10pairings: Sebastian regresa!!!!! xD
Tengo otras historias que postear -como 10 mas creo, u.u- pero creo que esta seria la mejor para poner primero, y solo porque es la única vez que tengo la oportunidad de usar estos persnajes....... y la verdad, me encantó.
Autor: Danybel
Fandom: Kuroshitsuji
Personaje: Sebastian Michaelis
Pareja: 5/10 Madame Red
Género: Angst/Confort
Rating: PG13
Advertencias: Un poco de sangre ^.^
A/N: yo creo que las clases me inspiran a pensar en Sebastian.
El final
Sebastian vio como la mujer caía al suelo, como su sangre cubría sus ropas rojas con tonos oscuros, como sus ojos perdían el brillo. Vio como sus lágrimas caían por última vez.
El demonio volteo a ver a su amo, y vio su rostro lleno de terror, y sintió su dolor en cada parte de su cuerpo.
Volvió su mirada a la mujer, vio cono la vida de la misma pasaba frente a los ojos de todos. Una sonrisa amenazó con formarse en sus labios. Hizo su mayor esfuerzo para hacerla desaparecer, pero no pudo, así que suspiró, recordando.
La pelirroja estaba en su cama, llorando desconsoladamente, el rostro entre sus manos llenas de maquillaje corrido, mucosidad y lágrimas. Sus gemidos de dolor se podían oír por toda la casa, sus criados parados al otro lado de la puerta, preocupados por ella.
Y ella solo podía llorar. Lo había perdido todo, todo lo que amaba. Su esposo, su hijo, su fe, todo.
Y justo en ese momento, cuando decidió que no había mas nada que perder, apareció frente a ella el demonio, con la forma de su animal preferido, un gato.
“¿Qué es lo que deseas?” le preguntó, paseándose por la cama, rozando su piel con su cola.
“¿Ah?” la mujer levantó la vista, un escalofrío recorriéndole el cuerpo al sentir el ligero contacto.
“Me has llamado, por algo ha de ser”
La mujer se quedó callada, sus sollozos desaparecidos, sus ojos hinchados y de un rojo tan fuerte como el de su propio cabello.
El demonio se sentó en su regazo, sus ojos fijos en los de ella. Ambos en silencio, solo roto minutos después por el ronroneo del gato, y la mujer abrió la boca pero ninguna palabra salió.
“Angelina” De haber sido humano la mujer hubiese visto la sonrisa que este tendría en el rostro “Ya no tienes nada que perder, ¿No quieres mi ayuda?”
“¿Y tu que puedes darme?” Preguntó ella, sus manos acercándose al cuerpo del gato en sus piernas, temblando, tratando me moverlo de su lugar, con miedo a tocarlo.
“Todo” El demonio captó el mensaje y se levantó, colocando sus cuatro patas en la esquina de la cama, sobre las sábanas “Puedo darte todo lo que me pidas, cualquier cosa que desees” Pausó unos segundos, y sus ojos brillaron como el fuego, “Puedo darte el hijo que tanto quieres.”
La mujer abrió los ojos, llena de sorpresa, sus manos apretaron el cobertor de la cama, y su piel se puso del color del papel.
“Imposible” susurró “yo no puedo tener hijos… nunca mas podré.”
“Pero yo puedo dártelo” El demonio se acercó a su rostro, viéndola a los ojos nuevamente. El color de sus ojos cada vez mas oscuro “Puedo incluso darte el amor del hombre que tanto deseas”
La mujer perdió sus fuerzas. Sus manos dejaron de apretar la colcha, su rostro perdió toda señal de vida, y su cuerpo se derrumbó hacia atrás, pegándole la espalda contra las tablas de madera de la cabecera de su cama.
“Pero Vincent es de mi hermana…” susurró, sus manos moviéndose instintivamente hacia su vientre, sus ojos llenándose de lágrimas.
El demonio se quedó donde estaba, su gatuno rostro contorsionado en lo que se puede llamar una sonrisa.
“Como me gustaría…” la mujer sonrió con tristeza “Vincent a mi lado, Ciel entre mis brazos, y un cuerpecito creándose dentro de mi…” comenzó a llorar de nuevo, esta vez mas fuerte que antes, ahogándose con su propia respiración “No puedo” dijo entre sollozos, “Por mas que quiera, no puedo…” El demonio dejó de sonreír “Es mi hermana.”
El demonio la dejó llorar, susurrando, aún viéndola “Te vas a arrepentir” y sin decir mas, desapareció.
Sebastian sonrió sin poder evitarlo, cuando vio el Cinematic Record mostrando todos los pedazos de la vida de la mujer, excepto por aquella noche que ellos compartieron. Un demonio no está en la vida de otros hasta que no sella su contrato. Pero por unos segundos, antes que los ojos de la mujer terminan de cerrarse, que siente la mirada de la misma sobre su cuerpo, ve el terror en sus ojos, y sabe que ella aún lo recuerda.
Y, sin poder evitarlo, sonríe de nuevo.
Fin
A/N: Me estoy tardando toda la vida con esto, lo se, pero no es mi culpa, la Universidad está de odiosa.
Dany
Autor: Danybel
Fandom: Kuroshitsuji
Personaje: Sebastian Michaelis
Pareja: 5/10 Madame Red
Género: Angst/Confort
Rating: PG13
Advertencias: Un poco de sangre ^.^
A/N: yo creo que las clases me inspiran a pensar en Sebastian.
El final
Sebastian vio como la mujer caía al suelo, como su sangre cubría sus ropas rojas con tonos oscuros, como sus ojos perdían el brillo. Vio como sus lágrimas caían por última vez.
El demonio volteo a ver a su amo, y vio su rostro lleno de terror, y sintió su dolor en cada parte de su cuerpo.
Volvió su mirada a la mujer, vio cono la vida de la misma pasaba frente a los ojos de todos. Una sonrisa amenazó con formarse en sus labios. Hizo su mayor esfuerzo para hacerla desaparecer, pero no pudo, así que suspiró, recordando.
La pelirroja estaba en su cama, llorando desconsoladamente, el rostro entre sus manos llenas de maquillaje corrido, mucosidad y lágrimas. Sus gemidos de dolor se podían oír por toda la casa, sus criados parados al otro lado de la puerta, preocupados por ella.
Y ella solo podía llorar. Lo había perdido todo, todo lo que amaba. Su esposo, su hijo, su fe, todo.
Y justo en ese momento, cuando decidió que no había mas nada que perder, apareció frente a ella el demonio, con la forma de su animal preferido, un gato.
“¿Qué es lo que deseas?” le preguntó, paseándose por la cama, rozando su piel con su cola.
“¿Ah?” la mujer levantó la vista, un escalofrío recorriéndole el cuerpo al sentir el ligero contacto.
“Me has llamado, por algo ha de ser”
La mujer se quedó callada, sus sollozos desaparecidos, sus ojos hinchados y de un rojo tan fuerte como el de su propio cabello.
El demonio se sentó en su regazo, sus ojos fijos en los de ella. Ambos en silencio, solo roto minutos después por el ronroneo del gato, y la mujer abrió la boca pero ninguna palabra salió.
“Angelina” De haber sido humano la mujer hubiese visto la sonrisa que este tendría en el rostro “Ya no tienes nada que perder, ¿No quieres mi ayuda?”
“¿Y tu que puedes darme?” Preguntó ella, sus manos acercándose al cuerpo del gato en sus piernas, temblando, tratando me moverlo de su lugar, con miedo a tocarlo.
“Todo” El demonio captó el mensaje y se levantó, colocando sus cuatro patas en la esquina de la cama, sobre las sábanas “Puedo darte todo lo que me pidas, cualquier cosa que desees” Pausó unos segundos, y sus ojos brillaron como el fuego, “Puedo darte el hijo que tanto quieres.”
La mujer abrió los ojos, llena de sorpresa, sus manos apretaron el cobertor de la cama, y su piel se puso del color del papel.
“Imposible” susurró “yo no puedo tener hijos… nunca mas podré.”
“Pero yo puedo dártelo” El demonio se acercó a su rostro, viéndola a los ojos nuevamente. El color de sus ojos cada vez mas oscuro “Puedo incluso darte el amor del hombre que tanto deseas”
La mujer perdió sus fuerzas. Sus manos dejaron de apretar la colcha, su rostro perdió toda señal de vida, y su cuerpo se derrumbó hacia atrás, pegándole la espalda contra las tablas de madera de la cabecera de su cama.
“Pero Vincent es de mi hermana…” susurró, sus manos moviéndose instintivamente hacia su vientre, sus ojos llenándose de lágrimas.
El demonio se quedó donde estaba, su gatuno rostro contorsionado en lo que se puede llamar una sonrisa.
“Como me gustaría…” la mujer sonrió con tristeza “Vincent a mi lado, Ciel entre mis brazos, y un cuerpecito creándose dentro de mi…” comenzó a llorar de nuevo, esta vez mas fuerte que antes, ahogándose con su propia respiración “No puedo” dijo entre sollozos, “Por mas que quiera, no puedo…” El demonio dejó de sonreír “Es mi hermana.”
El demonio la dejó llorar, susurrando, aún viéndola “Te vas a arrepentir” y sin decir mas, desapareció.
Sebastian sonrió sin poder evitarlo, cuando vio el Cinematic Record mostrando todos los pedazos de la vida de la mujer, excepto por aquella noche que ellos compartieron. Un demonio no está en la vida de otros hasta que no sella su contrato. Pero por unos segundos, antes que los ojos de la mujer terminan de cerrarse, que siente la mirada de la misma sobre su cuerpo, ve el terror en sus ojos, y sabe que ella aún lo recuerda.
Y, sin poder evitarlo, sonríe de nuevo.
Fin
A/N: Me estoy tardando toda la vida con esto, lo se, pero no es mi culpa, la Universidad está de odiosa.
Dany