Dec 28, 2008 21:03
Supongo que debería escribir algún tipo de inocentada, pero paso. Incluso me da un poco de pereza contar cómo estoy ocupando estas entrañables fiestas en emborracharme como hacía tiempo que no lo hacía, y recorrer los bares parándome cada dos pasos a abrazar a alguien que hace meses que no veo y preguntarle qué ha sido de su vida. Es lo que tiene este pueblo en Navidad, que todo el mundo vuelve para ver a esos familiares que en realidad no soporta, pero que la distancia ha convertido en seres adorables con los que debería pasar más tiempo y sí mamá, este año prometo venir más a menudo.
En realidad me gustan esos reencuentros, siempre y cuando la persona tenga algo que contar sobre lo que ha hecho con su vida en el tiempo que llevas sin verla. Especialmente me gustan las pequeñas sinopsis de viajes, las historias de la amiga que se fue a vivir a California o del colega que pasó tres semanas en Dublín. Incluso los proyectos de viaje (el que se quiere ir a Granada, la que planea estudiar en el Reino Unido) tienen su encanto.
De modo que, empujado en parte por una envidia no sé si demasiado sana, he decidido irme el año que viene a terminar la carrera por ahi de Erasmus. Sí, ya sé que "Erasmus" y "terminar la carrera" son conceptos poco compatibles, pero me da lo mismo. Los destinos más interesantes que me oferta mi querida (ejem, ejem) facultad son los siguientes:
Antwerpen (Bélgica), Kobenhavn (Dinamarca), Lyon (Francia), Florencia (Italia), Riga (Letonia), Trondheim (Noruega), Wroclaw y Lodz (Polonia), Lisboa (Portugal), Cranfield (Reino Unido), Iasi (Rumanía), Karlstads y Örebro (Suecia).
¿Consejos? ¿Comentarios? ¿Gritos de "¡ande vas, gañán!"?
erasmus,
personal