Título: Películas de terror.
Fandom: Kuroko no Basket.
Claim: Aomine/Momoi.
Advertencias: ...En realidad es gen. ¿Advertencia por chibis?
Notas: Idk se me ocurrió mientras lavaba los platos 8DU. Regalo de cumpleaños chafa para
ligabiss.
Aomine era el responsable del miedo que Momoi le tenía a las ranas. Lo que Momoi no sabía era que ella, en cambio, era la responsable del miedo de Aomine hacia los fantasmas y las cosas relacionadas con el género del terror.
Todo había comenzado cuando eran pequeños. Aomine no recordaba a estas alturas qué edad habían tenido en ese entonces, pero según él era algo "entre los siete y diez años". En aquellos tiempos, Momoi y Aomine solían juntarse los viernes a la noche para ver películas (variando en quién prestaba la casa para eso). En general se quedaban dormidos apenas terminaba la película, porque en esa época tendían a pasarse el día afuera.
Nunca habían tenido demasiados problemas, hasta que un día Momoi se quejó de que Aomine siempre era quien escogía la película que verían. Luego de una larga pelea, Aomine terminó accediendo a dejarle elegir a su amiga esta vez. Hasta el día de hoy, esa era una de las decisiones de las que más se arrepentía. Porque cuando el viernes a la noche la niña apareció con la película en sus manos, la sola portada de la misma le dio un mal presentimiento.
-¿Qué es esa cosa?
-¡Es un osito! -respondió alegremente Momoi-. Se ve muy lindo, ¿verdad?
Aomine de verdad se preguntaba cuál era el concepto de 'lindo' que tenía su amiga. El oso se veía espeluznante. Parecía desgastado por el tiempo, estaba emparchado en varias partes, le faltaba un ojo y tenía un cuchillo en la mano.
En ese entonces, claro, ninguno de los dos sabía que esa definitivamente no era una película para niños.
Aomine le había prometido a Momoi que le dejaría escoger la película, así que no podía decir nada o ella se enojaría seriamente, algo que hasta él sabía que era mejor evitar. Por eso no comentó nada respecto a la portada o de su mal presentimiento. Otra decisión de la que se arrepentiría.
Para cuando terminaron de ver la película, ambos tenían los ojos muy abiertos, expresiones idénticas de miedo, y ninguna intención de dormir esa noche.
Esa fue su primer película de terror. Debían admitir que, en realidad, había sido una película bastante mala, pero estaban en una edad impresionable después de todo.
Si tan solo el asunto hubiera terminado ahí...
Una semana después, Momoi volvió a aparecer con una película para que vieran juntos. Era lo justo, considerando que Aomine había escogido varias veces seguidas antes.
Esta vez, la portada era la imagen de un paisaje cubierto de niebla. A comparación de la portada del osito asesino, esa se veía casi inofensiva.
Casi.
Pero Aomine tenía un mal presentimiento aún así. Presentimiento que se volvió realidad cuando pusieron la película.
Esa fue otra noche sin dormir para los dos.
A la semana siguiente, volvieron a discutir por quién elegiría la película. Luego de dos traumas, Aomine no quería arriesgarse a un tercero. Escogería películas de ponies saltando sobre arcoiris antes que eso.
-¡No! ¡Tú no vuelves a elegir! ¡Esta vez me toca a mí!
-¡No es justo, Dai-chan! ¡Tú siempre eliges!
-¡Todavía tengo pesadillas con el osito de peluche! -exclamó el chico sin pensar, arrepintiéndose al instante de haber admitido algo tan vergonzoso en voz alta.
-Elegiré una película más linda esta vez, lo prometo -dijo Momoi, haciendo un puchero al que Aomine no podía negarse.
Y ella cumplió su palabra: eligió una película llamada El Hada de los Dientes. ¿Qué podía salir mal con eso? ¡Una película así definitivamente no podía ser de terror!
Le demostraría a su tonto amigo de la infancia que sí podía escoger películas.
Aomine no supo por qué una película con un título tan inofensivo le había dado un mal presentimiento hasta que terminaron de verla. ¿Quién iba a pensar que era una película sobre una especie de bruja que sólo podía moverse en la oscuridad absoluta, y si la veías cuando estaba llevándose tu diente de leche caído te perseguía hasta matarte?
...Nunca más iba a dormir con la luz apagada de ahora en adelante. Esa fue la gota que rebalsó el vaso, definitivamente.
-Satsuki, de ahora en más yo elijo la película.
Y Momoi terminó aceptando porque luego de tres intentos fallidos, incluso ella debía admitir que su tino apestaba.