[Fic] All you need is a cat... or two.[2/... ]

Aug 07, 2012 06:25


Titulo: All you need is a cat... or two.
Autora y artista: ELghin Hall.
Fandom: SPN mezcaldo con RPS.
Categoría: AU.
situado]: no les dire es sorpreza...
Reting: porque Nem_sa cree que soy una sexopata y como sabran amo el sexo en fics y amo explayarme contando muchos detallitos es un NC-18.
Declaimers: idea mía... persojes como la representan de una persona real es exclusivamente de la CW y de los actores.
Sumario... mmmm Misha es un hombre solo, lo a sido la mitad de su vida luego de un trágico accidente y el con la creencia que lo ha superado, pero al tomarse con dos seres fuera de sus expectativas para mascotas, descubrirá un amor que lo llevara muy lejos...



Capitulo dos.


Se escucha el agua cayendo fuera de la ventana pegando contra los grandes ventanales que prácticamente van de un lado al otro del cuarto, el vidrio dividido en pequeños cuadrados de veinte por veinte centímetros le da una apariencia especial al vacío cuarto, la poca luz se proyecta sobre la cama junto con la forma del agua cayendo, una suave y continua llovizna que hace desear con ganas de quedarse allí, le gustaría no tener que ir a trabajar en realidad poder quedarse así, esta cómodo y abrigado, su cuerpo se siente lánguido y restaurado, tan descansado que parece irreal cree que no había dormido tan bien hacia mucho... de echo no dormía, su conciencia iba despertando y tomando forma ubicándolo en el espacio que ocupa su forma terrenal pero lo que siente no es como todos los días.
Sus párpados se abren y el color de sus ojos azules resalta en la poca luz de esa mañana, pero con lo que se topa es con una mata de pelo castaño enterrado en su cuello y una oreja de gato del mismo color frente a su ojos, de repente todo lo de la noche anterior vuelve a su cabeza, se frota el rostro mientras se nota extendido sobre el colchón y se percata de que el otro nekomata esta durmiendo sobre su pecho, abrazando lo como si fuera una almohada mas.
Suspira al mirar el reloj en su muñeca y son las nueve de la mañana, sus boca se abre y su ojos también como platos, patalea lo mas que puede para zafarse del agarre de ambos nekos y tomar el celular, pasando por encima del castaño que se queja al igual que el otro por las patadas que suelta para poder llegar hasta el aparato.
Mentir no miente bien, decirle a su jefe que esta enfermo apenas si le sale, pero le avisa que ya va de camino es lo único que se le ocurre, sale de la cama y se mete en la ducha lo mas rápido que puede, Sam bufa sus ojos se abrieron con el abrupto despertar y no volverán a cerrarse, mientras que Dean se enrolla en las mantas Sam termina por levantarse de la cama.
Se rasca una de las orejas en su cabeza y aun no cree que tenga esas cosas en la cabeza mientras se sienta en la cama, es una sensación rara pero le gusta de cierto modo, camino hasta la cocina con su estomago gruñendo por lo que revisa los estantes en busca de algo comestible solo que no encuentra nada, un poco de té chino abandonado al fondo de una gaveta y es té suelto en una bolcita medio sospechosa y de tela, pone el agua a hervir y sirve un par de tazas de té, las toma pensando que Dean le lanzara una de las tazas por encima de la cabeza cuando se de cuenta de que es té, sonríe amplio y deslumbrante tanto que el duelen las mejillas porque tiene a su hermano de vuelta, y es un alivio tan grande que no le entra en el pecho. 
Pero se topa con Misha vistiéndose en el pasillo tan rápidamente que la ropa le queda maltrecha, hurgando en su billetera a continuación, Sam piensa que esta ignorando su presencia pero no y el pelinegro toma una de las tazas que él tenia en mano, bebiéndose el contenido de un solo trago, Sam le mira, no dice nada mejor que se lo tome Misha a que Dean se lo lance por la cabeza y no sabe porque pero eso lo vuelve a hacer sonreír. 
Misha nota como ese neko solo sonríe frente a él porque si y le sonríe devuelta pensando que esa sonrisa es para él, Sam se sorprende en ese pasillo, en el silencio entre los dos cuando al sentir y ver como ese hombre que se parece tanto al ángel que es su amigo, levanta la mano y le acaricia detrás de la oreja, rascando justo detrás de ella y él no puede evitar inclinar la cabeza o cerrar los ojos porque se siente demasiado bien ese contacto...
- Aquí...- se aclara la vos y Sam abre los ojos al dejar de sentir la caricia.- ...Toma algo de dinero, compra lo que necesiten, yo volveré entrada la madrugada... tipo tres, igual que ayer- Misha corre un segundo después a la puerta con un zapato en la mano y toma su mochila de la entrada antes de desaparecer por la puerta.
Sam mira las bolitas de papel que el pelinegro le entrego todas arrugadas, apastadas entre si, se sentó a los pies de la cama y uno a uno abrió cada papel encontrándose con trecientos dolares en total, se tomo el té que le quedo mientras Dean refunfuñaba contra la almohada, se levanto para poder mirar por la ventana aun estaba en su ropa interior y vio como Misha corría por las calles del barrio chino en medio de la lluvia para subirse al autobús que se detuvo en la esquina.
Recorrió la casa y ordeno los papeles que Dean había revoleado la noche anterior dejándolos en la silla de metal, lo único que había allí eran dos cajas grandes de cartón beige y nada mas, tampoco sabia nada de ese Misha y creyó necesario saber mas, abrió la primera caja y levanto la vista al escuchar a su hermano meterse en el baño.
Sentado en el piso empiezo a sacar las cosas que allí estaban, papeles de identidad, actas de nacimiento y de defunción, al parecer los padres de Misha habían muerto cuando tenia siete años, también hayo papeles de su residencia en un orfanato de California, un oso desgastado, una fotos de niños, una de los padres de Misha, uno que otro juguete, desgastado y roto, un diploma de secundario y de una universidad estatal en relaciones publicas, algo de ropa y nada mas importante que eso.
Este tío tenia menos que ellos dos juntos, cuando escucho de fondo la ducha ya iba por la segunda caja, unos pocos libros y adornos, unos pantalones algo hippis, un walkman muy viejo pero que aun funcionaba, el cassette que tenia solo tenia grabada la canción My sharona de The Knak en toda la cinta, sonrío hacia un lado, la canción era buena pero vieja, como las que le gustan a su hermano.
- ¿Alguna pista?- pregunto Dean con la toalla sobre el hueso de su cadera mojando el piso a su paso.
- Nada del otro mundo, es un tío normal.- levanto la vista y noto que esta rodeado de cosas.
- Si claro, ¿Algo del porque tenemos orejas y cola?- Sam negó con la cabeza.
- No hay nada mas que esos papeles pero están en chino-chino, Bobby me enseño un poco pero solo algunas palabras básicas, es algo de información psicológica nuestra... nada que entienda del todo - sentencio Sam como si eso fuera muy normal.
- Y como demonios hay una visión psicológica de nosotros, nunca vimos a un loquero no desde aquella vez...- dice tomando los papeles del folio purpura.
- No lo se, Misha nos dejo dinero para comprar lo que necesitemos... ¿No vas a vestirte?- pregunta Sam mirándolo atentamente con su cejas en alto.
- Mi ropa huele a mil demonios, hay que lavarla.- dice sin intención de moverse, hojeando las paginas escritas en chino sobre su perfil psicológico.
- Ok, me vestiré, comprare comida... y llevare nuestra ropa a lavar...- dice resignado.
Dos horas después Sam esta devuelta con las compras, comida para un par de días, la ropa de ambos limpia, y el periódico.
- ¡Deeeaaaaan!- Sam deja las bolsas sobre la mesada de la cocina y saca las provisiones.
- ¡Hey! porque este tardaste tanto...- Dean se acerca a Sam como dios lo trajo al mundo.
- ¡Por dios Dean, toma vístete!... estuviste andando desnudo todo este tiempo..- le pregunto abriendo el mini refrigerador y metiendo la leche, el queso y la carne que compro allí dentro.
- Si por... me metí a la cama un rato pero me aburrí...- suelta como si nada mirando su ropa limpia y checando que no he haya encogido.
- Dios... no se como eres mi hermano...- murmura.
- Cállate, tu me amas.- sonríe con un pedazo de pan en la boca y vistiéndose en mitad de la sala.
- ¿Sabes? me tarde porque también lave mi ropa, la encargada me dio unas prendas olvidadas allí para que me cambiara mientras esperaba y me sirvió un té con pastelillos, casi no me deja irme de la lavandería.- acota, saca los fideos secos y unas latas de conservas para meterlas en los estantes superiores de la cocina.
- Como es que todo el mundo siempre tiene consideraciones contigo...- le bufo molesto, espiando que mas tenia en las bolsas.
- Tal vez porque soy amable y ¿Respetuoso? Tu cada vez que entras a un lugar parece que mataras a alguien.- le replica, guardando el café instantáneo y unas galletitas que el apetecieron apenas la vio , pero jamas las había visto antes solo necesito comprarlas.
- Eso no es cierto... además, no es todo el tiempo...- bufa frustrado, su hermanito no ve la cerveza como indispensable para el día.
Sam nota que la cola de Dean sale directo de la base de su columna cuando se coloca la camiseta, se lleva su mano a su propia espalda y siente como la suya también sale del mismo lugar, suspira, él también esperaba alguna clase de revuelo al ver a un tipo como él yendo y viniendo por las calles con una cola y un par de orejas de gato, pero nadie lo miro raro, incluso la empleada del mercado y la de la lavandería lo festejaron como si fuera un niño pequeño, le regalaron un dulce y le acariciaron las orejas un rato.
- Cocinare algo... ¡oye!.. abajo había una anciana.. estaba sacando cosas de su apartamento...- Sam lo pensó mientras Dean se colocaba la camisa.
- Que con eso...- Sam le miro otra vez, se sonrío dejando todo sobre la mesada y saliendo por la puerta del departamento.
Dean le siguió sin saber porque salia así del departamento, se sorprendió en el instante que cruzo el umbral de la puerta aun descalzo, escaleras abajo vio como decía Sam una viejita de la planta baja del edificio sacaba sus muebles de su casa y los sustituía con unos nuevos y mas vistosos, Sam uso su encanto y sus hoyuelos indiscriminadamente incluso su cola parecía ponerse a trabajar para parecer mas adorable y eso le disgusto, cruzándose de brazos con un cabreo muy bien justificado según él.
Su hermano pregunto si le regalaba los muebles pero al viejita sonrío y le negó con la cabeza, ambos pensaron en volver a su departamento pero la señoras los detuvo y les pidió que a cambio de los muebles pasaran tomar el té con ella durante unas semanas, decía que dos nekos como ellos tan lindos eran un regocijo para la vista y Dean murmuro algo para si mismo en respuesta, Sam lo codeo para que se comportara pero no pudo evitar sonrojarse por las claras intenciones de la viejita.
Dean estuvo a punto de negarse solo que Sam contesto primero y en chino, por lo cual la mujer sin dientes asintió encantada dejándoles llevarse, un fosa de dos cuerpos, una mesa ratona, una estantería labrada antigua china y como unos estantes algo estropeados con lo años, también la base de una cama baja perfecta para le colchón de Misha, como un par de sillas, lo que sorprendió a Sam fue el juego de vajilla que le entrego al ultimo, platos de sopa tipo ramen, platos payos, tacitas, vasos y un juego de te de color jade precioso, Sam quiso negarse porque era demasiado pero Dean ya se los estaba llevando, según el rubio si iba a pasar dos horas diarias con la vieja que le diera todo lo que tuviese.
Todo olía a incienso y comida china, pero Sam le comento a Dean que se le irían con el tiempo mientras ubicaban las cosas dentro de la casa, Dean no dejaba de mirar mal a Sam, como si se estuviera volviendo loco o algo, pero Sam lo ignoro,lo mantuvo distraído dándole instrucciones de donde colocando las cosas para que todo estuviera en su lugar y hacer de la sala algo mas habitable, las cajas habían desaparecido y su contenido estaba en los estantes y en el aparador color rojizo caoba que contrastaba con las paredes verdes, todo hacia juego entre si con los mismo tonos de color madera y los labrados chinos, la mesa ratona era muy baja para comer pero sentándose en el suelo con los almohadones que también le regalo era medianamente decente.
Sam no supo bien cuando pero Dean desapareció en algún momento y por el resto de la tarde, solo fue a lavar los platos del almuerzo un segundo y él ya no estaba, ni siquiera le dijo que se iba o donde solo se esfumo dejándolo solo, no tenia un celular al cual llamarlo o bar donde supiera que estaría, así que tomo uno de los libros de Misha y se sentó en el sofá verde que aun olía a ancianita a esperar, era lo único que podía hacer, las aventuras de Tom Zoyer no eran una de sus favoritas pero era mejor que estar mirando la verde pared.
Callo dormido luego de los dos primeros capitulo de la novela, había oscurecido pero seguía lloviendo fuera del departamento, lo despertó el sonido de la puerta abriéndose estrepitosamente y la luz encendiéndose de repente. Miro a la puerta donde su hermano lo llamaba con un gran “¡Saaammyyyy!” Y medio borracho, se paro de un salto y busco en sus bolsillos los doscientos dolares que le habían sobrado ya no estaban en el bolsillo de su pantalón.
- Demonios Dean donde te habías metido...- se acerca a el pero Dean solo le sonríe con los ojos cerrados.
- ¿Me extraaañaaaasteeees?- pregunta abrazándolo y de repente Dean esta ronroneando.
- ¿Tío eso un ronroneo?- suelta perplejo por el ronroneo que escucha y siente en su cuerpo por el apretado abrazo que le da su hermano.
- ¡¡Siiii tio, puedo ronronear!!- le dice entusiasmado.- ¡También probé mi agilidad y puedo saltar en largo tío! ¡Es una pasada!- se separa de el tambaleantes y con la mirada vidriosa.
- Estas borracho también.. ¿Dean  que hiciste con el dinero de Misha?- lo sigue con las manso extendidas hacia el cuerpo de su hermano que tambaleante se acerca al sofá, esperando que no se caiga.
- Me lo lleve, tenia que buscar pistas y algo para poder investigar ¿No es así?- dijo jactándose de ser responsable con la auto estima por las nubes mientras caía en el sofá.
- Te fuiste a un bar...- sentencio al sentarse a un lado soltando un suspiro.
- Sip...- contesto contento.
- Dios... ¿Te lo gastaste todo?-
- Nop, lo invertí.- contesto como si fuera obvio y se saco una mochila negra de la espalda que Sam no había notado antes.
- ¿Invertir? Espera ¿Lo apostaste?- se sentó de lado subiendo sus largas piernas al sillón.
- ¡Claro Sammy! como iba a duplicarlo sin arriesgar un poco ¿eh?- Sam sabia que su hermano no tenia remedio pero a eso de dedicaba el no a sacar pasta de donde sea.
- ¿Y como te fue?- pregunto.
- ¡Excelente!... mil doscientos dolares en una partida de cartas, otros ochocientos sobre una mesa de pool y una tia me pago quinientos dolares por follármela en el baño XD - Dean soltó una riza profunda que resonó en esa sala, Sam estaba estupefacto por la ultima información.
- ¿Te vendiste? ¿Con una mujer, en un bar, por  quinientos pavos?- Sam no se lo creía Dean no tenia ni una pizca de arrepentimiento o vergüenza.
- ¡Hombre! Si la morena no tenia desperdicio, me dijo algo de que nunca había tenido oportunidad de follarse a un hombre gato antes, mas porque son muy caros y me ofreció el dinero para mi dueño si me la follaba... ¿No iba a decir que no verdad?- se río dejando la mochila negra en la mesita de café.
- ¿Que llevas allí?- pregunto viendo la mochila llena de cosas, parecía pesada.
- Un laptop para mi hermanito pequeñoooo... un par de celulareeeees, un sandwich de salamiiiiii, y unas birraaaaas... ¡oh! aquí tienes mil doscientos dolares por tus doscientos que tome prestados...- y soltó el dinero sobre la mesita con el resto de las cosas dejando la mochila a un lado.
- Ok, tus métodos son espantosos pero al menos podremos hackear algunas cosas, así al menos tendremos internet de satélite y averiguar bien que es un nekomata o como salimos de este embrollo.- Sam tomo el aparto tendría que hacer varios cambios en en el sistema operativo y era mejor ponerse a trabajar.
- ¡Eso es lo que quería oír, hermanito! Ja, ja.... ya pensaba que te estaba gustando esto y que querías quedar...- soltó abriendo una cerveza y estirándose sobre el sofá.
- ¿Como? No es que me encante ni nada pero... es, no se, si estamos en una dimensión como en la que terminamos por culpa de Balthazar... donde no hay demonios, brujas, warewolfs, monstruos y bichos exóticos que destripan cosas o infierno, cielo o purgatorio... no se si me quiera ir en realidad...- soltó con la laptop en la mesa sentado en el suelo, mirando por el rabillo del ojos a Dean.
- ¿Me estas jodiendo no? ¡Este no es nuestro mundo Sam!- le contesto rápidamente sin poder apartar la mirada de la nuca de su hermano.
- Lo se... ¿Crees que no lo se? Pero... ¿Si pudieras?... ¿No querías vivir en paz? ¿Sin miedo... dejar de estar alerta mientras duermes? ¿No te gustaría?- le pregunto volteando apenas para mirarle.
- ¡Sam somos gatos aquí y tenemos un dueño!- replico y el alcohol se borro de su cuerpo.
- Como si no lo estuvieras disfrutando y sacándole provecho, además... comparado con nuestras vidas...- Sam uso su mano mostrando un gesto de balanza a su hermano mayor que se tomo de un trago la cerveza enojado.
- Y porque no hacerlo, donde fueres has lo que vieres. Ya ponte a buscar una salida, Sam...- soltó tomando una botella y destapándola con bronca.
- Dean el dicho no es así... pero esta bien..- Sam reviso la laptop y su cualidades Dean había conseguido una de buena calidad y rendidora.
No hablaron del tema por el resto de la noche Dean estaba cabreado, el quería volver a casa aunque no tuviera donde volver, pero sabia que la casa que era de Bobby y su impala también estaban en su mundo, sus armas, su cosas, sus recuerdos de niño, como las pocas fotos de su familia, pero esa era su vida, no esta y parecía Sam tan cansado que ya le daba igual, el también quería paz pero esto de las orejas, la cola y tener dueño no era su idea de poder estar tranquilo, Sam trato de jaquear el wi-fi de un vecino para tener internet hasta que pudiera conectarse a algún satélite de compania de cable. La cena también llego en silencio, minera el tecleaba una y otra vez, acondicionando el aparato.
Misha subía las escaleras del apartamento lentamente entrada la media noche, por lejos ese día era el mejor que había tenido... en mucho tiempo, solo por llegar tarde el correo de la empresa donde trabaja era un caos, pero pudo solucionarlo al llegar junto con otros compañeros, dirigirlos fue fácil y su jefe estaba tan contento que le hizo firmar un contrato por un año con un sueldo fijo como correspondía y un horario mas razonable, solo debía avisar a sus otros trabajos que no trabajaría mas en la biblioteca ni en el bar.
La luz de su pasillo aun no andaba cuando metió la llave en la cerradura de la puerta de su departamento, le dolían los codos y las rodillas ya que el dueño del bar lo hecho a patadas apenas le dijo que no seria mas su remplazo, pero no le importo, no se reía hacia mucho tiempo por lo que llego a casa con una sonrisa en el rostro, su jefe en la biblioteca se lo tomo mas tranquilamente y le deseo lo mejor, ojala la gente fuera tan amable como el señor Tanabe.
Y cuando abrió la puerta y entro a su casa se encontró con la imagen de los nekomatas abrazados y durmiendo en un pequeño sillón verde que no sabe de donde lo sacaron, la verdad los nekos tenían esta cualidad donde se buscan para dormir, igual que los gatos comunes que nacen juntos, pero al mirar mas detenidamente había una mesa de café frente a él, además de estantes y un aparador, todo llenaban un poco los espacios vacíos del lugar, había dinero en la mesa... mas de lo que él le había dado al nekomata, una pc y varios celulares, Misha se jalo del cabello preocupado creyendo que esos dos con su permiso de salir de la casa habían robado todo eso.
Los despertó como pudo estaban ronroneando uno sobre el otro como todo gato y si no estuviera tan espantado de lo que habían estado haciendo mientras él no estaba, no los despertaría en absoluto, los sacudió mas fuerte y solo Sam se levanto, sentándose en el sillón y frotándose los ojos, es adorable a pesar de ser tan grande.
- ¡Sam! ¡Sam!- le frota la cabeza para que le preste atención, pero Sam empieza a ronronear en ves de despertar del todo.
- Si... ¿Mishaaa?... ¿Que hora es?- dice aun medio dormido alzando su cabeza, para mirarle pero aun tiene los ojos cerrados.
- ¿Sam de donde salio todo esto, que hicieron hoy?- Sam aun dormido miro a Misha que caminaba nervioso frente a él.
- La señora de la planta baja cambio los muebles y le pedí si me regalaba estos, pero me dijo que me los daba con tal de que tomara el té con ella todas las tardes por una semana....- Sam bostezo largamente tratando de despertar, Misha miro el cielo raso recordando a la mujer, era la señora Chinwoo, administraba el edificio.
- Ok... y de donde salio todo este dineral, los aparatos... por favor dime que no los robaron...- se cubrió los ojos.
- ¿Eh? No, Misha... Dean es bueno a las cartas, dardos, pool, apuestas... generalmente conseguimos dinero así para vivir...- le dice ya mas lucido.
- ¿En serio? Pero...- a Misha le costaba procesar lo que le decía, ¿Que clase de persona encargo a esos dos? ¿Y porque les daría la habilidad de las estafas a dos nekos como ellos?
- Si tienes hambre deje algo de la cena para ti...- Misha levanto la vista y miro los ojos avellana de Sam, el creía que eran verdes pero debe de haberse equivocado.
- ¿Cocinaste?- el ojiazul miro como Sam iba a la cocina y le traía un plato cubierto con celofán, un cuarto de pollo y puré de papas a un lado llenaban el plato. - No puedo creerlo...- dice tomando el plato que el tendió Sam.
- Yo puedo cocinar y no sabe mal tampoco...- Dijo a la defensiva.
- No yo... no lo digo por eso... es extraño, pero desde que los encontré... todo ha mejorado, hoy firme contrato con la empresa donde trabajo, trabajare de ocho de la mañana a cuatro de la tarde, no hace falta que trabaje en la biblioteca o en el bar...- Misha sonrío y corto un pedazo del pollo, saboreándolo feliz y contento cuando Dean se despertó.
- ¿Bar? ¿Quien dijo bar? Yo quiero una copa...- Misha se río con la boca llena.
- Cállate Dean, la verdad eres la primera persona que nos conoce que dice eso... solo espero no te arrepientas...pero, ¿Misha tenias tres trabajos?- Misha asintió, su cena estaba deliciosa hacia tanto que no probaba algo hecho en casa.
- Aja...-
- ¿En un bar? Me gusta eso... - Dean se estiro como un gato en el sofá pateando la mesa de café a su paso y Sam golpeo su costado haciendo que se escojas sobre si mismo.- ¡Eh!- se quejo.
- Tu en un bar no durarías ni un día, terminarías ebrio y metiéndote en problemas...- acoto el mas alto y Misha comía con ganas se sentía tan feliz, la compania le asentaba tan bien y eso dos se portaban como hermanos... era divertidos verles interactuar.
- No es cierto yo se controlarme muy bien, gracias.- Misha trago y les miro con una sonrisa.- ¿Y tu porque demonios te sonríes así? - dijo Dean de manera maleducada al darse cuenta de como les miraba.
- ¡Dean!- le reprendió.
- ¡Que! nos mira como idiota.- se cruzo de brazos molesto.
- Es que son muy lindos...- responde Misha sin inmutarse por la cara que le ponen ambos, algo espantados de que otro tío les diga que son lindos, pero a Misha eso no le importa. Pero lo que los desconsienta es lo que Misha no se calla y dice todo lo que se le cruza por la cabeza.- Estoy muy feliz de haberlos conocido.- y con eso los Winchester están desarmados contra ese par de ojos azules sonrientes.
Esas palabras nunca se habían dirigido a ellos directamente, no siendo ellos mismos, pero el plato suena sobre la mesita de café y ellos salen de su estupor con la mando de Misha sobre sus cabezas, es levantar la mirada y mirarle sonreír les porque están allí con él, eso les hace sentir algo muy raro.

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