Pensaba que no lo lograría. Parecía imposible. Pero lo he conseguido.
He terminado Breaking Dawn. Y si soy sincera, ha superado mis expectaivas, pensaba que sería una mierda, pero no. Ha sido una grandísima mierda. No obstante, si os véis en la extraña situación de no tener nada para leer, no os quedéis sin cerrar la saga, al menos para echaros unas risas con la señora Meyer. Sólo os digo que el último capítulo se llama Y vivieron felices y comieron perdices -¡Ay! ¡No habré hecho un spoiler! ¡Que lo mismo pensábais que no iba a terminar bien!- y que el libro tiene unos quotes dignos de un museo. Véanse:
Te quedas sin opciones cuando amas a tu potencial asesino. ¿Acaso es posible huir o luchar si eso causa un grave perjuicio a quien quieres? Si la vida es cuanto puedes darle y de verdad le amas por encima de todo, ¿por qué no entregársela?
Y esto es el prefacio... bueno, todos sabíamos que Bella Swan es un ser humano patético, ¿pero era necesario que en este libro alcanzara tales cotas de auto-humillación? No sé, chica. Tienes padres, amigos (en teoría) y esas cosas. Pues nada, a ella le da igual. Juro que me pone los nervios de punta. Eso no es estar enamorada, es ser una payasa. Estoy convencida de que todo el libro es el sueño húmedo adolescente de una paleta a la que van a obligar a casarse con su primo. ¿Estás casada con tu primo, Stephenie Meyer? Porque tienes unas tonterías que no me las explico.
En este sentido, todos los demás fragmentos son:
"- Cariño, me estoy meando.
Una mueca de dolor deformó mi rostro, tan perfecto ahora como el de una escultura griega. Aún no se había ido y la angustia de la separación ya se clavaba en cada fibra de mi cuerpo como un cristal.
- Tranquila, sólo voy a mear. Pensaré en tí mientras saco mi pene frío y marmóleo.
A pesar de que nuestras vidas corrían un peligro inminente, noté húmeda la fina lencería que me había regalado Alice. Sin embargo, ahora era lo más parecido a una diosa en todos los aspectos, así que logré controlarme. Debíamos proteger al híbrido que teníamos por hija."
Y todo en este rollo. Aunque, AUNQUE, llegamos a la parte en la que el libro se pone interesante. Sexo salvaje y sadomasoquista. Porque en la noche de bodas (espero que nadie pretendiera que Bella y Edward iban a follar sin estar casados) Bella se sale con la suya y consigue que echen ese polvo que esperábamos desde el primer libro. Ella está más caliente que el palo de un churrero, pero el sexo con un vampiro es peligroso, algo que se puede ver también en True Blood (lo digo como si fueran hechos reales y contrastadísimos, xD). Esta gente es bruta, tiene mucha fuerza y demás. Y Edward no va a ser menos. Advierte a Bella de que puede partirle huesos, llenarle el cuerpo de cardenales y otras maravillas. Ohyes. Pero a ella le da igual, quiere experimentarlo antes de ser inmortal. Y aquí llegamos al ansiado polvo inter-racial.
- Te prometí que lo intentaría- me susurró él, de repente tenso- pero si... si hago algo mal, si te hago daño, debes decírmelo corriendo.
Asentí con solemnidad, manteniendo mis ojos fijos en los suyos. Di un paso más hacia delante a través de las olas e incliné la cabeza contra su pecho.
- No tengas miedo -le susurré- somos como una sola persona.
De pronto me abrumó la realidad de mis palabras. Ese momento era tan perfecto, tan auténtico. No dejaba lugar a dudas. Me rodeó con los brazos, me estrechó contra él y hasta la última de mis terminaciones nerviosas cobró vida propia.
- Para siempre -concluyó él y después nos sumergimos suavemente en el agua profunda.
Y YA ESTÁ. Después pasan a la mañana siguiente. Joder, Meyer, ahí te has meado fuera. Cuatro libros dando coba con el tema de follar o no follar y ahora vienes con estas. No te digo que hagas un capítulo pr0n, pero por lo menos cuenta algo. Esto no te lo perdono. Suerte que poco después llegan los mejores quotes de la saga...
- Mírate, Bella, y dime entonces si no soy un monstruo.
Herida, atónita, obedecí su orden sin pensarlo y entonces se me escapó un jadeo. ¿Qué me había ocurrido? No comprendía qué era esa vaporosa nieve blanca que tenía pegada a la piel. Sacudí la cabeza y una cascada blanca revoloteó desde mi pelo.
Cogí un trozo pequeño y suave de aquello blanco entre los dedos. Era plumón.
- ¿Por qué estoy cubierta de plumas? -pregunté, confundida.
Él resopló impaciente.
- Mordí una almohada, o dos. Pero no es de eso de lo que estoy hablando.
LOL, es decir, LOL. Edward Cullen muerde almohadas. En resumen, ella está llena de cardenales y él ha estado mordiendo almohadas para controlarse y no partirla por la mitad. Bien, ya que mis deseos de que Jacob sea su soplanucas no van a cumplirse... pero joder. Si la Meyer llega a saber lo que eso significa así, se hace la ablación antes de escribir eso. Con lo correcta que es ella.
Me senté en una de las dos sillas de metal que había y comencé a devorar los huevos calientes.
Sin comentarios. Bueno, aquí supongo que se refiere a Jacob, porque Edward seguramente tenga los huevos helados.
Por lo demás, un poco lo de siempre. La parte central del libro está dedicada a Jacob, cosa que a priori a mí me pareció una gran noticia, pero no, porque Jacob es a la Meyer lo que los Slytherin a la Jotaká. Y con esto quiero decir que en este libro tiene el vocabulario de un camello de dieciséis años que no se ha sacado el graduado escolar saliendo de una discoteca a las siete de la mañana y persiguiendo a su novia por el parking. Rollo "Yo soy la Juani". Después de todos estos sinsabores, tras esa única relación entre Bella y Edward siendo ella aún humana, ella se queda embarazada. De ahí no puede salir nada bueno, eso está claro. Bueno, pues la muchacha está embarazada más o menos un mes. Así que mínimo va a parir un monstruo, porque al ritmo que ese bicho crece, le está partiendo los huesos y haciéndole de todo. Esa parte es bastante gore, pero dile tú a Bella/Meyer/selfinsert que aborte. Ni que fuera mormona, cofcof... Bueno, pues después de estar a punto de morir, tiene una niña-engendro mitad vampiro, mitad humana, y a ella tienen que convertirla ipso facto.
Y desde aquí todo empieza a desmoronarse. Una de las cosas que más me han tocado los cojones es que llevan cuatro libros tocando los cojones con que los vampiros neófitos son incontrolables, que por menos de nada se beben la sangre de su madre y de su sobrinito porque cuando están recién creados no hay manera de sujetar sus ansias de sangre, al menos en los primeros años de vida. Pero llega Bella Swan y a los DOS días de su nacimiento lo mismo te juega una partida de ajedrez al lado de una pila de compresas que no se altera ni un ápice. Joder, es la leche esta Bella. Inmutable. Con la belleza de una diosa y el autocontrol de un eunuco.
El siguiente lolazo del libro: el nombre de nuestro pequeño híbrido, que ha sido niña. Como sabréis si habéis leído algo de la saga, la madre de Bella de llama Renée y la de Edward de llama Esme. Pues a Bella no se le ocurre otra cosa que llamar a la niña Reneesme, que ni es un nombre ni es una mierda. ¡Pero cuidado, porque tiene un segundo nombre! (esta te la dedico,
hoomygoth, porque no has terminado el libro ni lo vas a hacer, y puede que te hayas perdido esta perla)
- Se llama Reneesme. Como Renée y Esme juntos. Y no hay variaciones -luché por mantener la calma, pero sin respirar profundamente como antes-. ¿Quieres oír cuál es su segundo nombre?
- Claro que sí.
- Carlie, con "c". Como Carlisle y Charlie juntos. - Aquella sonrisa de Charlie que sembraba de arruguitas sus ojos me cogió con la guardia baja.
- Gracias, Bells.
- Gracias a tí, papá.
Juro que me abruma este derroche de deficencia mental. Mi padre se llama Paco y mi madre se llama Paloma. Llamaré a mi hijo Paloco. Bah, chiste malo. Cada vez que llegaba al nombre de la criatura intentaba hacer como que lo pronunciaba en francés, como si fuera un nombre francés o algo así -una, que lo vive- porque en inglés o con pronunciación española me resulta vomitivo.
Y por último, hablemos de Jacob. Sabéis que Jacob es El Personaje. Ese chico que nos gusta, nos cae bien y que no suele hacer el ridículo, salvo por el hecho de llevar toda la saga enamorado de la payasa de Bella. Pero bueno, como casi todos los tíos que salen. Una circunstancia que acompaña la naturaleza de los licántropos es la imprimación. ¿Qué es eso? Dirás tú. Es algo así como que de repente a un licántropo se le pone una mujer delante, o en su defecto una piedra o una bicicleta, y se enamora sin remedio. Es algo que su naturaleza provoca para perpetuar la especie. No es un enamoramiento común, es una imprimación, aunque puede que nunca pase o que haya habido enamoramientos previos a la antigua usanza (como a Sam, que le pasó estando casado y tuvo que dejar a su mujer). Si eso sucede, no hay nada que hacer; el licántropo tiene que pasar la vida con el objeto de su imprimación sí o sí y velar por su bien. Y no hay más. Jacob no había tenido esto con Bella, sólo estaba enamorado al modo tradicional. Pues el caso es que cuando Bella y Edward tienen a su monstruo... sí, eso. Jacob tiene su imprimación con ella. ¡Noooorl! Pues sí. Se encoña de una niña, de un bebé. Joder, es enfermísimo. No es rollo amor, es más de cuidar de ella y todo eso, pero el caso es que se olvida de Bella y de todas las mujeres del mundo y su único destino ya será ese bicho.
¿Sorpresas? Ninguna. La saga siempre fue mala, aunque siempre dije y mantengo que es la típica mierda que te engancha. Me pasó en Twilight y en New Moon, eran otra cosa. Pero desde la transformación de Bella era como leer un badfic sin pies ni cabeza. Una familia de gente guapa, rica, con una hija con tirabuzones, que se enfrentan por diezmillonésima a los jodidos Vulturis. No esperaba un último libro tan, tan malo. Ése embarazo, ese parto, esa gran amistad con Jacob que de repente ya no le importa una mierda... no sé. Desde luego poniéndome un poco trascendental, el mensaje es nefasto. Meyer, tienes un problema; vives en el puto siglo XIX. Ya no se deja todo por amor, y menos la familia, los amigos, y como la tía imbécil esta que te has inventado, la mortalidad (lol) ¿Eso sí, pero follar sin estar casados no? Anda y ponte el burka.
Bueno, voy a ir terminando esta entrada gigantesca, no sin antes recordaros a todas las que compartís ciudad conmigo y a las que os apetezca venir desde otra -que va a ser que no, xD- que el día 5 tenéis una cita con Robert Pattison y conmigo para ver la adaptación al cine de esta maravilla de la literatura fantástica que acabo de despellejar. Besos para quien los quiera.
Y entonces continuamos apurando con alegría esa pequeña pero perfecta fracción de nuestra eternidad.