El Libro Mágico: Capítulo 02

Mar 13, 2010 05:11

•Serie: Axis Powers Hetalia
•Claim: FrUK + USA, IceNor + Den, SuFin, RusCan.
•Fanfic: El Libro Mágico; Segundo Capítulo.
•Genero: Humor, romance y wth xD
•Advertencias: Nyatalia (fem!UK y fem!Norge).
•Beta: yin_tiempo 
•Nota1: Necesitaba ponerle un nombre a Norge así que le puse Víðarr (Vidharr). Al menos el fandom lo suele llamar así, es el Dios escandinavo del silencio y de la venganza ºoºU
•Nota2: Las parejas que están arriba son las definitivas, pero como yapa siempre habrá una que otra situación media NorUK xD más que todo porque a Norge le gusta tocarle las narices a Francis y Alfred, lol
•Nota3: Decidí seguir refiriéndome a Noruega y UK como hombres en la narración; no sé, no me convencía referirme a ellos como mujer, aunque si alguien me dice que quedaría mejor no tengo problemas en reconsiderarlo XD

[Cap anterior]

El Libro Mágico: Capítulo 02.

- ¿En serio piensas qué voy a creer eso?-rió Estados Unidos.

- ¡Es la verdad: yo soy Arthur, tarado!-exclamó perdiendo la poca paciencia que le quedaba.

Noruega solamente se limitaba a disfrutar de su café, mientras comprendía el porqué era normal que el inglés gritara y se irritara tanto; sabía que el estadounidense solía hacerse el estúpido, pero para algunas cosas al parecer sí lo era.

Luego del episodio ocurrido en el sótano y la última interrupción del menor, se encontraban ya vestidos con sus ropas anteriores (que obviamente ahora les quedaban ligeramente holgadas) tomando algo en el living mientras intentaban que el americano entendiera; si bien éste seguía meditando la situación con rostro escéptico. Realmente le estaba costando creerle.

- ¿Y exactamente quién es ella, entonces?

- Es Vidharr.-dijo el ojiverde.

- ¿Quién?

- Noruega.-respondió con voz cansada, antes de comenzar a tener un pequeño tic, al ver que ni así parecía saber de quién le hablaba.

- ¡Ah, ya! ¡Sí, es cierto! Aunque creí que eras hombre.

- Lo soy.-respondió el escandinavo, intentando mantener la calma. Él también estaba experimentando un tic-Arthur y yo tendremos esta forma hasta el primero de marzo.

- Ah, cierto.-dijo con tono divertido, antes de hacer seña de comillas con sus dedos-Por el “hechizoooo”.

Una vena creció en la sien del nórdico y la taza crujió en sus manos, resonando por la sala.

- ¡¿Qué fue ese ruido?!-medio exclamó el menor, mirando hacia todos lados con desconfianza.

- Deja tus paranoias. A ver…-comenzó Reino Unido, cruzando los brazos-Entonces, si yo no soy Arthur, ¿dónde está él en estos mom…? ¿Uh? Y a todo esto, ¿¿qué demonios haces tú aquí??

- ¿Arthur me dijo que viniera?

- Sabes que no me molesta que vengas, pero eso no es cierto.

- ¡Waaaaaaaaaaaa, es que fui al cine a ver una película y camino a mi casa…!-chilló sin dejar de mirar a su alrededor.

- Bueno, eso tiene bastante sentido.-resopló antes de tomar su taza de té y mirar la hora; ya eran las dos de la mañana.

- Entonces, es cierto.-dijo el de anteojos, mostrando un rostro atónito. Ahora que estaba el entorno más calmado, la escena que estaba viendo, los gestos, los modos, todo era inconfundible-Tú eres Arthur.

- Ah-h. ¡No…no lo digas con esa expresión en tu rostro!-dijo apenado-¡Claro que lo soy! ¡¿No escuchaste nada de lo que dije antes?!

Estados Unidos volcó su atención en el café humeante que tenía delante. No, él desde el primer momento en que abrió la puerta, supo que esa chica era Reino Unido. Sin embargo, quiso creer que no era así, por qué sino, ¿exactamente por qué estaban besándose y luego tocándose con el noruego?

- Gracias por el café.-dijo el nórdico, cortando el silencio incomodo-Iré a dormir.

- ¿Eh, también se quedará aquí?-cuestionó el estadounidense, pese que allí él era quien se había invitado solo.

- Nuestra idea original era que nadie nos viera con esta apariencia.-respondió el otro ojiazul, con un leve rubor en sus mejillas, antes de marcharse después de murmurar las buenas noches.

Otra vez la sala quedó en completo silencio.
El británico se encontraba degustando su té con calma, mientras que el otro no dejaba de mirarlo. Aunque ahora su cabello cayera libremente por sus hombros y espalda, aunque su voz fuera más aguda, aunque bajo la ropa se entrevieran las marcadas curvas femeninas, aunque aquellos labios que se posaban delicadamente en la taza fueran ahora más rosáceos y apetecibles…
Tomó su taza de café y comenzó a beber, intentando calmar su nerviosismo: sí, era él, no cabía duda de ello.

- ¡Wuaaa!-soltó en un bostezo el inglés, rompiendo el hielo-Mmm, será mejor que me vaya a dormir. Cuando vayas a hacerlo tú, no dejes las luces del pasillo encendidas.-dijo luego de pararse del sofá.

- ¡¿Ah?! ¡Espera, voy contigo!-exclamó antes de tomar rápidamente su bebida y levantarse también.

Fue en ese pequeño lapso que ambos se dieron cuenta. Primero el ojiazul y luego el mayor, al deducir el por qué de aquella mirada completa que el otro le había dado.
Por lo general dormían juntos y ahora no sería la excepción, ¿o sí? Reino Unido, pensó que en todo caso podría ir a dormir con Noruega al cuarto de Sealand (quien se encontraba en casa de Suecia, en esos momentos), pero le parecía ridículo por el hecho de que cuerpo de mujer o no, seguía siendo hombre.
Rió levemente al sentirse tonto por pensar esas estupideces, no era como si fuera a dormir con el pervertido de Francia. Además, si lo dejaba solo el otro no podría pegar ojo en toda la noche.

- Está bien, ve a acostarte. Yo apagaré las luces.-bufó rodando los ojos, antes de agacharse a tomar las tazas-¿Uh? No recuerdo que ésta estuviera dañada.-dijo con confusión al ver una pequeña fisura en la que había usado el noruego.



- ¿Ya estás dormido?-cuestionó el dueño de casa apenas ingresó al dormitorio y vio al americano tapado hasta las orejas en la parte derecha de la cama.

Al no obtener respuesta, se encogió de hombros y se dirigió al placard por su pijama; antes se había vuelto a poner la ropa que llevaba previamente al rito.

- Mmm, un par de coletas no me vendrían mal.-se dijo mirando al espejo mientras sujetaba su cabello a los lados con sus manos.

Aunque al recordar que no tenía prendas femeninas, descartó la idea. Con la ropa de hombre ese peinado no le sentaría bien; mejor dejarlo suelto.
Pero al menos, se decía, sus prendas de siempre no le quedaban casi nada grandes.

- De por sí tengo contextura pequeña.-se medio lamentó por lo bajo, sin dejar de ver su figura en el espejo-Mmmm, debo tener unos noventa y cinco de busto; son pequeñas para mi gusto, pero si fueran más grandes desproporcionarían mi figura.-dijo con rostro serio luego de haberse deshecho de toda su ropa, no sin antes haber observado que Estados Unidos siguiera durmiendo.

Cosa que no era así; el menor seguía nervioso sin poder pegar el ojo y sólo fingía dormir, pero eso el ojiverde nunca lo supo por lo que no tuvo problemas en cambiarse en la misma habitación sin pudor alguno.



Y la mañana se hizo.
Como de costumbre, el británico había dormido como una roca y se sentía rejuvenecido. En cambio su antiguo hermano menor, había pasado una noche un tanto complicada, pero había encontrado la forma de dormir algo bien al acostarse en el piso; cosa que el ojiverde no tardó en notar.

- ¿Qué haces allí?-cuestionó con tono molesto, asomando hacia abajo desde el borde derecho de la cama-Oye, me agrada ver que en un caso así, con una chica real, no serías un degenerado pero esto es ridículo.

- Aquí el único ridículo es quién cambió de sexo sólo por curiosidad.-murmuró sin moverse, ni abrir los ojos-Eso último, por cierto, te hace más pervertido de lo que ya eras.

- ¡¿Qué demonios?! ¡Tsk, di lo que quieras! Tú sólo estás molesto porque al final te has dado cuenta de que siempre he tenido razón acerca de la magia.

- Eso no cambia nada de lo que dije antes. Sino dime qué estabas haciendo exactamente besándote y tocándote con Vidharr. No me dirás que eso era parte del hechizo.

- A decir verdad, sí lo era.-respondió un tanto apenado-Pero si vamos al caso de que hay algunos en los cuales se necesita tener se…-sus palabras se cortaron en cuanto el ojiazul se viró hacia él con el ceño fruncido-Puntualmente, ¿cuál es tu problema?-cuestionó enfadado.

El otro simplemente se quedó en silencio y le dio una mirada completa antes de decirle que se entreveía bajo el pijama que tenía los pezones erectos.



- Ese estúpido…-murmuró avergonzado, mientras bajaba por las escaleras.

Luego de aquel extraño comentario, se habían alistado para bajar a desayunar, sin haber intercambiado frase alguna. El menor estaba molesto y había bajado antes, sin dar explicación alguna.

- ¿Uh? ¿Dónde está Alfred?-cuestionó al encontrar en el comedor desayunando sólo a Noruega acompañado de criaturas mágicas.

Sonrió; se estaba sintiendo realmente cómodo con el noruego y al parecer el otro también sentía lo mismo.
Se medio sonrojó un poco al pensar en que tal vez podrían llegar a ser amigos. Además, para su sorpresa vestía su viejo traje de marinero, que lo no veía usar desde la Segunda Guerra Mundial y el cual le calzaba perfecto a su nueva apariencia.

“Si Japón lo viese, comenzaría a acosarlo con su cámara.”

Él, en cambio, se había puesto su ropa normal de siempre, para estar de entrecasa: un jean marrón y una camisa negra.

- Dijo que quería comida basura, así que fue a buscar un McDonald.-explicó éste sin quitar la atención de su taza de café.

El inglés bufó un insulto por eso, para acto seguido comenzar a preparar su desayuno.

- ¿Ah? Olvidé sacar la basura.-se dijo al ver el cubo lleno.

Ya se había hecho una deliciosa taza de té negro, por lo que no vio mala idea ir a tirar los desechos mientras se enfriaba un poco su bebida.

Claro que habría pensado distinto si hubiera sabido que se encontraría con la persona que menos quería, en esos momentos, entrando por la valla de su casa.

[Cap Siguiente]

Ya en el cap siguiente hay lemon FrUK :3 y sí, ya aparecerán los otros pjs xD

♪ Hetalia: El Libro Mágico, #capitular, • humor, |en curso|, • romance, ^hetalia, * boys love

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