Y ahora les toca el turno a las parejitas felices (o algo así). Distintos fandoms, etcétera etcétera; ahí van.
1. Ronald Weasley (Harry Potter)
Quién podría haberlo imaginado -además de todo el universo, claro. Quién podría haber imaginad que sería él quien se llevaría a la chica, por una vez, el elegido aún por delante del Elegido -y qué raro suena todo eso. La cuestión es que están juntos, Hermione y él, y eso está bien, eso es perfecto, y casi que ha merecido la pena, todo lo que han pasado juntos -aunque hubiesen preferido no hacerlo.
2. Sukunami Taka (Fushigi Yuugi)
No recuerda nada de ese tal Tamahome, claro. No tiene sueños raros ni poderes extraordinarios, no puede creerse del todo que una vez -una vida- fuese un guerrero, mercenario, héroe. Pero a veces, cuando mira a Miaka -ojos grandes y verdes, tristes a pesar de la sonrisa casi inmutable-, a veces, Taka cree que podría ser. Sólo por protegerla a ella, sólo por tenerla a ella, por estar ahí. Y se siente bien, saber eso. Que siempre ha estado ahí -que, con un poco de suerte, siempre lo estará. No importa en qué universo.
3. Noah Puckermann (Glee)
No es exactamente una relación, lo que tiene -para qué mentirnos, no es una relación en absoluto. Lauren es la primera -y única, hasta la fecha- mujer que realmente ha merecido la pena, cree él, la única que le ha hecho mirarse al espejo, enfrentarse a sí mismo y darse cuenta de que, quizás, no podrá tenerla. Pero eso es bueno, supone -le recuerda a su madre, y su madre es fantástica, de verdad. Es un reto, es un camino difícil, y, como en todo, la recompensa merece la pena. Si es que le deja besarla otra vez.
4. Daniel Dreiberg (Watchmen)
Nunca esperó un felices para siempre -nunca esperó mucho, la verdad. Sólo un y siguieron vivos, con un poco de suerte, un el mundo siguió funcionando. Y lo hace. Y están vivos, y Laurie se lo demuestra cada día -besos lentos y largos, perezosos, besos de quienes están viejos y cansados por dentro, de quienes han luchado tanto y tanto tiempo que no tienen fuerzas para más. La abraza, le acaricia el pelo, la ama. Y está bien -no un felices para siempre, a lo mejor, pero es parecido.
5. Neville Longbottom (Harry Potter)
No se había fijado mucho en ella, antes de su séptimo año -antes de que todos empezasen a pasarlo mal y el mundo se viniese abajo y todo diese vueltas, antes de que Neville se convirtiera en algo parecido a un héroe sin serlo del todo. No se había fijado en ella, realmente, y ahora se pregunta cómo pudo no hacerlo -es preciosa, Hannah, sonrisa brillante a pesar de todo. Cómo pude no verte, le dice, y ella se ríe, dice sabía hacerme invisible. Y se besan, y eso es lo que les dice que está bien, que todo ha acabado, que sólo están ellos. Y eso lo hace todo perfecto.
6. Akito Sohma (Fruits Basket)
Quizás no se lo merezca, claro, no después de ser tan cruel y tan injusta, después de tratarles a todos así -de tenerles a todos sometidos, o intentarlo. Quizás no se merezca un poco de felicidad, quizás no se lo merezca a él -pero a Shigure no parece importarle. Siempre ha sido distinto, claro, tan despreocupado y absurdo, y puede que sea eso lo que más le gusta de él -que nunca ha sido lo que ella quería, lo que ella esperaba. Que es él, aunque esté con ella, aunque la quiera. Un hombre -nunca más un animal.
7. Eugene (Enredados)
Y pensar que podría haberse negado. Y pensar que podría haberse conformado con una estúpida corona, cuando podía tener a la princesa entera -pelo larguísimo y esa sonrisa tan niña, tan encantadora. Y pensar que podría haberse perdido los besos y los bailes y esos dibujos que hace en el suelo, con los críos del pueblo. Si alguien le pregunta, ahora mismo, qué es lo que más agradece del mundo, dirá que ser golpeado por una sartén -y sí, quizás también el que un camaleón le haya lamido la oreja. Pero menos.
8. Kevin Levin (Ben 10 AF)
No son una pareja de cine -o quizás un poco sí. No son el héroe y la heroína, y, por más que lo intenten, hace tiempo que dejaron de ser la niña buena y el chico malo -los años pueden hacerte eso. No tienen la relación perfecta, pero se quieren -cuando encuentran tiempo, claro, entre alien y alien y salvar el mundo. Y, si algún día se casan -y ella tiene que decir que sí, por supuesto; Kevin no ha perdido la esperanza-, sus niños no serán especialmente brillantes, no tendrán modelos fabulosos que seguir, pero -a pesar de la confusión que les causará el tener tanta sangre alienígena mezclada- sabrán que se quieren. Y eso estará bien.
9. Alhana Starbreeze (Dragonlance)
Le ha costado hacerse a la idea. Le ha costado años y años, le ha costado un principio frío con Porthios y un miedo atroz cuando se quedó embarazada. Le ha costado, sí, pero ha acabado por aceptarlo -él, el otro, se ha ido, se fue hace mucho. Y ahora tiene a su marido, y puede que no sea lo que ella quería, lo que ella esperaba, pero eso no significa que no sea bueno -que no le adore, a su manera.
10. Marnie (Misfits)
No es un amor de película -más bien de corto de dibujos animados-, pero a ella le basta. Él es todo lo que siempre ha querido -o lo que quiere desde que le conoció, al menos-: protector, un buen futuro padre, bueno a la hora del sexo. No tienen conversaciones profundas -eso le habría quitado muchos puntos- ni espera que ella le cuente sus sueños, sus ambiciones -no es que tenga mucho que contar, desde luego, aunque muchos no lo crean. Está allí, simplemente, está con ella y le hace reír y todo es rápido y apasionado, justo como quería -querían. Y está bien. Su bebé tendrá una familia.
Y sí, a lo tonto a lo tonto me he escrito treinta drabbles cuando tenía que estar estudiando. ¡Pero no es culpa mía! ¡Ellosss me obligaron! ¡Gollum! (Y, ahora que lo pienso, tendría que haber metido por ahí El Señor de los Anillos... bah, otro día)