CAPITULO 10
La ecografía de Jensen estaba prevista para el día antes de la inauguración del albergue. Jared había tomado dos días de descanso, uno de los cuales la oficina ni siquiera se abriría para que Chad pudiera ir al evento. Su asistente había estado tan ocupado con los preparativos para el rodaje que no había tenido tiempo de otra cosa más que hacer llamadas y verificar la lista de los que asistirían.
Jared llegó al consultorio del doctor muy temprano, acompañado de un muy mal humorado Jensen. La cita era a las nueve, pero antes tenían que tomarle la tensión y tenía que beber un par de litros de agua para tener la vejiga llena y poder hacer la ecografía.
- Los ojos me flotan - se quejó Jensen por décima vez.
Jared rodó los ojos y se abstuvo de decirle que no era necesario que lo repitiera. Casi había perdido un brazo cuando caminó cerca de él con el café. Jared solía tomarlo antes de que Jensen se levantara, así evitaba su agresividad hormonal, pero ese día tenían que irse aun más temprano por el tráfico. Todavía estaba tratando de decidir si el gruñido de Jensen le ponía o lo asustaba. Al final tendría que agregarlo a “listas de cosas que no sé de mi mismo”.
La enfermera le midió la tensión arterial y estuvo más feliz con los resultados, pero le dijo que igual se lo estarían controlando durante el embarazo. La técnico encargada de la ecografía, estaba demasiado animada a esa hora de la mañana y a Jared le daba miedo que Jensen terminara arrancándole la cabeza, pero al parecer, la idea de ver al bebé por primera vez le calmaba. Ella les contó todo lo que podían esperar ver en esa etapa de desarrollo del bebé, al mismo tiempo que ayudaba a Jensen a instalarse y le colocaba el gel sobre el estómago.
Jensen se quejó un poco cuando ella comenzó a mover el aparato sobre su estomago, presionando para tener una mejor visión, pero la molestia se le olvidó cuando comenzó a escuchar el corazón y por fin apareció la imagen en la pantalla. Era en blanco y negro pero se podía ver su figura, curiosamente parecía un cacahuete. La técnico comenzó a señalar las diferentes características que se habían desarrollado hasta ahora y se podía ver su pequeño corazón a mil por hora. Jared no se había dado cuenta de si él buscó la mano de Jensen o fue al revés, pero ahora estaban entrelazados.
Jensen apartó la mirada de la pantalla un momento para ver en que pensaba Jared, descubrió que no solo él tenía lagrimas en los ojos y un nudo en la garganta. Le apretó la mano y sin decir nada volvió a mirar la pantalla, aun asombrado con el hecho de que allí estuviera un bebé, el bebé de los dos.
- Aun es un poco pronto para decir el sexo, tal vez en la siguiente ecografía. - dijo la técnico apretando un botón para imprimir fotos.
Le entregó una copia a Jared y otra a Jensen, sonriendo por sus caras de asombro - Es el primero ¿no?
- Sí - respondió Jared luchando por apartar la mirada de la foto - ¿Cómo lo sabe?
- He estado haciendo esto por mucho tiempo. Todos los novatos muestran la misma mirada aturdida antes y después. No es que el segundo o tercero no sea también increíble, pero el primero es diferente, supongo que por la novedad.
Jared sonrió por la explicación. Probablemente estuvo con la boca abierta durante el procedimiento. Se dio cuenta de que Jensen ya se había quitado el gel e intentaba sentarse, así que extendió una mano para que la tomara y la otra se la puso en la espalda para ayudarle a impulsarse.
Estando de pie, Jensen miró desesperadamente a todos lados, la técnico le sonrió y le señaló la puerta de un lado en la habitación.
- Gracias - dijo Jensen antes de correr al baño y aliviar la presión en su vejiga.
Jared sonrió ante la risa de la técnico - Eso es algo que no extraño para nada - confesó ella.
- ¿Cuántos hijos tiene? - preguntó Jared mientras esperaba a Jensen.
- Dos, pero estamos pensando en tener un tercero. Lo que pasa es que aun no decidimos si hacerlo ahora o el año que viene cuando el menor cumpla tres.
Jensen salió del baño y la técnico le programó la cita para el siguiente mes.
Se quedaron en silencio los siguientes minutos mientras iban en coche al albergue, aun procesando lo que era ver el bebé por primera vez.
- Es tan pequeña - dijo por fin Jensen rompiendo el silencio.
- Sí, es pequeño - coincidió y sonrió por el resoplido de Jensen al usar el término masculino.
- Creí que ya no podía asombrarme más, pero…
- Lo sé, olvidé respirar durante casi todo el proceso. - dijo Jared.
Jensen sonrió. Era agradable poder comunicarse bien con alguien, incluso si no encontraba las palabras.
El albergue estaba convertido en un caos. Todos los trabajadores, más las decenas de voluntarios, corrían de un lado a otro cumpliendo sus funciones. Jared tuvo que esquivar a una pequeña rubia que casi se lo lleva por delante, tenía los brazos tan llenos de cajas que no podía ver por donde caminaba.
- Lo siento, lo siento - dijo sin dejar de correr, seguramente al lugar donde las dejaría.
Jensen estaba detrás de él y se rió, pero cuando Jared volteó, se encontró con su mirada verde e inocente.
- Oh, eso no funciona conmigo - dijo Jared.
- ¿No funciona? - preguntó Jensen batiendo las pestañas - ¿Seguro?
Jared rodó los ojos y se negó a contestar porque obviamente era mentira. Todo lo que Jensen hiciera funcionaba con él, y estaba seguro de que todos lo sabían, menos su marido.
Arriba se encontraron a Chris sacando los cables de extensión para el sistema de sonido que colocarían afuera. Jared lo ayudó a bajarlos a donde estaba Tom tratando de mantener a Mike lejos del micrófono. Jensen decidió que sería mejor ayudar a Steve, que estaba en la cocina con Ellen comprobando la llegada de los alimentos. Steve le entregó la libreta a Jensen cuando Gabe entró con otra caja.
- ¿Todo esto es para mañana? - preguntó Jensen señalando las cajas de alimentos. Se sentó en una de las sillas de la cocina y suspiró cuando por fin pudo descansar la espalda.
- No, esto es para la semana que viene - respondió Ellen sonriendo por la cara de sorpresa de Jensen.
- Entonces ¿Dónde esta la comida de la inauguración?
- Oh, de eso ya se está encargando alguien. De hecho, es un amigo de Jared ¿No te ha dicho nada?
- No, pero ambos hemos estado tan ocupados que probablemente lo olvidó. ¿Quién es?
- Morgans. Nunca he estado allí, pero me han dicho que la comida es fantástica. - dijo Ellen mientras abría otro gabinete para meter una caja de espaguetis.
- Lo es. Cenamos allí una noche - reconoció Jensen mientras revisaba las cajas de tomate en salsa y pasta.
- Bueno, el punto es que el dueño vino hace unas semanas, dijo que Jared le había mencionado el albergue y la inauguración, y ofreció los servicios del restaurante. Estuvo hablando durante dos horas con los chicos, hasta que Steve llegó con él a la cocina y me lo presentó.
- ¿En serio? - le preguntó Jensen. Sabía que el dueño era amigo de Jared, pero no que estuvieran tan unidos.
La comida para la inauguración estaba en la parte trasera del centro, por lo menos gran cantidad. Escuchó a Steve y Chris discutir sobre los pro y los contra de gastar tanto y que no serían capaces de arreglárselas si salía una emergencia. Finalmente habían decidido que era mejor gastar un poco más y así endulzar a fuertes colaboradores para el centro.
- Sí, creo que los chicos se han quitado un gran peso de encima. Jeff traerá algo de ayuda y se supone que su manager debería estar aquí mañana para poner las cosas en marcha.
- Así que “Jeff” ¿no? - Jensen sonrió al ver el rubor en el rostro de Ellen.
- No creas que no seré capaz de azotarte cuando des a luz a la pequeña naranjita que tienes escondida allí. - amenazó moviendo la zanahoria delante de él.
- No, me portaré bien. - prometió levantando las manos en señal de paz.
- Más te vale - le amenazó.
Terminaron de contar los suministros y guardar las cosas mientras hablaban de lo que pasaría al día siguiente.
Jensen se sorprendió al saber que el propio Jeffrey Morgan se encargaría de la cocina y más de que Ellen se lo permitiera. Su mirada atónita le hizo ganarse un manotazo en el hombro pero valió la pena por ver el rubor de la mujer. Decidió que le preguntaría a Jared sobre Jeff después. Le daban curiosidad los amigos de su marido, ya que sólo conocía a Chad. Jared ya conocía a casi todos sus amigos cercanos, no que tuviera muchos, pero quería hacerle saber al castaño que él también estaba interesado en su vida. Después de terminar en la cocina, fue a buscar a Jared, lo encontró con Gabe terminando de montar la carpa.
- Creí que Steve te estaba ayudando. - dijo Jensen empujando a Gabe con el hombro.
- Estaba, pero Chris recibió una llamada desde el hospital - respondió el chico.
Jensen asintió comprensivo, en realidad no necesitaba una explicación de porque los otros dos se habían ido. Se quedaron allí hasta que Chris y Steve regresaron dos horas más tarde cansados y con la preocupación marcándose en sus hombros. Jensen estuvo feliz de quedarse porque todo el equipo hizo un buen trabajo dejando el lugar preparado. Lo único que faltaba por hacer eran aquellas cosas que no se podían colocar hasta el propio día de la inauguración.
Jared y él prometieron regresar temprano al siguiente día, hicieron caso omiso de las protestas de Chris sobre que ya habían hecho demasiado y que Jensen necesitaba descansar. El rubio rodó los ojos, pero Jared les aseguró que haría a Jensen descansar esta noche o que llegarían un poco más tarde al día siguiente. Steve supo que era lo más que iba a conseguir, Chris asintió de mala gana. Les agradeció haberse quedado y asegurarse de que todo en la lista estuviera listo.
El viaje a casa fue tranquilo, solo unos comentarios sueltos sobre el albergue y lo que había que hacer al día siguiente, pero todo era tan agradable que hizo a Jensen sonreír. Se sentía aliviado de que sus amigos hubiesen aceptado por completo a Jared y que hasta lo aprobaran como su marido. No estaba seguro del porque eso lo alegraba tanto, pero así era.
Tan pronto como entraron al garaje, Jared le ordenó ir a su habitación y tomar un baño caliente mientras él preparaba algo de comer. Había mantenido un ojo sobre Jensen todo el día cuidando que no hiciera mucho esfuerzo. Además de las veces que se frotaba la parte baja de la espalda, Jared no había visto nada que no se pudiera aliviar con un relajante baño, probablemente era lo único sobre lo que tenía control en ese momento.
Jensen encontró a Jared en la cocina, poniéndole mantequilla a unas rebanadas de pan tostado. Había dos tazas grandes de chocolate caliente con malvaviscos.
- ¿Cómo sabías que quería malvaviscos? - preguntó Jensen tomando un sorbo de chocolate.
La mente de Jared se quedó en blanco durante un minuto viendo como la lengua de Jensen se movía para quitar el dulce de su labio superior.
- Recuerdo algunas cosas de cuando éramos niños. - respondió a la ligera, tratando de distraer su cuerpo del efecto que causaba ese gesto tan erótico de Jensen.
- Sí, mamá siempre nos preparaba chocolate caliente con malvaviscos y tostadas cuando habíamos estado fuera todo el día trabajando. - recordó con cariño.
- Me gustaba muchísimo cuando terminábamos de recoger las hojas del jardín. - dijo Jared haciendo un pequeño viaje al pasado.
- Eso siempre nos tomaba el doble de tiempo porque Jeff y tú no podían evitar comenzar una guerra de hojas.
- No, Jeff empezaba, yo me defendía. - dijo Jared sonriendo por su infancia.
- De verdad lo extraño - dijo Jensen en voz baja.
- Lo sé. Yo también - suspiró Jared. - él sabía.
- ¿Sabía qué? - preguntó Jensen.
- Cuanto lo amabas. Cuanto ambos lo amábamos.
- Sí, lo sabía - estuvo de acuerdo.
Se quedaron en silencio durante unos minutos bebiendo chocolate y comiendo tostadas.
Jensen finalmente rompió el silencio echándose hacia atrás y gimiendo. - Eso es todo. No comeré más o no podré dormir esta noche. - dijo empujando su plato.
- ¿Necesitas el antiácido? - preguntó Jared a punto de levantarse.
- No, estoy bien, pero si sigo comiendo seré infeliz por resto de la noche. - Jensen hizo una pausa durante un segundo. Lo de comer le recordó que quería preguntarle a Jared sobre su amigo - Ellen me dijo que el dueño de Morgans iría a la inauguración mañana.
- Sí, se lo mencioné a Jeff hace algún tiempo. Quería colaborar con algo, así que lo puse en contacto con los chicos.
- Oh, no sabía que fueran tan cercanos - dijo Jensen.
- Bueno, somos amigos, pero también soy socio silencioso del restaurante.
- No sabía que te interesaba ese campo. - respondió Jensen, un poco descolocado por no saber que Jared era socio.
- No realmente. Conocí a Jeff hace unos años en una fiesta y nos pusimos a hablar. Tenía una idea interesante y ganas de hacerla realidad. Le dije que estaba dispuesto a apoyarlo y el resto ya te lo puedes imaginar.
- ¿Así de simple? - preguntó Jensen por su poca experiencia con temas como esos.
- Bueno, no realmente. - sonrió Jared recordado algunos cómicos retrasos. - Teníamos que encontrar el lugar correcto, luego ponerlo en marcha, por no hablar de toda la contratación y la capacitación. - Jensen se sorprendió por los millones de detalles que implicaba.
Jared rió por su reacción. - Jeff se encargó de casi todo, pero te contará que de no ser porque Sandy llegó para poner todo en orden, hubiese renunciado.
- ¿Sandy?
- Sí, la morena que nos guió en el restaurante.
- ¿La pequeña? - preguntó Jensen con incredulidad.
- Sí, la pequeña huracán - sonrió Jared. - ni siquiera trataré de convencerte, ya lo comprobarás por ti mismo mañana.
- Vale - respondió dudoso.
- Ella se presentó para una de las audiciones que hice. Estaba dudando si de verdad quería dedicarse a actuar, y yo le pregunté que otra cosa le gustaría hacer.
- ¿No era buena actriz? - preguntó Jensen.
- No es eso. Creo que simplemente no era lo que ella quería hacer de verdad. Era como si hubiese tratado de convencerse de que quería ser actriz, pero no estaba feliz con eso. En fin, parecía la adecuada para lo que Jeff necesitaba, que era poner orden en el restaurante, así que la mandé a verlo.
- ¿Jeff es casado? - preguntó de repente.
- No - respondió perplejo - ¿Por qué?
Jensen se encogió de hombros - Porque me dio la impresión de que a Ellen le gusta - sonrió pensando en la forma en la que la mujer se sonrojó.
- A todo el mundo le gusta - dijo Jared sin captar la frase - es por eso que necesitaba a alguien como Sandy que pudiera evitar que la gente se aprovechara de él. Es tan bueno que le perjudica.
- No, me refiero a que le gusta.
- Oh - dijo Jared sonriendo - ¿En serio?
- Sí, hasta se ha ruborizado hablando de él y lo más importante de todo, le ha dejado su cocina.
- Vale… esto podría ser interesante. - sonrió. - Más aun si Jeff estaba interesado también.
Se puso de pie poniendo los platos en el lavavajillas, Jensen hizo lo mismo con las tazas, enjuagándolas antes de dárselas al castaño.
- ¿Listo para la cama? - sonrió al ver como Jensen trataba de ocultar un bostezo.
- Sí, creo que hoy me he agotado. - estuvo de acuerdo.
Jared lo guió hasta su habitación y le dio un beso en la frente, luego escapó para que no lo dominaran las ganas de apretarse a su marido y no dejarlo ir.
Jensen cerró la puerta y fue hasta el baño para cepillarse los dientes. Estaba tratando de acallar la pequeña decepción que sintió cuando Jared lo besó en la frente, negó con la cabeza enojado consigo mismo por dejar que las hormonas le dominaran. Sin embargo había una pequeña vocecita que canturreaba “No es solo por las hormonas” pero la acalló para no volverse loco.
Se metió en la cama dispuesto a dormir y no pensar en como el estómago se le revolvió por los celos la primera vez que Ellen le mencionó a Jeff Morgan. Gruñó y se golpeó contra la almohada buscando una posición. Las voces en su cabeza parecían conspirar para no dejarlo dormir, tratando de argumentar que no tenía derecho a estar celoso, pero había otra voz más fuerte que le gritaba que Jared era suyo, su marido y que tenía todo el derecho del mundo.
Suspiró sabiendo que no se dormiría en un buen rato. No importaba lo cansado que estuviera su cuerpo, su mente no iba a colaborar.
La mañana de la inauguración era clara y brillante, el clima había decidido honrarlos con una tempera de unos 20º con brisa fresca, Jared se aseguró de que ambos tuvieran chaqueta porque no sabían a que hora de la noche estarían de regreso. Gracias a Dios, el tráfico era ligero lo que hizo agradable el paso por la ciudad, Jared salió con el tiempo suficiente para poder ir a donde Sophia y coger unos pasteles y algo caliente, porque sabía que al entrar en el albergue no pararían hasta la hora de comer.
Hacía un gran esfuerzo por ignorar los ruiditos de placer producidos por Jensen con cada mordida al pastel relleno y cada vez que le daba un sorbo a su chocolate caliente con malvavisco, el cual le pidió a Sophia que agregara. No le gustaba mucho la sobrecarga de azúcar pero valía la pena el resultado. Estaba más que agradecido de que Jensen le sugiriera usar pantalones holgados para poder moverse con comodidad durante el día.
Chris los recibió en la puerta con una actitud tranquila que contrastaba con el alboroto detrás de él por las personas corriendo de un lado a otro ultimando detalles. Chris dio un paso atrás para dejarlos pasar, sonriendo porque el día por fin había llegado. Steve apareció en la esquina tratando de librarse de la pequeña rubia que casi se llevó por el medio a Jared ayer, la chica movía las manos de forma casi salvaje explicando detalles que involucraban a Mike y unos tendederos que se suponían debían estar puestos ya y así no tener que usar la secadora todo el tiempo.
Jensen se rió, y se escondió detrás de Jared cuando Steve le lanzó una mirada asesina, sin dejar de escuchar a la mujer que le decía a gran velocidad todo lo que le faltaba por hacer. Cuando por fin terminó, la chica miró alrededor dándose cuenta por fin de que tenía público, a Jared le sorprendió ver como las mejillas de ella se encendieron en rojo y luego se fue casi corriendo.
Steve sonrió.
- Es un poco tímida con la gente nueva, y tu no sólo eres nuevo, sino grande. - le aclaró.
Jared asintió. Estaba acostumbrado a que su tamaño intimidara a las personas. En su negocio eso era algo útil, especialmente si tenía que lidiar con peces gordos del estudio o actores y actrices malcriados, pero no le gustaba para nada cuando causaba el mismo efecto en personas vulnerables. Ya los chicos le habían contado que casi todas las personas que colaboraban en el centro habían sufrido algún tipo de abuso, odiaba despertar sus miedos.
- Estoy acostumbrado a que a las personas les tire para atrás mi tamaño. Me esforzaré en ser más pequeño. - se comprometió Jared, sonriendo cuando Jensen se atragantó con la risa.
- Vale, me cuentas como te va con eso - replicó Chris rodando los ojos.
- ¿Qué falta por hacer? - preguntó Jensen soltando a Jared y mirando alrededor.
- Sólo lo que se tiene que hacer a último minuto. Gracias a ustedes. - dijo Steve.
- No solo nosotros, todo el mundo estaba trabajando como loco - respondió Jensen sonrojándose.
- Lo sé, pero ayudó mucho tener a alguien organizando y coordinando, y ustedes dos se quedaron y lo hicieron, cuando no era su responsabilidad.
- No fue ningún problema - le aseguró Jared. - Queríamos ayudar, me alegra que pudiéramos hacerlo.
- Bueno, no tienen ni idea de lo mucho que lo aprecio. Incluso nos dio tiempo para dormir un poco. - dijo Chris.
- Oye ¿Jeff está aquí todavía? - preguntó Jared, quería presentárselo a Jensen.
- Sí, llegó más o menos a las cinco de la mañana, o eso escuché. Ellen siempre está despierta desde temprano, le gusta tener su momento de silencio antes de comenzar con la cocina. - explicó Steve.
- Más bien tiempo para afilar sus cuchillos - murmuró Chris.
- ¿Todavía le tienes miedo? - preguntó Jensen fingiendo una vocecita dulce.
- Niño, no me hagas quitarle las tapas de todas tus pinturas. - le amenazó Chris.
Al ver el horror en el rostro de Jensen, Jared se descojonó tanto que le dolía la tripa y se le llenaron los ojos de lagrimas hasta que por fin pudo recuperar el aliento. Casi se descojona de nuevo cuando Jensen resopló y se cruzó de brazos mirándolo de mala manera.
- No le veo el chiste - se quejó mirando a Chris y a su marido.
- Lo siento - se disculpó Jared sintiendo como sus labios aun temblaban - es solo que no esperaba esa reacción de tu parte solo por esa amenaza.
- ¿Si? ¿Cómo te sentirías sin alguien te rompiera todas las luces que usas para los rodajes? - soltó Jensen. Sonrió al ver el horror ahora en Jared.
- Eso si que no es gracioso - se quejó Jared.
- Vale, los dos son unos raritos, - declaró Chris antes de que Jared lo hiciera. - deberías ir a asegurarte de que Ellen no haya metido a Jeff en el horno. Steve y yo tenemos que ir a poner unas sillas, nos vemos más tarde. - dijo mientras empujaba a Steve dirección a la puerta.
Jensen negó con la cabeza y tomó la mano de Jared para ir hasta la cocina. Cuando no escuchó ningún sonido angustiante, abrió la puerta con cuidado, por si acaso. Reprimió una sonrisa cuando vio dos cabezas asomadas sobre una olla que estaba en la estufa, estaban tan concentrados que no se daban cuenta de que ya no estaban solos.
Jared se asomó por encima de Jensen para saber que le había hecho gracia, sonrió al ver a los otros dos allí.
- Parece que tenías razón - le susurró al oído del rubio. Sonrió cuando Jensen se estremeció y se recostó más sobre él.
Jensen se aclaró la garganta, sonriendo cuando Ellen y Jeff saltaron como si hubiesen sido sorprendidos haciendo algo más que cocinar.
Ellen miró a Jensen con sonrojó, pero Jeff sonrió grande cuando vio a Jared.
- Hey, tío, llegas temprano - dijo Jeff.
- No tanto. Le habíamos prometido a Steve y Chris que ayudaríamos con los detalles de última hora, pero parece que todo va bien. - respondió moviéndose a un lado de Jensen para presentarlos.
- Jensen, este es Jeff. Jeff, éste es mi esposo, Jensen. - proclamó con orgullo.
Jensen apretó la mano del otro hombre, sentía que el corazón se le hinchaba por el orgullo que detectó en la voz del castaño. No estaba seguro de que había hecho para merecerse el amor de Jared, pero le hacía sentir bien. Hablaron durante unos minutos, hasta que una ráfaga morena pasó juntos ellos para luego detenerse.
Jared se rió cuando Sandy comenzó a mirar alrededor, parpadeando por las luces brillantes de la cocina.
- ¡Oh! - chilló.
- Chris te dijo que probablemente alguien estaba siendo asesinado aquí ¿no? - sonrió Jensen.
- Sí ¿Cómo lo sabes?
- Le dice eso a todo el que viene. Le tiene miedo a Ellen, así que piensa que todos los demás deberían temerle también. - le explicó.
- ¿Por qué? - preguntó Sandy perpleja, mirando a la mujer.
- ¿Por qué tiene miedo o por que le dice eso a todo el mundo? - preguntó Jensen.
- Cualquiera - hizo una pausa para repensarlo - las dos, en realidad.
- No tengo ni idea del por qué, pero estoy seguro de que Ellen sí. - dijo Jensen, sonriendo cuando la aludida se encogió de hombros. - pero no lo dirá - terminó. - Y en cuanto a por qué le dice a todo el mundo lo del asesinato, creo que es porque le gusta ver a las personas entrar en pánico - dijo Jensen sonriendo.
Sandy miró a su alrededor otra vez y se encogió de hombros al darse cuenta de que todo parecía estar bien. De pronto, sonrió grande - Eres Jensen ¿verdad?
- ¿Cómo lo sabes? - preguntó confundido.
- Bueno, Jared no se ha separado de ti ni un centímetro, y además me dijo que eras guapísimo. - le explicó Sandy.
Se rió cuando el sonrojo de Jensen le llegó hasta el cuello.
Jensen volteó para ver a Jared, este sonrió y se encogió de hombros.
Se quedaron todos hablando durante unos minutos antes de que Jared y Jensen salieran para que Jeff y Ellen pudieran comenzar a organizarse.
Ocho horas después, la fiesta había terminado y la limpieza comenzado. Jensen pensó que la inauguración había sido todo un éxito. Los discursos se dieron sin problema, cosa en la que Steve y Chris hicieron mucho hincapié. La comida era sencillamente fantástica, Jeff incluso había hecho hamburguesas, perros calientes y pizzas para los niños, así que todos estaban felices. Por supuesto, capturó a Jared con una hamburguesa, y a él mismo lo capturaron con un trozo de pizza, pero todo valió la pena.
Jeff fue tan genial como la comida, adecuada para parecer de alta cocina. Durante todo el evento, Jensen había visto a Sandy revoloteando de un lado a otro como un colibrí, no parecía poder quedarse en un solo lugar por más de unos minutos. Se preguntó si se derrumbaba al llegar a casa o si era una de esas misteriosas personas que almacenaban energía en algún lugar. Él se agotaba solo de verla.
Jared se negaba a dejarlo limpiar, y cuando Steve y Chris se unieron para amenazarlo con mandarlo a casa a descansar, se rindió. No quería admitirlo pero la espalda lo estaba matando y se sentía tan cansado que le frustraba. Sabía que ya debería estar acostumbrado, pero siempre le molestaba que su cuerpo se revelara y lo dejara sin control.
El viaje a casa transcurrió con ellos hablando de cómo había salido todo y lo que más les gustó. Jared seguía insistiendo en que el momento más memorable para él fue cuando Jensen estaba hablando con esa niña que se había caído y se había raspado la rodilla. La niña no tenía más de cuatro años, estaba saltando alrededor de la tienda hasta que la tira de su zapato quedó enganchada y la hizo caer sobre una parte rocosa. Jensen la vio tropezar y se levantó para ir hasta ella en lo que vio que se iba a poner a llorar.
Jensen se había sentado con ella sobre su regazo mientras Gabriel buscaba el botiquín de primeros auxilios, y Mike buscaba a sus padres. Para cuando ellos llegaron, la niña ya le estaba contando tímidamente a Jensen que se llamaba Emily y que tenía un cachorro nuevo. Ya había olvidado el dolor de la rodilla. No se bajó de su regazo hasta que su rodilla estuvo limpia y la herida cubierta por una tirita de Hello Kitty. Cuando finalmente su madre logró cargarla, la niña insistió en darle un beso a Jensen en la mejilla.
Si Jared no hubiese estado ya completa y absolutamente enamorado de Jensen, habría sucedido en ese momento. Le enloquecía la idea de ver a Jensen con el hijo o hija de ambos, dándole un beso y limpiándole las lagrimas. La imagen lo llenaba de un gran calor, no podía esperar a conocer al bebé y empezar ese nuevo capitulo de sus vidas.
Jared miró a Jensen un rato después, había estado callado mientras se libraban del tráfico, se dio cuenta de que era porque se había quedado dormido. Su cabeza descansaba contra el vidrio y las manos cubrían el pequeño bulto que formaba su hijo. Sonrió al recordar como protestaba por ayudar a limpiar e insistía en que no tenía sueño. Cuando entró en el garaje se tomó unos minutos para verlo dormir, mientras su aliento empañaba la ventana.
- Hey - dijo en voz baja moviéndole el brazo.
No pudo evitar el tirón de deseo que le dio en el estómago cuando lo vio abrir los ojos y frotarse la cara con una mano.
- ¿Ya llegamos? - preguntó mirando alrededor aun aturdido por la siesta.
- Sí ¿Por qué no entras y te preparas para ir a la cama?
Jensen miró su reloj - Ni siquiera son las 10.
- Lo sé, pero es obvio que estás cansado y hoy ha sido un día largo. Probablemente yo también me acostaré.
Jensen abrió la puerta para salir pero se detuvo un momento y volteó. - Vas a venir ¿no?
- Sí, solo voy a cambiar la bombilla del porche, ayer por la noche me di cuenta de que estaba fundida pero nos fuimos muy temprano y no me dio tiempo de cambiarla.
- Vale - dijo Jensen ahogando un bostezo y se arrastró hacia la casa.
Jared lo vio subir las escaleras y luego cogió una bombilla. Para cuando terminó de cambiarla y subió, se dio cuenta de que la luz del cuarto de Jensen estaba apagada, pero la puerta estaba medio abierta. Era la primera vez que Jensen no cerraba la puerta por completo, y aunque la mayoría de las personas no verían eso como un progreso, él lo veía como una victoria.
El siguiente mes y medio se creó una rutina. Jared preparaba el desayuno con cosas que sabía que no le caerían mal a Jensen, luego se metía bastante en las grabaciones, por su parte, Jensen iba a impartir sus clases en el centro de ayuda, combinándolo con sus pinturas y volver loca a Sophia en la panadería.
Jared pasaba algo de tiempo en el albergue y Jensen otro poco en la oficina del castaño. A Chad le encantaba tener a alguien a su lado para aliviarle cuando Jared se ponía especialmente capullo, según él. Jensen solo se ponía de su lado la mitad del tiempo, cuando sabía que Jared debía ser flexible porque ya era difícil tener que lidiar con Alba y Cruise, sobre todo cuando se informó bien sobre que tan divos eran.
El final de abril llegó sin problemas y Jensen ni siquiera se había dado cuenta de lo mucho que le gustaba pasar el tiempo con su marido, hasta que le tocó despedirlo en el aeropuerto. Jared se comprometió a llamar todos los días, a pesar de que Jensen le dijo que no tenía que hacerlo. Jared le dijo que no era que tuviera, era que quería. El castaño supo que a Jensen le gustó la respuesta por la pequeña sonrisa que adornó su rostro.
Jensen se pasaba de una habitación a otra tratando que el hecho de que Jared no volvería a casa esa noche, no le hiciera sentirse perdido. Ni siquiera sabía la razón, porque Jared se la pasaría de un avión a otro casi todo el día. En la noche, cuando se metió en la cama, le costó mucho dormir.
Nunca dos semanas se le habían hecho tan lentas.
Faltaba día y medio para que Jared por fin regresara, y él estaba tratando de decidir si cocinar algo o pedir por teléfono. Encendió la televisión y luego fue hasta la cocina para decidir que se le daría bien cocinar, ya que aun estaba tratando de aprender recetas más complicadas. Estaba abriendo la puerta del refrigerador cuando la locutora mencionó el nombre de Jared. Con curiosidad, Jensen fue a fijarse en el reportaje.
Parpadeó lentamente cuando la mujer anunció con entusiasmo que Jared Padalecki había encontrado otra estrella para calentar la cama. La imagen en la pantalla mostraba a Jared caminando a través de lo que parecía ser un club, las calles estaban mojadas por la lluvia, Alba estaba abrazada a él como si quisieran fundirse en uno solo. La actriz llevaba un vestido corto y tan pegado que Jensen no se podía explicar como había conseguido entrar en el. Con el control remoto apagó el televisor y se dirigió aturdido al baño.
Jared no podía creer toda la mierda que había tenido que soportar. No sólo tuvo que escuchar el berrinche de Cruise por nada más y nada menos que las uvas, sino que además, Alba parecía querer ser asesinada. Luego, al despertar en la mañana se encontró con una mierda de foto de ellos dos en los periódicos, ella sujetada a él como si fuera un pulpo. Tenía la esperanza de que el escándalo fuera solo a nivel local, pero Chad lo llamó para decirle que no solo estaba en las redes sino en todos los medios a nivel nacional.
- ¡Maldita sea! - gruñó.
- Ya he llamado a los abogados y los medios para decir que se retracten de la noticia. No estaría de más sacar un comunicado sobre la razón por la que estabas allí e informar que estás felizmente casado. No entiendo como no han descubierto eso todavía. - reflexionó Chad. Estaba acostumbrado a lidiar con toda la mierda que inventaban a raíz del trabajo de su amigo, pero antes no tenía que preocuparse por nadie más que por Jared. Sin embargo, ahora tenía que cuidar de Jensen también, no quería que sus dos amigos salieran lastimados solo porque Alba era una perra estúpida.
- Tengo que llamar a Jensen - dijo con la esperanza de que su marido no se hubiese enterado de nada todavía.
- Um…
- ¿Qué? ¿Te llamó? - preguntó Jared.
- No, pero yo intenté llamarlo varias veces y me salta el buzón de voz. - le informó Chad.
- Tal vez esté ocupado - dijo Jared.
- Tal vez… - respondió Chad incrédulo.
- No lo crees ¿Verdad?
- Una vez me contó que E! era su placer culpable. Me dijo que no tenía ni idea de porque lo miraba, pero lo comparaba con tu manía de mirar el canal en español a pesar de que no entendías más de cinco palabras.
- ¡Mierda! Déjame intentarlo de todas formas. - suspiró.
- Buena suerte, amigo. Si me necesitas, sabes donde encontrarme. - dijo Chad antes de colgar.
Jared marcó el número de Jensen, rogando porque le contestara, pero fue directo al buzón de mensajes. Después de dejar diez mensajes, uno más desesperado que otro, por fin su teléfono sonó.
- Jared, sólo voy a decir esto y luego voy a colgar, antes de decir algo de lo que luego me arrepienta.
Jared reconoció la calmada voz de Steve al otro lado de la línea.
- Deja de llamar a Jensen. Él está bien, el bebé también. Sí, vio el reportaje, obviamente, de lo contrario no sería yo quien te estuviera llamando. Dice que hablará contigo cuando llegues a casa. - Steve hizo una pausa antes de continuar. - en cuanto a mi, voy a esperar para ver que explicación le das a Jensen, y Chris puede que no sepa nada de cómo se manejan las cosas en Hollywood, pero a Jensen lo conoce muy bien.
- ¿Jensen estará en casa? - preguntó Jared con miedo a la respuesta.
- Dijo que estaría. - respondió Steve antes de colgar.
- ¡Mierda! - gruñó Jared guardando el móvil y metiendo su ropa en el equipaje de mano para el avión.
Chad se quedó para guardar el resto de su equipaje y llevárselo, todo en lo que Jared podía pensar era en Jensen. Lo primero que hizo fue coger el primer vuelo disponible, no le importaba si lo ponían en el portaequipaje. Tres vuelos y diecisiete horas más tarde, Jared estaba de pie en la puerta de casa, tratando de conseguir su llave. Sus manos temblaban y ya no podía recordar las mil conversaciones que había planeado en su cabeza.
La puerta se abrió de repente y Jensen se apartó para que pudiera pasar, después del choque inicial, Jared pudo ver las altas barreras que no le permitían descifrar lo que pensaba su marido. Jensen dio la vuelta y caminó hasta la sala esperando que Jared cerrara la puerta y lo siguiera.
- ¿Quieres algo de comer o tal vez ducharte y cambiarte? - preguntó de forma tan educada que Jared estaba comenzando a irritarse.
- No, quiero que me digas que está pasando por esa cabeza tuya, y quiero explicarte lo que pasó. - respiró un poco confundido.
- No pasa nada, y tú no me debes ninguna explicación. Sin embargo, recuerdo muy bien haberte pedido una vez que mantuvieras tus aventuras bajo perfil y silenciosas, cosa que obviamente no has hecho. - dijo Jensen sin animarse a mirar más arriba del pecho de Jared.
- Numero uno, no tengo ninguna aventura, numero dos, te dije que no estaba interesado en esa clase de matrimonio.
- Eso no es lo que parece, Jared. Es decir, si has decidido que quieres dormir con otras personas, por lo menos podías tener la cortesía de decírmelo y no hacerlo de esta manera - dijo Jensen con la irritación serpenteando en su voz.
Jared estaba casi feliz de escucharlo así, porque eso significaba que a Jensen la situación le afectaba, aunque tratara de ocultarlo con esa apariencia calmada. Jared tenía que encontrar la forma de llegar a él y explicarse.
- Jensen, yo no tuve una aventura con Jessica, ni siquiera puedo soportar estar en la misma habitación con ella por más de una hora. Parte del equipo salió a beber. No era la mejor parte de la ciudad y ella se les unió. Cuando todos decidieron irse, ella no quería, así que uno de los chicos me llamó porque no querían dejarla sola. Pensaron que como productor, podía usar el contrato para obligarla a alejarse de la barra. No podía dejarla allí para que la violaran y la mataran, porque seguro eso era lo que iba a pasar. - explicó Jared tan calmado como podía, el recuerdo de tener que lidiar con una borracha Alba le irritaba sobremanera.
Esperó a que Jensen procesara la información, con la esperanza de que el miedo que le roía el estómago no tuviera ninguna razón.
- Así que corriste a su rescate como un perfecto caballero de brillante armadura ¿No? ¿Cómo te lo pagó ella? - preguntó Jensen. Sabía que se estaba comportando de forma desagradable, pero los celos en su estómago le controlaban. Odiaba eso.
- ¿Qué dices?
- Lo que escuchaste. - Jensen se puso de pie y comenzó a caminar.
Jared estaba cansado y todo ese mal entendido lo tenía de muy mal humor. La pregunta sarcástica de Jensen sólo le puso peor. Antes de darse cuenta estaba de pie avanzando hacia su esposo aunque su cerebro le gritaba que se lo tomara con calma.
- ¡Yo no te engañé, nunca lo he hecho, nunca he pensado en hacerlo y no lo haré en el futuro! - intentó controlarse cuando vio que Jensen se intimidaba por el volumen de su voz. - Y suponiendo que lo hubiese hecho, yo no estaría “durmiendo con otras personas” porque tu y yo no hemos dormido juntos desde aquella vez en la cabaña. Y ya que estamos en el tema de terceros en la relación, ¿Qué tal si hablamos de cómo te niegas a desprenderte de Jeff? Sobre como te escondes detrás de su memoria y no nos das una oportunidad. Si quieres que lo nuestro funcione ¿Por qué no dejas de ser tan jodidamente cobarde y sales de detrás de su sombra para tratar de verdad? Sé que lo amabas, pero también creo que estabas con él porque era algo seguro, y sí, creo que hubiesen sido felices, pero creo que te hubieses aburrido en esa relación antes de que la tinta de sus firmas se secara en el papel de matrimonio. - concluyó Jared con la respiración agitada y con su frustración por fin en evidencia.
Jensen no se había movido de su lugar contra la chimenea, impasible. En su mente, Jared agradecía que por lo menos no parecía tenerle miedo. Sin embargo, Jensen no había pronunciado ni una sola palabra, y su rostro estaba pálido. Jared trató de acercarse para calmar el dolor que podía percibir a través de él. Incluso si lo que había dicho era verdad, podía haber buscado una forma mejor de plantearlo y ese no había sido el mejor momento.
Jensen retrocedió antes de que la mano de Jared pudiera tocarlo, rodeó el lugar y se marchó de la sala. Antes de que Jared pudiera reaccionar, escuchó el portazo y el sonido del coche al arrancar. Para cuando llegó a la puerta, el coche ya estaba alejándose dejando un camino de hojas al viento.
Jared entró y cerró la puerta con cuidado, se apoyó dejándose caer al suelo.
- Mierda - suspiró.
Continuará.