Jun 13, 2004 02:19
Aviso: Todos aquellos que estén considerando la posibilidad de tirar 6 euros en ir a ver Troya, que no lean este post, porque contiene spoilers ( si es que se puede considerar un spoiler la historia clásica conocida por más o menos todo el mundo). ¿Se podría considerar, de hecho, que hablar de Titanic y decir: "el barco se hunde al final" es un spoiler?. Bueno, pues eso. Y que conste que lo que viene a continuación es pura opinión, crítica, juicio valorativo...como queráis llamarlo.
Yo tenía ganas de ir a ver Troya. Vi el trailer en el cine y cuando vi ese plano de la flota griega cubriendo el Egeo en dirección a Troya, pensé: Dios, esto puede estar muy bien. Brad Pitt no me acababa de casar mucho como Aquiles, de hecho, me casaba más bajando de un drakkar con una piel de lobo atada a la cabeza, pero bueno, sea. Es un buen actor y aunque era reticente a reconocer su valía por caer en el tópico de "es demasiado guapo", reconozco que mi madre puede tener razón cuando dice que es el relevo de Paul Newman. No será por el papel de Aquiles, eso está claro. El resto del reparto era increíble: Peter O toole ( Lawrence de Arabia, señores) como el rey Príamo, Eric Bana como Héctor y el último filón de Hollywood, via Tierra Media: Orlando Bloom, sin orejas de soplillo pero con ricitos y con esa carita imberbe que nos sugiere la palabra "incesto" al verle con Helena de Troya en su papel de Paris.
Esperé pacientemente a que acabaran los exámenes, y por fin esta noche pude ir a verla. Y empezó con mal pie. La música, con esos coros dolientes que recuerdan... coño, no recuerdan...CALCAN la música de Gladiator, queriendo darle el mismo tono épico-étnico profundo y místico que en Gladiator quedaba bien y aquí pasa totalmente desapercibido.
Y ahora me hallo en un dilema: no sé qué es más cutre, si los diálogos, o la fotografía, o qué. Pero antes debería explicar que en realidad Troya son dos películas distintas: la primera hora y media está rodada por un miope ( si no, explicadme por qué se tiran como 5 minutos de primer plano-primer plano), los diálogos escritos por una ameba. Bueno, quizá me estoy pasando de sofisticación, pero es que no conozco organismos más simples que la ameba. Si queréis un ejemplo de Dialogo escrito por una ameba, tomad simplemente el principio de la película, en que un niño va a despertar a Aquiles y el director aprovecha para presentarnos al héroe, convenientemente desnudo y con dos concubinas. El niño le mete prisa, diciéndole que le necesitan en batalla, y Aquiles, q es muy duro, remolonea. El niño insiste y mientras el héroe se viste, le pregunta, con vocecita de fan de los backstreet boys: Es verdad que eres invencible?---> POR DIOS, si querían ahorrarse una voz en off explicándonos lo chachi que es Aquiles, que lo hagan, pero que no pongan al niño-fan que siempre cuenta indirectamente las hazañas del héroe. Mira que se veía venir.
Hablemos de Patroclo, el joven primo de Aquiles que quiere convertirse en un mirmidón algun dia. Y sí, lo habéis adivinado: hay escenita de "Quiero luchar" "No, eres demasiado joven, quédate en el barco" "Jo". Patroclo, ya sé que en aquellos tiempos no había casettes de Nirvana, pero si tu primo te dice que te quedes en el barco, quédate en el barco, porque luego te matan y la hemos liado.
Pasemos a Paris-Orlando Bloom. Es verdad que podría pasar por griego, aunque con ese aire tan delicado, casi lo veo más de amante de Aquiles que de amante de Helena. Y lo veo más haciéndole ofrendas a Apolo "Oh Apolo, escucha mi ruego, haz que se me conserve la permanente durante la batalla" que empuñando la espada. Pero esto tiene disculpa puesto que el personaje de Paris, salvadas las distancias de la adaptación,era así. Bloom tiene aqui el triste papel de ser el anzuelo de quinceañeras de la peli, porque Brad Pitt ya ha pasado a mejor vida para las juventudes muy juveniles: ahora se llevan metrosexuales. Esto no impide que Troya ocupe las portadas de la SuperPOP y demás calaña con cosas como "Trucos para conquistar el corazón de Paris". Anda, yo me sé uno: ser Helena de Esparta y haber nacido bastante antes.
Pero lo peor de todo es, quizá, el increíblemente mediocre uso de la cámara. Imaginad los peores planos del mundo, la perspectiva más sobada, el encuadre más soso.Añadidle un zoom cutre y podréis rodar Troya. Nunca se ha desaprovechado tanto a un actor como a Peter O' Toole en esta película. Joder, que es Príamo, rey de Troya! Se merece un contrapicado en la hora de su muerte! Pues no. Se muere en plano gitano, que parece el proyecto de la bruja de Blair, y ahí se pudra. Para Aquiles, tres cuartos de lo mismo.
La gracia es que la película pretende girar en torno al afán de inmortalidad histórica de los héroes que se sacrifican en batallas. Pues francamente, para ser recordado con una película como esta, más le valdría a Aquiles haberse quedado hacindo cestillos de mimbre en su casa.