SPN FBI fic au. [1/¿?]
Hello!! aca estoy de nuevo, tengo esto desde que la imagen de los niños como agentes no puede salir de mi cabeza, es una historia simple, pero que de verdad estoy queriendo mucho, es un universo alterno donde bueno... no quiero contarle mucho porque en realidad es muy simple la historia, aun no estoy segura donde dirigirla pero la descripción de los personajes siempre me tiran para el mismo lado XD espero les guste...
Titulo: FBI Relations....
Autora: Elghin Hall.
Fandom: SPN.
Paring: BUENO CREO QUE SERÉ SINCERA CON MIGO MISMA... ESTO ES UN DEAN SMITH/ SAMUEL WESSON. XD
Ranking: no definido por ahora un NC-15
Declaimer: uhmm no estoy segura de esto ustedes díganme son Dean y Dam pero no son los hermanos de la serie en una dimensión paralela metidos allí por ningún angel, son los verdaderos Dean smith y Dam wesson, solo los nombres son de spn y si los actores se pertenecen a si mismo pero este fic sin fin de lucho es mi invención, la trama solamente jojo
Sumario: es posible tener una real amistad dentro del FBI? ¿Con tantos intereses fluyendo continuamente incluso sobre las cabezas decapitadas de sus compañeros? luego de ocho años de trabajar allí en la agencia, Dean ya no cree en la amistad y Sam no tiene amigos realmente por su condición de genio y por ser mas joven que todos sus compañeros por lo que se esforzara en ser la mejor persona que pueda ser, solo que la vida te golpea bajo una y otra vez y Dean esta mas desconectado de lo que es sentir mas de lo que creía.
Quien podría decir que no es el lugar de trabajo mas exigente de todos los tiempos, donde conspiraciones y ascensos son bien planeados hasta la perfección o donde los secretos tiene secretos, quien diría que podría crecer una amistad tan grande o sincera, y que lo que dos agentes llegaron a conocer el uno de otro los llevo a tan única relación.
Dos jóvenes agentes ingresaron con 23 y 19 años al FBI hace ya algunos años, compartían el sueños de llegar lejos en su carrera, proteger a su país, ser el orgullo de su familia, dar todo en el camino al éxito de sus nuevas carreras, pero ni el agente Smith o ni el agente Wesson se conocieron hasta que los recluyeron en la misma sección de archiveros, ambos estaban en distintas áreas del FBI, pero luego de ocho años en las mismas se dieron cuenta de que todo no es como lo pintan, la gente mas traicionera del mundo esta en listada en el FBI, unos a otros se pisoteaban y competían por el puesto mas alto y nada les detenía en el camino a lograrlo.
Dean estaba harto de ello, además de las personas con las que trabajaba y ya en este momento de su vida le daba igual trabajar en el piso de archivos con un compañero llamado Samuel Wesson que se ocupa del área norte, solo sabe que ingreso al FBI el mismo año que él, sabe que es mas joven que él y que se suponía que era un pequeño genio de las computadoras y de infiltración cibernética en todos los rincones de la red mundial, pero al igual que él había generado envidias y enemigos.
El trabajaba mas de catorce horas diarias en el archivo del FBI y su vida era prácticamente nula, procesando archivos antiguos enterándose de secretos y guardándolos en varias bases cibernéticas secretas, pero que diablos, al menos no tenia sobre su hombro a Gordon y su incansable deseo de ponerle un pie en su cuello y reírse como un maniático de ello, sabia de buena fuente que Samuel había tenia un dilema similar con la chupa sangre de nombre Ruby “la perra del infierno” de la sección de cómputos.
Pero que mas da...
Su oficina esta al fondo del archivero, es un lugar lúgubre y donde un anciano se sentiría a gusto y útil haciendo su trabajo, pero el estaba allí en castigo por hacer fracasar la cacería de un asesino múltiple al mejor estilo de Hannibal Lecter y Gordon no dudo un segundo en culparlo de todo a él.
Le creía su amigo pero en ese tiempo en el mismo grupo de trabajo lo vio cambiar, lo vio mutar en una persona calculadora y ego maniática que solo buscaba grandes éxitos a costa de otros, y eso lo enfermaba, por eso cuando lo degradaron no dijo nada y lo acepto sin decir una palabra, allí abajo en el subsuelo de la colmena treinta y dos, en el piso cincuenta y uno, después de todos era una base secreta con la mas avanzada en tecnología, por mas que se le resistiera un poco, era mejor que estar rodeado de víboras.
Para el otro agente sin embargo era un pesadilla, a él no le dieron siquiera una computadora para comprobar los registros allí depositados, no, con su capacidad de meterse donde el desee, por lo cual su única compania era el sonido del bolígrafo sobre papeles viejos los cuales se los enviaba a su compañero de tareas Dean Smith, al otro lado del piso, el cual no había visto desde que esta allí a causa de que Ruby Clarkson lo boicoteara por haberla rechazado lo mas diplomática mente posible, solo que la mujer no quería un no por respuesta y termino en el suelo cuando se aparto del escritorio o de las manos inquietas que querían sacarle los pantalones.
No era que no supiera que están en el mismo piso de la colmena treinta y dos, solo que realmente jamas había visto al agente Smith, sabe que se graduó al mismo tiempo que el pero no recuerda haberlo visto antes, los archivos se entregaban a el por una especie de casillero mensajero robotizado del cual no quiere indagar mucho por una manía contra la idea de un T-800 que tiene.
Ni siquiera entran a la colmena por el mismo lugar, el accede por el lado norte y toma el elevador B-82 mientras que su compañero de archivos entra por el lado este y toma dos ascensores distintos para entrar directamente a su oficina en el sector sur, el acostumbra a tomarse dos cafés súper cargados para no dormirse de lleno la primera hora del día en ese lugar, como el día de hoy que va llevando dos cafés extra largos y una caja de donas de veinticuatro en manos.
Era un día común y rutinario para el con un bolígrafo en la mano por unas catorce horas diarias, solo que en ese momento en que dejo sus dos cafés y las donas en el escritorio la energía de la colmena colapso, todo quedo en penumbras por dos segundos hasta que las luces de emergencia azules se encendieron en los rincones de su piso de archivos; miro a todos lados y tomo el teléfono de su escritorio solo que estaba muerto, tomo su celular y no tenia señal alguna en esas profundidades, corrió al pasillo y de allí al elevador pero nada, el era el único en ese lugar a excepción de su compañero Smith, solo que no estaba seguro de como llegar hasta las oficinas del mismo sin perderse en el laberinto gigantesco de archivos.
Volvió a su escritorio y con el celular sobresaliendo del bolsillo de su saco azul, con la linterna encendida del mismo, decidió arriesgarse, de todos modos podría estar allí indefinidamente, con las manos cargadas con su única provisión de alimento y bebida camino con rumbo sur por los extensos pasillos, esperando que su compañero halla llegado a horario y no se hubiese quedado atascado en alguno de los elevadores.
Dean despotrico con ganas arrojando unos expedientes, condenado apagón rugió, se suponía que estaba en un lugar donde la alta tecnología se igualaba a la inteligencia humana y rodó los ojos con ese pensamiento, de allí el apagón, pensó, sabiendo que como todo ser humanos los defectos sobran a manos llenas.
Solo contaba con su almuerzo y unas botellas de cereza introducidas en el complejo de contrabando y escondidas en el cajón de su escritorio, ya se veía sin su rutinario viajecito a la cafetería por su segundo almuerzo, se sentó allí reclinándose en su vieja y chillona silla a esperar que volviera la energía, se pregunto si su compañero estaría en el piso o no pero ellos no tenían contacto alguno como para averiguarlo, mantuvo la mueca en su boca denotando insatisfacción y aburrimiento, luego de media hora de estar sin hacer nada pensó seria mente abrir las puertas del elevador y trepar por el tirante de hierro.
En especial porque él no puede trabajar con una linterna de bolsillo y una computadora sin energía, también la idea de saber que demonios paso con la energía le picaba, muchas cosas pasaban en la colmena y de algún modo temía que alguna cosa se hubiera escapado de su caja, o algún organismo cibernético hubiera perdido la chaveta.
Exhalo el aire cansado y algo llamo su atención, escucho a lo lejos algo que no podía ser y que no cree haber escuchado antes en sus dos meces de trabajo allí... pasos ajenos a los de él, saco su arma y se paro tirando la ruidosa silla lejos de él, rodeo el escritorio con el revolver en mano, dispuesto a plantarle cara a cualquier creación de mentes enfermas llegaran a encerrar allí abajo.
- ¿Hola?- se escucho a lo lejos y Dean frunció el ceño - Dios... estoy perdido, ¿Smith? ¿Podrías hablar O algo? No se como salir de entre todos estos papeles del demonio, como los odio, no se como me metí en esto...- Dean escucho la vos desconocida solo que no le pareció amenazante, solo tremendamente frustrada mientras murmuraba para si mismo, solo que el escucho todo ese balbuceo y bajo el arma mirando en dirección a los tres pasillos de los cuales podría salir el dueño de la vos.
- Ehmm ¿Ok? - dijo y espero una respuesta pero rodó los ojos al saber que no le escucho porque aun estaba muy lejos...- ¡¿Pero por donde demonios andas Wesson!?- elevo la vos y metió el arma en su funda a un lado de su cinturón, costumbre que no logro sacarse a pesar de ahora ser solo un archivista.
- ¡¿Smith?! - Samuel espero - ¿Podrías hacer sonidos continuos para poder seguir tu vos? - pregunto el castaño apartando de un soplido un mechón de su cabello.
- ¿Que dijiste? ¿Sonidos continuos? ¿Que soy un radio? No puedes pensar en otra cosa como tener algo de sentido de la orientación?- bramo, su paciencia era limitada y la vos inocente del chico en medio de esas penumbras no era algo que le alegrara.
- Oye, hace mas de una hora que camino con rumbo sur pero al parecer nunca ordenas tu sección del archivo, esta todo tirado, hay mas polvo y telarañas que en el sótano de mi tío...- bufo tenia hambre y aun no pudo tocar su desayuno.
- ¿Limpiar? Estas de coña... no me digas que tu limpias tu sección del archivo.- acoto casi incrédulo hasta que vio una pequeña luz acercándose por el pasillo este.
- Pues si, no soporto el polvo... o el desorden - dice saliendo con las manos cargadas de lo que Smith vio como un par de cafés y una caja de donas.
- Estas loco...- murmuro en su cara al verse por primera vez.
- Hola. - y Samuel le sonrío y Dean solo volvió a su escritorio.
- Yeah.... demonios eres alto.- rezongo volviéndose para verlo y ofrecerle una silla, la verdad no le daban muchas ganas de relacionarse.
- ¿Tu también lo eres? - dijo pero su atención se volcó a la silla que Dean le ofreció y porque en ella había una pila de archivos que terminaron ene el piso desparramados.
- Si y siempre me he considerado una persona alta pero tu... no importa, que traes allí.- comento dejándose caer en la pequeña y ruidosa silla que chillo con su peso.
- Mi desayuno... ¿Quieres una dona?- ofreció y abrió la caja mostrando su contenido.
- ¿De jalea?- y los ojos verdes se veía mas claros con la luz azul tenue que los cubría.
- Si y de chocolate también hay..- tomo una y la mordió casi por completo y Dean lo imito.
- Genial - respondió con la boca llena y los labios cubiertos de azúcar impalpable.
- Sabes que paso o...- indago Wesson pero por la cara de Smith parecía que estaban iguales.
- No, ni idea pero los elevadores están bloqueados...- Dean saboreo su dona y le dio el ultimo mordisco.
- Si... el de mi sección también - respondió y al tomar un sorbo de su café lo noto frío haciendo una mueca la respecto.
- Así que... Wesson...- dijo tragando.
- Samuel por favor...- le corrigió
- ¿En serio?- Smith lo miro con los ojos achicados y analizando sus facciones.
- ¿Que?- dijo y Dean noto la mirada inocente al igual que su tono de vos, no eran fingidos o manipuladores.
- ¿Samuel?- reitero.
- Que, es mi nombre - Wesson no entendía que había de malo con su nombre pero solo a su madre le gustaba ese nombre.
- Si tu lo dices...- se acomodo en la silla que no dejaba de crujir con uno solo de sus movimientos.
- Oye, yo no he dicho nada de que te apellides Smith, que sin duda es el nombre mas sospechoso de la tierra.- argumento algo molesto este tío le ponía caras por su nombre y ni siquiera le conocía.
- Mira Sammy no tengo muchos ánimos para socializar...- dijo y tomo uno de los cafés del peli largo pero Wesson solo pudo abrir los ojos y mirarlo indignado solo por una cosa.
- ¿Sammy...?-
- Que -
- ¿Me llamaste Sammy?-
- Si creo que si.-
- No lo hagas... si no te gusta mi nombre puedo tolerar que me digas Sam pero no... Sammy es nombre de chica..- protesto casi con un puchero, hundiéndose en su hombros como in niño pequeño y Dean se quedo mirando la gestualidad corporal y facial no creyéndose que ese tío se aun genio informático.
- Bueno con ese pelo largo quien no se confunde....- refuto y samuel volvió su vista a el mas asombrado de que le señale todo lo que no le gusta de el a cinco minutos de conocerle.
- Que tiene de malo mi cabello - protesto.
- Ya lo dije, es muy largo...- Dean no tenia ni la mas mínima intención de caerle bien a Wesson y esta era la manera mas fácil de mantener las distancias.
- ¿Podemos cambiar de tema?- dijo tomando otra rosquilla.
- Tema... uh... como que...-
- No lo se... Ok, yo se los titulares, me refiero, como terminaste aquí enterrado de papeles y creo que tu sabes como yo termine aquí, así que que es de tu vida, osea tienes esposa, familia, tu sabes lo normal....- pregunto con un tono de vos relajado llamando de nuevo la atención de Smith a su persona.
- Hablas demasiado... Wesson -
- Oh vamos, estaremos aquí atascados por varias horas...-
- ¿Y solo por eso quieres saber de mi vida fuera de aquí?- y Wesson alzo sus hombros con su café en los labios y su rostro inocente...- ¿Solo mantengamos el silencio ok? Si no es mucho que pedir...- Wesson hizo una mueca, a el le costaba estarse callado pero los gestos de Smith eran recios, muy lineales y fácil mente atractivos pero su gestualidad le aconsejaba guardar silencio.
Estuvieron diecisiete horas allí sin hacer nada, se terminaron las donas el café, el almuerzo descomunal de Smith, Wesson noto que Dean llevaba un anillo de casado plateado y se imagino toda una historia de amor destrozado, cuando la energía volvió los dos se levantaron de su asientos y el se quejo, tenia que atravesar todo el piso de archivos de nuevo solo para recoger su maletín.
Y estaba a punto de hacerlo cuando Smith le dijera que no valía la pena, las llaves de su auto y su casa las tenia en su bolsillo, Dean le dio un golpe en el brazo del cual se quejo de mas y admite eso, pero Dean tenia razón no necesitaba su maletín, miro a su compañero y arrastrando los pies le siguió al ascensor...
Estaba cansado de no hacer nada, traspirado de estar en un piso sin aire acondicionado como estaba acostumbrado, Dean se desaflojo la corbata solo media hora después de entrar en silencio, y ambos estaban de un aspecto deplorable, cuando llegaron a la superficie los revisaron como rutina y se enteraron que una explosión en el área de laboratorios con un químico muy inestable que reventó por un tonto descuido.
Wesson camino junto a su compañero hasta su impala negro del 67' un auto que su tio rescato de un deshuesadero y que a el le cuesta un mundo arreglar, pero hace dos meces que no tiene tiempo para ello y el motor esta algo arruinado y le da mucha pena, pero no puede hacer nada hasta tener un día libre, pero al ver la cara de Smith al ver su auto... lo dejan expectante.
- Si ya se un pedazo de chatarra pero según mi tio es un clásico, solo que no he tenido tiempo...-
- Un Chevy del 67'.... creo que tu tio ya me cae bien...- Dean rodeo el auto estaba prácticamente anochecido pero Dean ase tomo su tiempo para sonreír y mirar el brillo del auto con las luces del aparcamiento.
- ¿Tu sabes algo de coches?-
- Mi padre tenia un deshuesadero, juntos reconstruimos de la nada un Mustang del 62'...antes de cumplir los dieciocho era su manera de enseñarme a conducir creo...- y su ceño de frunció al ver varias marcas en la negra pintura y abolladuras del lado derecho del auto y el rubio le miro mal.
- Oh si em... aun no arreglo eso, pero yo no se lo hice si eso es lo que piensas...- Dean hizo un gesto como que no le creyó mucho y Samuel solo hizo una mueca apretando los dientes a modo de que se note que había sido sin querer.
- Bueno si, es tarde...- Dean se aclaro la vos, su única debilidad son los autos y se dejo llevar mostradle ese punto a un compañero
- Si uhmm adiós... nos vemos mañana....- saludo a Dean con su mano en el aire y Smith ni siquiera volteo a saludar solo le contesto con su mano en el aire
- No si todo marcha bien....- Sam bajo la mano mirando como Dean se alejaba por el estacionamiento debajo de cada farol, y eso le hizo acordar como pasaba su días...
Titulo: FBI Relations....
Autora: Elghin Hall.
Fandom: SPN.
Paring: BUENO CREO QUE SERÉ SINCERA CON MIGO MISMA... ESTO ES UN DEAN SMITH/ SAMUEL WESSON. XD
Ranking: no definido por ahora un NC-15
Declaimer: uhmm no estoy segura de esto ustedes díganme son Dean y Dam pero no son los hermanos de la serie en una dimensión paralela metidos allí por ningún angel, son los verdaderos Dean smith y Dam wesson, solo los nombres son de spn y si los actores se pertenecen a si mismo pero este fic sin fin de lucho es mi invención, la trama solamente jojo
Sumario: es posible tener una real amistad dentro del FBI? ¿Con tantos intereses fluyendo continuamente incluso sobre las cabezas decapitadas de sus compañeros? luego de ocho años de trabajar allí en la agencia, Dean ya no cree en la amistad y Sam no tiene amigos realmente por su condición de genio y por ser mas joven que todos sus compañeros por lo que se esforzara en ser la mejor persona que pueda ser, solo que la vida te golpea bajo una y otra vez y Dean esta mas desconectado de lo que es sentir mas de lo que creía.
Quien podría decir que no es el lugar de trabajo mas exigente de todos los tiempos, donde conspiraciones y ascensos son bien planeados hasta la perfección o donde los secretos tiene secretos, quien diría que podría crecer una amistad tan grande o sincera, y que lo que dos agentes llegaron a conocer el uno de otro los llevo a tan única relación.
Dos jóvenes agentes ingresaron con 23 y 19 años al FBI hace ya algunos años, compartían el sueños de llegar lejos en su carrera, proteger a su país, ser el orgullo de su familia, dar todo en el camino al éxito de sus nuevas carreras, pero ni el agente Smith o ni el agente Wesson se conocieron hasta que los recluyeron en la misma sección de archiveros, ambos estaban en distintas áreas del FBI, pero luego de ocho años en las mismas se dieron cuenta de que todo no es como lo pintan, la gente mas traicionera del mundo esta en listada en el FBI, unos a otros se pisoteaban y competían por el puesto mas alto y nada les detenía en el camino a lograrlo.
Dean estaba harto de ello, además de las personas con las que trabajaba y ya en este momento de su vida le daba igual trabajar en el piso de archivos con un compañero llamado Samuel Wesson que se ocupa del área norte, solo sabe que ingreso al FBI el mismo año que él, sabe que es mas joven que él y que se suponía que era un pequeño genio de las computadoras y de infiltración cibernética en todos los rincones de la red mundial, pero al igual que él había generado envidias y enemigos.
El trabajaba mas de catorce horas diarias en el archivo del FBI y su vida era prácticamente nula, procesando archivos antiguos enterándose de secretos y guardándolos en varias bases cibernéticas secretas, pero que diablos, al menos no tenia sobre su hombro a Gordon y su incansable deseo de ponerle un pie en su cuello y reírse como un maniático de ello, sabia de buena fuente que Samuel había tenia un dilema similar con la chupa sangre de nombre Ruby “la perra del infierno” de la sección de cómputos.
Pero que mas da...
Su oficina esta al fondo del archivero, es un lugar lúgubre y donde un anciano se sentiría a gusto y útil haciendo su trabajo, pero el estaba allí en castigo por hacer fracasar la cacería de un asesino múltiple al mejor estilo de Hannibal Lecter y Gordon no dudo un segundo en culparlo de todo a él.
Le creía su amigo pero en ese tiempo en el mismo grupo de trabajo lo vio cambiar, lo vio mutar en una persona calculadora y ego maniática que solo buscaba grandes éxitos a costa de otros, y eso lo enfermaba, por eso cuando lo degradaron no dijo nada y lo acepto sin decir una palabra, allí abajo en el subsuelo de la colmena treinta y dos, en el piso cincuenta y uno, después de todos era una base secreta con la mas avanzada en tecnología, por mas que se le resistiera un poco, era mejor que estar rodeado de víboras.
Para el otro agente sin embargo era un pesadilla, a él no le dieron siquiera una computadora para comprobar los registros allí depositados, no, con su capacidad de meterse donde el desee, por lo cual su única compania era el sonido del bolígrafo sobre papeles viejos los cuales se los enviaba a su compañero de tareas Dean Smith, al otro lado del piso, el cual no había visto desde que esta allí a causa de que Ruby Clarkson lo boicoteara por haberla rechazado lo mas diplomática mente posible, solo que la mujer no quería un no por respuesta y termino en el suelo cuando se aparto del escritorio o de las manos inquietas que querían sacarle los pantalones.
No era que no supiera que están en el mismo piso de la colmena treinta y dos, solo que realmente jamas había visto al agente Smith, sabe que se graduó al mismo tiempo que el pero no recuerda haberlo visto antes, los archivos se entregaban a el por una especie de casillero mensajero robotizado del cual no quiere indagar mucho por una manía contra la idea de un T-800 que tiene.
Ni siquiera entran a la colmena por el mismo lugar, el accede por el lado norte y toma el elevador B-82 mientras que su compañero de archivos entra por el lado este y toma dos ascensores distintos para entrar directamente a su oficina en el sector sur, el acostumbra a tomarse dos cafés súper cargados para no dormirse de lleno la primera hora del día en ese lugar, como el día de hoy que va llevando dos cafés extra largos y una caja de donas de veinticuatro en manos.
Era un día común y rutinario para el con un bolígrafo en la mano por unas catorce horas diarias, solo que en ese momento en que dejo sus dos cafés y las donas en el escritorio la energía de la colmena colapso, todo quedo en penumbras por dos segundos hasta que las luces de emergencia azules se encendieron en los rincones de su piso de archivos; miro a todos lados y tomo el teléfono de su escritorio solo que estaba muerto, tomo su celular y no tenia señal alguna en esas profundidades, corrió al pasillo y de allí al elevador pero nada, el era el único en ese lugar a excepción de su compañero Smith, solo que no estaba seguro de como llegar hasta las oficinas del mismo sin perderse en el laberinto gigantesco de archivos.
Volvió a su escritorio y con el celular sobresaliendo del bolsillo de su saco azul, con la linterna encendida del mismo, decidió arriesgarse, de todos modos podría estar allí indefinidamente, con las manos cargadas con su única provisión de alimento y bebida camino con rumbo sur por los extensos pasillos, esperando que su compañero halla llegado a horario y no se hubiese quedado atascado en alguno de los elevadores.
Dean despotrico con ganas arrojando unos expedientes, condenado apagón rugió, se suponía que estaba en un lugar donde la alta tecnología se igualaba a la inteligencia humana y rodó los ojos con ese pensamiento, de allí el apagón, pensó, sabiendo que como todo ser humanos los defectos sobran a manos llenas.
Solo contaba con su almuerzo y unas botellas de cereza introducidas en el complejo de contrabando y escondidas en el cajón de su escritorio, ya se veía sin su rutinario viajecito a la cafetería por su segundo almuerzo, se sentó allí reclinándose en su vieja y chillona silla a esperar que volviera la energía, se pregunto si su compañero estaría en el piso o no pero ellos no tenían contacto alguno como para averiguarlo, mantuvo la mueca en su boca denotando insatisfacción y aburrimiento, luego de media hora de estar sin hacer nada pensó seria mente abrir las puertas del elevador y trepar por el tirante de hierro.
En especial porque él no puede trabajar con una linterna de bolsillo y una computadora sin energía, también la idea de saber que demonios paso con la energía le picaba, muchas cosas pasaban en la colmena y de algún modo temía que alguna cosa se hubiera escapado de su caja, o algún organismo cibernético hubiera perdido la chaveta.
Exhalo el aire cansado y algo llamo su atención, escucho a lo lejos algo que no podía ser y que no cree haber escuchado antes en sus dos meces de trabajo allí... pasos ajenos a los de él, saco su arma y se paro tirando la ruidosa silla lejos de él, rodeo el escritorio con el revolver en mano, dispuesto a plantarle cara a cualquier creación de mentes enfermas llegaran a encerrar allí abajo.
- ¿Hola?- se escucho a lo lejos y Dean frunció el ceño - Dios... estoy perdido, ¿Smith? ¿Podrías hablar O algo? No se como salir de entre todos estos papeles del demonio, como los odio, no se como me metí en esto...- Dean escucho la vos desconocida solo que no le pareció amenazante, solo tremendamente frustrada mientras murmuraba para si mismo, solo que el escucho todo ese balbuceo y bajo el arma mirando en dirección a los tres pasillos de los cuales podría salir el dueño de la vos.
- Ehmm ¿Ok? - dijo y espero una respuesta pero rodó los ojos al saber que no le escucho porque aun estaba muy lejos...- ¡¿Pero por donde demonios andas Wesson!?- elevo la vos y metió el arma en su funda a un lado de su cinturón, costumbre que no logro sacarse a pesar de ahora ser solo un archivista.
- ¡¿Smith?! - Samuel espero - ¿Podrías hacer sonidos continuos para poder seguir tu vos? - pregunto el castaño apartando de un soplido un mechón de su cabello.
- ¿Que dijiste? ¿Sonidos continuos? ¿Que soy un radio? No puedes pensar en otra cosa como tener algo de sentido de la orientación?- bramo, su paciencia era limitada y la vos inocente del chico en medio de esas penumbras no era algo que le alegrara.
- Oye, hace mas de una hora que camino con rumbo sur pero al parecer nunca ordenas tu sección del archivo, esta todo tirado, hay mas polvo y telarañas que en el sótano de mi tío...- bufo tenia hambre y aun no pudo tocar su desayuno.
- ¿Limpiar? Estas de coña... no me digas que tu limpias tu sección del archivo.- acoto casi incrédulo hasta que vio una pequeña luz acercándose por el pasillo este.
- Pues si, no soporto el polvo... o el desorden - dice saliendo con las manos cargadas de lo que Smith vio como un par de cafés y una caja de donas.
- Estas loco...- murmuro en su cara al verse por primera vez.
- Hola. - y Samuel le sonrío y Dean solo volvió a su escritorio.
- Yeah.... demonios eres alto.- rezongo volviéndose para verlo y ofrecerle una silla, la verdad no le daban muchas ganas de relacionarse.
- ¿Tu también lo eres? - dijo pero su atención se volcó a la silla que Dean le ofreció y porque en ella había una pila de archivos que terminaron ene el piso desparramados.
- Si y siempre me he considerado una persona alta pero tu... no importa, que traes allí.- comento dejándose caer en la pequeña y ruidosa silla que chillo con su peso.
- Mi desayuno... ¿Quieres una dona?- ofreció y abrió la caja mostrando su contenido.
- ¿De jalea?- y los ojos verdes se veía mas claros con la luz azul tenue que los cubría.
- Si y de chocolate también hay..- tomo una y la mordió casi por completo y Dean lo imito.
- Genial - respondió con la boca llena y los labios cubiertos de azúcar impalpable.
- Sabes que paso o...- indago Wesson pero por la cara de Smith parecía que estaban iguales.
- No, ni idea pero los elevadores están bloqueados...- Dean saboreo su dona y le dio el ultimo mordisco.
- Si... el de mi sección también - respondió y al tomar un sorbo de su café lo noto frío haciendo una mueca la respecto.
- Así que... Wesson...- dijo tragando.
- Samuel por favor...- le corrigió
- ¿En serio?- Smith lo miro con los ojos achicados y analizando sus facciones.
- ¿Que?- dijo y Dean noto la mirada inocente al igual que su tono de vos, no eran fingidos o manipuladores.
- ¿Samuel?- reitero.
- Que, es mi nombre - Wesson no entendía que había de malo con su nombre pero solo a su madre le gustaba ese nombre.
- Si tu lo dices...- se acomodo en la silla que no dejaba de crujir con uno solo de sus movimientos.
- Oye, yo no he dicho nada de que te apellides Smith, que sin duda es el nombre mas sospechoso de la tierra.- argumento algo molesto este tío le ponía caras por su nombre y ni siquiera le conocía.
- Mira Sammy no tengo muchos ánimos para socializar...- dijo y tomo uno de los cafés del peli largo pero Wesson solo pudo abrir los ojos y mirarlo indignado solo por una cosa.
- ¿Sammy...?-
- Que -
- ¿Me llamaste Sammy?-
- Si creo que si.-
- No lo hagas... si no te gusta mi nombre puedo tolerar que me digas Sam pero no... Sammy es nombre de chica..- protesto casi con un puchero, hundiéndose en su hombros como in niño pequeño y Dean se quedo mirando la gestualidad corporal y facial no creyéndose que ese tío se aun genio informático.
- Bueno con ese pelo largo quien no se confunde....- refuto y samuel volvió su vista a el mas asombrado de que le señale todo lo que no le gusta de el a cinco minutos de conocerle.
- Que tiene de malo mi cabello - protesto.
- Ya lo dije, es muy largo...- Dean no tenia ni la mas mínima intención de caerle bien a Wesson y esta era la manera mas fácil de mantener las distancias.
- ¿Podemos cambiar de tema?- dijo tomando otra rosquilla.
- Tema... uh... como que...-
- No lo se... Ok, yo se los titulares, me refiero, como terminaste aquí enterrado de papeles y creo que tu sabes como yo termine aquí, así que que es de tu vida, osea tienes esposa, familia, tu sabes lo normal....- pregunto con un tono de vos relajado llamando de nuevo la atención de Smith a su persona.
- Hablas demasiado... Wesson -
- Oh vamos, estaremos aquí atascados por varias horas...-
- ¿Y solo por eso quieres saber de mi vida fuera de aquí?- y Wesson alzo sus hombros con su café en los labios y su rostro inocente...- ¿Solo mantengamos el silencio ok? Si no es mucho que pedir...- Wesson hizo una mueca, a el le costaba estarse callado pero los gestos de Smith eran recios, muy lineales y fácil mente atractivos pero su gestualidad le aconsejaba guardar silencio.
Estuvieron diecisiete horas allí sin hacer nada, se terminaron las donas el café, el almuerzo descomunal de Smith, Wesson noto que Dean llevaba un anillo de casado plateado y se imagino toda una historia de amor destrozado, cuando la energía volvió los dos se levantaron de su asientos y el se quejo, tenia que atravesar todo el piso de archivos de nuevo solo para recoger su maletín.
Y estaba a punto de hacerlo cuando Smith le dijera que no valía la pena, las llaves de su auto y su casa las tenia en su bolsillo, Dean le dio un golpe en el brazo del cual se quejo de mas y admite eso, pero Dean tenia razón no necesitaba su maletín, miro a su compañero y arrastrando los pies le siguió al ascensor...
Estaba cansado de no hacer nada, traspirado de estar en un piso sin aire acondicionado como estaba acostumbrado, Dean se desaflojo la corbata solo media hora después de entrar en silencio, y ambos estaban de un aspecto deplorable, cuando llegaron a la superficie los revisaron como rutina y se enteraron que una explosión en el área de laboratorios con un químico muy inestable que reventó por un tonto descuido.
Wesson camino junto a su compañero hasta su impala negro del 67' un auto que su tio rescato de un deshuesadero y que a el le cuesta un mundo arreglar, pero hace dos meces que no tiene tiempo para ello y el motor esta algo arruinado y le da mucha pena, pero no puede hacer nada hasta tener un día libre, pero al ver la cara de Smith al ver su auto... lo dejan expectante.
- Si ya se un pedazo de chatarra pero según mi tio es un clásico, solo que no he tenido tiempo...-
- Un Chevy del 67'.... creo que tu tio ya me cae bien...- Dean rodeo el auto estaba prácticamente anochecido pero Dean ase tomo su tiempo para sonreír y mirar el brillo del auto con las luces del aparcamiento.
- ¿Tu sabes algo de coches?-
- Mi padre tenia un deshuesadero, juntos reconstruimos de la nada un Mustang del 62'...antes de cumplir los dieciocho era su manera de enseñarme a conducir creo...- y su ceño de frunció al ver varias marcas en la negra pintura y abolladuras del lado derecho del auto y el rubio le miro mal.
- Oh si em... aun no arreglo eso, pero yo no se lo hice si eso es lo que piensas...- Dean hizo un gesto como que no le creyó mucho y Samuel solo hizo una mueca apretando los dientes a modo de que se note que había sido sin querer.
- Bueno si, es tarde...- Dean se aclaro la vos, su única debilidad son los autos y se dejo llevar mostradle ese punto a un compañero
- Si uhmm adiós... nos vemos mañana....- saludo a Dean con su mano en el aire y Smith ni siquiera volteo a saludar solo le contesto con su mano en el aire
- No si todo marcha bien....- Sam bajo la mano mirando como Dean se alejaba por el estacionamiento debajo de cada farol, y eso le hizo acordar como pasaba su días...