Para bien o para mal, estoy de vacaciones. La verdad es que no las quiero para nada, porque voy a dejar la carrera, así que no me voy a presentar a los exámenes de septiembre. Por fin una decisión inteligente en las últimas semanas, y nadie ha tenido que tomarla por mí. La universidad va a seguir ahí si quiero retomarla el año que viene o en su
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