcas que Joonmyeon le había dejado. Pero no lo conseguiría, porque aquel moreno había profundizado más en él que cualquier acto del Sr. Lu.

Lo separó y le miró a los ojos, escondiendo el asco que le producía.

- No creo que sea el momento, Hyung -tenía que llamarle así, sabía que eso le gustaba. A ese pervertido le volvía loco que el muchacho le recordase la diferencia de edad continuamente.

El hombre no dijo nada, sólo sonrió y volvió a acercarse, agarrando a Sehun de la barbilla para  robarle un beso, del cual el joven no pudo escapar. Su lengua rápida y poderosa se adentró en la cavidad del chico de pelo gris. Pero no duró demasiado, el muchacho volvió a soltarse.

- ¿Qué es lo que quieres? -le habló enfadado. No quería parecerlo, pero que el hombre no razonase le estaba cabreando demasiado.

El Sr. Lu miró al muchacho y sonrió pasándose la lengua por los labios. Aunque a Sehun le molestase, aquel hombre era muy atractivo.

- Salvarte, Sehun. Ahora ya estás aquí -esa voz profunda que hacía que la piel del joven se pusiese de gallina salió de sus labios-. Ahora ya no volverás a PERSONA.

Sehun abrió los ojos, sorprendido. No podía creer lo que estaba oyendo, ¿tanto amor sentía ese hombre por él? Le había librado de todo aquello sólo para tenerlo.  No podía bajar la guardia, seguramente le pediría algo a cambio, algo más que sexo descontrolado.

- Si ya no estoy ahí dentro, entonces, ¿podré irme? -no se intimidó cuando soltó la pregunta, quería que el mayor viese que había cambiado, que su timidez ya no existía.

- No, claro que no podrás -le miró tierno, pero a la vez autoritario-. Sehun, ahora que te he sacado de ahí, serás mío.

El Sr. Lu quiso agarrarle de nuevo, pero Sehun vaciló, dando unos pasos hacia atrás.

- Yo no soy de nadie -la mirada molesta del joven se clavó en los poseedores ojos del mayor, que sonrió ante tal provocación-.  Hyung, no puedes obligarme a quedarme contigo.

Y entonces todo cambió, la ira inundó los ojos del hombre y sin que Sehun pudiese reaccionar, lo acorraló contra una pared. Agarró sus brazos por las muñecas, sujetándolos sobre su cabeza con una mano, y con la otra comenzó a acariciarle el cuerpo y a besarle por toda su piel descubierta.

- Tu cuerpo no dice lo mismo, Sehunnie -y de nuevo esa voz seductora y esas manos que sabían donde tocar.

Tenía que seguir luchando, no podía rendirse al placer que le proporcionaban esos ataques a traición.

- Hyung, no -la voz del joven sonó suave-. No quiero, para.

Pero el mayor no se detuvo,  por mucho que se revolvía, el cuerpo del Sr. Lu era mucho más grande, y su fuerza era mayor. Los besos suaves se volvieron mucho más poseedores, más golosos y seductores para el cuerpo de Sehun, que respondía a todo aquello creando un calor interno que lo haría rendirse.

La mano libre había desabrochado con total precisión los pantalones del menor, y colándose con maestría, comenzó un masaje agradable en los genitales del chico de pelo grisáceo. Por mucho que Sehun quería zafarse de todo aquello, no podía, le era imposible, de nuevo su cuerpo le traicionaba  y se rendía ante el acto lujurioso del mayor.

Y entonces sucedió. Una voz femenina rompió la seductora melodía que ambos hombres producían.

- No es tiempo para tus jueguecitos sexuales.

El Sr. Lu se separó de Sehun rápidamente, haciendo que el muchacho se apresurase a colocarse bien la ropa por acto reflejo.

- No tenía esa intención -se disculpó el hombre, intentando disimular su estado.

Sehun miró hacia ambos, interrogante. ¿Quién era esa muchacha? ¿Y qué hacía ella regañando al Sr. Lu? No entendía nada, pero no podía seguir de esa manera.

- Hyung -le agarró de una manga de la camisa.

El Sr. Lu miró a Sehun y le agarró por la cintura. Miró hacia la chica de cabello oscuro y sonrió.

- Antes de nada, voy a ocuparme de él, ACE.

¿ACE? ¿Qué clase de nombre era ese? Sehun miró incrédulo hacia el hombre, que sin ni siquiera dejarle hablar, lo llevaba por los pasillos de aquel edificio. Observó que la mayoría de las oficinas estaban vacías,  que el escaso personal que quedaba allí no parecía disfrutar de su trabajo.  Entonces lo entendió. PERSONA no estaba siendo lo que realmente habían planeado, las torturas y juegos macabros a los que les habían obligado a participar no eran gusto de nadie fuera de la pantalla.

Se pararon en frente de una enorme puerta de metal, el hombre le miró y posó un suave beso en los labios de Sehun. Éste le miró desconcertado, no sabía por qué se había parado. Pero de nuevo, sin dejarle hablar, lo empujó hacia el interior de aquella habitación, cerrando la puerta tras de sí.

Sehun intentó abrirla  y la golpeó un par de veces. Detrás de él se encendieron unos televisores en los que se podían observar todos los movimientos de los Sujetos de PERSONA.

Abrió los ojos sorprendido y se acercó a las pantallas. Pudo contemplar a Jongin y a Kyungsoo, que gritaban hacia el cielo confusos, a Luhan y Yixing en el baño, proclamando un amor casi evidente para todos, a Yifan, en la cocina, descubriendo algo curioso entre aquellos documentos que sujetaba en las manos. A Baekhyun y Chanyeol, por fin se había abierto la puerta, y dentro  estaban todas las respuestas, ellos habían sido los elegidos. Y allí, en una calle, muy escondidos, estaban Jongdae y Joonmyeon. Pasó la mano por el cristal del aparato, como si pudiese acariciar al propio Joonmyeon y respiró suavemente.

Aquella imagen diminuta del moreno se giró, mirando hacia la cámara como si de alguna manera supiera que Sehun, desde donde estuviese, le estuviera observando.

La voz del Sr. Lu lo trajo de nuevo a la realidad.

- Vivirás PERSONA desde ahí dentro, como espectador. Saldrás cuando yo lo vea preciso.

Sehun corrió de nuevo hacia la puerta y la golpeó con ambos brazos.

-¡No, por favor, Hyung! ¡No puedes hacerme esto!
Pero nadie respondió. Se quedó solo, acompañado solamente con las imágenes de sus compañeros dentro de aquella monstruosa ciudad.

Cámara 1:

Chanyeol colocó el montón de archivos sobre la colcha de la cama y los miró desparramarse por encima de ella, cayendo de manera desordenada. Se limpió el sudor de la frente y miró a Baekhyun, en la habitación del final del pasillo.

Se sentó al lado de los documentos y cogió algunos con la mano, ojeándolos. Más nombres, datos y fechas. Nombres de personas que jamás había escuchado, caras de gente que jamás había visto y sucesos de los que nunca había oído hablar. Chanyeol se había dado cuenta de que llevaba demasiado tiempo lejos del mundo, de la gente corriente, y que su pequeña burbuja se había estrechado tanto que había explotado en el momento menos oportuno.

Baekhyun caminó con más fotos y hojas entre sus brazos y los dejó caer a su lado. Chanyeol elevó la cara que había mantenido fija en lo que sujetaba entre sus manos, y sus dos enormes ojos se centraron en Baekhyun. El moreno miraba concentrado todos aquellos documentos, alargó la mano y sujetó entre sus finas y femeninas manos una fotografía.

- Joonmyeon... -leyó en alto, dejándola de nuevo en la cama. A continuación agarró otra y  volvió a hablar-. Kyungsoo... -repitiendo el mismo gesto, dejando una foto al lado de la otra,  como si así las ordenase.

Chanyeol examinó las fotos y cogió otras que tenía cerca.

- Jongin... -la miró detenidamente y la dejó sobre la cama, al lado de las que Baekhyun había colocado antes.

Miró hacia él y recogió dos más, colocándolas justo encima de aquellas.

-Luhan... Yixing.

Chanyeol agarró una foto más y se quedó mirándola sorprendido.

- Jongdae -leyó en voz alta y se detuvo sin colocar la foto al lado de las otras-. Jongdae - repitió de nuevo y luego miró a Baekhyun, sorprendido-. Este chico me dijo que era parte del staff, entonces... ¿Qué hace su foto aquí?

Baekhyun le miró extrañado y se acercó contemplando la foto.

- Chanyeol... -agarró la foto, quitándosela de la mano-. Es evidente que te engañó, tú y tu manía de fiarte de la gente.

Chanyeol suspiró.

- Él me pidió el pendrive -comenzó a contarle-. Se lo di, me dijo que haría que Jongin se fuese.

Baekhyun le miró sorprendido, no podía creer lo que estaba escuchando.

- Pero... ¿por qué? -clavó los ojos en la mirada asustada de Chanyeol-. Sabes lo mucho que deseaba saber lo que había ahí dentro.

Chanyeol comenzó a jugar nervioso con los dedos.

- Él me dijo que era del staff -se excusó de mala manera-. No sabía que me estaba engañando -bajó la vista y contempló las fotos-. Todas estas personas están aquí dentro con nosotros, todos ellos han ideado un plan para ganar y yo sólo estoy aquí mirando pasar el tiempo a tu lado.

Baekhyun  frunció el ceño.

- No, Chanyeol. No vamos a quedarnos aquí viendo pasar el tiempo -el moreno tiró las fotos en la cama y  suspiró-. Dejaremos de lado la pena, la compasión. No podemos dejar que todos acaben pisándonos.

Chanyeol resopló mirando los documentos.

- ¿Y qué hacemos? ¿De qué nos sirve ahora saber todo esto? ¿Vamos a ir a buscarles y amenazarles?

Baekhyun miró hacia los papeles y  luego a Chanyeol.  Sabía que si los leían bien, encontrarían algún punto débil, algo que les hiciese tener ventaja ante todos.

- Encontraremos el punto débil de todos y lo utilizaremos en su contra.

- Eso suena demasiado rastrero como para salir de ti -Chanyeol se colocó el pelo que le molestaba delante de los ojos tras la oreja y se quedó quieto-. ¿Has oído eso? -preguntó de pronto.

Baekhyun bajó la cabeza, pensando en las palabras de Chanyeol, pero rápidamente le miró curioso al escuchar ese ligero sonido que parecía venir de la parte baja de la casa.

- ¿Qué es eso?

Chanyeol negó con la cabeza y caminó hasta la barandilla que daba comienzo a las escaleras.

- Parece algo metálico, o quizás algo rascando las paredes.

Miró de nuevo para Baekhyun.

- ¿Bajo y lo compruebo?

Baekhyun negó, y se acercó a él, agarrándole la mano.

- Bajemos los dos, no quiero quedarme solo.

Chanyeol asintió y le devolvió el apretón de manos. Caminaron escaleras abajo y una vez en el primer piso, se asomaron por la ventana, pero no vieron nada, aunque descubrieron que el sonido parecía provenir del exterior.

- ¿Qué crees que es?

Baekhyun negó con la cabeza sin decir nada y se acercó a la puerta, la abrió y  se asomó,  sin encontrar de dónde provenía el sonido.

- Aquí no hay nada. Qué extraño.

Chanyeol caminó hasta él y salió unos pasos al exterior, se encogió de hombros y volvió al lado de Baekhyun.

- Como si aquí hubiese algo normal.

Baekhyun suspiró, le indicó con la cabeza que le siguiese y volvió al piso de arriba, pero antes de llegar a subir las escaleras se paró en seco. Abrió los ojos sorprendido y dio un paso hacia atrás.

- ¿Qué pasa? -le preguntó Chanyeol, confuso.

- ¿No lo hueles? -Baekhyun corrió hasta las escaleras pero no pudo continuar, ya que una llamarada descontrolada bajaba por ellas.

Chanyeol le agarró, evitando que cayese contra el suelo.

- ¿Qué está pasando? -gritó, entre confundido y molesto-. ¿Es que acaso intentan matarnos?

- Todo lo que estaba arriba... Nuestra oportunidad... -agarró la mano de Chanyeol muy fuerte, enfadado, y corrió hacia fuera-. Tenemos que irnos.

Chanyeol le siguió sin decir nada, y sin apartar la vista de aquel lugar al que había llamado casa durante unos días, de nuevo, como había pasado tiempo atrás, todo se lo llevaba el fuego.

Cuando estuvieron lo suficientemente lejos del fuego, Chanyeol se paró, esperando a que Baekhyun hiciese lo mismo, dirigió una mirada triste e interrogante a la casa en llamas y apretó los puños.

- De nuevo... -comenzó de decir- no tenemos nada.

Baekhyun se paró al lado del alto y suspiró, le agarró de la mano y negó.

- No, claro que tenemos algo. Los conocemos a todos... -le sonrió dulcemente y tiró de él para alejarse más de aquel paisaje desolador.

Caminaron durante unas horas sin decir nada. Baekhyun no quería hablar, no tenía ganas, estaba cansado, agotado de todo lo que les estaba pasando. Necesitaba salir de allí o acabaría por dejarse llevar al mundo loco y lleno de felicidad de Chanyeol.

Y entonces comenzó a llover, como si fuese una broma de la programación, Baekhyun bufó molesto.

- ¿Estáis contentos? ¿Por qué no os divertís más con nosotros?

Chanyeol hizo lo mismo que él, dirigiendo la cara hacia arriba.

- Mira, Baekhyun -le indicó, señalando al cielo-. Está lloviendo, pero hace sol, parece como si el tiempo se estuviese volviendo loco.

Baekhyun miró hacia arriba, colocándose una mano como protección, ya que los rayos del sol le cegaban.

- Parece que no somos los únicos que estamos perdiendo el juicio...

Chanyeol se pasó la lengua por los labios.

- Esto me da mala espina -le contestó, suspirando.

La lluvia comenzó a hacerse más y más fuerte, y Chanyeol agarró a Baekhyun y salió corriendo hacia una cueva para resguardarse.

Ya en la cueva, Baekhyun se quitó la sudadera empapada y la dejó a un lado, se revolvió el pelo, sacudiendo las gotas de agua que se había colado en él y respiró hondo. Aquel juego estaba siendo demasiado duro para poder mantenerse a un lado. Necesitaba pensar, centrarse. Intentar encontrar alguna manera para aprovecharse de todos aquellos chicos  y salir de allí  ilesos. No conocía las intenciones de los demás, tampoco sabía qué había sido de Tao o Minseok. Ahora lo que importaba eran Chanyeol y él.

Gateó despacio hacia el fondo de la cueva y se encogió sobre sí mismo, abrazando sus piernas y llevando las rodillas hacia el pecho. Miró a Chanyeol, que le miraba entre perdido y triste, y supo que en aquel momento él era el único que podía mantenerlos a salvo. Cerró los ojos, intentando calmarse, obligándose a no rendirse y a pensar. Un momento tranquilo era lo que necesitaba para poder ordenar sus ideas, lo que temía es que ese momento quizá no les llegase.

Chanyeol se arrastró hasta su lado, rasgando las rodillas de sus pantalones contra las piedras del suelo. Se paró delante de Baekhyun, y alargando su mano, le acarició la cara con ternura.
Los ojos de Baekhyun se movían nerviosos, temblando de un lugar para el otro, intentando buscar una explicación a algo que corría igual de rápido por su mente. Tenía miedo, y al mismo tiempo no quería tenerlo. Chanyeol se dio cuenta de lo egoísta que había sido, siempre hablando de él, de sus problemas, de todo aquello que había considerado importante, y Baekhyun siempre había estado ahí, apoyándole, sin culparle, sin levantar una palabra más que la otra, sonriéndole y luchando por creer todas esas ideas irreales que salían de sus labios.

Clavó la vista de sus enormes ojos en la mirada asustadiza de su compañero, no dijo nada, pero entre susurros le indicó que no tuviese miedo. Baekhyun ya no iba a estar solo nunca más,
Chanyeol siempre estaría a su lado. Ya no habría que luchar, porque ahora eran dos contra el mundo y el peso de todo aquello se repartía mejor entre dos espaldas.

El más alto de los dos se acomodó bien al lado de Baekhyun, enredando sus dedos entre los del más bajo, cogió aire y permitió que su cabeza se apoyase sobre su hombro.

- Debes relajarte -le susurró, revolviendo con su aliento el pelo castaño de Baekhyun-. Si no, te pondrás enfermo.

Baekhyun cerró los ojos. No se sentía enfermo, pero agradecía el gesto tierno y preocupado de su compañero. Ahora mismo, una mano, un hombro en el que apoyarse, le era absolutamente necesario. Giró el rostro, obligando a Chanyeol a levantar la cabeza, y le miró tierno, acariciándole la cara.

- No voy a ponerme enfermo -sonrió dulcemente-. Tú no me lo permitirías, ¿verdad?

Chanyeol negó con la cabeza, sin apartar los ojos de la mirada de Baekhyun. En ese instante, escucharon la voz de otra persona. No era nadie conocido, y sonaba entrecortada y lejana, como si saliese emitida por algún aparato de radio.

«Esto es una mierda»

Escucharon decir a aquella voz.

«Hacen bien en irse, yo pienso marcharme en nada, pero quería avisar por si acaso quedaba alguien por ahí. Esto se va a la mierda, tío, es mejor que no nos encuentren aquí dentro cuando lleguen.»

Baekhyun miró a Chanyeol confuso. Aquella voz parecía descontenta, y avisaba a alguien de que aquello estaba descontrolado. No era la voz de siempre, no era PERSONA, sonaba más  joven, asustada.

- ¿Hola? -dijo Baekhyun, todavía agarrado a la mano de Chanyeol-. ¿Hay alguien ahí?

La voz continuó hablando, como si no pudiese escuchar a Baekhyun.

«¿Hay alguien? ¿Queda alguien dentro? Bueno da igual, si me oís, es mejor que os marchéis.»
Chanyeol se movió del sitio, tanteando entre lo que había ahí dentro, y finalmente dio con un walkietalkie del que provenía la voz.

Baekhyun agarró el aparato sin pensarlo, y habló acercándoselo demasiado a la boca.

- ¿Hola? ¿Hola, hay alguien? -alzó la voz algo desesperado-. Por favor, estamos dentro, somos Baekhyun y Chanyeol, ¿hola?

«¿Baekhyun? ¿Chanyeol?»

Respondió la voz dubitativamente. Hizo una pausa larga en la que Chanyeol tragó saliva, mirando a Baekhyun expectante.

«Sois sujetos»

Continuó hablando la otra persona desde el otro lado.

«Lo siento mucho, chicos, pero el chollo se va a la mierda. El programa no ha ido bien, en este momento ni siquiera se está emitiendo. Las cámaras, si es que aún funcionan, sólo emiten directamente a la sala central, ya no hay conexión al exterior. La mayor parte del staff, por no decir todo, nos estamos yendo. Ha sucedido algo bastante complicado y la policía viene de camino. Si sabéis lo que os conviene, buscad una salida, rápido, y huid de ahí antes de que lleguen»

Baekhyun abrió los ojos, sorprendido; tragó saliva buscando la mirada de Chanyeol,  apretó el aparato entre sus manos y  cogió aire.

- ¿Y cómo se supone que vamos a salir de aquí? -gritó hacia el aparato, pero nadie le respondió-. ¿Hola? ¡Hey! ¡No, no espera! No nos dejes así. ¿Hola?

Chanyeol se lo quitó de las manos a Baekhyun y lo zarandeó, pero nada volvió a salir de aquello. Lo dejó en el suelo y suspiró derrotado.

- ¿Qué vamos a hacer?

Baekhyun respiró hondo y miró hacia Chanyeol, negó y bajó la vista hasta sus manos.

- Pues salir de aquí, tenemos que buscar a Minseok y a Tao y largarnos, antes de que sea demasiado tarde.

Chanyeol se levantó y le tendió la mano.

- Entonces no podemos perder más tiempo. Vamos a buscarles y salgamos juntos de aquí.

Baekhyun asintió serio, apretó suavemente la mano de Chanyeol, y agarrando con la otra su sudadera todavía mojada por la lluvia, caminó firmemente hacia lo que fuera que les esperase ahí fuera.

Cámara 2:

Yifan subió las escaleras hasta el piso de arriba, con las fotos en la manos y una gran sonrisa. Era posible que su ordenador no le proporcionase lo que necesitaba, y que la cuenta atrás para resolver el rompecabezas se hiciera cada vez más corta, pero ahora tenía algo que parecía mucho mejor.

Cuando llegó al piso, miró a ambos lados en busca del otro chico rubio, pero no le encontró; caminó hacia los lados, mirando por las habitaciones, y finalmente, a lo lejos del pasillo, saliendo del baño, se encontró con él.

Luhan se estaba vistiendo, Yifan llegó hasta él cuando ya parecía del todo adecentado y le plantó las fotos ante su cara, alargando satisfactoriamente su sonrisa.

- Te he pillado, Luhan. Ya puedes ir soltándolo todo o se te ha acabado el jueguecito.

Luhan no entendía cómo aquellas fotografías estaban en manos de Yifan, pero la sorpresa se esfumó rápidamente cuando recordó donde estaba. Chasqueó la lengua, molesto, y agarró el brazo del alto por la muñeca.

- No tengo ningún jueguecito, Yifan -dejó que las palabras saliesen como veneno de sus labios.

Estaba demasiado alterado, hacía tiempo que el mono le agobiaba,  y perdía el control fácilmente. El ejemplo había sido aquel acto carnal en el baño con Yixing, con sus plenas capacidades nunca llegaría a hacer aquello en un lugar como ese. Luhan hubiese esperado para disfrutar plenamente de su capacidad y gozar de Yixing con total intimidad.

Pero ahora, un entusiasmado y orgulloso Yifan le acorralaba con preguntas que, maldiciéndose por dentro, tendría que contestar.

- Vamos abajo, hablaremos allí -clavó su mirada seria en los ojos animados del rubio y se dirigió al salón.

Yifan le siguió sin perder la sonrisa, estaba cansado de esperar tanto tiempo para poder mover ficha y no tenía intención alguna de perder esa oportunidad. Dejó que Luhan se centrase, le observó beber con ansias de un vaso de agua y luego apoyarse a la encimera para coger aire.

- ¿Y bien? -le preguntó, intentando que se diera prisa.

Luhan miró las fotografías entre los dedos de Yifan y  respiró hondo. No sabía cómo comenzar todo aquello. Se apoyó en la encimera,  la cabeza le daba vueltas y  estaba seguro de que si no encontraba un lugar en el que sujetarse acabaría en el suelo.

- ¿Cómo las has encontrado? -finalmente habló manteniendo un tono suave, poco común en él.

Yifan las dejó caer sobre la mesa en la que había puesto sus codos, dirigiendo la mirada hacia Luhan.

- Estaban en una caja de música que el staff dejó -se pasó la lengua por los labios y continuó hablando, juntando sus manos delante de la cara y adoptando una postura calmada-. No soy idiota, Luhan, se quién es esa mujer y es obvio que ese chico eres tú, y el otro...

Luhan asintió y se acercó a la mesa, agarrando una de las fotografías y mirándola con tristeza.

- Kyungsoo... el otro chico es Kyungsoo -se pasó la lengua por los labios, intentando así que lo que contaba no le resultase tan difícil-. Él era el hijo del compañero de investigación de mi padre, ambos crearon el primer proyecto de PERSONA,  una simple manipulación del subconsciente humano -respiró hondo y miró hacia Yifan, que le escuchaba atentamente-. Pero mi padre le traicionó,  robándole todos sus datos, haciéndose con el control de todo. Obligándole a vivir como indigentes... -paró un segundo y cogió aire, dejando la fotografía encima de la mesa de nuevo-. Yo era muy pequeño, pero  me acuerdo de las discusiones de mis padres, de no volver a ver más a mi compañero de juegos. Fue duro, pero... es mucho más fácil hacer olvidar a un niño que a un adulto, ¿no crees?

Yifan asintió.

- Entonces fue a tu padre al que yo intenté robarle. ¿No es así? -Yifan mantenía la mirada directamente en los ojos a Luhan-. ¿Pero entonces cómo es posible que el proyecto continuase hacia delante sin fondos?

Luhan negó con la cabeza.

- No, no robaste a mi padre, sino al padre de otro de los sujetos -Luhan apoyó una pierna en la mesa, sentándose, y miró a Yifan-. Es imposible engañar a mi padre virtualmente. Fuiste engañado, juzgado por un crimen que él mismo cometió. Mi padre te obligó a dejar sin recursos a una familia que estuvo trabajando para poder pagarle una operación a su hija menor.

Yifan cogió aire, pensativo.

- Siento mucho decir esto, Luhan -añadió con una sonrisa-. Pero tu padre es un cabrón. ¿Por qué iba a hacer eso?

Luhan soltó una risilla floja y asintió.

- Por tener el mando.  Para controlarlo todo, para ser él el dueño de los destinos de PERSONA... -bajó la cabeza triste y tragó saliva-. Cuando mi madre nos dejó no entendía bien la razón por la que lo hizo, pero ahora lo veo todo más claro.

- ¿Tu madre os abandonó? -Yifan rebuscó entre el resto de papeles y le entregó las cartas-. ¿Son estas cartas de tu madre?

Luhan abrió los ojos sorprendido  y agarró aquellos papeles con rapidez, como si los quisiera proteger.

- ¿También estaban en la caja? ¿Cómo las habrá conseguido? -murmuró, doblando los papeles y guardándoselos en el bolsillo-. Mi madre decidió irse porque no compartía las ideas de mi padre. No puedo excusarla, porque me dejó atrás. Yo fui quien vivió siempre a su sombra. Obligado a hacer lo que siempre se le antojaba.

Yifan cerró los ojos y cabeceó levemente, meditabundo.

- En otras palabras, no tenías cojones para marcharte.

Luhan le miró molesto, se paró unos segundos antes de que su autocontrol se esfumase de nuevo y asintió sin decir nada.

- Entonces, me puedes decir cómo salimos de aquí. Tú eres su hijo, sabrás cómo salir de esto.

Luhan soltó una carcajada algo sonora y  le miró a los ojos.

- Soy su hijo, pero formo parte de esto al igual que tú. ¿Crees que me diría la manera de salir de aquí, destrozando sus planes?

Yifan no apartó la vista y asintió, sonriendo.

Luhan suspiró exasperado, negó con la cabeza  y se dispuso a salir de la cocina.

- Yifan, es tu problema si crees que puedo salir de aquí y no lo he hecho ya. Deberías dejar de pensar en tonterías y centrarte en lo que realmente importa.

Yifan se levantó y agarró a Luhan por la cintura, dándole la vuelta para obligarle a mirarle.

- ¿Y qué es lo que realmente importa, Luhan? -le preguntó, alargando su sonrisa- ¿Jugar con todos nosotros? ¿Llenarte el cuerpo de drogas? ¿Follar con Yixing delante de miles de personas? ¿Es acaso algo de esto lo que importa?

Luhan le miró sorprendido, apoyando  las manos en su pecho por acto reflejo,  atravesándole  con la mirada llena de odio.

- No sé qué es lo que te importa a ti, Yifan -le empujó para que lo soltara-. Pero al menos deberías poner en orden tus prioridades -le agarró del mentón mientras hablaba muy serio, a pocos centímetros de sus labios-. Estamos jodidos, y no porque yo folle, me meta mierda o sea como soy. Yo no soy el culpable aquí, si estoy aquí dentro es porque quería ayudaros.

- No vengas ahora dándotelas de santo -continuó hablando Yifan sin perder la sonrisa, casi labio a labio con Luhan-. Tú eres tan culpable como nosotros. Si es así, Kyungsoo no te perdonará cuando sepa que eres el hijo del cabrón que jodió sus vidas. Puedes decir lo que quieras, Luhan, puedes intentar convencer a todos esos que nos miran, pero yo soy como soy. Desde que entré no he tratado de convencer a nadie, mientras que tú incluso tratas de convencerte a ti mismo de quien eres.

Luhan le miró con asco, soltándole del agarre. Por mucho que esas palabras fuesen hirientes, en cierta manera tenían un ápice de verdad. No apartó la mirada de la de Yifan por un segundo, y entonces se dio cuenta. El alto sólo quería algo de él.

- ¿Qué es lo que quieres?

- Dime todo lo que sabes, dime cómo salir de aquí y entonces dejaré de molestarte. Me iré, y conmigo todos los problemas que te pueden acarrear las cosas que conozco. Tendrás a Yixing sólo para ti y todos estaremos contentos.

Luhan respiró hondo y le miró serio.

- Ya te lo he dicho Yifan, no lo sé.

Yifan cerró los ojos y cogió aire con calma.

- No me lo puedo creer, Luhan, no me puedo creer que tú no sepas nada, que ni siquiera tengas una idea de cómo podemos irnos.

Luhan se apartó ligeramente de Yifan antes de volver a hablar.

- Abre la puerta que se te ordenó abrir. Después de eso, hablaremos.

Yifan resopló molesto, golpeando la mesa con una patada.

- ¿Intentas distraerme?

El golpe sorprendió a Luhan, que por reacción se separó.

- No, claro que no. Sólo te estoy ayudando -elevó la voz, algo molesto.

Yifan apretó los dientes, enfurecido. Tras ellos, el sonido de la puerta abriéndose les devolvió a la realidad. Continuaban en la casa, y Kyungsoo y Jongin acaban de entrar.

Luhan se apartó un poco más de Yifan, disimulando aquella discusión, esperanzado de que el alto hiciese lo mismo. No quería crear un caos ahora, no después de todo lo que estaba pasando.

Jongin entró el primero, observando la escena y mirando a Yifan extrañado.

- ¿Qué pasa aquí? -el moreno se acercó a la mesa con curiosidad.

Kyungsoo salió de detrás de Jongin y dirigió sus dos enormes ojos curiosos a las fotos que había sobre la mesa.

- Eso... -dijo, elevando algo más la voz y corriendo a coger una de las fotos-. ¿Qué es esto? -Kyungsoo abrió los ojos con rabia, mirando hacia Yifan y Luhan-. ¡He preguntado que qué es esto! -insistió, elevando mucho más la voz.

Cámara 3:

Suho golpeó con furia la pared mientras el sonido de la alarma estallaba por todos lados. Sabía lo que significaba. Sehun no había seguido las indicaciones de Jongdae y lo había jodido todo. Se mordió el labio, maldiciéndose por dentro; después de todas sus decisiones, parecían modificadas por Joonmyeon, estaba perdiendo el control.

Se miró, reflejado en el cristal que había al otro lado de la puerta abierta, y supo por el brillo en sus ojos que le quedaba menos tiempo del que había pensado. Dejó caer los párpados lentamente y suspiró. Debía volver junto a Jongdae y actuar lo más rápido posible.
Se dio la vuelta, e ignorando lo que pudiese haber al otro lado de lo que aquel pasillo dibujaba al fondo, volvió a junto de Jongdae.

- Lo saben -le espetó nada más llegar, a lo que Jongdae contestó dándose media vuelta de manera precavida.

El menor asintió y le miró. Suho estaba demasiado alterado, tendría que trabajar con cuidado,  ahora mismo jugaba con fuego. Un paso en falso y Suho podría acabar con él. Pero no tenía miedo, sabía cómo jugar, él era un participante modelo en este juego. Sonrió travieso y se acercó al mayor agarrándole por un hombro.

- No todo está perdido. Tienes suerte de que yo no me fiara de ese chico para hacer el trabajo -clavó su mirada en la de Suho, y asintió-. Necesitaremos volver a la casa.

- ¿A la casa? -Suho se maldijo por dentro, el estar tan concentrado por no perder su centro le hacía más descuidado y había cosas que se le estaban escapando, y aquello le daba ventaja a Jongdae.

Asintió y le indicó con la cabeza que le siguiera.

- Tenemos que apoderarnos del control, si sabemos cómo manejarles a ellos saldremos de aquí -miró hacia Suho antes de continuar hablando, para comprobar si le estaba escuchando-.

Además, necesito terminar algo que empecé hace tiempo, y creo que tú también lo necesitas.

Suho le miró y sonrió con satisfacción. Sabía a lo que se estaba refiriendo Jongdae. Tragó saliva y se pasó la lengua por los labios para humedecerlos.

- Pero para eso necesitamos algún arma, no podemos presentarnos sin más delante de ellos, nos superan en número.

Jongdae asintió y sonrió.

- Lo sé, pero  sé dónde encontrarlas. Estos planos me han dado más que una opción para ganar.

Suho se acercó a él y puso una mano sobre su hombro, mirándole directamente a los ojos.

- ¿Pues a qué estás esperando? Vamos a por armamento y acabemos lo antes posible con esto.

Jongdae asintió con una sonrisa triunfadora en el rostro. Comenzó a caminar, apresurándose, porque el tiempo en esos momentos era escaso. Recorrió un par de calles bajo el sonido ya casi impredecible de las alarmas, observando qué puertas se habían abierto, y allí, al final de la calle principal, justo al lado del supermercado donde había comenzado todo, estaba la puerta que calculó que se abriría gracias a la ineptitud de Sehun.

Se paró a escasos metros de ella y observó de nuevo a Suho, asintió y esperó a que éste entrara antes, manteniendo la precaución, por si algún sistema de seguridad  pudiese lesionarles.

Suho caminó con seguridad y su voz se proyectó con eco desde dentro.

- Eres un puto genio, Jongdae -rió con satisfacción-. Entra y mira lo que hay aquí.

Una gran cantidad de armas blancas y de fuego se encontraban perfectamente colocadas en sus huecos; munición y medicinas, así como grandes cantidades de alimentos.
Suho abrió los ojos, brillantes y emocionados ante todo aquello; no sabía por qué el staff de PERSONA contaba con todo eso ahí si simplemente era un experimento de actitud social, pero dio las gracias por ello.

Jongdae entró, contemplando todo lo que se abría ante sus ojos, deslizó los dedos suavemente por el acero de un afilado cuchillo que colgaba de una de las paredes y soltó una carcajada.

- Suho, creo que hemos ganado.

Suho le devolvió la misma sonrisa, agarrando una de las pistolas y comenzando a cargarla.

- Tú lo has dicho, amigo mío, vamos a cobrarnos nuestro premio.

<< Back / Next >>

fanfic, exo, persona, exo-m, exo-k

Previous post Next post
Up