Jul 04, 2005 02:06
Acabo de llegar del Derrame Rock.
Como Nacho y Ni se quedan por ahí hacia Ortigueira, hemos tenido que volver Lau y yo en autobús, que ella mañana curra y yo tengo que pelear en la Mutua. Lo cogimos a las cuatro y media de la tarde. Luego tren, taxi, casa. Lo primero, desnudarme. La ropa era como mil ortigas en la piel. Me quedé dormida en la playa ayer por la mañana, y luego desde las cuatro hasta las diez no paré apenas de bailar, aprovechando que la tensión me daba una pequeña tregua y sentía que tenía algo de fuerzas y me abstuve hasta más tarde de tomar drogas, pero hacía mucho calor y me tiraba el agua encima y los hielos deslizándose y derritiéndose a velocidad de vértigo. Total, que no me había quemado más en mi vida.
Vendimos muchas pelotas, conocimos a mucha gente, a mucha gente afectada, y a muchos punkis. Y me encontré con quien menos esperaba encontrarme, y menos en el estado en el que iba, el menos propicio, desde luego...
Estoy verdaderamente sucia, y la verdad es que estoy muy cómoda con el cuerpo lleno de roña. Pero más agusto estaré después de ducharme con agua fría (la noche de Madrid me parece ahora aún más calurosa), embadurnarme enterita de after sun, comer y beber algo y al fin tumbarme a dormir en un colchón. Y soñar que bailo ska con Jairo de La vacazul y que me mira libidinosamente.
Buenas noches y hasta mañana.