Por si alguien no se ha dado cuenta, no me he ido a Madrid,
como dije. Fue un cúmulo de circunstancias: no había encontrado alojamiento a tres días de la frecha prevista, y eso me llevó a darme cuenta de que me iba un poco a la aventura desde el punto de vista de lo que me falta por hacer de la tesis; y las aventuras con los vencimientos de plazo cercanos no son recomendables. Así que opté por cerrar algunas cosas en noviembre y marcharme del 2 al 21 de diciembre. Pues bien. Hace unas horas me acaba de llegar la confirmación de reserva de habitación para esas fechas por parte de la
Residencia de Estudiantes; sí: la de Lorca, Buñuel, Dalí y demás (ahora mismo, de poetas, están allí Luis Muñoz y Elena Medel, o tempora). En fin, que parece que ya sí que me voy. De aquí al dos de diciembre me queda mucho, mucho trabajo, y un viaje relámpago a Alicante (días 22 y 23) a leer una ponencia titulada "el diseño gráfico en la encrucijada de la industria cultural". Mi primera ponencia
Chispas: hasta ahora, en congresos, tan sólo había leído comunicaciones, que se hacen pagando (lo que quiere decir que, aunque supuestamente un comité evualúa la calidad de lo presentado, lo cierto es que se aceptan todas para hacer caja; la calidad queda a la ética profesional del comunicante). Esta es la primera vez que propongo algo y me llaman para hacerlo sin pagar, lo que por cierto tampoco quiere decir que vaya a cobrar nada, ni siquiera una dieta para viaje y alojamiento, pero bueno, todavía no he llegado a conferenciante. (De todas formas, tengo la suerte de que me quedo en casa de Juan y Eva, amigos queridos, que además, de pura potra resulta que vienen para Granada el 23.) También es la primera cosa que hago de este tipo directamente relacionada con mi tesis. A ver. Dios mío, qué de trabajo me queda hasta diciembre. No creo que aparezca mucho por aquí.