Fuego
Fandom: xxxHOLiC
Claim: Himawari/Kohane (aunque el Doumeki/Watanuki ha tomado bastante participación owo)
Género(s): general, romance
Advertencias: shojo-ai
Palabras: 157
Culpa de: kmiya, crack_and_roll, retos_a_lacarta
Cada vez que conversaba con ella o le acariciaba la cabeza (gritos de "¡aleja tus indignas manos de ella!" de fondo), no podía evitar sentir celos. Era ella, y no él, la persona más cercana a Watanuki, y ni siquiera había tenido que esforzarse para lograrlo. Pero, en realidad, lo hacía enojarse más con él mismo que con ella, porque era él quien trataba al objeto de su afecto como a un ama de casa cualquiera.
Pero, en cuanto ella y Himawari se conocieron, Doumeki comenzó a notar algo diferente en Kohane. No sabía señalar exactamente qué era, pero la chica había cambiado sin lugar a dudas. Tal vez fuera un brillo de fuego en los ojos, una sonrisa pequeñísima en sus finos labios o una repentina torpeza que nadie había visto jamás en ella.
De cualquier forma, Doumeki agradecía al destino (quién-o quiénes-fuera) por permitirle proteger de nuevo a Kimihiro. A él, y sólo a él.
Claim: Himawari/Kohane (aunque el Doumeki/Watanuki ha tomado bastante participación owo)
Género(s): general, romance
Advertencias: shojo-ai
Palabras: 157
Culpa de: kmiya, crack_and_roll, retos_a_lacarta
Cada vez que conversaba con ella o le acariciaba la cabeza (gritos de "¡aleja tus indignas manos de ella!" de fondo), no podía evitar sentir celos. Era ella, y no él, la persona más cercana a Watanuki, y ni siquiera había tenido que esforzarse para lograrlo. Pero, en realidad, lo hacía enojarse más con él mismo que con ella, porque era él quien trataba al objeto de su afecto como a un ama de casa cualquiera.
Pero, en cuanto ella y Himawari se conocieron, Doumeki comenzó a notar algo diferente en Kohane. No sabía señalar exactamente qué era, pero la chica había cambiado sin lugar a dudas. Tal vez fuera un brillo de fuego en los ojos, una sonrisa pequeñísima en sus finos labios o una repentina torpeza que nadie había visto jamás en ella.
De cualquier forma, Doumeki agradecía al destino (quién-o quiénes-fuera) por permitirle proteger de nuevo a Kimihiro. A él, y sólo a él.