Titulo: Un Destino Extraño.
Autora: Elghin.
Betas: Evian y Nem.
Ranquing: NC-16.
Fandom: Crossover.
Pring: Misha/Damon.
Personajes adicionales: Stefan, Elena,Caroline, Bonny, jensen,jared. uhmmm Alaric Saltzman, Jeremmy, y nadi e mas creo a y mención de la perra de Katerine,Yemma(pony).
Resumen: Misha es un profesor de equitación en el pueblo de Mystic Falls, y alli nadie sabe guardar secretos.
Descargos de racionabilidades: los personajes no me pertenecen ni las personas descritas en el tampoco solo se deben a sus autores originales y a las personas con libre albedrío.
Wrninga: nada del otro mundo solo amor y recelo y mucho poni suelto.
NOTA:los arts son por la pura amabilidad de Evian que me vio compungida cuando no encontraba un modo de relacionar a estos dos personajes jejeje.
Capitulo 4
La feria era todo ruido y gente, no había tiempo para pensar y eso ya era de agradecer, los turnos en los caballos solo eran de 15 minutos la vuelta, ya que había mas niños de los que se esperaba. Caroline seguía yendo y viniendo, entregando mas tiques y bolsones de premios y no había visto al vampiro que lo lastimo en todo el día y eso ya era algo bueno, o al menos eso pensaba el, mientras subía y bajaba niños de los corceles y de Yemma, quien se acercaba a la barda para que los niños le tocaran, como si supiera que se morían de ganas de montarla y al no haber suficientes caballos, ella les permitía darse gusto con ella.
Mientras la vueltas eran marcadas por su pony, piensa un poco antes de que algún padre preocupado le reclame dejar al animal solo, arrear a los otros caballos, y su mente viaja a la caballeriza donde despertó, donde sus ojos ardían de haberse dormido llorando por el rechazo y el saber que no tuvo frío porque Yemma no le dejo pasarlo, acostándose sin que el la percibiera a su lado, donde la encontró esa mañana.
Otra vez una madre le reclama sobre el pony y el la atiende gustoso, hablándole de su niña preciosa y que tanto adora; pero es imposible que se de cuenta de que un vampiro le esta mirando y no es precisamente Damon.
Por la noche... entradas las ocho, ya no hay casi niños y los adolescentes y personas mas adultas pasan y juegan por todo el lugar, con su tarea ya disuelta, Caroline lo engancha como era de saberse, en otra tarea, y para mas dolor que le resulte, tiene que verificar que los que se suben a la noria sean mayores de edad o que por lo menos cumplan las normas de altura, y esto le molesta. En especial porque toda la fila de gente esta conformada por parejas de entre 18 y 30 años, que han venido especialmente a tener una cita en la noria, romántica, llena de luces y música a tono y eso le patea el hígado con ganas.
No quiere saber nada de parejas felices, ya por mas que lo intente o no quiera que las cosas le salgan tan mal, a él el amor lo tiene entre ceja y ceja y nunca le ha dado una puta satisfacción, ni con hombres, ni con mujeres; así que ya desilusionado de la vida en si - mas sumado con el reciente desamor que tuvo - su cara parece la de un muerto. Que vaya,- dicho de paso, seria mejor estarlo, pero le da pena dejar huérfana a Yemma que es el único lazo sano y afectivo que le queda.
Patético y se lo reprocha a si mismo.
Cuando las gente pasa por su lado se da cuenta de que ni le notan, ni lo saludan, algunos sumidos en su nube de amor y el solo quisiera salir de allí corriendo y huir con Yemma, pero no lo hace, espera tranquilo que las dos vueltas de cada pareja se acaben y los hace bajar lentamente, cuando un chico tremendamente alto, tan alto como su Jared lo releva, -tal vez no era que fuese tan alto solo que el se sentía insignificante- y el puede ir a tomarse una buena cerveza o comer algo, son las diez de la noche y aun no prueba bocado en todo el día.
Mas desanimado aun recorre la feria buscando algo que no sea dulce y empalagoso, pero no parece haber nada, se siena en un rincón sobre un tronco caído, detrás de la escuela y se lamenta solo, no nota la mirada verde - casi amarillenta - que lo mira con odio, no nota como se le acerca a paso de hombre a el y no nota como se sienta a su lado hasta que le habla.
- ¿Dónde esta...?- la voz oscura y profunda, antigua, lo saca de su ensimismamiento de repente y salta en su sitio.
- ¡¡Dios!! Es que ninguno de ustedes aparece como gente normal o mínimo como se debe - el corazón le latía impaciente en el pecho, se lo sujeto con una mano y lo miro, era un hombre casi tan alto como Jared tal vez mas sin exagerar, de piel chocolate clara y de unos ojos verdes luminosos, imposibles en la penumbra en la que estaban.
- ¿Donde esta? - repitió mirando la feria a lo lejos y el ruido de la gente divirtiéndose.
- ¿Quién? ¿Damon? - pregunto intrigado por ese sujeto, estaba casi seguro de que era un vampiro, pero no sabia el porque de su insistencia con una pregunta carente de detalles faltos para responder.
- Pumpkin - la mirada verde casi rígida viajo del horizonte a el y se clavo fría y dura sobre el.
- ¿Pumpkin? Ehmm... creo que venden calabacillas dulces en la feria - señalo el lugar iluminado a lo lejos.
No supo como llego allí todo paso a demasiada velocidad para que el pudiera captarlo, pero no podía evitar temblar de miedo, el gigante moreno de pelo trenzado, lo sostenía del cuello por encima del tejado de las caballerizas, no le apretaba, solo lo sostenía para que no cayera, pero el tenia la clara percepción de que si no le daba la respuesta que quería lo soltaría sin mas, ¿es que no hay un solo vampiro que no quiera matarle?
- Pumpkin - respiro con algo más de fuerza y odio hacia su persona.
- ¡¡No se a que te refieres!! Ahhggg- alcanzo a decir cuando apretó su pulgar con fuerza atroz sobre su tráquea.
- ¡¡¡La niña pelirroja de ojos celestes, Pumpkin!!!-grito al acercarlo a su rostro, Misha fue testigo de como el rojo sangre se apoderaba de esos ojos viles y como las venas se acumulaban en sus párpados inferiores tan distintos a Damon...- ¡¡ella te vio de Nebraska y vino a por ti!! ¿Dónde esta? - grito de nuevo desaforado casi con angustia de no saber de aquella niña.
- No, no lo se....- las palabras le raspaban la garganta por el esfuerzo de tener que cruzarlas por allí con el inclemente agarre.
- ¡¡Si lo sabes!! ¡¡Puedo oler sus manos en ti!!! - lo impulso hacia la pendiente haciendo balancear su cuerpo en el vacío.
- ¡¡No lo se...corrí cuando Damon me lo ordeno!! - dijo apenas con el dolor de la garra en su cuello y sintiendo como su vertebras no soportaría mucho mas el peso de todo su cuerpo.
- ¿Who’s Damon? - grito en tono ingles y muy bajo como un tuba.
- Yo soy...- dijo el vampiro tranquilamente cruzado de brazos detrás de ellos, con esa mueca chulesca y superada.
El hombre moreno soltó a Misha sin pensarse lo siquiera, el profesor resbalo por el tejado gritando de miedo absoluto y notando que Damon no movía un pelo para salvarlo, callo sin remedio del techo y cerro lo ojos esperando el inminente golpe que lo mataría, pero eso o paso, abrió los ojos y se vio cayendo suavemente en los brazos de Stephan, cuando sus pies tocaron el suelo se volteo y fue a replicar cuando este le hizo una ademán de silencio, apoyando su índice sobre sus labios, Misha estaba atónito y vio como el y la rubia saltaban al tejado de las caballerizas como si nada.
Un silencio sordo lo rodeo miraba el borde del tejado empeguntase que era lo que sucedía a 40 metros sobe su cabeza y que haría Damon y los otros con ese vampiro, no fue hasta que Elena le dio la vuelta repentinamente, que escucho los susurros de Bonnie en sus oídos, la chica susurraba palabras inentendibles con los ojos cerrados, las manos separadas y con ambas palmas hacia arriba, el viento empezó a soplar en círculos al rededor de ellos y los tres, Elena, Jeremy y el se aproximaron a Bonnie que seguía con el cántico.
Su corazón no se detenía, no sabia que hacían esos chicos allí pero de repente escucho como algo cayo del techo, junto con el sonido de huesos rotos justo detrás de el, volteo a ver y Elena pego el grito a Caroline, que había aterrizado en el suelo, la rubia se levanto lentamente y se acomodo sentada en el piso la pierna en su lugar, el brazo y la quijada, sus ojos eran otros, feroces y fríos mostrando los enormes caninos, estaba muy cabreada sacudiéndose la ropa. Nos miro atentamente y roto su cabeza a la izquierda acomodándose el cráneo sobre la columna.
- ¡¡Bonnie!! - camino hasta la bruja - ¿Lo tienes? - no traspaso el circulo de hojas secas que los rodeaban y Misha lo noto.
- Ya casi, es más fuerte, antiguo que Damon y no estoy cabreada para ponerle fin de un solo golpe - término continuando el cántico y elevando las palmas un poco mas sobre su cabeza.
- ¿No estas cabreada? ¡Trato de matar a el profesor Collins! Y me tiro del techo ¡demonios!, me rompí la pierna, el brazo y el cuello, ah! y se me salió la mandíbula de lugar ¿y tu no estas cabreada? ¿ Sabes lo que duele? - rezongo enojada por no ser de importancia para su amiga que le halla dado un paliza aquel vampiro.
- ¡¡Caroline ve a ayudar a Stephan!! - le reclamo Elena.
- ¡Ve tu! - se cruzo de brazos y marco su enojo con la punta de su pie y miro a otro lado.
- ¡Caroline!- reclamo mas la morena, elevando su voz.
- ¡Ok! ¡Ok! ¡Ya entendí! ¡Ya voy!! - la rubia camino unos pasos mas cerca de las caballerizas y salto al techo nuevamente.
Misha no tenia palabras, miraba el techo tan preocupado y angustiado que le dolía el cuerpo, solo de pensar que a Damon le pasara algo.
Bonnie sintió eso, lo percibía alrededor del profesor, lo miro, observando como el educador no quitaba su vista del techo, se acerco a el y poniendo su mano en su hombro y utilizo su energía para matar al vampiro, canalizo sus sentimientos y se concentro, pudo ver como su conciencia se elevaba fuera de su cuerpo hacia el techo, allí Damon y Stephan peleaban con el hombre negro al mismo tiempo, pero ese hombre era mas fuerte, mas viejo y podía tranquilamente con ellos, se acerco y el vampiro pudo sentirla, la miro directo a sus ojos y ella se asusto, pero con la energía de Collins y su preocupación por Damon, sus ojos brillaron de un blanco puro; imprimiendo su energía en el cerebro del antiguo y este cayo de rodillas ante el dolor, en ese momento Stephan le lanzaba una estaca gigantesca a Damon con la que lo atravesó de inmediato con ella.
El cuerpo del vampiro rápidamente se seco, convirtiéndose en piedra y cenizas, los hermanos se miraron y Caroline le pego una patada en las rodillas al vampiro ya vencido, Damon la miro por loca y esta se volteo rápidamente ignorándole, se fue donde Stephan que de manera paternal con la joven vampiro, la reviso y le aconsejo ir a la mansión para alimentarse mejor, ya que sus heridas no estaban sanando como deberían.
Bonnie volvió a su cuerpo y Misha la miraba sorprendido, había podido sentir como se conectaron y como su ser fluía hacia su estudiante, pero al cortar el contacto se sintió débil y se desmayo; Bonnie y Jeremy estuvieron a punto de agarrarlo antes de que llegara al suelo, pero Damon ya estaba allí y lo alzo como si nada; la bruja le dedico una de sus miradas de odio y Damon le hizo una mueca burlona y desagradable en respuesta.
- Damon, danos al profesor.- dijo Elena mandando como siempre.
- ¿Qué? ¿Por qué? - la miro raro y se dio cuenta de que todos estaban frene a el como en un grupo dispuestos a lincharlo.
- Solo dánoslo, Damon - replico Stephan
- ¿Saben se están comportando como unos idiotas?- sujeto inconscientemente mas cerca de su cuerpo.
- Sabemos lo de la sangre, Damon suéltalo - repitió el hermano pequeño de los Salvatore.
- ¿La sangre? ¿Qué sangre? No se de que hablas, hermanito - Damon hizo un paso hacia atrás, con Stephan siguiéndole de cerca.
- Lo que intento decir Morpheus antes de que lo mataras hace unos instantes, la sangre de sus antepasados, ahora retrocede y entréganos al señor Collins - termino su hermanito.
- No tengo por que... hacer nada de lo que digas...Stephan - le dijo chulo, levantando mas a Misha recostándolo en su pecho.
- Bonnie - dijo Stephan sin apartar la mirada de su hermano mayor.
- ¿Que? - dijo la chica sin entender.
- Retenlo, usa tus poderes - la miro casi sorprendido que de le preguntara.
- No puedo. - todos la miraron sorprendidos ella siempre era la primera en herir a Damon, por cualquier razón.
- ¿Como porque no? - soltó Elena y Jeremy al unisonó.
- La presencia de Misha me anula como bruja - los miro como si fuese obvio.
- ¡Damon!- se giro raudo a ver a su hermano dispuesto a enfrentarlo para poner a salvo a su profesor, pero Damon ya se había ido.- ¡¡Demonios!!- Stephan dio unos pasos hacia donde había estado su hermano y coloco sus puños cerrados en su cadera y miro el piso.
- Que haremos ahora Stephan - Elena le agarro del brazo asustada y Bonnie se refugio en Jeremy por el frío de la noche.
- No lo se, podría ir a cualquier lado, Damon no tiene patrones que podamos seguir...- miro el vacío de la oscuridad que los rodeaba, sabiendo que si Damon no quería, no seria encontrado.
Damon cruzo el umbral, las puertas estaban abiertas y había plástico por todos lados, el olor a pintura fresca era suave y no molestaba como para no entrar, camino con Misha en brazos escaleras arriba mirándolo de vez en cuando, verificando que seguía desmayado, camino lentamente mirando a su alrededor; las habitaciones amuebladas, estaban recubiertas por plástico, un total de seis habitaciones.
Siguió por el lujoso pasillo y entro de la alcoba principal donde continuo sus pasos hasta la cama, el plástico de la misma se había volado de gran parte de la cama debido a la ventana abierta y al viento del otoño frío y tajante, apoyo un rodilla sobre el colchón y deposito a Misha en la cama, su mirada recorría el lugar, estaba limpio y recién pintado y muchas hojas secas de acumulaban en el piso y la cama, sus oídos percibían a lo lejos, en un remolque, a los pintores que cuidaban la casa, lo suficientemente alejados para no ser molestados.
Se acerco a los ventanales y cerró los paneles de vidrio, resguardando del frío a Misha. Tenia hambre, la sed burbujeaba en su garganta y el aroma de el profesor era dulce y fragante, miro a Misha detenidamente recorriendo su rostro y pensó que seria mejor alimentarse un poco de la sangre de los pintores, antes de siquiera pensar en morder al profesor.
Salió raudo y confiado de que allí estaría a salvo y lo dejo para servirse un bocadillo, en las puertas del tráiler tocando antes de entrar y alterar a sus víctimas, los saludo cordialmente y les pregunto si lo invitaban a pasar, la excusa de estar perdido y con el coche sin combustible siempre funcionaba bien.
Media hora después de haberse alimentados de los cuatro hombres sin llegar a matarlos, bebiendo lo necesario de cada uno e hipnotizarlos a todos, salió como si nada, despidiéndose de los obreros que lo saludaron cordiales y volvieron a su juego de cartas, el cual Damon había interrumpido, camino los metros que lo separaban de la enorme casa y escucho como un quejido le llegaba desde la alcoba principal, con la normal velocidad vampírica llego en instantes, el enorme cuarto blanco contrastaba con la cálida presencia del esbelto cuerpo de Collins, solo las hojas secas marones y anaranjadas llenaban de color el espacioso lugar; la cama blanca y mullida también destacaba inmensa por debajo del cuerpo del profesor, que ahora se sentaba en ella tomándose con ambas manos la cabeza.
- ¡Eh! ¡Eh! Tranquilo, bebe esto...- Damon le acerco a lo labios una botella de jugo que tomo del tráiler.
- ¿Qué es...? - susurro Misha.
- Ehmm...- miro la botella, la verdad no tenia ni idea - creo que jugo de manza...- las palabras se le escaparon cuando vio, los labios de Misha posarse en el pico del la botella y beber lentamente sin amagar a siquiera a tomarla, dejando que el vampiro la sostuviera por el.
El vampiro se perdió en el movimiento de esos labios y sus propios labios le cosquillearon ante el recuerdo, de ellos sobre los suyos; trago con dificultad, se quedo allí perdido y no noto que Misha ya no bebía de la botella ni que le miraba atento el como sus ojos sondeaban su boca.
Solo fue parpadear y levantar la mirada unos instantes para encontrarse con la mirada azul brillante de Misha, no sabe cuanto tiempo estuvo tratando de decir algo o como el silencio de esa casa era perfecto para esa mirada.
- Damon -delineaba en el aire con su mirada el contorno de los labios de Misha.
- Uhmm- contesto distraído aun.
- ¿Qué paso con la vampiro y ese tío enorme?-
- Los mate - dijo levantado un dedo hacia los carnosos labio sin llegar a tocarlos y mirándolos detenidamente siguió respondiendo.
- Ahh... ¿Qué querían de mi?
- Tu sangre, la verdadera respuesta porque no puedo hipnotizarte esta en ella ya que...- levanto la mirada fijándola en la azul profunda frente a el, la manera en que Misha le miraba tan atento y sin miedo alguno, ¿casi con ternura y aprecio? El no estaba seguro de que fuese así pero...le agradaba esa mirada, la manera en que lo miraba a el.
- ¿Qué es lo…? - Misha dejo los ojos deslumbrantes de Damon un segundo y miro el dedo que aun le señalaba los labios y se inclino lo suficiente para que sus labios besaran el dedo que aun estaba frente a el.
El vampiro siguió todo del proceso, Misha dejando de mirarlo, el preguntándose que le había llamado la atención, Misha inclinándose hacia adelante y frunciendo levemente los labios. Esos suaves y tiernos labios apoyándose en la punta de su dedo y apresando su yema con el labio inferior, besándolo con los ojos cerrados.
Todo el mundo de Damon salto por la borda en ese mismo instante, se le hizo eterno el contacto que los unía en tan efímero acto, y no fue consciente de el instante en que su cuerpo se arrimo mas a Misha y le beso a sien en respuesta silenciosa a sus actos, el corazón le zumbaba en el pecho y Misha suspiro ante la caricia, en la habitación se escucharon la botas de Damon caer y Misha abrió los ojos levemente para sentirse caer sobre sus espaldas y ser abrazado por Damon.
- No te entiendo la verdad que no....-
- ¿A que te refieres... ?
- No se por que te gusto yo, no soy buena gente, a nadie le caigo bien y siempre he pensado primero en mi y en nadie mas, suelo matar por gusto por mero placer aunque no tenga hambre.
- ¿Esta sangre de es de alguien que has matado? - le recorre la comisura de la boca y desliza su dedo por su mentón llegando a su pecho remarcando la sangre que allí se derramo.
- No siguen vivos.
- ¿Y porque no les has matado?
- No me apetecía.
- ¿Por qué no? -
- ¿De verdad me estas preguntando eso? ¿Preferirías que los mate? Porque puedo hacerlo…
- Damon.
- ¿Qué?
- ¿Por qué me dejaste solo?
- …
- Me dolió…
- … -
- Me dolió mucho, abrir mis ojos y no verte ahí conmigo.
- … -
- Sera mejor que me vaya - Misha se levanto para irse se puso sus zapatos y camino a la puerta.
- Misha... -
- …. -
- ¡Misha! -
Damon salió apresurado de la cama, alcanzo al profesor antes de que bajara las escaleras y lo arrincono contra la pared, Misha no lo miraba, podía sentir el leve temblor que le causaba el recuerdo de su huida, y no le gustaba no le gustaba verle así, lo mito atento unos minutos pero Misha insistía en irse, en no mirarle como lo miraba antes.
- Lo siento - Misha sorprendido por esas palabras lo miro directo a los ojos preguntándose si lo decía enserio o solo se burlaba de el - Lo siento, Misha lamento haberme marchado así...- la mirada de Damon era sincera, pero no sabia si creerle y Damon pudo captar que así era. - No supe que hacer... no sabia como afrontar que me gusto besarte, que me gusto escucharte suspirar en mis brazos, aunque ese beso solo entre en la categoría de caricias leves, pero ...bueno, tu entiendes que yo, no...osea.... ¡esto es ridículo!...- se aparto de el sopesando la idea de disculparse, la idea de Misha y el, y la idea de que de verdad le gustara el profesor, froto su rostro con ambas manos, la confusión le podía, no era la sangre lo que lo llamaba de Misha, pero tenia que admitir que le encantaba ese detalle de el, aunque no para la hora de la comida, sino era algo mas como un deseo de quererle que no se estaba permitiendo.
Tenia miedo de enamorarse de ese tío y no ser correspondido como le había sucedido antes y le seguía pasando hoy en día, se paso toda su estúpida existencia vampírica buscando rescatar a una mujer que no le amaba, ni lo amo nunca, y ahora no sabe que hacer con un hombre al cual le gusto besar y escucho suspirar en su brazos, ¿como aceptar eso simplemente?.
El vampiro se había alejado del todo mientras se perdía en sus pensamientos, apoyando la espalda en la pared contraria y cruzándose de brazos sin apartar la mirada del suelo, se quedo allí peleando consigo mismo, Misha quien era el único que parecía saber lo que quería desde el principio, se acerco a el, lo tomo de las muñecas separando sus brazos de su propio cuerpo, capto la atención de Damon de inmediato y se acurruco en su pecho, lo abrazo y se quedo allí hasta que Damon reacciono, lo rodeo con su propios brazos y lo sujeto fuertemente contra el.
Una vez mas su cuerpo reaccionaba al profesor con latidos pronunciados y obvios, y su piel se tornaba tibia y suave, podía percibirlo claramente ya que esto no le había pasado nunca, el cabello de Misha chocaba contra su nariz y la froto con leves movimientos inspirando con los ojos cerrados esa esencia tan especial que desprendía el profesor sin quererlo, ni desearlo.
- Tus antepasados....- acoto rompiendo el momento, porque debía hacerle saber el porque de sus varios intentos de asesinato.
- ¿Mis antepasados? ¿Qué con ellos? - Misha levanto la mirada y ambas respiraciones chocaron entre si, Damon contemplo la idea de pasar del tema y ocuparse un poco de esos labios, que el estaba seguro tenían algún tipo de hechizo malévolo para que no pudiera apartar sus ojos de ellos.
- Es por ellos... - respiro el aire de Misha a pesar de no necesitar respirar, pero la necesitad de meterlo debajo de su piel al de ojos azules era demasiada. - …que te persiguen...según Pumpkin y Morpheus.... tu tienes antepasados angelicales o como se dice... los Nephilim, humanos con el espíritu de una extinta raza no-humana. Esto les confiere algunas habilidades específicas y... - Misha se aparto de el dos palmos mirándolo esta vez como si estuviera loco hasta la coronilla.
- ¿En serio?... ¿ahora soy una raza de no humanos...? - lo miro con una expresión, “que si no fuese porque su instinto le dijera a gritos que lo agarrara fuerte” de que Misha huiría despavorido en cualquier momento, el se echaría a reír con esa mueca.
- No mira... los Nephilim son los hijos de los ángeles, supuestamente y según la biblia y el Jordán son seres particulares y endemoniadamente altos....pero la palabra altos o gigantes como se refieren a ellos podría ser solo una manera de decir, grandiosos, especiales o superiores, los Nephilim son solo la descendencia de los mismos, y tu podrías ser uno de ellos...
- Ok...y llegaste a esa conclusión porque Pumpkin y el otro, insistieron que yo era eso... no necesariamente tiene que ser así...yo...- Misha intentaba procesar las palabras de Damon.
- Supongo … pero que, no puedes ser hipnotizado por vampiros... y eso jamás me había pasado o había conocido a alguien con esa capacidad y que no tuviera verbena en la sangre o algún objeto con ella, y hueles terriblemente bien... - Termino suspirando a un lado, derrotado por el hecho de que era condenadamente irresistible para el.
- ¿Qué...que yo huelo? -Misha se llevo la manga de su camisa a la nariz y se olfateo, intentando respirar lo que Damon afirmaba olía en el.
- Ja, ja, no, no tu no puedes percibirlo... y ahora que lo pienso.... ni Stephan, ni Caroline pueden - hizo una mueca de no saber el porque pero luego de unos segundos le dio igual.
- ¿Y tu si puedes? -
- Ehm si, si puedo. - lo miro fijo.
- ¿Y...tu también... te quieres alimentar de mi? - Damon lo miro atento, pensando la respuesta - ¿Damon? - el vampiro apoyo sus largos dedos en su cuello y lo empujo con una presión fantasma arrinconándolo nuevamente.
- Misha, no voy a mentirte pero si he sentido deseo por tu sangre y siempre en cada poro de mi ser algo mas fuerte, siempre me ha detenido a la hora de morderte y deleitarme con el liquido que corre por tus venas....y lo que tu piensas o las actitudes que tomas me han empezado a importar de la manera mas ridícula, al igual que todo lo que haces o dejas de hacer, capta mas mi atención de lo que no debería, ¡si!, tu aroma me mata y me deja tonto; mas cuando te enojas y parece que tu cuerpo dispara feromonas con esa esencia tan particular… - respiro sin apartar la mirada y ladeando la cabeza a un lado, - pero lo que es tu persona....me cautiva y tu sigues insistiendo en que te gusto, que quieres que te bese y me abrazas y yo nunca había tenido eso... sumando todos y cada uno de estos aspectos... no se lo que esta pasando conmigo en realidad... pero cuando sentí tu miedo en el aire, cuando Morpheus te tenia colgando en el vacío, corrí hasta mi hermano por ayuda. - se detuvo unos segundos antes de continuar - Caroline nunca me vio así...y por eso temen de que te haga daño...Misha, yo no pido ayuda, yo no corro hacia mi hermano menor por apoyo y definitivamente no confío en nadie y menos en Caroline, pero esta noche... rompí todo lo que yo soy solo por poder sacarte de las garras de ese cabrón que puso sus manos en ti. - exhalo instándose asimismo a calmarse.
Tenia mas que decir y no sabia bien como decirlo, pero Misha no lo dejo terminar, en las sombras del pasillo con el sonido de fondo del plástico flotando a su alrededor llenaron el silencio y con esa suave, pero fría brisa, Misha acabo con el espacio que los separaba y junto sus labios con los de Damon, Damon se puso rígido ante el repentino acercamiento y la sensación del profesor en sus labios, sintió como sus párpados se hicieron pesados y como sus manos viajaban involuntariamente hacia las mejillas de Misha, el profesor estaba mas afeitado que el día anterior y su piel se sentía mas suave.
El beso se intensifico y Misha se acerco mas al calor que Damon desprendía y lo abrazo, rodeando sus costillas y sujetándose de los hombros de Damon, el vampiro le besaba cada vez con mas intensidad y Misha no podía evitar suspirar con cada envite, le encantaba el contacto con esa persona no podía evitar reaccionar así, no podía evitar quererlo solo para el, lo atrajo mas y Damon redujo el espacio presionando a Misha contra la pared.
Continuara....