Título: ¡Yo también quiero ver un andalita!
Parte de:
El Descubrimiento de la Teoría de las Dimensiones Interconectadas.
Fandom: LMF!R!One Piece/Animorphs.
Claim: Tripulación del Weeping Lamb-Animorphs.
Notas: :DU Es una viñeta como... Transitoria entre dos situaciones. No me gusta usar abreviaciones en un fic, pero era necesario u_uU.
-¡¿Un qué?! -gritamos mi Co-Co y yo, un segundo antes de lanzarnos en una carrera hacia donde estaba Ligabiss, quien se volteó a vernos con un poco de temor (de ser aplastada) reflejándose en sus ojos.
Dolió. Dolió mucho, carajo. Háganme caso en esto: nunca corran si saben que en nada pasarán de ser una persona “normal” a una “mancha color Kmiya andante”. Tuve que vivir la experiencia para aprender esto, así que no ignoren el sagrado consejo que acabo de dejarles, a menos que no les guste el morado y quieran ser una “mancha color L”.
La corrida fue inútil. Cuando llegamos, chocándonos a Luga en el camino, no había nada en el bosque. Bueno, había árboles, pasto, algunos pájaros, ardillas, insectos varios, serpientes, mapaches… El punto es que no había ningún centauro azul con cola de escorpión, que era lo que importaba.
-¡Les juro que estaba allí! -dijo nuestra navegante, señalando un lugar que estaba tan lleno de normalidad como el resto del bosque.
Kmi y yo suspiramos decepcionadas. Aquella descripción era simplemente…
-No es justo. El viaje espiritual de Liga está siendo guiado por los personajes de “AM”. Necesito tomar más té.
-Sí, tal vez así nosotras también los veamos -concordó mi Co-Co.
Instintivamente, sin ningún motivo razonable, ambas miramos al cielo. Me pareció distinguir algo allí, pero con el sol en los ojos no alcanzaba a identificar qué era. Probablemente sin el sol tampoco habría visto mucho más que un puntito en el cielo.
-¡Más té no! -Nos gritaron algunos de los demás tripulantes que habían alcanzado a oírnos antes.
Me sobresalté. Había estado dañando descaradamente mi visión para intentar averiguar qué había en el cielo, y ya me había olvidado de lo que había propuesto.
-¡Esto no es una democracia! ¡Si quiero más té lo tendré, y el que se interponga sufrirá los castigos que se esconden en mis cuadernos! -respondí, poniendo mi tono más autoritario. Pero creo que nadie me prestó atención. Desgraciados. Por algo apoyo a Kmi cuando la ignoran.
-¡¿Pueden dejar de pensar idioteces y preocuparse un poco más por el barco?! -Nos regañó Bans-. ¡Me llevará días reparar esto!
Uhm, cierto. El barco. Había olvidado completamente ese pequeño detallito. Aún así soy una excelente capitana, desde luego. Pfff.
-Mira el lado bueno -contestó Su Alteza Celestial con voz calma-, al menos puedes repararlo. Desde Impel Down dudo que hubieras podido hacer mucho.
Nadie respondió. El pensamiento era demasiado estremecedor por sí solo. Ni siquiera D se atrevió a decirnos algo como “Si no hubieran hecho lo que querían, no habríamos corrido ese peligro”, aunque sé que lo pensó. Y no lo sé porque lea mentes ni nada. ¡No lo hago, mierda!
Entonces una voz rompió el silencio. Aunque no sería correcto en realidad decir eso, porque ningún ruido invadió la tranquilidad que había en el bosque en sí. Fue una voz en nuestras cabezas la que habló…
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Y de repente, ya no sentí que todo fuera culpa del té verde.