Capítulo 16: Aire
Kyungsoo apartó la vista de sus estudios cuando Baekhyun ingresó al apartamento, con aspecto notoriamente alterado.
-Vaya, luces terrible. ¿Pasó algo?
El otro simplemente lo miró por unos segundos, abatido, antes de romper en llanto.
-Ay, Dios -dijo Kyungsoo con sorpresa mientras se ponía de pie. Guió a Baekhyun hasta el sofá, donde ambos se sentaron, y le colocó una mano en el hombro-. Ya pasó. Cuéntale a Kyungsoo umma lo que ocurre.
-Acabo de pelearme con Chanyeol y ahora no me habla -sollozó él.
-¿Por qué pelearon? No es típico de ustedes.
Baekhyun se frotó torpemente las mejillas para limpiarse las lágrimas y sorbió por la nariz.
-Le dije que tendría que buscar ayuda porque su ansiedad está empeorando, y su insomnio también. Se lo tomó a mal y me dijo que me fuera; luego se encerró en su dormitorio…
-Bueno, no es tu culpa -lo tranquilizó Kyungsoo-. De todos modos puede que tengas razón. Parece como si sufriera de un trastorno por estrés postraumático, y si ese es el caso, entonces seguramente necesite terapia.
-¿Qué hago, Kyungsoo? Literalmente puedo sentir cómo él se me escurre por entre los dedos, y no sé cómo salvarlo. Ni siquiera creo poder…
Su compañero de cuarto continuó frotándole un hombro con compasión.
-Tienes razón, no puedes. Al menos no solo, así que no intentes ocuparte de semejante carga por tu cuenta. Lo que sí puedes hacer es ayudarlo a conseguir la asistencia que necesita. Sigue con ello, poco a poco, y no seas insistente, o de lo contrario él seguirá resistiéndose. En momentos como este, un poquito de paciencia logra maravillas.
Baekhyun asintió en silencio. Las lágrimas ya habían parado, pero él continuaba viéndose y sintiéndose miserable.
-Te diré esto sólo una vez, porque si no seguramente se te suba a la cabeza -agregó Kyungsoo-, pero Chanyeol es increíblemente afortunado por contar con alguien como tú. Y sin importar lo que haya sucedido entre ustedes hoy, estoy seguro de que él lo sabe.
Baekhyun sonrió un poco, casi a regañadientes.
-Do Kyungsoo, ¿estás tirándome los tejos?
-Mmm… no lo creo. Pero si te pones una peluca y un vestido, vuélvemelo a preguntar y tal vez mi respuesta cambie.
Baekhyun dejó escapar una risita y apoyó su cabeza en el hombro de su amigo.
-Gracias, Kyungie.
* * *
Baekhyun decidió darle a Chanyeol tanto espacio como le fuera posible, dejando que el otro tomara el mando respecto a cuándo lo quería volver a ver.
Terminaron por no verse durante una semana. En ese lapso, los dos cavilaron mucho acerca de su relación y hacia dónde iba encaminada, y ambos decidieron que dialogarían al respecto cuando se reunieran.
Chanyeol estaba inexplicablemente nervioso cuando por fin marcó el número de Baekhyun. Una semana entera era un tiempo anormalmente largo para pasarlo distanciados; usualmente eran carne y uña, a tal punto que sus amigos a menudo se referían a ellos como una única entidad, llamándolos «Baekyeol». Fue la mayor cantidad de tiempo que pasaron separados desde que se pusieron de novios.
Baekhyun atendió al segundo tono, casi como si hubiese estado esperando la llamada.
-Hola, Yeol.
-Hola… -saludó él con lentitud.
-¿Cómo has estado?
-Ehm, bien… Me preguntaba si quieres que nos veamos. Me gustaría que charláramos.
-Estuve pensando lo mismo. Puedo ir ahora, si quieres.
-Sí. Sí, sería bueno.
Después de colgar comenzó a pasearse nervioso por el cuarto, preparándose mentalmente para la potencial seriedad de la discusión que se avecinaba. Tenía una sensación de fatalidad inminente, casi como si estuvieran llevándolo hacia su propia ejecución.
Baekhyun finalmente llegó, luciendo igual de nervioso, y Chanyeol lo acompañó hasta su habitación. Cerró la puerta tras ellos y abrió la boca para hablar, pero Baekhyun se le adelantó.
-Lo lamento -comenzó, retorciendo las manos con aprensión-, de verdad que sí. No fue mi intención comportarme de forma tan insensible aquella noche… Es solo que me preocupo mucho por ti, y realmente odio verte sufrir así. Como te dije, verte lastimado me lastima a mí también.
Chanyeol, tras escuchar lo que Baekhyun tenía para decir, decidió no expresar lo que pensaba. Ver el amor en sus ojos cuando alzaba la mirada hacia él lo amilanaba. Se mordió la lengua y asintió, ofreciendo en respuesta a su disculpa una débil sonrisa.
Baekhyun estiró un brazo para llevarle hacia abajo la cabeza. Sus labios hicieron contacto, y fue como respirar de un tanque de oxígeno puro tras haber estado una semana sin él.
-Te amo -susurró-. Te amo tanto, Chanyeol.
Se quedaron así parados un momento, con las frentes pegadas, y por un instante su respiración fue lo único que se pudo escuchar en el dormitorio. Baekhyun tenía una mano envolviendo el cuello de Chanyeol, jugueteando gentilmente con un mechón de su cabello.
Empezó a ponerse más tenso cuando se dio cuenta de que Chanyeol aún no le había respondido, y su voz, normalmente serena, tembló notoriamente.
-Tú también me amas, ¿no?
Chanyeol suspiró y asintió.
-Sí. Por supuesto que sí.
Baekhyun lo besó nuevamente y enganchó con los dedos las trabillas de sus vaqueros, para guiarlo frente a la cama.
-Extrañé mucho tocarte mientras estuvimos separados.
Si bien Chanyeol no había planeado que ocurriera nada físico, tampoco contaba con la fuerza ni con la voluntad para resistirse. Le devolvió cada uno de los besos con igual entusiasmo, y Baekhyun lo tomó como una señal para dejar que las cosas fluyeran.
Le quitó a Chanyeol la ropa y luego la suya propia, y empujó con suavidad al chico alto hacia el colchón. Sus besos, lejos de ser lascivos y urgentes, eran en su lugar dulces y cariñosos, y tocaba a su novio con cautela, como temiendo que fuera a romperse.
Aunque Baekhyun lo trataba con absoluto cuidado, respeto y adulación, Chanyeol se sentía más pesado y falto de aliento de lo normal. Tras un rato comenzó a sentir como si Baekhyun lo estuviera asfixiando con su amor. Cada beso y caricia eran completamente divinos, tanto así que por un instante sintió como si hubiera muerto físicamente y lo hubiesen enviado al cielo, pese a que emocionalmente hacía tiempo que estaba condenado al infierno.
No sabía si encima tenía el peso de Baekhyun o el de las palabras sin revelar que guardaba dentro, pero tuvo la súbita sensación de que lo estaba lentamente aplastando hasta su muerte. Dado que el muchacho bajo pesaba considerablemente menos que él, terminó por concluir que debía de ser lo segundo. Los susurros de adoración de Baekhyun que le decían lo hermoso que era y cuánto lo amaba comenzaron a sonarle peculiarmente distantes, como si provinieran de algún lugar muy lejano de donde se hallaban.
Comenzó a hiperventilar, un poquito al principio, pero luego cada inspiración y espiración se fue volviendo más y más rápida y superficial, y tenía tal opresión en el pecho que creyó estar sufriendo un infarto. Se le llenaron los ojos de lágrimas, y cada jadeo le resultaba tan doloroso que pensó que tal vez sí estuviese muriéndose después de todo.
Baekhyun al principio interpretó la falta de aliento de Chanyeol como una respuesta natural a sus actividades, pero al notar las lágrimas y los sollozos ahogados se vio abrumado por la preocupación.
-Chanyeol, ¿qué sucede? ¿Te estoy haciendo daño? -Detuvo de inmediato lo que estaba haciendo y rodó con pánico para bajársele de encima-. ¿Por qué hiperventilas? Chanyeol, di algo, por favor…
Le alzó a su novio la cabeza y la sostuvo con la mano, luego con un dedo le sintió el pulso.
-Carajo. Tus pulsaciones están por las nubes… y además tienes temperatura. Solo… trata de permanecer tan calmado como puedas, enseguida regreso.
Baekhyun irrumpió por la puerta hacia la sala de estar y se encontró con Kai leyendo en la mesa, acompañado de una taza de té. A este último prácticamente le desaparecieron las cejas bajo el flequillo cuando contempló al otro parado frente a él, tan desnudo como en el día en que nació, con aspecto de haber visto un fantasma.
-Deprisa, necesito una bolsa de papel y un paño húmedo. Creo que Chanyeol está sufriendo un ataque de ansiedad.
Un Kai de ojos muy ensanchados asintió en silencio y fue a extraer una bolsa para almuerzos de uno de los cajones de la cocina. Encontró luego un trapo limpio, el cual humedeció con agua fría. Le entregó ambas cosas a Baekhyun sin decir una palabra.
-Gracias -le dijo él a toda velocidad mientras encaminaba de regreso al cuarto de Chanyeol. Se detuvo brevemente frente a la puerta, sin volverse-. Sigo desnudo, ¿no?
-Sep.
-Bueno. Creí correcto preguntar.
Cerró la puerta del dormitorio tras él y se acomodó en la cama junto a Chanyeol, quien aún seguía hiperventilando. Le sostuvo la bolsa de papel sobre la boca y nariz.
-Respira, bebé. Inhala por la nariz, luego suéltalo por la boca. Eso es. Inhala, exhala.
Con su mano libre empezó a humedecerle suavemente la frente haciendo uso del paño, para bajarle la temperatura.
-Bueno, ahora intenta sin la bolsa. Sí, bien. Así.
Unos instantes más tarde Baekhyun volvió a utilizar la bolsa, y paulatinamente la respiración de Chanyeol se fue ralentizando. El dulce aire le volvió a llenar los pulmones por completo, y las zarpas del miedo finalmente liberaron a su corazón de su terrible agarre.
-Eso es. Lo estás haciendo muy bien.
Cuando Chanyeol se calmó lo suficiente como para ya no necesitar la bolsa de papel, Baekhyun la tiró al suelo y se recostó a su lado. Removió el trapo de la frente de su novio y se puso a acariciarle el cabello tiernamente.
-Me asustaste muchísimo, ¿sabes? Creí que iba a tener que llamar a una ambulancia…
Chanyeol estaba demasiado exhausto para hablar. Baekhyun le sostuvo una mano y continuó vigilándolo hasta que su respiración se normalizó.
-Realmente necesitas ayuda, Yeol; esto ya va más allá de las bromas. No sabía que las cosas se habían puesto así de mal. Me preocupas mucho…
Si bien apenas tenía fuerzas para hacerlo, Chanyeol asintió.
Baekhyun gruñó al recordar de pronto su encuentro con Kai en la cocina.
-No puedo creer que haya ido allá sin nada de ropa. Parece que tengo el desafortunado hábito de exhibir mis genitales frente a nuestros amigos.
Los labios de su novio se crisparon muy levemente para formar una sonrisita.
-Podrías aprovechar y volverte nudista -respondió, aún sonando un poco falto de aire-. Yo no tendría quejas.
Baekhyun le dio un golpecito juguetón. Muy en el fondo estaba feliz de que Chanyeol hubiera vuelto a hacer sus comentarios jocosos. Se recostó y lo atrajo hacia él, abrazándolo con fuerza.
-Estarás bien, te lo prometo -le aseguró en tono silencioso-. No dejaré que nada malo te pase.
* * *
Como solía suceder cuando se hallaba envuelto en la seguridad de los brazos de su novio, Chanyeol enseguida se olvidó del mundo que lo rodeaba y se quedó dormido. Sin embargo, no pudo deshacerse del recurrente pensamiento, que le acechaba en los rincones más hondos de su mente, de que quedaban palabras sin decir.
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