Inspirada x3
Semana de exámenes igual a ganas de llorar, eso pensaba Yuuri, que estaba en finales, pero sólo tenía que aguantar un poco más y sería libre y por lo menos podría pasar un poco más de tiempo en Exotic Desires, aunque admitía que si seguía a ese paso de ir a comer helados todas las tardes no sólo quedaría en bancarrota sino que perdería la forma.
Tras dejar sus cosas en el recibidor caminó hasta la cocina en donde antes de entrar de quedó helado con lo que llegó.
-Vamos, Günter, no seas llorón, abre más.
-Pero arde, es más ¡ni si quiera sé por qué hago esto!
-Ya. Ya. Deja de gritar, es por el bien de Yuuri no le puedo dar algo así como así, tenemos que probarlo antes que tal si lo que hago no le gusta.
Algunas cosas moviéndose del otro lado y un grito de “Quema. Arde. ¡Ah!” por parte de su consejero fue más que suficiente para que entrara como tifón…
-¿Qué demonios…?
Pero la pregunta murió en sus labios cuando vio la escena… Wolfram con un pequeño delantal y un tazón en mano, Günter amarrado a una silla y con lágrimas en los ojos.
-Oh, su majestad que bueno que llega… He sido sometido a tortura, traté de negarme pero…
Ninguno prestó atención a los muy largos parloteos de Von Christ.
-¿Qué haces, Wolfram?
-¡No te interesa, enclenque!
-Sí, bueno-así que dispuso a desamarrar a Günter que no tardó en abrazarlo y decirle que ahora le debía la vida.- Entonces supongo que está bien si sólo voy por un vaso con agua y me voy, como si nada hubiera pasado y/o escuchado.
Y voilà el efecto que quería un Wolfram enfurruñado y con un puchero tan lindo que podría… no, bien él no podría nada.
-Hacía un poco de helado, como prueba, ¡si quieres puedes comerlo!
Una gran gota resbaló por su nuca, aún no entendía el porqué de gritar, pero bueno… Con pasos inseguros de acercó al tazó que hasta hace unos segundos estaban en manos del rubio y con vacilación lo llevó a su boca. Evitó gemir, porque eso sería raro, pero si sonrió en dirección a su prometido quién con un ligero rubor en sus mejillas salió de la cocina. Helado de menta. Su favorito.
Tras dejar sus cosas en el recibidor caminó hasta la cocina en donde antes de entrar de quedó helado con lo que llegó.
-Vamos, Günter, no seas llorón, abre más.
-Pero arde, es más ¡ni si quiera sé por qué hago esto!
-Ya. Ya. Deja de gritar, es por el bien de Yuuri no le puedo dar algo así como así, tenemos que probarlo antes que tal si lo que hago no le gusta.
Algunas cosas moviéndose del otro lado y un grito de “Quema. Arde. ¡Ah!” por parte de su consejero fue más que suficiente para que entrara como tifón…
-¿Qué demonios…?
Pero la pregunta murió en sus labios cuando vio la escena… Wolfram con un pequeño delantal y un tazón en mano, Günter amarrado a una silla y con lágrimas en los ojos.
-Oh, su majestad que bueno que llega… He sido sometido a tortura, traté de negarme pero…
Ninguno prestó atención a los muy largos parloteos de Von Christ.
-¿Qué haces, Wolfram?
-¡No te interesa, enclenque!
-Sí, bueno-así que dispuso a desamarrar a Günter que no tardó en abrazarlo y decirle que ahora le debía la vida.- Entonces supongo que está bien si sólo voy por un vaso con agua y me voy, como si nada hubiera pasado y/o escuchado.
Y voilà el efecto que quería un Wolfram enfurruñado y con un puchero tan lindo que podría… no, bien él no podría nada.
-Hacía un poco de helado, como prueba, ¡si quieres puedes comerlo!
Una gran gota resbaló por su nuca, aún no entendía el porqué de gritar, pero bueno… Con pasos inseguros de acercó al tazó que hasta hace unos segundos estaban en manos del rubio y con vacilación lo llevó a su boca. Evitó gemir, porque eso sería raro, pero si sonrió en dirección a su prometido quién con un ligero rubor en sus mejillas salió de la cocina. Helado de menta. Su favorito.