A Song We Left Unsung - Capítulo 17

Mar 26, 2016 19:03





Capítulo 17: Vueltos polvo


Baekhyun estaba sentado en la cafetería de la universidad junto a Tao, charlando mientras tomaban té de burbujas, cuando un alegre Luhan se apareció andando con figurados resortes bajo los pies y se ubicó junto a ellos.

-Hola, Lulu.

-Hola. Díganme, ¿harán algo el sábado a la noche? Desde que Sehun y yo nos fuimos a vivir juntos, hemos querido organizar una cena.

Baekhyun se encogió de hombros y asintió.

-Yo estoy libre. Suena bien.

-También yo.

Luhan aplaudió con entusiasmo.

-¡Genial! Baekkie, lleva a Channie contigo.

-Estupendo -comentó Tao, sin tanto entusiasmo-, quedaré emparedado entre Hunhan y Baekyeol una noche entera. Voy a estar tan de más.

Baekhyun le ofreció una sonrisita.

-Qué imagen tan sexy.

Luhan se mordió el labio para contener el resoplido de una risa que amenazaba con hacer erupción.

-Invité también a Jongdae y a Yixing, así que no estarás rodeado de parejas, Tao. Pero si quieres, puedes llevar a alguien también.

-Genial -respondió este con sorna-. Llamaré a mi novio para preguntarle si está disponible. Solo tengo que inventármelo primero.

Luhan le dio a Tao un golpe bienintencionado en la cabeza y se puso de pie para marcharse.

-Nos vemos en clase.

-Hasta luego.

-Bueno -dijo Tao, volviéndose hacia Baekhyun-, hablando de Yeol, ¿mejoraron las cosas en ese terreno?

El otro negó con la cabeza y suspiró.

-Ya quisiera. Sigue teniendo sus perturbaciones crónicas de sueño, y su ansiedad anda bastante mal… Anoche incluso tuvo un ataque de pánico aterrador. En todo caso empeoraron, pero creo que pude convencerlo de que necesita ayuda, así que al menos es algo. Pero ha sido tan duro últimamente…

Tao asintió con compasión y le palmeó una mano.

-Los últimos meses han sido difíciles, sin duda. Pero van a poder superar esto los dos, porque son Baekyeol, y Baekyeol es indestructible. Se aman demasiado como para dejar que los destroce.

Baekhyun sonrió.

-Sí, supongo que sí.

* * *

Baekhyun pasó la mayor parte del sábado horneando una tanda de cupcakes para llevar a la velada de Luhan. Acababa de dejarlos prolijamente ordenados en una caja cuando sonó el timbre.

Desconcertado por quién podría ser, fue a atender.

-¿Diga?

-Soy yo. Ábreme.

-¿Yeol? ¿Qué haces aquí? Creía que tenía que pasarte a buscar de camino…

-Lo sé… pero quiero hablar contigo. Es bastante importante.

-Oh. Bueno, de acuerdo. Sube.

Dejó pasar a Chanyeol al edificio, preguntándose qué rayos podría ser tan «bastante importante».

* * *

Nada pudo haberlo preparado para la bomba que le soltó allí mismo, en la cocina.

-Creo que deberíamos darnos un tiempo.

Baekhyun estaba confuso.

-Bueno, aunque ya lo hemos hecho… Pero si necesitas otra semana solo, no tengo problemas…

Chanyeol negó con la cabeza.

-Estaba pensando en un periodo… más extenso.

La ficha cayó por fin, solo que se sintió más bien como un ladrillo.

-Entonces, básicamente lo que dices es que… estás rompiendo conmigo. Definitivamente.

-Bueno, tal vez no definitivamente, pero… por tiempo indefinido.

-¡Pero eso es incluso peor! ¡«Definitivamente» aunque sea es rotundo, pero «por tiempo indefinido» es tan poco concluyente que podría significar cualquier cosa!

-Lo sé. Lo siento tanto, Baekhyun, pero ya no puedo hacer esto. No ahora.

Baekhyun negó con la cabeza, incrédulo. Se hallaba enmudecido y turbado, y el shock le había provocado un impacto enorme. Fue como aquella vez en hapkido cuando lo patearon justo en sus partes y tuvo que pasar el resto de la clase conociéndose mejor con el piso.

-No comprendo… ¿por qué?

-Porque estoy roto y soy inútil, y puedo ver que ya no eres feliz.

Baekhyun se desplomó sobre una de las sillas de la cocina, sin podérselo creer.

-¿Cómo puedes saberlo? ¿Acaso mi opinión no importa aquí?

-Si te dejase opinar, te conformarías conmigo. Te quedarías con algo que te deja insatisfecho porque, en el fondo, probablemente pienses que no hay nada más para ti ahí afuera. Quiero que seas feliz, y la felicidad es algo que yo ya no puedo darte.

-¿Cómo puedes decir eso? Y más importante, ¿cuánto tiempo llevas ocultándome esos sentimientos?

Chanyeol pasó a lucir nervioso.

-Desde que pasamos esa semana sin vernos. Tenía pensado hacer acopio de mis fuerzas y contártelo la noche del ataque de pánico, aunque cuando te vi, no tuve el valor. Pero ya no puedo seguir mintiéndote. Me ha estado matando tener que guardármelo, aunque haya sido por un lapso de tiempo tan corto.

Baekhyun se vio abrumado por el deseo de enfermarse, mas de algún modo consiguió reprimirlo.

-Pero te acostaste conmigo de buen grado esa noche. Que se haya interrumpido y ninguno de nosotros haya acabado no quiere decir que no cuente. Pudiste al menos tener la decencia de rechazar mis avances si ya no te sentías del mismo modo conmigo…

-No es eso, para nada -replicó Chanyeol con firmeza-. Todavía me siento así por ti, pero no puedo forzarme a arrastrarte conmigo. Sé que dejé que las cosas fueran demasiado lejos, físicamente. Estuve mal y no tengo excusas… Creo que, en el fondo, solo quería sentir que me amabas una última vez. Pero entonces la culpa me hizo entrar en pánico, y no pude seguir con el resto.

Si bien su reacción llegó con algo de retardo, Baekhyun estaba lenta pero seguramente perdiendo el genio.

-No comprendo. Es que no comprendo, carajo. Te amo, Chanyeol, y lo sabes. No puedo creer que el hombre al que amo, de entre todas las personas, me haga esto.

-Baekhyun, sé que estás muy enfadado, pero no te alteres tanto, por favor. No es saludable.

Resultó ser que «alterado» era decir poco, porque Baekhyun explotó.

-¡No! ¡No te atrevas a pedirme que no me altere, cuando tengo todo el derecho a estar furioso! ¡«Muy enfadado» ni comienza a describir cómo mierda me siento! Ahí estaba yo, haciéndote el amor, y todo en lo que podía pensar era en lo mucho que te adoraba, y cómo el tiempo que pasamos separados me sirvió para darme cuenta de que nunca más quería volver a estar lejos de ti. Me entregué creyendo que sentías lo mismo, pero tú te quedaste ahí tirado pensando en dejarme todo el puto tiempo, sin siquiera decir una puta palabra al respecto. Y me hace sentir náuseas.

-Baekhyun, por favor -rogó Chanyeol-, solo escúchame…

-Ahórratelo, Chanyeol. Tus palabras no significan una mierda para mí ahora. Ya nada es real.

Baekhyun empezó a alejarse de él lentamente, sacudiendo la cabeza. Luego se giró y corrió hacia la puerta con la caja llena de cupcakes aún en las manos, ya medio cegado por las lágrimas.

-¡Baekhyun, espera!

* * *

Terminó sentado en el pavimento cerca de donde tenía estacionado el auto, con la caja a su lado, aún mareado y completamente devastado luego de lo que acababa de suceder.

De repente, desplegada ante él se hallaba una vida completamente nueva y desconocida, una vida sin Chanyeol, y le resultaba el pensamiento más solitario, más desagradable del mundo.

Sintió puro miedo al pensar en el momento en que los recuerdos de ellos dos fuesen a quedar vueltos polvo y a decantarse hacia algún recoveco de su cerebro, donde luego serían empujados más y más hacia el fondo por los detalles ordinarios sin importancia.

Estaba preguntándose si tendría las fuerzas para ir a lo de Luhan solo cuando Chanyeol finalmente lo encontró.

-Ahí estás…

Sin querer hablar ni mirar al otro, Baekhyun enterró la cabeza entre sus rodillas. Chanyeol estiró un brazo y le acarició la nuca con ternura, y la mano de Baekhyun se disparó para apartársela de una bofetada.

-Baekhyun, por favor. Solo quiero hablar contigo…

-Y yo solo quiero que te vayas a la mierda.

-Bueno, bueno. Eso no es muy lindo.

-No me digas. Y yo que pensaba que estaba siendo generoso al permitirte retener la posesión de tus testículos y mandarte a la mierda en su lugar. En todo caso, mandarte a la mierda fue ser demasiado amable.

-Sé que me merezco tu odio, Baek, y no te culpo por ello. Es solo que siento que te debo una explicación ahora que estás ligeramente menos histérico.

Baekhyun alzó raudamente la cabeza y entornó los ojos hasta volverlos rendijas.

-¡No estoy histérico! ¡Y si lo estoy es porque tú me has puesto así!

-Baekhyun, déjame hablar por favor. Necesitas oír la verdad.

-Nunca te la pedí.

-Pero es lo que te debo.

Él suspiró, resignado.

-Sí -dijo en voz baja-, sí, me lo debes. Y mucho más, además.

Chanyeol suavizó el semblante y dio un paso hacia Baekhyun, tendiéndole una mano para ayudarlo a levantarse.

-También esperaba, si me permites tener el descaro de pedirlo sin que me golpees el bazo, que quizá pudieras darme un último beso.

Baekhyun abrió la boca para callarlo, pero Chanyeol se veía tan genuinamente arrepentido que no tuvo el valor de rechazarlo, aunque el puñetazo en el bazo sonaba ciertamente tentador.

Volvió a suspirar y asintió, aceptando la mano tendida y poniéndose luego de pie para enfrentar a Chanyeol, quien lo jaló hacia un fuerte abrazo, le alzó el rostro y lo miró a los ojos durante un tiempo largo. Después se aproximó y rozó sus labios con los de Baekhyun.

Este lloró mientras se besaban, y las manos de Chanyeol le recorrían con amor todo el rostro, enjugándole las lágrimas mientras caían.

Lloraba por varias razones, pero mayormente porque estaba aterrado de que jamás iba a volver a estar tan cerca del muchacho al que amaba con todo su ser.

Chanyeol no parecía tener intenciones de romper el contacto, y se mostró ligeramente desconcertado cuando fue Baekhyun quien se apartó. Él podía ver que su rostro también estaba húmedo, aunque no sabía decir de quién eran esas lágrimas.

-No puedo hacer esto. Ya no se siente bien. Ni siquiera me amas.

Los ojos de Chanyeol se empañaron de dolor.

-Sí que te amo. Me entristece mucho que pienses que no es así.

-¿Entonces por qué? ¿Por qué me dejas? ¿Por qué ahora, cuando estamos a literalmente un mes de nuestro primer aniversario? Nunca supiste elegir los momentos más oportunos, Chanyeol…

-Porque soy un desastre, Baekhyun. Soy un desastre y no lo supero. ¿Sabes?, tienes la sonrisa más hermosa, pero ya nunca la veo, y es un recordatorio constante de que ya no te puedo hacer feliz. No puedo mantener las promesas que te hice en el pasado. No puedo protegerte. No puedo cuidarte. Ni siquiera puedo hacerte el amor. ¿De qué te sirvo? ¿Por qué ibas a querer estar conmigo?

Para Baekhyun, la respuesta era simple:

-Porque te amo, Chanyeol.

-Sé que sí, y yo también te amo… pero no es suficiente. Amar a alguien no significa necesariamente que esa persona sea buena para ti.

Baekhyun podía notar lo exhausto que el otro estaba. No solo físicamente, sino mental, emocional y espiritualmente también. Se estaba desmoronando con rapidez, y Baekhyun quería volverlo a componer desesperadamente, pero sabía que era un poco más complicado que eso.

-Kris fue el hermano que nunca tuve, Baek. Ya hace meses que murió, pero el accidente sigue reproduciéndose en mi cabeza una y otra vez, y sabes tan bien como yo que está afectando todas las áreas de mi vida. Estoy viendo cómo me descontrolo contigo, cómo te recluyo y te trato para la mierda, y eso me lastima casi tanto como me lastimó ver morir a mi mejor amigo. No creo que me vaya a recobrar jamás, y no puedo dejarte a ti esperando, tratando de arreglar el desastre por mí. No puedo hacerte pasar por eso porque no es justo para ti, y además me presiona. No me permitiré hacerte eso.

-Chanyeol, deja de convertir esto en algo sobre mí, por favor, cuando el problema claramente es que tú eliges darte por vencido con nuestra relación.

Baekhyun no podía evitar sentirse un egoísta al resistirse a Chanyeol sabiendo perfectamente bien cuánto le había afectado la muerte de Kris. Chanyeol solía infectar a todos quienes se le acercaban con sus risotadas contagiosas y su sonrisa impertinente, pero, al igual que Baekhyun, había dejado de sonreír hacía tiempo.

El Chanyeol que amaba y conocía también había muerto aquel día.

Pero igualmente no podía abandonar al amor de su vida sin dar pelea.

Chanyeol negó vigorosamente con la cabeza en respuesta al comentario de Baekhyun. Le agarró ambas manos con fuerza.

-No quiero darme por vencido con nosotros. Créeme cuando te lo digo porque es la verdad. Pero no soy ni la sombra de lo que era cuando te enamoraste de mí, y te mereces mucho más de lo que te puedo ofrecer actualmente. Deberías sentirte amado, deseado, satisfecho… todas las cosas que no puedo hacerte sentir. Mereces toda la felicidad del mundo de parte de alguien que esté mentalmente presente, que pueda amarte como se debe. Y, al menos hoy por hoy, ese alguien no soy yo. Necesito atravesar esto por mi cuenta.

-Bueno… ¿y si te espero? -Baekhyun daba manotazos de ahogado y lo sabía.

-No sé cuánto tiempo me tomará volverme a sentir normal, Baekhyun, incluso con ayuda profesional. No puedo pedirte eso. -Chanyeol le limpió al otro con dulzura una lágrima que le corría por la mejilla. Era en vano, porque muchas más le iban a seguir, pero a Baekhyun le reconfortó un poco el gesto-. Espero que no te vayas a olvidar de mí.

Baekhyun sacudió la cabeza y se apoyó contra el pecho de Chanyeol, formando con sus lágrimas manchas húmedas sobre su sudadera preferida («esa sudadera de mierda», no pudo evitar pensar), y sus dedos se aferraban desesperadamente a esa familiar tela de camuflaje como si se le fuera la vida en ello. Inhaló profundamente en un último intento por inmortalizar en su memoria la fragancia de su futuro exnovio.

-Claro que no -murmuró-, ¿cómo podría? Fuiste mi primer amor.

-Sé lo difícil que resulta esto ahora -dijo Chanyeol mientras le frotaba la espalda-; tampoco es fácil para mí, en lo más mínimo. Pero con el tiempo lo superarás, y serás feliz. Yo, por otra parte, pensaré en ti eternamente… Y probablemente terminaré llorando por lo idiota que fui al dejarte ir.

Baekhyun no pudo evitar soltar un alarido de frustración ante la terquedad del otro. Se separó de su abrazo, con la sangre bullendo por la mera furia.

-¿Entonces por qué te haces esto a ti? ¿A nosotros? Haces que ambos suframos cuando deberíamos estar atravesando juntos esta situación. Me necesitas, Chanyeol. ¿Por qué no lo reconoces? Sabes que yo te necesito también. No me avergüenza admitirlo.

-Esa es la cuestión. No deberíamos necesitarnos; tendríamos que saber que estaremos bien por cuenta propia. ¿Y si uno de los dos hubiera muerto en vez de Kris? ¿Habría acaso sobrevivido el otro?

-Te prometí que cruzaría contigo lo que se nos pusiera en el camino, y en vez de hacerlo, tú simplemente te paras y te vas ante el primer gran obstáculo. No se tratan de eso las relaciones. ¿Y qué si no puedes cuidarme? Deja que sea yo quien te cuide en su lugar.

Chanyeol comenzó a alejarse de él en ese momento.

-Me voy, Baekhyun. Te estás alterando solo todavía más, y me niego a aumentar tu angustia.

Ver la espalda de Chanyeol le hizo añicos el corazón otra vez. Bramó hacia la figura que se iba:

-Park Chanyeol, por una puta vez en la vida admite que me necesitas. Me necesitas para poder superar esto. Siempre te sacrificas por los demás. No eres ningún mártir, así que deja de comportarte como uno.

El otro se volteó brevemente, con expresión calma pero seria.

-Si no te amara tanto como lo hago, esto no sería ningún sacrificio.

Baekhyun atinó nada más que a alzar los brazos al aire, derrotado, porque sabía que no podía discutirle eso.

Se metió al auto y se hundió en el asiento del conductor, cerrando la puerta tras él. Tenía subida al regazo la caja con cupcakes, pero el anteriormente tentador aroma de la pastelería ahora le estaba provocando náuseas. A esas alturas se encontraba totalmente paralizado, su cerebro enteramente vacío de pensamientos coherentes salvo por uno: que de ningún modo iba a poder asistir a la cena.

No tenía fuerzas para decirle a Luhan que iba a faltar a su velada porque lo habían dejado, y la lástima que iba a generar era lo último que quería. En vez de eso, Baekhyun se encontró marcando el número de Tao, imaginando que él podría darle la noticia en su nombre.

-¿Hola?

Baekhyun tragó, en un intento por evitar que la voz se le quebrara.

-Tao…

… Y fracasó miserablemente.

-¿Baekhyun? Baekhyun, ¿pasa algo?

Y fue entonces cuando realmente cayó en la cuenta.

La comprensión lo impactó como uno de los trenes que solía escuchar andando como un bólido afuera, todas esas veces que se hallaba en brazos de Chanyeol, en la tibieza y seguridad de su cama. Solo hizo falta el sonido de la voz preocupada de Tao para hacer que verdaderamente se quebrara, con la caja de cupcakes desplomándose por entre sus rodillas. Se dejó caer sobre el volante, emitiendo un sonido que jamás creyó ser capaz de emitir, y su cuerpo convulsionó con violencia debido a los sollozos que le atravesaban el pecho y el corazón.

-¡Baekhyun! Baekhyun, ¿estás llorando? ¿Qué pasó?

-Tao, Chanyeol me dejó…

-Oh, Baek, no…

Podía oír la compasión en la voz de su amigo, y eso sólo consiguió hacerlo llorar con más fuerza.

-¿Estás en tu casa? ¿Hay alguien contigo?

-No, estoy solo… Kyungsoo trabaja hasta tarde hoy.

-Bueno, de acuerdo… Sólo… quédate ahí. Quédate justo donde estás. Ya mismo voy para allá.

El aparato se cayó de las manos de Baekhyun en cuanto Tao cortó. No tenía fuerzas ni para mantenerse en pie, mucho menos para agarrar un teléfono.

Fue justo entonces cuando Chanyeol abrió la puerta de un tirón.

-Baekhyun…

-¿Por qué sigues aquí? Vete -lloriqueó él-, no quiero que me veas así.

-Baekhyun, no puedo dejarte conducir en ese estado…

-No lo haré. No me iré a ninguna parte. Por favor, te lo ruego. Solo vete.

Chanyeol asintió con tristeza y cerró la puerta. Se encaminó hacia su propio coche y se alejó conduciendo, atormentado por la culpa y la miseria. Nada pudo haberlo preparado para la intensidad de la reacción de Baekhyun; hasta ese día, nunca había podido siquiera comprender cuán profundo era el amor que el otro le profesaba.

Darse cuenta de que él no era merecedor de ese amor fue la parte más difícil.

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