Dulces, caramelos, bombones, pasteles y más dulces. Ese era el recuento de regalos del día de su cumpleaños. Haciendo unos cálculos generales, tenía reservas para, por lo menos, un mes. Era algo rentable. De momento, nadie había sido original, pero le daba igual. Eso era lo que quería.
No obstante, y no era por ser exigente, aún estaba
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