Sobre amantes de los libros nerdeando por libritos.
Título: Interés común.
Fandom: Kuroko no Basket.
Claim: Furihata/Kuroko.
Advertencias: Ninguna.
Notas: Escribí esto hace meses y nunca lo pasé a la pc 8DU.
Era sorprendente lo bien que Furihata y Kuroko podían llevarse incluso fuera del club de basket. Comparían varias cosas, después de todo, y por sus personalidades solían estar en buena sintonía, nunca se peleaban ni nada por el estilo.
Probablemente lo que más los había acercado (además de estar en el mismo equipo) era su interés compartido por los libros. A ambos les encantaba leer, y disfrutaban particularmente las discusiones que tenían sobre libros que ambos habían leído. Gracias a esas sorpredentemente largas charlas, Furihata había descubierto lo mucho que le gustaba analizar libros. Kuroko y él podían pasarse mucho tiempo analizando personajes y situaciones de las historias que leían. En más de una ocasión, Kuroko le había señalado a Furihata que era muy bueno notando hasta los detalles más mínimos de las acciones de los personajes, aunque él mismo no lo creía así.
Una tarde, se encontró a Kuroko leyendo un libro que no se asemejaba a sus lecturas habituales.
-Ese es un libro occidental, ¿no? -preguntó Furihata con curiosidad-. Qué extraño verte leer eso...
Kuroko levantó la mirada.
-Sí. Es bueno variar de vez en cuando.
-...No había nada nuevo para leer, ¿no?
Kuroko desvió la mirada ligeramente avergonzado, con lo que Furihata tomó eso como una confirmación a sus palabras.
-Aunque... ¿no es ese un libro para niños?
-Sólo he leído unos pocos libros de la serie, pero tengo la impresión de que no harían muy feliz a un niño -respondió Kuroko.
-¿En serio? -Pero la portada era llamativa y colorida, definitivamente no se veía como una historia deprimente-. ¿Me prestarías el primero?
Kuroko, que realmente disfrutaba cuando él y Furihata leían los mismos libros, asintió con una pequeña sonrisa.
Sólo unos pocos días después, Furihata fue a buscarlo, llevando el libro prestado en una mano, y con una expresión horrorizada en el rostro. Kuroko no pareció sorprendido en lo más mínimo al verlo.
-Furihata-kun, ¿terminaste el libro?
Sin embargo, el chico no parecía poder articular nada coherente.
-Quedó transformado en... p-para siempre... ¡¿Y... y este es sólo el primer libro?!
Kuroko asintió.
-¿S-se pone peor? -preguntó Furihata, temeroso.
El otro joven pareció considerar eso brevemente, como si estuviera repasando en su mente distintas escenas de los libros. Al final, volvió a asentir lentamente.
Furihata sólo se quedó mirándolo en silencio un momento antes de decidirse a hablar de nuevo.
-...¿M-me prestarías el segundo?
Sufrir juntos leyendo los mismos libros era, después de todo, verdadera amistad.
Fandom: Kuroko no Basket.
Claim: Furihata/Kuroko.
Advertencias: Ninguna.
Notas: Escribí esto hace meses y nunca lo pasé a la pc 8DU.
Era sorprendente lo bien que Furihata y Kuroko podían llevarse incluso fuera del club de basket. Comparían varias cosas, después de todo, y por sus personalidades solían estar en buena sintonía, nunca se peleaban ni nada por el estilo.
Probablemente lo que más los había acercado (además de estar en el mismo equipo) era su interés compartido por los libros. A ambos les encantaba leer, y disfrutaban particularmente las discusiones que tenían sobre libros que ambos habían leído. Gracias a esas sorpredentemente largas charlas, Furihata había descubierto lo mucho que le gustaba analizar libros. Kuroko y él podían pasarse mucho tiempo analizando personajes y situaciones de las historias que leían. En más de una ocasión, Kuroko le había señalado a Furihata que era muy bueno notando hasta los detalles más mínimos de las acciones de los personajes, aunque él mismo no lo creía así.
Una tarde, se encontró a Kuroko leyendo un libro que no se asemejaba a sus lecturas habituales.
-Ese es un libro occidental, ¿no? -preguntó Furihata con curiosidad-. Qué extraño verte leer eso...
Kuroko levantó la mirada.
-Sí. Es bueno variar de vez en cuando.
-...No había nada nuevo para leer, ¿no?
Kuroko desvió la mirada ligeramente avergonzado, con lo que Furihata tomó eso como una confirmación a sus palabras.
-Aunque... ¿no es ese un libro para niños?
-Sólo he leído unos pocos libros de la serie, pero tengo la impresión de que no harían muy feliz a un niño -respondió Kuroko.
-¿En serio? -Pero la portada era llamativa y colorida, definitivamente no se veía como una historia deprimente-. ¿Me prestarías el primero?
Kuroko, que realmente disfrutaba cuando él y Furihata leían los mismos libros, asintió con una pequeña sonrisa.
Sólo unos pocos días después, Furihata fue a buscarlo, llevando el libro prestado en una mano, y con una expresión horrorizada en el rostro. Kuroko no pareció sorprendido en lo más mínimo al verlo.
-Furihata-kun, ¿terminaste el libro?
Sin embargo, el chico no parecía poder articular nada coherente.
-Quedó transformado en... p-para siempre... ¡¿Y... y este es sólo el primer libro?!
Kuroko asintió.
-¿S-se pone peor? -preguntó Furihata, temeroso.
El otro joven pareció considerar eso brevemente, como si estuviera repasando en su mente distintas escenas de los libros. Al final, volvió a asentir lentamente.
Furihata sólo se quedó mirándolo en silencio un momento antes de decidirse a hablar de nuevo.
-...¿M-me prestarías el segundo?
Sufrir juntos leyendo los mismos libros era, después de todo, verdadera amistad.