Delusory Paradise {oneshot}

Dec 30, 2013 16:37

Titulo: delusory paradise
Autor: beagle-line
Pareja: kyungsoo/piano(?) - kyungsoo/jongin
Numero de palabras: 2,438
Disclamer: La idea surgió cuando leí el libro 'el árbol' por lo tanto cualquier parecido, es a causa de esto, por lo tanto, la idea no me pertenece, el desarrollo si es producto de mi mente(? lol.
Resumen: Al fin y al cabo ¿que mas podía Kyungsoo hacer? el piano era tu paraíso terrenal.

Nota de la autora: Si gustan pueden leerlo escuchando la sonata n.°14 'claro de luna' :) espero que les guste.

delusory paradise

Kyungsoo era torpe, un chico bastante estúpido a decir verdad, es por eso que a muy pocos le agradaba. Sin embargo el no era consciente de esto, ya que su dificultad para entender las cosas le imposibilitaba darse cuenta de todo a su alrededor. Kyungsoo era el mayor de tres hermanos con los que nunca hablaba siendo que vivían en la misma casa, se avergonzaban de su hermano mayor. Sus padres estaban ya aburrido del chico, ¿como es posible que a los 25 años no estuviese trabajando para traer dinero a la casa y solo se dedicara a holgazanear? por lo que cuando Jongin, su novio 4 años mayor y con un excelente trabajo estable, les ofreció llevarse a Kyungsoo a vivir con el, estos aceptaron felizmente sin preocupación ni angustia alguna por dejar ir a su hijo mayor con su novio el cual por primera vez se hacia presente en la casa de este, casi como un desconocido cualquiera. ¿Llevárselo a vivir con el? ¿como si fuera una cosa? ¿como si fuera un perro? si, así es como Kyungsoo era tratado por todos, incluyendo a Jongin quien no comprendía la incapacidad de Kyungsoo por entender temas no muy complejos como sumar y restar. Pero vaya mierda, Kyungsoo era un poco mas lento que los demás ¿como es que Jongin ni sus padres podían entender? Kyungsoo no necesitaba ser comprendido ni que le tuvieran compasión, por que de todos modos el era feliz.

Kyungsoo solía aburrirse mucho en casa, ya que Jongin pasaba largas jornadas trabajando y no podía verlo. Kyungsoo intento experimentar variados pasatiempos en los cuales divertirse como cocinar, bailar, pintar, tejer, pero en cada uno de ellos fallo dejándolos olvidados por completo días después. Hasta que de pronto se percato del piano en la sala de estar, piano del que nunca antes había tomado mucha importancia. Se sentó frente al piano y empezó a teclear notas sin sentido, no sonaba nada mal. Kyungsoo no tenia idea ni comprensión alguna sobre notas ni mucho menos partituras, pero aun así las tardes enteras tocando el piano se hicieron frecuentes. A Kyungsoo le relajaba mucho tocar el piano en especial esas tardes frías de invierno, el sonido del piano combinado con las gotas de lluvia cayendo en la acera hacían juego muy bien ante sus oídos los cuales se deleitaban del sonido de estos.

Mientras tocaba el piano se sumergía en su propio mundo, el piano era como un puente del mundo real hasta su imaginaria dimensión donde ya no estaba solo, el piar de los pájaros a su alrededor lo acompañaban en la degustación de desconocidas notas que sonaban desde un irreconocible lugar mientras Kyungsoo caminaba descalzo en el agua, a su alrededor rodeado de cerezos florecidos, una claridad cegadora delante de sus ojos guiándolo por el camino, dejando atrás una oscuridad escalofriante. La serenidad del lugar envolviendo su cuerpo, las notas musicales corriendo por sus venas. Podría estar ahí por siempre, incluso si no estuviese tocando el piano podía oír las notas envolviendo su mente, haciéndolo partir nuevamente hasta su preciado paraíso de ensueño.

Jongin al darse cuenta que Kyungsoo estaba desarrollando interés por el piano y la música decidió comprarle un libro con el cual podría aprender sobre notas musicales y aprender a leer partituras correctamente. Sin embargo Kyungsoo lo dejo de lado al no poder aprender la llave de Fa. Simplemente era algo imposible, no le entraba en la cabeza.

―No puedo hacerlo, no puedo, no lo haré, prefiero seguir tocando sin saber sobre notas o partituras. Así es como me gusta ― respondió como por onceaba vez a Jongin luego de que este le hubiese estado pidiendo insistente que diera un poco de su parte para poder aprender, era solo cosa de esforzarse un poco mas, Jongin de verdad no podía entender a Kyungsoo.

―Ni siquiera lo intentaste, pedazo de mierda inútil ¿Enserio no puedes hacer nada jodidamente bien? ―contesto un muy molesto e irritado Jongin. Kyungsoo pensaba que el estrés del trabajo hacia que Jongin llegara tan exaltado en las noches, a veces solía llegar con copas demás y siempre terminaba desquitándose con Kyungsoo cuando este no tenia la culpa de sus malos días.

Entonces Kyungsoo empezó a caminar mas lejos, esta vez el cielo estaba combinado de tonos rosados y purpura, no sabia si era de noche o de día, aun que realmente eso no importaba, a su lado pudo observar una cascada dándole a sus ojos un maravilloso espectáculo, el sonido que esta hacia al caer era muy similar a cuando las gotas de lluvia caían sobre la acera haciendo combinar su sonido con el del melódico piano, solo que este era cien mil veces mejor. Se sumergió en el río de la cascada, no sentía su cuerpo, solo percibía las pequeñas vibraciones de las notas musicales envolverlo en un manto suave y abrigador que abrazaba a su cuerpo, cerro sus ojos y se dejo llevar por las tranquilas aguas.

Ya era tarde Jongin aun no llegaba debió haber llegado hace 3 horas, Kyungsoo estaba tan preocupado que ni la tranquilizante comodidad que el piano le ofrecía podía calmarlo del todo. Su teléfono estaba apagado, había llamado al trabajo de su novio pero para su consternación las secretarias le habían informado que este se había ido en cuanto su horario termino.

No pasaron mas de 10 minutos después de la llamada que Kyungsoo se levanto impaciente y camino hacia la ventana para ver si había algún rastro de Jongin allí fuera, y si, de hecho lo encontró. Su auto estaba afuera estacionado. Kyungsoo rápidamente salio para encontrarse a Jongin dentro del auto, con alguien mas. El auto se movía, las ventanas de este estaban empañadas, se oían gemidos y jadeos desde dentro. Kyungsoo no hizo mas que retroceder y correr devuelta a casa, estaba perplejo, su novio lo estaba engañando delante de su casa, delante de sus propios ojos.

―Kyung, este es Sehun, un compañero de trabajo, ha tenido algunos uhm.. problemas ―dijo Jongin mirando a Sehun dándole un disimulado guiño―Se quedara esta noche aquí ¿esta bien? ―continuo, Kyungsoo asintió lentamente con la cabeza ―por cierto, puedes preparar la cena, estamos hambrientos, el trabajo nos dejo exhaustos―dijo seguido de una risa algo burlesca.

―Esta b-bien, en un momento les sirvo la cena, por mientras siéntense ―respondió un Kyungsoo aun desconcertado.

―Ah Kyung, ¿mejor puedes llevarla a mi habitación? tenemos papeleo que revisar, y estaremos ocupados en eso ―se apresuro Jongin, antes de que Kyungsoo continuara su camino hasta la cocina. ―Oh, y toca la puerta antes de entrar ―finalizo Jongin, guiando a Sehun por las escaleras.

Kyungsoo no se limito mas que a obedecer las ordenes de Jongin, no le gustaba ver a este molesto. Estaba consciente de todo lo que estaba sucediendo y de lo que sucedería, pero ¿por que sentía que de pronto ya no le importaba? solo decidió dejar que las cosas siguieran su curso al fin y al cabo, ¿que mas podía hacer? no tenia ni las ganas, ni el animo de discutir esto con Jongin, y aunque tuviera las fuerzas para discutirle, no lo haría, no le importaba en absoluto que Jongin le estuviese siendo infiel frente a sus narices. Aunque al principio el impacto de ver a su novio siéndole infiel fue devastador, rápidamente Kyungsoo pudo superarlo dejando en el olvido todo lo que había visto y escuchado, dejándolo en el olvido tal como a todas esas cosas que jamas pudo entender y que a fin de cuentas lo aburrieron, pero ahí estaba el piano ofreciéndole consuelo siempre que lo necesitase.

Una vez que termino de preparar la cena dio tres golpes a la puerta de la habitación de Jongin, dejo la bandeja afuera y se retiro. Realmente aquellos sonidos que escapaban del cuarto y penetraban sus oídos eran desagradables, nada comparado con su melódico piano el cual tocaba hermosas sinfonías tanto en su mente como bajo sus finos dedos.

Luego del exhaustivo día de no muy buenas noticias, Kyungsoo decidió ir a descansar, entonces suaves hebras de pasto verde claro se acomodaban bajo su cuerpo dándole una cómoda sensación mejor aun que su colchón, permitiendole tomar una placentera siesta durante algunas horas, hasta que el melodioso sonido de las aves piar lo despertara. Empezó a caminar y a lo lejos vislumbro una difusa figura la cual parecía ser la de un piano del cual provenían todas esas preciosas melodías. Mientras mas caminaba, mas distante sentía el piano pero mas próxima su melodía. Cansado de tanto deambular decidió tomar un descanso, cayendo minutos después en un profundo sueño.

Kyungsoo despertó en la mañana, para darse cuenta de que Jongin no había vuelto a casa, su cama estaba intacta. No es que su relación estuviese muriendo, ya había muerto hace mucho, esto era solo como dejar ir las cenizas volar lejos luego de lamentar su muerte. Era como finalmente superar la perdida.

Kyungsoo había querido aprender a tocar el Opus 20 de Dustin O'Halloran, después de infinitas practicas pudo lograr algo no tan malo ya que no sabia leer partituras ni las notas correctas para tocarlo a la perfección, pero intentaba hacerlo lo mejor que podía y su resultado fue muy alentador. Decidió empezar a practicar melodías famosas para ver si así al menos podría aprender algo de lo que nunca pudo. Sus ganas y entusiasmo por el piano eran impresionantes, sentía cada vez mas ganas por aprender mas de este. Tras largas practicas bajo el imperceptible frío de la sala se dispuso a tomar una siesta. Cuando despertó ya era de noche, no fue despertado por el sonido de los pájaros o la caída del agua en la cascada, sino por los fuertes gritos y golpes de Jongin.

―¿Así es como recibes a quien trabaja todo el puto día para mantenerte? ¿Donde esta la cena? ¡Mueve su asqueroso trasero y tráemela! ―dijo un alcoholizado Jongin antes de tirarse sobre el sofá.

Kyungsoo solo obedeció, como siempre, no tenia interés alguno por cambiar la rutina ni por cambiar los horrendos hábitos de Jongin.

Cuando la cena estaba lista, Jongin se levanto, saboreo un poco la comida y un rápido ruido de cristales rotos impactando contra el piso de cerámica envolvió los oídos de Kyungsoo seguido de un hermoso 'Quasi una fantasia' mas conocida como 'Claro de Luna', sonata n.°14 la cual Beethoven había compuesto para su amada. Una de las piezas mas hermosas estaba ahora invadiendo los sentidos de Kyungsoo mientras sus pies descalzos lo llevaban en dirección hacia el atisbado piano a distancia. Finalmente estaba cerca, pero un gran lago cristalino le impedía llegar al piano, ya que este estaba al otro lado del lago. No parecía tener mucha profundidad, pero aun así Kyungsoo decidió pensarlo bien antes de cruzar hacia el otro extremo, hasta caer en un repentino sueño.

*

Beethoven retrató, a través de la melodía, la belleza de una noche bañada por la claridad de la luna, para alguien que no podía verla.

―¿Donde esta el piano Jongin? ―pregunto Kyungsoo casi gritando, alterado al ver vacío el espacio que el piano ocupaba.

―Se lo llevaron, ya estaba desgastado y en desuso. Sin embargo lo vendí a un precio muy caro para ser un piano viejo y deslucido ― respondió Jongin mientras volvía a fijar su mirada en el periódico.

―Sabias que yo tocaba en el y disfrutaba hacerlo, amaba ese piano ¿por que lo hiciste? ―dijo Kyungsoo impotente.

―Te rehusaste a aprender sobre notas y partituras, pensé que habías tirado a la basura tus ganas por tocar piano, al igual como lo hiciste con un montón de otras aficiones de un día que jamas pudieron entrar en tu podrido cerebro ―se burlo Jongin, sin tomar importancia alguna al tema, era un simple piano.

―Ni siquiera me pregunt... ―Kyungsoo no pudo continuar con lo que iba a decir, melodías suaves llenaban sus oídos otra vez, no tenia miedo pero sin embargo, no estaba seguro de hacerlo, no perdía nada con arriesgarse así que se tiro al agua, era cálida y tranquila, sentía pequeños peces chocar con sus pies, nado hacia el piano, ya no estaba nada lejos, nado sin mirar atrás. De repente, clarinetes, trompetas, trombones, violines y un sin fin de instrumentos acompañaban al piano en su melódica versión de la Sinfonía   n.°9 de Beethoven también conocida como 'Oda a la alegría', en cuanto Kyungsoo piso suelo sintió una profunda calma, esta vez era distinto, esta vez realmente sintió que su cuerpo dejo una gran carga pesada, una carga de la cual necesitaba despojarse hace mucho y que el piano le había ayudado a sostenerla sobre sus hombros todo este tiempo. Una carga que dejo atrás, en la oscuridad, en el pasado.

Esta era la ultima vez, esta era la despedida. Iba decirle finalmente adiós a su piano, a todas esas inolvidables melodías que le proporciono. Iba a decirle adiós al conector de su mundo ficticio. Le diría adiós a su paraíso terrenal. Estaba dispuesto a convivir con esas melodías día a día en su mente, las cuales guardaba con gran cariño y nostalgia dentro de si. Sin embargo los recuerdos y melodías siempre lo acompañarían en su camino adelante.

―Kyungsoo ¿que es esto? ¿a donde vas? ―pregunto Jongin observando las maletas de Kyungsoo fuera de la casa.

―Me voy, Jongin. Me voy a la casa de mis padres ―respondió Kyungsoo firme y decidido. No había vuelta atrás.

―Oh, esta bien, ¿cuanto tiempo te quedaras allá? ¿no son muchas cosas las que llevas? ―dijo Jongin soltando una risita mientras apuntaba hacia las maletas.

―No volveré, me voy Jongin.

―¿Que estas diciendo? ¿hablas enserio? tus padres no te quieren, deberías estar agradecido que te haya permitido vivir en mi casa

―Tu tampoco me quieres, yo no te quiero, entonces ¿cual es la diferencia? ―sin mas palabra alguna Kyungsoo tomo sus maletas y se fue, sin darle a Jongin la oportunidad de preguntar el por que, dejando las palabras de este estancadas en su garganta sin permitirle salir de ahí.

Jongin no podía entenderlo, si Kyungsoo no lo quería y sabia tambien que Jongin no sentía afecto alguno por el ¿entonces por que este continuaba quedándose con el? ¿que fue lo que causo que este finalmente tomara la decisión de irse?, no es que Jongin lo quisiese aun, pero la curiosidad golpeaba en la mente de este.

Sin embargo para Kyungsoo la respuesta era fácil y clara, una de las pocas cosas que pudo entender en su larga vida es que el piano lo ataba a estar en esa casa, el piano le daba las fuerzas suficientes como para no tomarse con tanta importancia las infidelidades de su novio, para vivir su vida encadenado a el maltrato físico y verbal que Jongin le proporcionaba con tal de que al final del día el piano le brindara el confortable consuelo de sus envolventes melodías que lo trasportaban hacia su paraíso ilusorio.

Ya no había nada mas que hacer en esa casa, ya no había nada a que aferrarse. Su pequeño mundo había sido despojado de sus manos, pero aun quedaban rastrojos de interminables melodías en su mente. No había razón por la cual quedarse, al fin y al cabo ¿que mas podía Kyungsoo hacer? el piano era tu paraíso terrenal, y este ya no estaba mas ahí con el.

kaisoo, angst, delusory paradise

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