Inspirada x2
Decir que los habitantes de Shin Makoku quedaron fascinados con el helado sería poco, ellos estaban en-can-ta-dos. Sobre todo Wolfram, que decidió que eso del helado sería su nuevo postre favorito, tanto que hasta terminó trabajando ahí, bien, en realidad eso más que un evento afortunado fue la consecuencia de ocasionar que a la pobre chica, Sakura, nombre que después de su penoso despido se enteraron, sufriera accidentes durante su estadía y bueno derivara en su retirada… El gerente trató de disculparse con ellos, después de que en un arrebato de ira, la chica ya no empleada de Desire les diera una pequeña probada de algunos helados, vertiéndolos en su vestimenta, pero Wolfram no sería quien era sin no encontrar alguna ventaja a todo, por lo que se ofreció par ocupar el lugar que la chica dejaba, todos quedaron en shock, porque hablaba Wolfram Von Bielefeld, el niño mimado de Chèri-sama. Pero nada pudieron hacer dado que el gerente estaba en una posición de no poder negarse, así que terminó dándole su uniforme y algunas indicaciones para su pronta incorporación al lugar.
-¿Estas loco? ¿Trabajar en un lugar así?... ¿estás loco?
-Ya me lo habías preguntado, y no, no lo estoy, no sabemos cuándo regresaremos a nuestro mundo tú te la pasas en el instituto y/o con tu equipo de baseboll, prefiero estar ahí que aburriéndome en casa.
Parecía una pelea de esposos, y ciertamente lo era, aunque el único que gritaba era él porque Wolfram estaba muy calmado; sin embargo, eso no fue lo que descolocó a Yuuri, sino el sutil reclamo que había detrás de las palabras. Tenía razón, él lo sabía, desde que regresaron poco tiempo pasaba con su prometido, trataba pero la escuela lo absorbía. Más calmado habló.
-No podrías no sé, ir a comer todos los días…
-No.
-Si haces eso vendría contigo…--Intentó, pero sólo recibió un “ajá”. Miró de nuevo a su prometido que no lo pelaba por comer algo sospechosamente redondo y frío.
- ¿Qué comes?
Sonrisa radiante.
-Helado de maracuyá, es la cosa más deliciosa, deberías de probarla el señor gerente me dijo que era una…
Y así Yuuri por primera vez sintió lo que era la indiferencia. Y mientras regresaban a casa y cargaba el uniforme de Wolfram se prometió que así tuviera que pasar todo el día en ese lugar no dejaría que nadie se pasara de listo con su rubio… ¿Por qué Wolfram tenía que ser un bishonen? Uniforme con ¿Falda? ¿Medias? Dióx, esperaba que regresaran pronto a Shin Makoku…
-¿Estas loco? ¿Trabajar en un lugar así?... ¿estás loco?
-Ya me lo habías preguntado, y no, no lo estoy, no sabemos cuándo regresaremos a nuestro mundo tú te la pasas en el instituto y/o con tu equipo de baseboll, prefiero estar ahí que aburriéndome en casa.
Parecía una pelea de esposos, y ciertamente lo era, aunque el único que gritaba era él porque Wolfram estaba muy calmado; sin embargo, eso no fue lo que descolocó a Yuuri, sino el sutil reclamo que había detrás de las palabras. Tenía razón, él lo sabía, desde que regresaron poco tiempo pasaba con su prometido, trataba pero la escuela lo absorbía. Más calmado habló.
-No podrías no sé, ir a comer todos los días…
-No.
-Si haces eso vendría contigo…--Intentó, pero sólo recibió un “ajá”. Miró de nuevo a su prometido que no lo pelaba por comer algo sospechosamente redondo y frío.
- ¿Qué comes?
Sonrisa radiante.
-Helado de maracuyá, es la cosa más deliciosa, deberías de probarla el señor gerente me dijo que era una…
Y así Yuuri por primera vez sintió lo que era la indiferencia. Y mientras regresaban a casa y cargaba el uniforme de Wolfram se prometió que así tuviera que pasar todo el día en ese lugar no dejaría que nadie se pasara de listo con su rubio… ¿Por qué Wolfram tenía que ser un bishonen? Uniforme con ¿Falda? ¿Medias? Dióx, esperaba que regresaran pronto a Shin Makoku…