Los cuentos no son para niños.
Jamás entendí porque lo cuentos son para niños ¿Quién puede creérselo?
Si nos remontamos a los orígenes de los mismos, a las mitologías perdidas en la niebla del tiempo y el afán didáctico de la Europa medieval, vamos configurando una serie de historias: los cuentos cuyo fin primordial es exactamente el contrario al que el Señor Disney nos ha vendido durante tantos años.
Los cuentos no fueron creados sino para ASUSTAR A LOS NIÑOS. Desde la abnegada Cenicienta a La Bella Durmiente pasando por la Sirenita o Blancanieves y un sinfín más, ninguna de ellas tuvo una vida ideal y maravillosa, al contrario, sufrieron todo tipo de maltratos y vejaciones, desde abandonos a violaciones, encierros y maltratos.
¿Quién preferiría la oscura y dramática versión de los Hermanos Grimm, Perrault o Christian Andersen frente a la luz, sonido y coreografías perfectas de la factoría de los sueños?
Si nos remontamos a los orígenes de los mismos, a las mitologías perdidas en la niebla del tiempo y el afán didáctico de la Europa medieval, vamos configurando una serie de historias: los cuentos cuyo fin primordial es exactamente el contrario al que el Señor Disney nos ha vendido durante tantos años.
Los cuentos no fueron creados sino para ASUSTAR A LOS NIÑOS. Desde la abnegada Cenicienta a La Bella Durmiente pasando por la Sirenita o Blancanieves y un sinfín más, ninguna de ellas tuvo una vida ideal y maravillosa, al contrario, sufrieron todo tipo de maltratos y vejaciones, desde abandonos a violaciones, encierros y maltratos.
¿Quién preferiría la oscura y dramática versión de los Hermanos Grimm, Perrault o Christian Andersen frente a la luz, sonido y coreografías perfectas de la factoría de los sueños?