Fic. An Unexpected Love - Capitulo 8 Parte 1

Aug 03, 2012 21:43



CAPITULO 8
Parte 1


Jared se sintió orgulloso de que Jensen no protestara cuando aclaró la relación. Lo sintió tensarse un poco ante sus palabras pero se relajó de inmediato. Si no estuviera tan seguro de que esa era la parte importante, le hubiese despistado la forma en la que el cuerpo de Jensen parecía querer gritar. Jared podía ver como la furia invadía a Joshua por completo y sabía que Jensen podía verlo también, pero el hombre volvió a ponerse su mascara para seguir con la actuación.

- ¡Felicidades! ¿Puedo preguntar cuando fue la feliz ocasión? - inquirió Joshua.

- Nos casamos el mes pasado - respondió Jared dándole un beso a Jensen detrás de la oreja - pero nos conocemos desde hace años.

- ¿En serio? Que interesante. Bueno, esto ha sido muy instructivo pero tengo que trabajar mañana, así que voy a tener que irme temprano. Jared, fue un placer conocerte, Jensen, tus pinturas, como siempre impresionantes. Estoy seguro de que nos veremos pronto. - dijo Joshua poniendo su copa sobre la mesa y haciendo un gesto con la cabeza antes de dar media vuelta y marcharse.

Jared sintió como Jensen se tensó como una tabla cuando Joshua mencionó lo de verlo de nuevo. No sabía que era lo que estaba pasando pero tenía la intención de llegar al fondo tarde o temprano.

- Bueno, eso fue interesante - bromeó Jared mientras veía salir al otro hombre.

Jensen echó la cabeza hacia atrás y suspiró - Me imagino que te gustaría una explicación ¿No?

- Sería bueno - admitió apoyando la mejilla en la parte superior de la cabeza de Jensen.

El pintor suspiró y se alejó solo lo necesario para poder girar aun entre los brazos de Jared. - ¿Podemos esperar hasta llegar a casa?

- Claro - aceptó Jared - de todas formas, quiero que conozcas a alguien - dijo cuando vio a Eric y a su esposa a unos metros de distancia.

Una hora más tarde, Jensen había conocido no solo a Eric y su esposa, sino también a la decoradora que ayudó a Jared con la habitación. Cuando quiso darle las gracias por lo que hizo, ella le respondió que casi no tuvo nada que ver, que Jared ya tenía una idea muy clara de lo que quería, ella solo tuvo que ponerlo en práctica y ajustarlo. En su vida, Jensen no se había sentido tan cuidado como cuando estaba escuchando a Kristen hablar de todo lo que Jared había hecho para que se sintiera bienvenido en su casa.

Jared a su vez, pudo conocer a Chris y Steve, Jensen estaba aliviado al tener que esperar hasta la exposición para poder presentarlos. Chris había sido incapaz de abandonar ese papel de inquisidor que tanto amaba. Al mismo tiempo, Jensen sentía la mirada fija de alguien sobre él, y allí estaba Steve, observándolo desde hace un buen rato. Él estaba de pie junto a Jared hablando con Kristen y miró alrededor preocupado de que Joshua estuviera de regreso y le tendiera otra emboscada. Jared no parecía para nada preocupado por la actitud agresiva de Chris o la forma en la que Steve seguía observándolos. Solo se limitó a sonreír mostrando sus grandes hoyuelos.

- Vale, eso no es nada justo - se quejó Chris.

- ¿Qué no es justo? - preguntó Jensen con confusión.

- Que para empezar, es un puto gigante, luego va y sonríe mostrando eso - respondió Chris disgustado señalando sus hoyuelos.

- Si, bueno, solo te digo que tienes suerte de no tener que lidiar con sus ojos de cachorro - dijo una voz detrás de ellos.

Todos voltearon para ver a Chad, unos cuantos pasos detrás observándolos con ojos críticos.

Jensen le sonrió a su compañero en crimen. - Me imagino que los guarda especialmente para ti, yo no los he visto desde que éramos adolescente y siempre iban dirigidos a otras personas.

- Tú dale tiempo, está esperando a que bajes la guardia y entonces te golpeará con sus labios temblorosos, y sus ojos tristes como si estuviera a punto de llorar. Es patético y todavía no sé como defenderme de ellos. - se lamentó Chad.

- ¡Por supuesto que no! - se quejó Jared.

Chad lo ignoró por completo, tomó otra copa aprovechando que pasaba un mesonero y concentró su atención en Steve y Chris. - Como les iba diciendo, luego viene y me da este “bono” ¿no? Bueno, este chico me dice que escoja un color y yo claro, pues digo púrpura, sin pensarlo demasiado. Tienen que entender que trabajar para Jared es como trabajar para el rey del sin venir a cuento. Sea como sea, dos semanas después, al salir de la oficina, estaba ese deportivo color púrpura.

Chris rió y Jensen no pudo evitar hacer lo mismo al ver la forma en la que Chad bajó la mirada con tristeza - Lo sé. Todo lo que hago por él y solo recibo este tipo de burla - dijo con melancolía.

- ¡Te he dicho cincuenta veces que me dejes mandar a pintar esa maldita cosa! - exclamó Jared.

- Sí, pero entonces, ¿Cómo voy a demostrarle a todo el mundo que tu culo no es de fiar? - concluyó con una gran sonrisa.

- ¡Te odio! - gruñó.

- No, tú me amas. ¿Quién más podría hacer todo tu trabajo sucio?

Jensen rió al ver la mirada indignada de Jared, y continuó haciéndolo mientras lo veía interactuar con sus amigos. Había estado pendiente de la reacción de todos y le alegraba que estuvieran llevándose tan bien y que la poca tensión que pudo haber, desapareció por completo. Para el momento en el que Jared y Chad dejaron de atacarse el uno al otro, fue el turno de Steve y Chris, Jensen aprovechó para responder algunas preguntas finales que tenían algunos asistentes antes de marcharse.

La noche terminó dos horas después, con todos los cuadros vendidos y una lista de contactos para hablar la siguiente semana. Chris y Steve obtuvieron varias tarjetas de personas interesadas en apoyarlos, así como varios voluntarios para trabajar o hacer donaciones.

Jensen le entregó a Jared sus llaves tan pronto salió por la puerta respirando profundamente el aire fresco y suspirando. Había sido una larga noche y tenía ganas de volver a casa, incluso sabiendo que aun tenían que hablar de lo que había pasado. Viajaron en un cómodo silencio, quitarse por fin el peso de un agitado día y el sonido de las ruedas contra el asfalto era algo hipnótico. Jared encendió la calefacción para combatir el aire frío que entraba por la ventana abierta, algo que descubrieron ayudaba con los mareos que le daban a Jensen cuando no conducía.

Jared marcó el código de la casa mientras miraba a su marido, esperando a que se abriera. Le gustaba hacerlo porque Jensen acostumbraba sonreír por la forma en la que las luces iban encendiéndose. La primera vez que vio el ambiente creado por Martino, se quedó sin habla y en shock pero ahora mostraba esa sonrisa que Jared no se quería perder.

Jensen estaba en la cocina sin saber que hacer. No sabía donde quería Jared tener la conversación pendiente, pero aun así quería tenerla.

- ¿Oye, por que no vas a cambiarte mientras yo hago un poco de chocolate caliente? - dijo Jared mientras cerraba la puerta y activaba la alarma.

- Está bien, pero ¿Por qué mejor no nos cambiamos los dos y luego te ayudo con el chocolate? Sé que no has parado desde esta mañana.

- Igual que tú, pero sí que me gustaría quitarme ya este traje. - aceptó Jared.

Quince minutos después estaban los dos en el estudio tomando chocolate caliente. Jared había dejado apagada la luz principal, y encendió solo las dos lámparas del sofá donde estaban sentados. Jensen se acurrucó en un rincón y Jared no pudo evitar preguntarse si de verdad estaba cómodo o simplemente estaba tratando de hacerse más pequeño y controlar los posibles ángulos de ataque. Jensen tomó otro poco de chocolate y luego puso la taza a un lado para poder esconder las manos entre las largas mangas de su jersey.

- Conocí a Joshua cuando estaba en Paris. Iba a la galería donde hacía mis prácticas y miraba los cuadros.

Se detuvo para jugar con el deshilachado del final de su camisa, Jared esperaba. Quería saber, pero no quería presionarlo porque era obvio que no ese no era un tema sencillo para Jensen.

El rubio bufó una risa, era un sonido profundo y melancólico que hizo temblar el interior de Jared, se moría de ganas por decirle que no le diera importancia. Sin embargo, el recuerdo del rostro de Joshua le decía que sí importaba. Se prometió a si mismo que después de que supiera de que iba a todo, haría lo que fuera para compensar a Jensen por lo que había vivido hasta ahora.

- Me tomó un par de semanas darme cuenta de que no estaba realmente interesado en los cuadros. Me invitó a salir, y ya sabes como se me da eso. - sonrió recordando sus citas más desastrosas.

- Siempre me he preguntado si superabas esa fase.

Jensen negó con la cabeza sonriendo un poco más.

- Yo extrañaba mucho mi hogar, necesitaba con desespero algo familiar así que aproveché una oportunidad que parecía interesante.

- ¿Entonces que pasó?

- En realidad estuvo bien. Tal vez esa tenía que haber sido mi primera pista. - dijo Jensen tomando de nuevo su chocolate y terminándolo.

- ¿A qué te refieres?

- Joshua iba a todos los días para llevarme a comer o sólo visitarme. Me enviaba flores o regalos. Era encantador. Salimos durante tres meses antes de… - se detuvo y miró hacia arriba para saber como estaba reaccionando Jared ante la información.

- Te prometo que no me voy a enojar. Sé que su visita te molestó y quiero entender la razón.

Jensen tomó una respiración profunda antes de hablar - Joshua es mi ex marido. - dijo en voz baja.

Jared quería estar sorprendido, pero honestamente esperaba algo como eso, no lo de ex marido exactamente, pero sí ex novio.

- ¿Jeff lo sabía? - preguntó.

No estaba seguro de por qué era importante, no entendía lo que le aportaría esa respuesta, pero quería saber.

Jensen tragó grueso sin saber que respuesta buscaba Jared, instintivamente supuso que lo mejor era ser honesto con su marido. - Sí, sabía sobre Joshua antes de que comenzáramos a salir.

Jared guardó esa información en su mente para analizarla luego. - Entonces ¿Qué pasó entre ustedes para que te alterara tanto verlo?

- Lo dejé. La cosa es que Joshua es el tipo de personas que no se toman bien el rechazo. Para él es sinónimo de perder, y no le gusta perder.

- ¿Qué hace cuando pierde?

- Depende de lo que haya perdido. Cuando lo dejé comenzó a acosarme, daños a la propiedad, amenazas, cualquier cosa que pudiera hacer mi vida miserable, fue así hasta que lo demandé y fuimos a la corte. Va en contra de su libertad condicional estar en el mismo estado que yo y mucho más estar en el mismo recinto.

Jared se tomó un minuto para pensar bien todo eso. Si hay libertad condicional es porque antes hubo una condena, pero por la forma en la que Jensen se andaba por las ramas era obvio que aun no estaba listo para detallar las cosas que llegó a hacer Joshua.

- Siendo así, él violó su libertad condicional esta noche. Podemos denunciarlo. - dijo Jared cogiendo el teléfono, pero se detuvo cuando Jensen comenzó a negar con la cabeza.

- No serviría de nada - dijo con cansancio.

- ¿Por qué diablos no? - preguntó enojado.

- Porque sus padres son ricos y poderosos. Dirán que estaba en otro estado participando en un evento de caridad, tienen testigos y seguro que hasta harán grabaciones de seguridad.

- Jensen, yo no soy exactamente clase media, y tenemos también un salón lleno de gente para probarlo.

- Sé que no lo eres, pero tú no tienes el nivel de influencia de su familia. Y eso marca una gran diferencia, créeme. Y las personas que estaban esta noche en la galería no podrían recordarlo. Sé que mantuvo un perfil bajo, de seguro no habló con nadie. Por desgracia, él no es estúpido, más bien todo lo contrario. - le recorrió un escalofrío al pensar en él.

- ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que lo viste? - preguntó Jared.

- Hace un par de meses atrás, y antes de eso, había pasado casi un año. Pensé que él había decidido avanzar con su vida, debí saber que no. - Jensen lo miró con culpabilidad, consciente de lo que esa información significaba.

Jared se inclinó hacia delante y tomó la mano de Jensen, alejándola del hilo con el que había estado jugando.

- Jensen, ya sabía que tenía que haber una razón para tu cambio de opinión con respecto al matrimonio. - le dijo con tono tranquilizador. - No me importó en ese momento, y no me importa ahora. Tengo lo que quiero. ¿Quiero más? No voy a mentir, tú sabes que sí, pero estoy dispuesto a aceptar lo que me quieras dar, cuando me lo quieras dar.

Jensen se quedó mirándole, como buscando algo y sin saber que, pero lo que encontró tuvo que ser bueno.

- Está bien - dijo en voz baja con una pequeña sonrisa.

- Entonces ¿Cuántas veces ha contactado contigo en estos dos meses?

- Tres, creo.

- ¿Crees? - preguntó confuso.

- Bueno, he recibido varias llamadas en las que me cuelgan y un par de veces he estado seguro de que me observaban pero nunca lo he visto.

- Fue antes o después de casarnos.

- Antes. Creo que me perdió la pista con la mudanza. Y seguramente perdió mi móvil. Quizás no estaba vigilando con tanto cuidado como creía. - dijo Jensen con esperanza.

Jared no creía que fuera así, pensar eso era solo una ilusión por parte de Jensen.

- ¿Sabes que quiere? - preguntó, aunque ya temía la respuesta.

- A mí. - respondió Jensen con resignación.



Joshua salió de la galería con la sangre hirviendo. Tuvo que contenerse por completo, a sabiendas de que si perdía los estribos y llamaba la atención, nunca podría recuperar lo que era suyo. No podía entender como se le había escapado algo tan importante como el matrimonio de Jensen. El investigador privado que había contratado le dijo que el único hombre con el que se había involucrado Jensen, era Jeff Padalecki. Así que ¿Cuándo había entrado Jared en escena? Jared no podía ser otro que el hermano de Jeff, podía ver el parecido, sin contar con que el apellido Padalecki no era común.

Había estado vigilando a Jensen por un mes antes de salir del estado para poder presentarse ante su oficial de libertad condicional, y solo había visto a una persona, aparte de la chica que siempre iba a visitarlo, pero era muy oscuro como para verle la cara. Jensen no había estado saliendo con nadie, no tenía citas y no había hombres entrando y saliendo de su casa, así que lo único que se le ocurría a Joshua era que se había casado con Jared por una razón. Lo que le molestaba era el por qué. Jensen no había tratado de escapar durante todo un año ¿Por qué ahora?

Joshua se sentó en su coche mirando con concentración a las personas que salían de la galería. Había pensado en seguirlos, pero luego decidió que sería muy obvio, además, no iba a ser tan difícil averiguar donde vivían. Joshua estaba bastante seguro de que Jensen se había mudado a la casa de Jared. Incluso si habían comprado una casa nueva, no sería difícil averiguar donde estaba. Imaginarse a Jensen viviendo con otro hombre, metiéndose en su cama, le hacía rechinar los dientes y apretar el volante con ganas de destrozarlo.

Iba a tener que buscar a alguien para aliviar el estrés por el que estaba pasando, por no hablar de la tensión sexual que le provocó tenerlo tan cerca y no poder ordenarle que lo complaciera.

Joshua dejó escapar un suspiró y se detuvo a un lado del tráfico para poder llamar al servicio de acompañantes que había usado la ultima vez. Primero se ocuparía de su polla, luego podría concentrarse en su siguiente paso.

Un escalofrío de placer le recorrió al imaginarse a Jensen fuera del traje que estaba usando esa noche. Sonrió consciente de que no importaba que tan lejos quisiera correr, Jensen siempre llevaría sus marcas, marcas que le recordarían quien era su dueño y que pronto lo recuperaría.



Jensen se tomó con calma la siguiente semana, asegurándose de tomar sus siestas cuando se sentía cansado y descansar en medio de sus proyectos. No quería repetir la situación de su anterior cita con el médico, no le gustaba sentirse como un niño de cinco años que se había portado mal, así que estaba tratando de cumplir las metas. Le había prometido a Jared que escucharía más a su cuerpo, si sentía que debía acostarse, lo haría, no importa si estaba en medio de algo, dentro de lo razonable, claro.

Uno de sus proyectos ahora era organizar todos los cuadros que no había llevado a la exposición y meterlos en el estante que le hizo Erin, necesitando de toda una semana sólo para clasificarlos y guardarlos. Luego tenía que catalogarlos y decidir que hacer con ellos.

Otra cosa que odiaba hacer y había estado posponiendo, era ponerle nombres a sus pinturas. A las galerías les gustaba cuando tenían nombre. Él las llamaba Cosa 1, Cosa 2, Cosa 3 pero la gente lo miraba raro, así que ahí estaba, tratando de averiguar como diablos llamaría a cada uno.

Jared entró mientras él dejaba escapar otro suspiro frente a una línea de cuadros.

- ¿Todavía estás haciendo pucheros por tener que ponerles nombre? - preguntó el castaño.

- ¡No hago pucheros! Es sólo que no entiendo porque tengo que ponerles un nombre. - se quejó.

- Porque tus pinturas merecen tener un nombre al lado para que estén completas, y no, no puedes simplemente ponerles un número. Son demasiado hermosas como para eso.

- ¿Has estado hablando con Sophia otra vez? - le preguntó frunciendo el ceño.

- ¿Te has dado cuenta de que comienzas a quejarte cuando te quedas sin argumentos?

Jensen tomó un sorbo de su té negándose a dignificar ese comentario con una respuesta, y lo fulminó con la mirada cuando empezó a descojonarse.

- Está bien, sigue riéndote. De hecho, puedes reír mientras te sientas allí y me ayudas a buscar nombres. - proclamó cruzando los brazos al nivel del pecho.

- Claro que puedo ayudarte, pero no creo que debas forzarlo. Haz unos pocos por día, o selecciona los que más te inspiren un día e inténtalo con ellos.

- Jared ¿Te das cuenta de cuantos cuadros hay allí?

- No - se puso de pie para revisar la estantería y se dio cuenta de que estaba casi llena. - necesitas más bastidores - dijo y volteó lo suficientemente rápido para ver el sonrojo de Jensen antes de que lo escondiera detrás de su taza. - ¿Por qué no le dijiste a Erin que construyera otro cuando viste que te faltaría espacio?

- No sabía que tenía tantos cuadros almacenados fuera.

- Bueno, voy a llamarle para ver cuando puede venir. Necesitaras al menos dos más como este - dijo mirando alrededor.

Jensen se puso se pie y caminó hasta los bastidores y se frotó el cuello mientras los repasaba con la mirada hasta que finalmente se decidió a sacar una pintura de tamaño mediano.

El cuadro mostraba un paisaje de campos verdes, salpicados de flores silvestres de todos los colores. Un pequeño arroyo lo surcaba y desaparecía al doblar la esquina, pero era el sol que se levantaba detrás de todo, llenándolo de brillo, lo que captó su atención. No importa hacia donde mirara, el sol dejaba destellos de luz en todas partes creando una alegría que se desbordaba del lienzo.

- ¿Qué tan vieja es esta? - preguntó Jared cuando consiguió apartar los ojos de ella para poder ver a su marido.

- La pinté el día que el médico me dijo que estaba embarazado. Pensé que podías ayudarme a ponerle nombre. - dijo en voz baja, sonrió cuando Jared volvió a mirar la pintura, está vez con más admiración.

- ¿Deberíamos hacerlo ahora o esperar a que el bebé nazca? - Jared se acercó para poder pasar suavemente los dedos sobre la vibrante pintura.

Jensen se encogió de hombros tomando la pintura para que Jared la sostuviera del otro lado teniéndola más cerca para poder apreciar los detalles. En el movimiento, Jensen quedó pegado a un lado de Jared, y no pudo evitar suspirar recostándose más en él dejándole cargar con un poco de su peso, afirmando la conexión.

Jared no podía decidirse a poner el nombre a la pintura ahora porque no estaba seguro de si iba a querer cambiarlo cuando naciera el bebé, pero mientras más lo pensaba, más ganas tenía de hacerlo porque si bien la pintura era sobre el bebé, indicaba un momento diferente de sus vidas.

- Creo que deberíamos ponerle nombre ahora - dijo bajando la mirada captando una sonrisa de aprobación en el rostro de Jensen.

- Ok, yo estaba pensando en “Un nuevo día” o algo así - miró la pintura y luego a Jared.

- ¿Qué piensas de “Un nuevo día comienza”? - preguntó aun obsesionado con los rayos de sol.

- Me gusta. Es más o menos como me sentí en ese momento.

- ¿Qué sentiste? - preguntó Jared.

- Que todo lo pasado estaba en el… pasado, supongo, y que esto era algo nuevo. Un comienzo. Es difícil de explicar. Siempre es más sencillo explicarlo por medio de la pintura que con las palabras. - admitió bajando la mirada con un sonrojo.

- Si este es el resultado de eso, no me quejo, pero aun así me gustaría que pudieras contarme como te sientes.

Ambos sonrieron poniendo la pintura en el bastidor.

- Tengo una etiquetadora en la oficina, podrías usarla para poner los nombres por detrás de los lienzos - sugirió Jared.

- Eso sería genial - dijo Jensen sacando otra pintura para contemplar.

- Voy a buscarla, vuelvo en un minuto.

- Está bien - respondió Jensen sobre su hombro - no quisiera poder pasar por esta mierda dos veces. - murmuró.

- Te he escuchado. - dijo Jared alzando la voz desde el pasillo.

Jensen no se molestó en responder, simplemente rodó los ojos y se quedó mirando la siguiente pintura.

Jared regresó unos minutos después con la etiquetadora en una mano y su móvil en la otra. Jensen frunció el ceño al ver que Jared torcía el gesto al escuchar la persona al otro lado de la línea. Le entregó la máquina y le susurró que volvería, luego desapareció tras la puerta, sin embargo, Jensen no podía evitar escuchar parte de la conversación. Claro que estar pegado a la puerta ayudaba.

Jensen no había visto a Jared tan preocupado desde aquel día que Jeff se escapó con Aaron Matthews por el fin de semana y le hizo prometer que no diría nada. Pensándolo bien, ese fin de semana había terminado con Jared rompiéndose los nudillos contra la cara de Aaron, tanto Jeff como Jared estuvieron castigados por toda una vida. Así que esto no era bueno. Dio un salto atrás al escuchar a Jared terminar la llamada y regresar.

- Ya sé que estabas escuchando. Nunca fuiste bueno con las operaciones encubiertas. - dijo Jared al entrar.

- Jeff era el mejor para eso. - aceptó - ¿Qué está pasando? Y no me digas que nada porque sé que no es verdad. Tienes esa arruga - alzó el brazo para pasar su pulgar por la frente de Jared, quien frunció más el ceño.

- Chad recibió una llamada del servicio de seguridad de la oficina. La alarma se ha activado.

- ¿Eso sucede seguido? - preguntó Jensen. Sabía que nada de eso había pasado en el mes que llevaba viviendo allí, pero eso no es mucho tiempo.

- No, de hecho solo ha pasado tres veces en cinco años. La primera fue durante una mala tormenta, un gato callejero se coló por el sistema de ventilación, lo otro si fue un ataque real.

- Ok, ¿Qué pasó esta vez?

- Alguien tiró un ladrillo por la ventana, eso activó la alarma, así que llamaron a Chad.

- ¿Por qué a Chad y no a ti? - preguntó sentándose en uno de los sillones.

- Supongo que Chad lo arregló de esa manera, porque yo viajo más, además él vive más cerca por lo que llega más rápido, aunque aun tiene que esperar a que llegue la policía.

- ¿Te volverá a llamar?

- Sí, cuando la policía llegue allí y tenga la oportunidad de verlo todo.

- ¿Quieres ir?

- Sí, pero realmente no hay nada que pueda hacer. Chad ya llamó a alguien para que se ocupe de la ventana y se quedará allí hasta que la policía termine. Me dijo que si me necesitaba me lo haría saber.

- ¿Entonces, me pongo con el almuerzo o prefieres esperar por si Chad llama?

Jared lo pensó unos segundos. - ¿Qué tal si nos cambiamos y salimos? Así si Chad no nos necesita podemos buscar un lugar para comer.

- Suena bien. Si quieres podemos también dar una vuelta por el albergue, aun no lo has podido ver - le indicó mientras comenzaban a subir las escaleras para cambiarse.

- ¿Crees que estarán allí hoy? - preguntó Jared alzando la voz para que Jensen pudiera escucharlo desde su dormitorio.

- ¿A más o menos dos semanas de la inauguración, donde más van a estar? No me sorprendería que estuvieran durmiendo allí. - dijo Jensen, su voz se colaba a través de la puerta abierta.

No les tomó mucho tiempo estar listos y emprender su camino. Una hora después el móvil de Jared comenzó a sonar, era Chad. Jared puso el altavoz para que Jensen pudiera escuchar la conversación. Les explicó que el ladrillo tenía un mensaje pegado y que el detective solicitaba su presencia. Jared le dijo que estarían allí en diez minutos, y colgó el teléfono mirando el pálido rostro de Jensen. Sabía que estaba pensando que esto tenía que ver con él.

- Jensen, no sabemos de que se trata. He tenido amenazas antes de estar contigo.

- ¿En serio? ¿Por qué iba alguien a amenazarte? - preguntó con la garganta seca.

- Mi trabajo no siempre me hace la persona más popular. He tenido amenazas de los protectores de animales, de los árboles, adoradores de Satán y extremistas de la Iglesia Católica, todo depende del tipo de película que esté produciendo en ese momento. No hay manera de complacer a todo el mundo, así que me limito a hacer mi trabajo y dejo que todo pase. Ninguno de los animales que utilizamos son maltratados, nunca, es más, creo que terminan viviendo mejor que algunos de los actores con los que he trabajado. Hemos tenido muy pocos daños y todos de menor importancia, estadística que pretendo mantener. - dijo Jared con una sonrisa, lo que permitió a Jensen relajarse un poco.

- ¿Pero que pasa si no es algo de eso? ¿Qué pasa si es sobre mí?

- Bueno, entonces lidiaremos con eso juntos. - le aseguró Jared tomando su mano.

Cuando llegaron a la oficina, había varios coches estacionados, además del deportivo de Chad. Afortunadamente, no estaba la prensa. Se abrieron paso hasta la oficina, donde vieron a Chad hablando con un hombre vestido con vaqueros y franela.

- Detective Lloyd, este es Jared Padalecki y su marido Jensen - les presentó.

- Un placer conocerlos - dijo el detective mientras apretaba sus manos - lástima las circunstancias. Por favor, disculpen la forma en que estoy vestido, yo era el detective más cercano cuando se recibió la llamada y estábamos metidos en una operación encubierta.

- No se preocupe - dijo Jared. - ¿Podemos pasar a la oficina o es mejor quedarnos aquí? - quería que Jensen se sentara por si esto tenía algo que ver con él.

- La unidad criminalística ya ha revisado el área y están listos para salir, creo que el señor Murray dijo algo de un café mientras esperábamos, así que ¿Por qué no entramos?

Chad dio un paso atrás para que pasaran y caminó detrás de Jensen.

- No sé que está pasando pero asegúrate de que Jensen esté sentado antes de comenzar a hablar - dijo Jared apretándole el brazo. Chad asintió rápidamente y los siguió hasta la oficina.

Jensen se quedó mirando la ventana que ahora estaba destrozada. Había vidrios en el suelo, el escritorio y gran parte de la oficina. Jared supuso que el culpable usó algo para poder lanzar el ladrillo con tanta fuerza. Chad apareció con una aspiradora de mano, venía bien para esos momentos en los que se ponían a comer palomitas, la pasó por las sillas y el sofá. Jared vio como el sonido de los vidrios hacían estremecer a Jensen.

Cuando Chad terminó, Jared hizo que Jensen se sentara a su lado en el sofá y le rodeó los hombros con su brazo. Podía sentir todo lo tenso que estaba, esperaba que el contacto le ayudara a manejar la información que tenía que dar el detective.

- El señor Murray nos dijo…

- Llámeme Chad, por favor. El señor Murray vive a cuatro estados de distancia y me llama todos los domingos, demasiado temprano para mi gusto, debo acotar. - se quejó Chad mientras caminaba por la oficina con una bandeja.

El detective asintió con la cabeza antes de tomar la taza que le ofrecía.

- Chad dijo que al venir no vio ningún coche bajando, ni a nadie sospechoso cuando hizo la ronda por el perímetro. Cosa que espero no haga de nuevo. - dijo el detective mirando a Chad de forma severa.

- Él sabe que no debería. Siempre le digo que espere a que llegue la policía. - se quejó Jared con disgusto, Chad se limitó a sonreír y darle su taza a Jensen.

- Es chocolate caliente - le informó cuando Jensen comenzó a negarse.

El detective alzó una ceja pero no hizo ningún comentario mientras observaba a Chad terminar de repartir las tazas para después comenzar a recoger las cosas sobre el escritorio y escucharle murmurar que el teclado estaba todo lleno de vidrios.

- Entonces ¿Qué pasó? - preguntó Jared ahora que todos estaban ubicados, sabía que Chad podía escuchar desde donde estaba y que podría comenzar a conectar los detalles que fueran saliendo.

- Mas o menos lo que el señor… Chad, le dijo por teléfono. Alguien tomó un trozo de cemento, no un ladrillo, y le escribió un mensaje con tinta roja. Se puso a unos pocos metros de la ventana y lo lanzó.

- ¿Qué mensaje? - preguntó Jensen bajando la taza. No estaba seguro de poder seguirla sosteniendo cuando el detective le diera la información.

El detective Lloyd consultó su libreta y luego los miró.

- El mensaje decía “Vengo a buscar lo que es mío” - el detective les dejó pensar en eso por unos segundos antes de preguntar. - ¿Alguno de ustedes sabe a que se refiere?

Luego de pensarlo Jared negó con la cabeza. - No me viene a la mente ningún proyecto actual que alguien haya reclamado como suyo, esas cosas suelen suceder pero todas carecen de fundamentos. Siempre comprobamos los derechos de autor y la documentación de manera estricta, no hemos tenidos esos problemas desde hace tiempo.

Jared giró para poder ver a Chad mejor.

- ¿Hace cuanto fue la última?

- Yo diría que alrededor de dos años y medio, o tres. La ultima fue la señora Armstrong ¿Te acuerdas? Juró y perjuró que el guión que estábamos usando era igual al de ella - dijo Chad rodando los ojos.

- Señor… - la voz del detective se apagó al darse cuenta de que no sabía como llamarlo.

Jensen sonrió aunque parecía que estaba a punto de desmayarse. - Padalecki. He tomado su apellido aunque aun no he tenido tiempo de cambiarlo, sin embargo, prefiero que me llame Jensen, no soy muy aficionado al “señor”

- Muy bien, entonces, Jensen. ¿Qué puedes contarme? ¿Sabes a que podría referirse ese mensaje?

El detective había estado observando la reacción de los dos hombres mientras les daba la información del mensaje. El señor Padalecki había mirado a su marido y había apretado el abrazo a sus hombros, luego comenzó a frotarle con pausa el brazo. Era un gesto reconfortante que podía significar cualquier cosa, pero como acababa de conocerlos, era muy difícil suponer que era. Jensen había palidecido notablemente y pudo ver que las manos le sudaban aunque las tenía pegadas a su regazo, quizás para controlar los temblores.

- No estoy seguro pero el mensaje podía estar hecho para mi, o refiriéndose a mi.

- ¿Cómo?

- Yo estuve casado, y el matrimonio no acabó bien. Mi ex marido no es un buen perdedor. - dijo Jensen con cansancio.

- ¿Hace cuanto tiempo?

- Nos divorciamos hace ya dos años.

- ¿Y cuanto tiempo estuvieron casados? - hacía las preguntas mientras escribía en su libreta.

- Poco más de año y medio.

- ¿Por qué exactamente piensas que tu ex marido podría hacer esto después de tanto tiempo?

- Honestamente, no sé porque decidió reaparecer. Hay una orden de restricción permanente, además de un acuerdo por culpabilidad que le prohíbe ponerse en contacto conmigo de ninguna manera o perderá su libertad condicional.

El detective hizo otras anotaciones más, la idea de que esto fuera un simple ataque de chicos traviesos estaba cada vez más descartada. Jensen estaba respondiendo a cada una de sus preguntas, pero al mismo tiempo parecía cuidadoso en no entrar en detalles, eso se le hacía extraño. No estaba seguro de si era porque su marido no los sabía o porque Chad seguía en la oficina, pero el detective dejaría pasar eso por el momento. Jared no parecía sorprendido por la noticia del ex marido, pero si furioso cuando se dijo lo de la orden de restricción y la libertad condicional.

- ¿Cuál es el nombre de tu ex marido? - preguntó finalmente, tratando de ver que podía darle a su compañero para que hiciera la investigación.

- Joshua Jackson - dijo, sonaba como si estuviera a punto de vomitar solo por pronunciar el nombre.

- ¿Por qué crees que está involucrado si no ha estado en contacto contigo?

Jensen le dio a su marido una mirada de resignación y el detective supo que por fin iban a llegar a alguna parte.

- Él contactó conmigo - admitió apoyándose más en Jared.

El detective detectó el cansancio en la voz de Jensen, pero también el temor por revelar esa información. Le daba curiosidad saber si lo había reportado, porque ya podía imaginarse como terminó ese matrimonio.

- ¿Te llamó o fue a verte?

- Es del tipo de hombre al que le gusta enfrentarse - respondió Jensen - la primera vez que lo vi, me dirigía a casa de un amigo y él estaba de pie en la calle. Se comportó como si fuera un encuentro casual, pero la zona donde yo vivía no es un lugar que Joshua suela frecuentar.

- ¿Se te acercó?

- Sí, y sí, le recordé que tiene prohibido hablarme o estar cerca de mí. - respondió con un poco de frustración.

- Dijiste la primera vez ¿Puedes contarme sobre las siguientes?

Jensen suspiró pero continuó. - Unos días después, cuando llegué a casa, encontré una caja envuelta con papel de regalo en la puerta. Cuando la abrí, era un oso de peluche con una nota adjunta en el cuello.

- ¿Recuerdas lo que decía la nota?

- Sí, decía “Mejor suerte la próxima vez” pero lo peor era el oso. - Jensen se estremeció al recordarlo.

- ¿Por qué?

- Porque estaba vestido con traje de esquí.

Jared había estado tranquilo a pesar de todo, ofreciendo apoyo en silencio y tratando de mantener la calma con respecto a los acercamientos de Joshua, pero podía ver que el detective estaba perplejo. Jared miró a Jensen y estaba tan pálido como el día que había ido a decirle que estaba embarazado, se mordía el labio con tanta fuerza que a Jared le sorprendía que no estuviera sangrando. Lo apretó más contra su cuerpo para darle más apoyo.

- Detective Lloyd… - comenzó Jared.

- Riley, por favor - pidió el detective.

- Esta bien, por favor llámeme Jared. Señor Padalecki es demasiado formal para cualquier otra cosa que no sean negocios. Permítame explicarle todo esto, ya que es obvio que le confunde el porque el oso vestido de esquí es tan inquietante. Hace tres meses, Jensen estaba comprometido con mi hermano, y en la víspera de la boda Jeff murió a causa de una avalancha mientras estábamos esquiando. - explicó Jared.

- Entonces ¿Crees que el oso era un forma de herirte o una amenaza? - preguntó Riley a Jensen.

- No sé, él nunca hace las cosas fáciles de comprender. - respondió encogiéndose de hombros.

- Está bien - dijo el detective haciendo otra anotación. - ¿Qué otra cosa ha pasado?

- Antes de mudarme a casa de Jared recibí varias llamadas en las que colgaban, a veces podía oír la respiración de alguien pero no hablaba. Mi número era privado, no se lo doy a nadie que no sea de confianza y nadie puede obtenerlo sin una autorización.

- Los números privados ya no son tan difíciles de conseguir como antes, no con la tecnología que hay ahora. - le aseguró Riley - ¿Algo más?

- Sí, se las arregló para conseguir una invitación a mi exposición la semana pasada.

- ¿Qué tipo de exposición? ¿Hizo algo estando allí?

- Soy artista. Pinto más que todo paisajes y naturaleza muerta. Una de las galerías de arte con la que estoy asociado acaba de hacer una exposición y una subasta silenciosa para mi trabajo, él no hizo nada para llamar la atención de los asistentes, él no haría algo así, pero se acercó a hablar conmigo durante la recepción - dijo Jensen tensando los hombros.

- ¿Te amenazó?

- No con palabras, pero su presencia era una amenaza, él lo sabe, y sabe que así es como yo lo entendería.

- ¿Jared, tú viste al señor Jackson?

- Sí, estaba hablando con Jensen cuando me acerqué y me presenté.

- ¿Sabías que había problemas entre tu marido y el señor Jackson?

- Jensen me lo contó después de que el señor Jackson se marchó. - respondió Jared, se podía decir, por la cara que tenía el detective, que no entendía la naturaleza de la relación que tenían, y al mismo tiempo se esforzaba por no juzgar, solo unir las piezas para su investigación.

Jensen debía estar notando lo mismo que Jared porque se aclaró la garganta captando la atención del detective.

- Detective… Riley, - se corrigió antes de continuar - Nuestro matrimonio no es del todo convencional. Jared y yo nos conocemos desde que éramos niños, mi madre trabajaba para su familia así que crecimos juntos, por desgracia, nos distanciamos cuando me fui a estudiar a Paris. Ciertas cosas me trajeron de regreso a Estados Unidos y volví a conectar con el hermano de Jared. Jeff y yo comenzamos a salir por casi un año hasta que su muerte dejó un gran agujero en nuestras vidas, Jared y yo no lidiamos con el dolor de la forma más responsable o madura posible y ahora estamos esperando un hijo. Decidimos que la mejor opción era el matrimonio. Entre mi exposición y los proyectos de Jared aun estamos tratando de encajar el uno con el otro como pareja. Se que puede sonar extraño y confuso, pero a nosotros nos funciona.

Riley se inclinó en la silla mientras reflexionaba sobre la nueva información. Miró hacía donde estaba Chad, quien ya había terminado de organizar el escritorio y ahora estaba limpiando los vidrios del suelo.

- Riley, Chad es mi mejor amigo y mi asistente. Está muy al tanto de lo que pasa en mi vida, así que no tiene que preocuparse, puede hablar sin problema. - aclaró Jared.

Chad levantó la mirada para darse cuenta de que todo el mundo lo miraba - Esto es escalofriante - dijo - ¿No tienen nada mejor que hacer que verme trabajar?

Jensen rió y Jared rodó los ojos, pero eso ayudó a que se aligerara la tensión. Riley volvió a concentrar la atención en los dos hombres frente a él, ahora podía entender la interacción que al principio le parecía tan confusa. Ahora tenia sentido la familiaridad pero a la vez limitación en los toques. Teniendo las ideas claras era más sencillo dedicarse a buscar información sobre el ataque y no tratar de adivinar todo lo demás.

- ¿Pusiste la denuncia? - preguntó, aunque ya sospechaba la respuesta.

- No - respondió Jensen en voz baja.

- ¿Puedo preguntar por qué no?

- No hubiera servido de nada. Era mi palabra contra la suya, y sé por experiencia que tiene un montón de gente dispuesta a mentir por él. - explicó Jensen.

- Jensen, hay formas de rastrear sus movimientos. No sé como se hicieron las cosas en el pasado, pero ten por seguro que sí él está detrás de todo esto, lo voy a descubrir. ¿Aun tienes la nota o el peluche que te mandó?

- No, los quemé en la parrilla tan pronto me di cuenta de que eran y de quien eran.

- Si este mensaje es de él, ¿Por qué crees que decidió entregarlo ahora y aquí, y no a ti como la última vez?

- El no sabía que me había casado, noté lo furioso que estaba por la noticia. Creo que eso lo ha obligado a actuar antes de lo planeado, no sé, tal vez solo quiere hacerme ver lo enojado que está. - respondió Jensen, sabiendo que esto era algo que Joshua haría si sentía necesidad de llamar su atención.

- Probablemente dejó el mensaje aquí porque no puede acceder a nuestra casa - sugirió Jared. - vivimos en unas residencias cerradas y nuestra casa tiene un sistema de seguridad bastante extenso.

- Bueno, eso tiene sentido - suspiró Riley - voy a tomar todo lo que tengo hasta ahora y trabajar en eso. - el hombre se sacó una tarjeta del bolsillo - Si se pone en contacto contigo o te manda otros regalos, quiero que lo reportes y me llames de inmediato.

El detective se puso de pie y les estrechó la mano, prometiéndoles que les llamaría cuando la investigación avanzara y tuviera algunas respuestas.

Continuará.

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