Numero de palabras: 1,846
siete;
Kyungsoo tiene doce años y cosas extrañas están comenzando a suceder con su cuerpo. Jongin quiere actuar como que no se ha dado cuenta, pero el hecho de que el sigue despertando con Kyungsoo casi follándose su pierna es difícil de no notar. Se encuentra casi todas las noches ahí, oyendo pequeños quejidos y gemidos de Kyungsoo mientras sus caderas se entierran contra la ropa de cama. Caderas moviéndose mientras una mente inconsciente corre su curso.
Jongin quiere tan desesperadamente que Kyungsoo le mencione algo acerca de eso, pero nunca lo hace. Jongin no puede seguir haciendo como que no se da cuenta cuando este se despierta con los boxers húmedos y las mejillas llenas de resplandor. Las imágenes en su mente lo vuelven loco. Hacen que su pene se ponga dolorosamente duro, todo lo que necesita es el calor apretado al follar y fuertes gritos de su nombre llenando la habitación.
Pero una mañana, el muy conservador Jongin rompe. Cuando Jongin despierta, se encuentra a si mismo agarrando a Kyungsoo. Su pene esta duro y esta bastante seguro de que el de Kyungsoo también. Su cuerpo se paraliza porque no quiere moverse, por temor a que Kyungsoo sienta su pene presionando contra su culo.
Jongin no puede dejar de inhalar su aroma. El huele a frambuesas y vainilla. En definitiva, la combinación perfecta para un hombre mayor caliente. Una larga ingesta de su adictivo aroma hacen a los ojos de Jongin retroceder, caderas bruscamente dando sacudidas hacia adelante sin control. Muerde su labio inferior, no quería llevar las cosas mas lejos, pero entonces, sus delgadas caderas están moviéndose hacia atrás y un culo se esta enterrando contra su pene.
Un gemido ahogado se escapa de los labios de Jongin, no esta seguro de si Kyungsoo lo esta haciendo inconscientemente, o si esta despierto, porque solo puede ver la parte posterior de la cabeza del niño. Espera dolorosamente unos minutos antes de realmente alejarse. El trata de desprenderse de la espalda de Kyungsoo, pero entonces unos delgados dedos están envolviendo su muñeca.
―No te v-vayas ―una voz joven gime, haciendo a Jongin tragar grueso. Las mejillas nerviosas de Kyungsoo se vuelven rojo brillante, la camisa que tantas veces llevaba le colgaba del hombro. Las cubiertas se han esparcido y ahora están sobre la mitad del muslo desnudo de Kyungsoo. Todo sobre este chico es como una manzana venenosa y Jongin quiere muy desesperadamente darle una mordida.
―Esta bien ―se las arregla para responder, tirado en la cama con una aguda excitación. Kyungsoo se acurruca a su lado, pequeñas manos aplanándose contra su ancho pecho. Todo esta en silencio en el dormitorio, excepto por los pájaros piando afuera, y de vez en cuando el zumbido de algún auto. Pero entonces un suspiro nervioso de Kyungsoo navega a través de los oídos de Jongin.
―Hyung, ¿puedo hablar contigo sobre algo? no quiero hablar de esto con mi mama.. me da miedo que me grite o algo así ―admite Kyungsoo, manteniendo la cabeza firmemente presionada contra el hombro de Jongin, evitando todo contacto visual.
―Claro, bebe. Para eso estoy ¿no? no te gritare, lo prometo ―la voz de Jongin es prácticamente un susurro, un susurro muy ronco. Siente a Kyungsoo moverse lentamente, aprieta la mandíbula antes de que sus labios se separen y empiece a derramar palabras.
―He estado teniendo sueños. Como.. Ah, ¿sueños sucios? esto es vergonzoso, oh dios ―Kyungsoo se da la vuelta, decidiendo darle la espalda a Jongin, probablemente seria lo mejor en estos momentos, debido a que sus orejas estaban ardiendo.
―Aw, no hay porque avergonzarse acerca de eso. Todos los hombres pasan por eso. No eres la excepción ―lo calma Jongin, volteándose para estar en la posición que estaban antes. Solamente que ahora, Jongin ha retirado sus caderas lejos del culo de Kyungsoo.
―P-Pero.. Soy diferente. Chanyeol me hablo de los suyos y.. Eran con m-mujeres. Los míos.. no lo son ―admite Kyungsoo en voz baja, su voz siendo amortiguada por la almohada. Jongin frota ligeramente su estomago.
―No se por que estas tan preocupado, esta bien, de verdad Kyungsoo. Todos hemos pasado por esto, estas creciendo. ¿Que mas..
―Eran sobre ti ―esta vez Kyungsoo miro sobre su hombro, ojos marrones mostrando ni un solo rastro de mentira. Jongin le devuelve la mirada, labios ligeramente separados. Esta sorprendido por decir lo menos, su corazón no deja de latir rápido. ¿Como un niño pequeño podía provocar un impacto tan grande en el? Estaba mas allá de Jongin.
―¿De m-mi? ―pregunto Jongin suavemente, con la voz quebrada. Kyungsoo aun sigue mirándolo, asiente con la cabeza.
―Si.. No quería decirte, en caso de que pensaras que era raro pero.. Ah, hyung.. Esta es la primera vez que me pasa ―Kyungsoo esta casi lloriqueando esto ultimo, sus ojos volviéndose brillantes. Luce tan asustado, tan molesto consigo mismo. Jongin tiene que tirar rápidamente de el en caso de que Kyungsoo en realidad empiece a llorar.
―Bebe, escucha y escucha bien, ¿de acuerdo? ―Jongin hace a Kyungsoo darse la vuelta por lo que están uno frente al otro, desliza su dedo por el hueso de la mejilla de Kyungsoo, sonriendo ligeramente.
―Esta bien soñar con esas cosas. Me alegro de que hayas venido a mi antes que a cualquier otra persona. Ves, yo acepto lo que estas pensando y en lo que estas fantaseando, nadie mas lo haría. Así que si la próxima vez tienes de estos sueños, no le digas a nadie mas que a mi ¿de acuerdo? ―Kyungsoo asiente lentamente con la cabeza.
―Y ademas ―Jongin suspira y se levanta ligeramente, dejando sus labios asomarse por encima de la oreja de Kyungsoo, ―a lo mejor también pude haber soñado contigo un par de veces ―Kyungsoo se paraliza, su cara y labios están tan cerca que Jongin puede sentir el aliento caliente de Kyungsoo soplando contra su rostro.
―¿E-Enserio? ―pregunto Kyungsoo, manos empuñándose contra su pecho. Jongin asiente.
―Algunas veces, en realidad ―Jongin no puede creer que esta admitiendo esto. El secreto que había intentado enterrar a seis pies bajo tierra estaba siendo llevado a la superficie. Tan fácilmente. Había sido difícil enterrarlo, pero volver a traer su sucio secreto a la superficie era como cortar mantequilla.
―¿Que sucede en tus sueños, hyung? ―pregunto Kyungsoo confidencialmente, acercándose a Jongin mientras hablaba. Jongin trago y coloco una mano sobre la cintura de Kyungsoo.
―Muchas cosas. No creo que deba decirte.
―¿Por qué no?
―Por que no me has dicho sobre los tuyos ―los ojos de Jongin piden un desafió y Kyungsoo lo acepta rápidamente. Este cambia de posición en la cama, se levanta y pone sus manos detrás de su espalda para apoyarse. Jongin se aleja para evitar golpear sus cabezas, y observa al niño quien tiene las cejas levantadas levemente.
―Si te digo los míos, ¿me dirás los tuyos? ―pregunto Kyungsoo. Jongin asintió sutilmente con la cabeza, sabiendo que se arrepentiría de esto mas adelante, pero en estos momentos, no le importaba nada que no fuera Kyungsoo y el dolor palpitante entre sus piernas.
―Bueno.. en el primero estábamos acostados en la cama. Algo así como lo estamos ahora y tu... uh ―Kyungsoo vuelve a caer sobre la cama, cubriéndose el rostro con las manos avergonzado.
―Vamos bebe, hyung no te juzgara ―esto era definitivamente cierto. Todo lo que Jongin quería era escuchar lo que el niño había estado fantaseando. Estaba prácticamente desesperado por ello.
―Esta bien uh.. al principio, me b-besaste. Algo así... m-me besaste en la mejilla ―las manos de Kyungsoo son quitadas de su propio rostro por Jongin, y este agacha la cabeza.
―¿Que? ¿Así? ―los labios de Jongin están presionando contra la mejilla caliente de Kyungsoo. Jongin prácticamente puede sentir el calor de este debajo de sus labios, y hace a su pene palpitar aun mas.
―S-Si ―prácticamente chilla Kyungsoo, las orejas le arden. Kyungsoo lo mira, sus ojos inclinándose hacia los labios de Jongin.
―Y luego me besaste aquí ―Kyungsoo apunto la punta de su nariz y Jongin lo beso.
―¿Así? ―Kyungsoo asintió, palabras escapándose como el agua a través de los dedos.
―¿Luego que hice? ―pregunto Jongin. Su voz ronca hizo a Kyungsoo hundirse en la mullida almohada bajo su cabeza.
―M-Me besaste a-aquí ―Kyungsoo señalo sus carnosos labios y Jongin miro hacia ellos. Son tan perfectos y redondos, y su tiempo de espera para finalmente poder degustar de los cerezos labios gruesos había llegado por fin. Se inclino hacia abajo con cuidado, sintiendo como si todo fuese en cámara lenta. Ligeramente, sus labios se conectan castamente, pero incluso con la castidad, el corazón de Jongin late casi fuera de su cuerpo. El tembloroso suspiro que Kyungsoo deja escapar cuando este otro se aleja no ayuda mucho.
―Luego lo h-hiciste de nuevo ―Kyungsoo consigue decir en voz baja, tomando la cara de Jongin con las manos. Puede sentir la barba bajo sus dedos mientras sus manos se deslizan hasta las mejillas, esto hace a Kyungsoo excitarse a su punto máximo. Jongin lo besa una y otra vez hasta que los labios de Kyungsoo están rojos e hinchados, y el esta jadeando sin aliento. Este sabor adictivo nunca lo aburre y Jongin tiene ganas de mas y mas mientras se aleja.
Pero cuando se encuentra de rodillas entre las piernas de Kyungsoo, su excitación se hunde tan descaradamente contra el culo del chico, sabe que ha pasado los limites. Lo besa un millón de veces, moviendo sus caderas hacia adelante mientras se inclina sobre el, enterrando su cara en el hueco del cuello de Kyungsoo. Caderas contra caderas y Kyungsoo las levanta impotente, rogando por la fricción que tanto necesitan.
―¿Que hice después, bebe? dime lo que hyung hizo después ―pregunta, su voz siendo amortiguada por la piel caliente de Kyungsoo.
―M-Me tocaste... a-aquí ―Kyungsoo agarro las manos de Jongin y las presiono contra su erección. Todo su cuerpo se puso rígido y sus caderas se movieron contra la mano de este descaradamente. Jongin cambio la posición de su mano, ahora su palma estaba presionando contra el, el niño dio un fuerte grito con el nombre de Jongin. Jongin sabia que con solo oír esto podría correrse solo. Ni siquiera tendría que ser tocado, por que tenia un apetito sexual tan jodidamente alto por el chico, casi disparado hasta las nubes. Beso suavemente el inmaculado cuello de Kyungsoo mientras descendía de su clímax, pantalones pesados, pulmones cansados, puede sentir los muslos del chico temblar mientras se sienta sobre la cama.
―¿Fue todo así, bebe? ―pregunto Jongin, besando a Kyungsoo justo por debajo del lóbulo de la oreja.
―T-Tal vez ―jadeo Kyungsoo. Jongin beso su cuello otra vez y sobre la manzana de Adán, sintiendo a este otro moverse por debajo de sus gruesos labios.
―¿Tal vez? ¿Fuimos mas lejos entonces? ―pregunto Jongin, inclinando un poco la cabeza. Se empezó a deslizar hacia abajo del cuerpo de Kyungsoo y el niño no tenia idea alguna de lo que estaba a punto de hacer, pero se las arreglo para asentir con la cabeza.
―¿Quieres decirme que tan lejos? ―pregunto Jongin, voz debilitándose terriblemente. Kyungsoo traga.
―Me f-follaste.
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CAPITULO OCHO [FINAL]