Fútbol inglés

Aug 29, 2013 21:45


Ahora que ha empezado la Liga, quizás sea el momento de volver sobre tres películas británicas con el deporte que ellos inventaron como tema o al menos como telón de fondo. Advierto que las tres tratan de fútbol, pero tienen muy pocas escenas de partidos, porque lo principal en todas ellas es contar una historia. Lo digo porque incluso los alérgicos al fútbol pueden verlas sin ninguna reticencia.





*  Looking for Eric, de Ken Loach. Es probablemente la más conocida. El protagonista, un perdedor maltratado por sus propios hijos adolescentes, hundido en la soledad afectiva y en las estrecheces económicas. Además de los compañeros de la fábrica con los que comparte birras y afición por el Manchester, su tabla de salvación son sus imaginarias conversaciones con Eric Cantona, ascendido de ídolo deportivo a verdadero mentor cuyos consejos y filosofía vital le ayudarán a ir saliendo poco a poco de sus problemas.




Me gustó porque mezcla con sorprendente acierto el retrato social con lo onírico. Además, su tono va variando de la predominante amargura inicial a momentos mucho más luminosos incluso con simpáticos toques de humor, que la hacen muy agradable de ver.

* United, la menos ambiciosa. Es una tv movie en realidad, que narra de forma austera y digna una tragedia real cuando toda una generación de jóvenes jugadores del Manchester United (los “Busby Babes”) sufrieron un accidente aéreo que destrozó el equipo. La película nos presenta primero el equipo de chicos humildes que brillan en la Liga inglesa gracias a su juventud, el trabajo de equipo, las relaciones de amistad y el fuerte liderazgo de su entrenador, Matt Busby. En 1956, al desplazarse para un partido europeo, su avión se estrelló en Munich. Uno de los pocos supervivientes fue el jovencísimo Bobby Charlton (Jack O´Connell) (después sir y leyenda viva del fútbol inglés), prácticamente un crío entonces. A través de su traumática experiencia asistimos a los dos años subsiguientes en que el Manchester se reinventó prácticamente desde cero y con la losa del dolor por los amigos perdidos. El otro pilar de la película es el hombre que tuvo que tomar las riendas tras la tragedia, el ayudante del entrenador Jimmy Murphy (David Tennant), que no había viajado en el avión y que tuvo que sobreponerse a su propio dolor para apoyar a jóvenes como Charlton y construir de la nada un nuevo equipo que recogiera la bandera de los heridos y muertos.



“Basada en hechos reales” no es una etiqueta demasiado apetecible en principio, pero destacaría la sencillez y la emotividad de esta cinta que se centra en los sentimientos y en la que la identificación entre la ciudad y el equipo, los lazos de amistad y la precariedad de recursos en los clubes nos dibujan un tipo de fútbol muy diferente del actual.

* The damned United es la más divertida. También trata un pedazo de historia del fútbol inglés, pero lo hace con la misma forma descarada, apasionada y sin complejos con que su protagonista encara su trabajo. La pregunta que plantea es: ¿puede triunfar un entrenador que ha fichado por el equipo que odia? No voy a dar la respuesta, por si tenéis oportunidad de verla, pero sí voy a decir que el equipo odiado es el Leeds y el entrenador, Brian Clough, un tipo orgulloso, brillante e impertinente con una carrera meteórica que le ha llevado desde la tercera división al campeonato de Liga. Y es entonces cuando arranca esta historia que se cuenta con constantes flashbacks y breves imágenes de partidos reales, lo que potencia su veracidad y su estética setentera. El director es Tom Hooper, más conocido por El discurso del rey, aunque esta película, su primera, me parece mucho más entretenida y más brillante, por ejemplo en cuanto a realización y guión. El actor protagonista es Michael Sheen, todo un especialista en encarnar personajes históricos, como vimos en The queen (interpretaba a Tony Blair) o en Nixon - Frost. El desafío, donde hacía el papel de Michael Frost, el periodista que consiguió la entrevista en que Nixon se derrumbó. Está espléndido también aquí, con un personaje dicharachero, un tanto absurdo e infantil, pero muy carismático. Brian Clough es un bocas, que consigue aunar a todos en su contra y hay que decir que se gana a pulso todo lo que le pasa -la asociación mental con Mourinho es inevitable-, pero la interpretación de Sheen le dota de encanto y es imposible no empatizar con él.



Esta película merece mucho la pena por su brillante construcción y su tono ligero y humorístico. Cuenta, además, con un personaje magnético y supone un canto a la amistad y al coraje para enfrentarse a los problemas.

PD: Odio el fútbol, odio los grandes equipos y estoy de acuerdo con el Tata Martino en que lo que se paga por determinados fichajes es una falta de respeto. (Estaría más de acuerdo si su equipo aplicara esa teoría a la práctica). Pero qué golazos y qué brillante eliminatoria la de la Real Sociedad. Cuando los equipos pequeños alcanzan la gloria, me reconcilio con la grandeza que en ocasiones puede tener este deporte.



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