Lo correcto.
Título: Lo correcto
autor: nes_sly
Rating: PG-13
Pairing: Sirius/James
Genero: muy leve shonen-ai
Algunas cosas pasan, no son planeadas ni esperadas. Los involucrados ignoran hasta el último minuto las señales y luego de los hechos, al mirar hacia el pasado, se preguntan cómo fueron tan idiotas para no darse cuenta antes.
―Jimmyyy ―se quejó Sirius.
―¿Qué?
Estaban sentados en el suelo de la habitación de James. Sirius llevaba viviendo una semana en la casa de los Potter, había sido una de las mejores semanas de su vida. Mucho mejor que aquella en la que planearon la Gran broma de cuarto año, mucho mejor que esa semana en que su madre estuvo una semana bajo los efectos de un hechizo enviado por uno de sus tantos enemigos. Mucho mejor que la primera semana en la que tuvieron el Mapa del merodeador listo. Sí, definitivamente, esta es la mejor semana de su vida.
―¿Tu padre no ha comprado más Whisky?
―No. ―James estaba mirando el techo con la mirada perdida. Sirius, a su lado, murmuró un par de palabras incoherentes a su lado y luego apoyó su cabeza en el hombro del de ojos avellana.
―Compremos…
―Sí, más tarde. ―contestó sin real interés.
―¿James?
―¿Qué?
James giró su cabeza para poder observar de reojo al moreno, este lo miraba fijamente, la duda grabada en sus ojos grises.
―¿Qué pasa Canuto? ―preguntó nuevamente James, cuando él usaba el apodo de Sirius en privado, siempre era porque se sentía inquieto y deseaba apaciguar sus inseguridades, y de paso las del moreno, con el nombre que solo cuatro pueden entender.
Sirius se enderezó, removiendo si cabeza del hombro del otro, su mirada estaba ahora fija en sus manos, en un breve e inusual instante de inseguridad que no era normal de Sirius Black, el Gamberro de Hogwarts. Suspirando, levantó su mirada y la fijó en la del otro.
―Gracias
.
Se miraron largamente, ninguno de los dos se atrevía a moverse o a decir algo más. James sentía que ese “gracias” no era porque él aceptó comprar más Whisky: sabía que, en parte, era porque había recibido al otro en la casa sin preguntas indagadoras. Pero algo dentro de él le decía que ese “gracias” iba mucho más allá. Mucho, mucho más allá de la última semana.
Los ojos de Sirius tenían una suavidad en ellos que James nunca antes había visto. Observando al otro, sintió como su cuerpo se tensaba y su boca se resecaba. Una necesidad desconocida se apoderó de él. James no supo cuánto tiempo permanecieron de esta forma, simplemente observándose. Solamente fue consciente como una pequeña y tímida vocecilla en su cabeza le dijo “bésalo”. Y le obedeció.
Era como debía ser.
autor: nes_sly
Rating: PG-13
Pairing: Sirius/James
Genero: muy leve shonen-ai
Algunas cosas pasan, no son planeadas ni esperadas. Los involucrados ignoran hasta el último minuto las señales y luego de los hechos, al mirar hacia el pasado, se preguntan cómo fueron tan idiotas para no darse cuenta antes.
―Jimmyyy ―se quejó Sirius.
―¿Qué?
Estaban sentados en el suelo de la habitación de James. Sirius llevaba viviendo una semana en la casa de los Potter, había sido una de las mejores semanas de su vida. Mucho mejor que aquella en la que planearon la Gran broma de cuarto año, mucho mejor que esa semana en que su madre estuvo una semana bajo los efectos de un hechizo enviado por uno de sus tantos enemigos. Mucho mejor que la primera semana en la que tuvieron el Mapa del merodeador listo. Sí, definitivamente, esta es la mejor semana de su vida.
―¿Tu padre no ha comprado más Whisky?
―No. ―James estaba mirando el techo con la mirada perdida. Sirius, a su lado, murmuró un par de palabras incoherentes a su lado y luego apoyó su cabeza en el hombro del de ojos avellana.
―Compremos…
―Sí, más tarde. ―contestó sin real interés.
―¿James?
―¿Qué?
James giró su cabeza para poder observar de reojo al moreno, este lo miraba fijamente, la duda grabada en sus ojos grises.
―¿Qué pasa Canuto? ―preguntó nuevamente James, cuando él usaba el apodo de Sirius en privado, siempre era porque se sentía inquieto y deseaba apaciguar sus inseguridades, y de paso las del moreno, con el nombre que solo cuatro pueden entender.
Sirius se enderezó, removiendo si cabeza del hombro del otro, su mirada estaba ahora fija en sus manos, en un breve e inusual instante de inseguridad que no era normal de Sirius Black, el Gamberro de Hogwarts. Suspirando, levantó su mirada y la fijó en la del otro.
―Gracias
.
Se miraron largamente, ninguno de los dos se atrevía a moverse o a decir algo más. James sentía que ese “gracias” no era porque él aceptó comprar más Whisky: sabía que, en parte, era porque había recibido al otro en la casa sin preguntas indagadoras. Pero algo dentro de él le decía que ese “gracias” iba mucho más allá. Mucho, mucho más allá de la última semana.
Los ojos de Sirius tenían una suavidad en ellos que James nunca antes había visto. Observando al otro, sintió como su cuerpo se tensaba y su boca se resecaba. Una necesidad desconocida se apoderó de él. James no supo cuánto tiempo permanecieron de esta forma, simplemente observándose. Solamente fue consciente como una pequeña y tímida vocecilla en su cabeza le dijo “bésalo”. Y le obedeció.
Era como debía ser.