RUNNING UP THAT HILL - KAISOO (Traducción en Español) Capítulo 5

Feb 03, 2016 22:36


Capítulo V

Casi una hora había transcurrido desde su último gruñido de placer, sin embargo, Kai todavía no encontraba forma de quedarse dormido. Tenía la cabeza zumbando y el estómago gruñendo de hambre; fácilmente podría llamar al servicio al cuarto y pedir un sándwich o algo, pero no quería despertar a su clienta. En ese momento, Sora estaba aferrada a él como a una cuerda salvavidas, presionando sus cuerpos desnudos juntos. Imaginaba que la mujer merecía un descanso luego del par de intensos orgasmos que había experimentado antes.

En las últimas semanas, Sora había requerido sus servicios muy seguido, con frecuencia no sólo por sexo. Poco a poco, transformó sus encuentros sexuales en algo parecido a las citas, asegurándose de llevarlo a cenar, a clubes, e incluso al cine. Era evidente lo necesitada que se encontraba al comportarse así; tratándolo como lo haría con un novio, y no únicamente en lugares públicos; en la cama ella hacia la mayoría del trabajo para complacerlo, y a veces; le mostraba su profunda atracción aún inconsciente. Nunca tuvo nada de eso con ninguno de sus otros regulares y lo preocupaba que la pobre mujer se hubiera enamorado. Error Capital.


Pero en ese momento, yaciendo despierto en ese suntuoso cuarto de hotel en mitad del sábado por la noche, no podía quejarse de la caprichosa generosidad de su cliente. Sora lo había reservado por el fin de semana completo, lo había traído a un lujoso resort en la Isla Jeju; no sólo no había estado nunca allí, también era su primer viaje en avión. Desde su llegada el jueves, todo iba perfectamente según la agenda de Kai: visitar lugares hermosos, comer deliciosa comida, follarse a una mujer despampanante…básicamente disfrutar como cualquier otro turista lo haría. Aunque, desafortunadamente, temprano ese día, las cosas habían tomado un mal giro.

Únicamente entonces Sora mencionó que la escapada completa era parcialmente financiada por el Banco en el que trabajaba, y todos sus altos ejecutivos estarían llegando en dos días para conmemorar el 85vo aniversario de la compañía. Esa información cambió drásticamente su humor relajado (aunque su cliente no podría haber notado la diferencia).

Como lo predijo, llegada la noche del sábado, Kai se encontró otra vez con Kyungsoo en la lujosa gran habitación donde yacían todos, además de su prometida, suegros y un montón de viejos pesadísimos, estirados y aburridos que pudo reconocer de la infame cena de compromiso. Había pasado un mes completo desde que el hombre dejó su apartamento con una criptica sonrisa sarcástica y un inocente “te veo luego, entonces.” A pesar del interés no tan bien disimulado del otro en llevar las cosas a un nivel superior esa noche, desapareció de la faz de la tierra desde aquel día; ni una sola mención a su nombre por parte de Mino o incluso de Sora, y no había solicitado los servicios de Luhan tampoco.

En honor a la verdad, Jongin estaba relativamente intrigado por su desaparición, como por cualquier otra cosa relacionada con él. ¿Podría ser que por un milagro, hubiera decidido mantenerse fiel a su compromiso? Bastante noble, aunque también bastante improbable, considerando su último encuentro. Tal vez había hallado algún otro prostituto para satisfacer sus deseos nocturnos. Un pensamiento  inquietante, y del mismo modo muy posible. Kyungsoo podía fácilmente pagarse un buen puñado de favoritos siempre dispuestos a su llamado.

Entre sus cavilaciones, constantemente se recordaba que Kyungsoo era sólo otro cliente, y un tremendo cretino como tal. Pero parte de él siempre se rendía, preguntándose… qué hubiera pasado si… ¿qué hubiera pasado si se hubiera dejado convencer esa noche?

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A lo largo de la cena formal con los ejecutivos y sus familias, fue unavez más un intruso disfrazado. Sora ahora lo presentaba en sociedad con el título de “novio”, y él representaba su papel; mostrándose calmado y ofreciendo sonrisas educadas y pequeños gestos íntimos a su cliente, todo al mismo tiempo que robaba furtivas miradas a Kyungsoo ubicado un par de mesas másallá. El camaleón entraba en escena otra vez, actuando como el prometido perfecto, yerno, y empleado prodigio. Si no hubiera sabido la verdad, podría haber sido engañado por sus encantos de niñito bueno. Pero aunque el otro apenas le hubiera echado un vistazo aquella noche, sin siquiera mirar en su dirección al hacerse la venia respectiva, Kai lo conocía mejor. Reconoció a su verdadero yo detrás de toda la pantomima.

La cena tomo más de lo esperado, con las inquietas manos y seductores suspiros de Sora tentándolo desde un lado, y la mera presencia de Kyungsoo, incluso de lejos, inspirándolo desde el otro. Ya que su único deber para esa noche era tener buen sexo antes de dormir, se dejó llevar un poco, bebiendo más que su usual cuota de alcohol. Entonces, para el momento en que llegó con su cliente a la suite, estaba completamente ebrio, caliente y descarado. Se folló a Sora en la ducha, sobre el lavabo del baño, por todo el colchón; hasta que su cuerpo estuviera satisfecho. Nunca había sido tan apasionado con ella, aunque el cambio no represento ningún problema. Por el contrario, la mujer gritó de placer unas cuantas veces, agradeciendo totalmente el salvaje trato. Mientras que Kai…bueno, al menos consiguió su liberación, aunque para ser honestos, hubiera preferido cogerse a alguien más.

Y ahora, casi a las tres de la mañana, con la cabeza confundida y un estómago vacío, estaba perdiendo la esperanza de dormirse en algún momento cercano; todavía se sentía un poco borracho, como notó cuando intentó deshacerse el agarre de Sora, y tuvo dificultades encontrando su camiseta negra sin mangas y sus jeans, todo para un viaje rápido escaleras abajo hacia las cocinas del hotel. La mujer protestó en sueños tan pronto como sintió su ausencia en la cama; pero se aseguró de susurrarle palabras tranquilizadoras en el oído, y recorrer una mano lentamente en su espalda y nalgas desnudas, ganándose un gemido junto a una sonrisa satisfecha en recompensa. Cuando dejó la habitación, estaba dormida otra vez.

Gracias a ser tan tarde y con poca gente al rededor, su sándwich estuvo listo en poco tiempo, e inmediatamente lo devoró de camino de vuelta a la suite. Estaba casi frente a la puerta de su cuarto, aún sintiéndose algo ebrio y luchando con la llave de la habitación, cuando su atención fue captada por otra habitación abriéndose una par de puertas más allá en el corredor.

Lo primero que vio fue a Kyungsoo, saliendo de espaldas a la puerta abierta, usando una camiseta blanca y pantalones de pijama azul oscuro, sonriéndole a alguien todavía dentro del cuarto. No tuvo mucho tiempo para preguntarse quién era. Ji-Woo se lanzó a los brazos del otro, besándolo en la boca fervientemente. Vestía un pequeño baby doll rojo, y cuando se levantó en puntas de pies para alcanzar a su prometido, pudo notar que no usaba nada debajo. La situación iba progresando hasta que Kyungsoo se hizo cargo y los guió a ambos de vuelta a la habitación; Kai observó la escena intrigado, para presenciar, menos de un minuto después, a Kyungsoo saliendo de nuevo y cerrando la puerta a su espalda.

Y sus ojos finalmente se encontraron.

Kyungsoo no pudo ocultar su sorpresa, pero se repuso al instante, mostrando un tinte divertido en su expresión mientras se acercaba a Kai; el último, de todos modos, no fue capaz de reaccionar en la misma forma. Verlo actuando tan íntimamente con su prometida… se sintió tan incorrecto, tan retorcido, tan… excitante. No podría soportar una confrontación precisamente ahora, lo sabía bien. Así que en un desesperado intento de escapar, se volvió hacia la puerta tratando de hacer funcionar su maldita tarjeta de acceso…

“Tenía el presentimiento de que te vería aquí.”

Las palabras ajenas lo confundieron. ¿Cómo le era posible saber que iría a por un sándwich a mitad de la noche?

“Este fin de semana. Imaginé que Sora te traería.” Continuaba, ahora aproximándosele y deteniéndose justo detrás suyo (aunque a una prudente distancia). Supuso que tendría que responderle algo.

“Si, ella me invitó.” Logró decir pero rehusó a mirar hacia atrás, manteniendo los ojos fijos en la cerradura.

Luego de unos cuantos segundos de silencio, durante los cuales supo que Kyungsoo observaba cada uno de sus movimientos, finalmente lo oyó volver a hablar. “Espero que te estés divirtiendo.”

No tenía idea de lo que quería decir con esa frase. Pero tampoco estaba en el estado mental adecuado para intentar descifrar las palabras, frustrándose más y más por la maldita puerta cerrada que no le permitía escapar. “No interferiré en tu camino. No diré nada. No te preocupes.” Balbuceó nervioso, aun tratando de evitar al otro.

Podía sentirlo aproximándosele desde atrás, antes de escuchar inesperadas palabras siendo pronunciadas suavemente en su oído.

“Gracias.”

Dejó de luchar con la llave, cerrando los ojos y sosteniendo el aliento, paralizado mientras Kyungsoo súbitamente tocaba su antebrazo con dedos ligeros como plumas.

“Hueles bien.” Susurró en el oído de Kai, esta vez con una voz más grave. “Tan bien como a sexo.”

Ese aliento caliente, dedos traviesos y palabras burlonas lo hicieron abrir los ojos y finalmente hacer contacto visual.

“Tú también hueles a sexo.”

Era cierto. Y qué jodidamente provocativa era esa esencia.

Exhalando y lamiendo su labio inferior brevemente, Kyungsoo no retiró la vista del rostro de Kai mientras trazaba con los dedos todo el camino desde su brazo hasta la tarjeta de acceso, sacándola de la abertura, volteándola de revés e insertándola nuevamente.

“Te veo mañana.” Declaró antes de remover la mano y alejarse, haciendo todo el camino de regreso a su cuarto, en el extremo más alejado del corredor. Y cuando Kai finalmente se volvió hacia su propia puerta, la cerradura estaba abierta.

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A la mañana siguiente, fue despertado por los suaves besos de Sora, palabras cariñosas y un delicioso desayuno en la cama. Pronto estuvieron en la piscina, disfrutando de las últimas horas de relax juntos. Después, esa misma tarde, la fiesta central de aniversario se llevaría a cabo, luego de la cual volverían a Seúl; entonces, su fingida relación terminaría otra vez; de momento, al menos.

En algún punto, su clienta sugirió un viaje al cuarto de sauna; con los dos en un espacio vacío, cerrado; un erótico lugar, en nada más que trajes de baño, era de esperarse que la mujer no perdió la oportunidad de hacer valer su dinero. Acariciaba en el cuello y hombro de Kai, mientras recorría una mano lentamente sobre su muslo desnudo, cuando la puerta del sauna se abrió, haciendo a los dos sobresaltarse por reflejo.

“Oh-oh, perdónenme, no sabíamos-“ Ji-Woo lucía mortificada, disculpándose casi a mitad de camino dentro del cuarto.

“Oh note preocupes cariño, por favor, entra, sólo estábamos hablando.” Sora se repuso bastante rápido, poniendo una falsa sonrisa y reacomodándose en una posición mucho más casta.

“¿Estás segura? Podemos volver luego-“

“No, no, entra, querida, así podremos charlar un poco.” invitó a Ji-Woo a pasar, y la última pareció pensárselo por un momento. Kai, quien ya había notado el uso de “nosotros” en vez de “yo” en el discurso de la chica, entró en pánico cuando ella se giró hacia fuera del cuarto, no para salir, si no para buscar a alguien detrás suyo.

Volvió, tomada de la mano con su prometido. Estaba aún en bata de baño, mientras él usaba un bañador blanco y azul.

Realmente no estaba preparado para ver a Kyungsoo tan pronto, menos todavía vestido así. En modo automático, se levantó e intercambió venias y breves saludos con la pareja entrante; tomándose la oportunidad de estudiar el otro cuerpo masculino tan bien como le fue posible sin levantar sospechas.

Era tan delicioso como lo había imaginado.

“Espero no estemos interrumpiendo.” Kyungsoo abrió la boca, ya sentado con su prometida en el banco de madera en frente de Kai y Sora.

“Por supuesto que no.” La mujer respondió inmediatamente, y por su tono, Kai sintió cuanto le desagradaba estar en presencia del otro. “¿Se quedarán hasta mañana?”

“Sí, nos vamos mañana en la mañana con Papá y Mamá. Ustedes llegaron dos días antes, ¿cierto? Ji-Woo preguntó con una sonrisa cortés, y Kai notó cómo estiró el brazo para sostener la mano de su novio. “Deberíamos haber hecho eso, ¡realmente amo este lugar!”

“No podíamos, cariño.” Éste le respondió, de una manera muy delicada, pero encarando a Sora. “Teníamos compromisos de trabajo el jueves y viernes.”

“Claro que los tenías” Kai sintió a la mujer a su lado tensarse al decir eso. “Estás casado con tu trabajo.”

“Felizmente casado.” La respuesta de Kyungsoo fue tan fría como se lo esperaba.

“¿No sientes celos al oír eso, Ji-Woo?” su cliente intentó bromear, pero Kai sabía que no se había tomado ese golpe bajo a la ligera.

“Oh, no, no lo absoluto.” La sonrisa contenta de la chica era aún más deslumbrante que antes. “Es un hombre brillante, y ama a nuestra compañía.” La pareja intercambió miradas cómplices. “Nunca estaría celosa por ello.”

“Tan dulce.” Sora se obligó a decir, y, por alguna razón, Kai se sintió forzado a sostener su mano. “Ustedes son la pareja perfecta.”

“Lo somos.” La novia continuó con su orgulloso discurso. “Siempre digo que el destino nos unió. Él había estado trabajando por años en el Banco, y ni siquiera nos cruzamos.” Alzó una mano y acarició el cabello aun húmedo de Kyungsoo amorosamente, mientras éste inclinaba la cabeza con una sonrisa. Kai se estremeció con desagrado ante la escena. “Pero cuando el día finalmente llegó… fue amor a primera vista.”

Esperaba una respuesta inmediata de Sora; por lo que se extrañó al sentir silencio así que cuando se volvió a verla, pudo reconocer el resentimiento brotando de sus ojos.

“Sí.” Eventualmente dijo. “El destino.”

“¿Qué hay de ustedes?” Ji-Woo preguntó, tan feliz que era molesto. “¿Cómo se conocieron?”

Era mucho más sabio dejar a Sora las explicaciones.

“Oh, no hay destino en esta historia.” La mujer rio, posando una mano otra vez en el muslo de su acompañante sin ningún pudor. “Estaba en el club con un par de amigos, y lo vi ahí en medio de la multitud, exudando sex appeal, como siempre.” Kai la observó y bufó ante la de alguna forma, sincera forma de contar la historia, antes de que ella prosiguiera. “Así que fui ahí y lo atrapé. El resto es historia.”

Cuando robó una mirada a la pareja opuesta, le divirtió la tonta expresión de Ji-Woo, y se sintió satisfecho de ver a Kyungsoo luchar para mantener su bien conocida sonrisa sarcástica. Qué bastardo.

“¿Y en qué trabajas, Kai?”

La pregunta de la chica era de alguna manera de esperarse, y el prostituto tenía lista la respuesta.

“Soy camarero en el club donde nos conocimos”

“¡Oh, eso es muy genial!” Ji-Woo exclamó súbitamente, tomándolo por sorpresa. “¡Nunca he ido a un club! ¡Tal vez podríamos ir allí!” le preguntó a su prometido, quien mantenía un rostro impasible. “¿Cuál es el nombre del club?”

Esta vez, no fue lo suficientemente rápido para mentir.

“Exodus”

“¡Exodus! Que nombre tan genial.” continuó con su animada charla. “¿Podemos ir ahí un día, querido?”

“Seguro, cariño.” Su prometido le respondió con una amorosa sonrisa. “Tendremos que hablar con tus padres.”

Esta vez, Sora resopló ante el intercambio de palabras. “Siempre olvido lo jóvenes que son, querida. Y siendo hija única, apuesto a que debe ser muy difícil para ustedes pedir permiso para todo.”

“Ah, sí.” La muchacha respondió, de vuelta a su modo princesa. “Sabes lo estricto que es Papá. Casi no me deja venir, solo porque estaría en el mismo hotel que Kyungsoo.”

Cuando Kai oyó esas palabras, instantáneamente se volvió en dirección a Kyungsoo nuevamente. Y lo que vio fue la sonrisa sarcástica clásica del hombre, y sus oscuros ojos mirándolo de vuelta, llenos de secretos.

Así que… ¿Follándose a la princesa virginal en medio de la noche, a espaldas de su padre? Aplaudió mentalmente su valentía. Indecente, sí. Pero jodidamente sexy.

Cuando su atención fue devuelta a la conversación, las mujeres estaban hablando sobre la boda.

“De hecho ya tengo una idea que como quiero que sea la fiesta, pero hay tantos detalles en los que pensar, ¡me estoy poniendo realmente nerviosa!” Ji-Woo confesó, finalmente mostrando un lado menos perfecto de ella.

“Claro que los hay, cariño, necesitas ayuda con los preparativos.” Su cliente respondió, sonando extrañamente maternal.

“Lo sé, lo sé, tengo que contratar a alguien.” explicó con un suspiro. “Desearía hacerlo todo por mí misma, cada pequeño detalle, pero no puedo sin ayuda.” Con un pequeño bufido, dirigió los ojos a su novio y prosiguió. “Hombres, Dios los bendiga…no tienen que lidiar con flores, o decoraciones, o pasteles.”

“¿Qué hay de tu madre?”

“Se que le encantaría estar completamente a cargo, pero la fundación de caridad le quita todo su tiempo.” Pareció triste por un momento. “Ninguna de mis amigas tiene el tiempo o la paciencia para hacerlo tampoco.” Hubo un pequeño silencio, y luego Sora habló de nuevo. “Es desafortunado que ninguno de ustedes tenga hermanos. Si solamente tu madre estuviera viva, Kyungsoo…sería capaz de ayudar a Ji-Woo, ¿cierto?”

Se volvió hacia Sora luego de oír esas extrañas, crueles palabras. Lo que vio fue una señal de desafío en su rostro. Luego, observando a Kyungsoo, noto algo aún menos esperado en sus ojos, por un minúsculo segundo: Vacilación.

“Si.” El hombre respondió calmado. “Todo sería diferente si ella estuviera viva.”

El pesado silencio sólo fue interrumpido por el timbre de un celular sonando, y Ji-Woo, buscándolo dentro del bolsillo de su bata de baño.

“Hola, Papi.” Tomó la llamada, levantándose inmediatamente. “Estamos en el cuarto de sauna…si, los encontraremos allá ahora...okay, estamos en camino.”

Kyungsoo se unió a su prometida, mientras ella se volvía hacia la pareja contraria con otra de sus sonrisas de portada de revista. “Lo siento mucho, tenemos que irnos, Papá nos está buscando. Fue un placer pasar tiempo con ustedes. ¿Los veremos en la fiesta?”

“Por supuesto querida, nos encontraremos allí.” Sora indicó con otra sonrisa falsa.

Una nueva ronda de corteses reverencias surgió y el dúo se dirigia hacia la puerta, pero antes de que salieran, Kyungsoo se volvió a los otros todavía allí, su vista fija en Kai.

“Nos vemos luego.”

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A diferencia de las tediosas cenas de las noches anteriores, la fiesta de última hora aquella tarde fue extraordinaria: buena comida, excelente bebida, música pegajosa y una hermosa vista de la costa. Sora se veía bellísima en su vestido floral veraniego, y Kai se aseguró de lucirse en su mejor camisa entallada y pantalones casuales entallados, para el placer de los ojos de su cliente. Y de cualquier otro interesado, claro.

Bailaron, rieron, se tocaron… aunque no pudieran beber mucho debido al vuelo que debían abordar más tarde esa noche, se divirtieron bastante en su pequeño mundo privado. Tanto que apenas registró la expresión sombría de Kyungsoo, mientras estaba sentado allí, observándolos como un halcón (o tal vez como un buitre). En ese momento, realmente le importaba un carajo si estaba disgustado de alguna forma por su presencia. Al infierno con él. Siempre podía pagar si quería un poco de diversión también.

Cuando llegó el momento de servir la anticipada cena, finalmente dijeron adiósa la pista de baile y buscaron sus asientos designados, en la larga mesa compartida con docenas de otras personas, entre ellos Ji-Woo y Kyungsoo; y algunos altos ejecutivos con sus respectivas esposas.

“¡Wow, ustedes dos realmente saben montar un gran espectáculo!” Ji-Woo, sentada en el lado opuesto de ellos una vez más halago a Sora y Kai de inmediato; Kyungsoo estaba sosteniendo su mano sobre la mesa, pero su atención estaba puesta muy lejos, en el mar frente a ellos.

“¿En serio? Sora rio fuerte, atrayendo aún más la atención sobre ella. “¡Y ni siquiera estamos ebrios! Esque tenemos muchísima práctica, ¿cierto, sexy?” se sostuvo del brazo de Kai dramáticamente, y el último le sonrió de vuelta, un poco avergonzado ante el apodo cariñoso revelado ahora ante todo el mundo. Kyungsoo, por otro lado, seguía sin mirar en su dirección.

La mesa ya estaba completa, con excepción del señor y la señoraSong, por lo que todo el mundo esperaba diligentemente la llegada del patriarca; lo que no tomó mucho tiempo. Pero en vez de dirigirse a sus respectivos asientos, los pasaron de largo para detenerse detrás de Kyungsoo y Ji-Woo, sorprendiendo a los invitados con la guardia baja.

“¡Sora!” gritó el hombre; Kai se aterró por cuan molesto parecía. “¿Vas a ser honesta o no?”

Hubo un momento de silencio, hasta que ella se atrevió a contestar.

“No-no-no se a lo que se refiere, señor-“

“Es mejor que me digas la verdad, Sora.” El señor Song amenazó una vez más, y Kai instintivamente sostuvo su mano bajo la mesa. La mujer estaba temblando.

“¿C-cuál verdad, S-señor? No estoy escondiendo nada -“

“¿Entonces me vas a decir que no sabes quién es este novio tuyo?”

La sangre de Kai se congeló en el acto.

“¿No sabes quién es este hombre?” el jefe escupió, ahora señalándolo enfurecido, mientras todos en el salón lo observaban con curiosidad. “¿Me vas a mentir en plena cara, y decirme que no sabes que trajiste a un prostituto al aniversario de mi Compañía, fingiendo que era tu novio?”

El audible jadeo de sorpresa de múltiples personas reverberó en los oídos de Kai, mientras este cerraba los ojos en signo de derrota.

“No-No- Yo no quería - “podía escucharla tratando de defenderse a sí misma, pero su garganta parecía obstruida por la desesperación.

“¿No quisiste qué?” el señor Song estaba ahora vociferando con absoluta rabia. “¿No quisiste traer alguien así a cenar conmigo y mis amigos? ¿No querías presentarme a este desagradable tipo de hombre a mí y a mi familia? ¿No querías exponer a mi esposa y mi hija a tu sucio, inmoral estilo de vida?”

Cuando abrió los párpados de nuevo, lágrimas se acumulaban en sus ojos. Al lado del rostro lívido del señor Song, vio las expresiones impactadas de Ji-Woo y su madre;  Kyungsoo seguía sin levantar la cabeza .

“Porque eso fue todo lo que hiciste” el viejo continuaba en su arrebato. “¡Trajiste a un prostituto bueno para nada a la celebración de mi Compañía, dejaste que un canalla miserable de esa clase pusiera un pie en la fiesta de compromiso de mi hija!”

“S-señor, Yo lo - Yo lo sie -“

“Lárgate de mi vista, Sora” siseó como un animal salvaje. “Tus lágrimas de cocodrilo ya no me engañarán. Retira tus cosas de este hotel, súbanse tú y tu amigo prostituto a un avión, y váyanse de aquí. Mañana. Hablaremos mañana en la oficina.”

Y al terminar, el hombre salió como una estampida, su esposa y su hija a su siga. Kyungsoo se levantó silenciosamente, y sin dirigirle ni un vistazo hacia Kai ni hacia nadie, fue detrás de los otros.

Se sentía inmovilizado por la impresión. Sora, por otra parte, lloraba compulsivamente a su lado; poco a poco, la multitud a su alrededor, que había visto la escena completa atónita, empezaba a reaccionar. Primero, susurrando; luego, algunos empezaron a hablar en voz alta, mientras otros inclusos les gritaban insultos. En su tiniebla, la única cosa que atinó a hacer fue salir de allí, rápido. Pero debido a su cliente completamente fuera de sí, todo lo que pudo hacer para ayudar fue llevársela del brazo.

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El viaje en avión fue como un funeral. Sora sollozó en su hombro como un bebé, tanto que las aeromozas tuvieron que darle tranquilizantes. De vuelta en Seúl, se aseguró de que un taxi la llevara a su casa. Ella le agradeció y le prometió que dormiría y lo llamaría pronto, pareciendo mucho más calmada como efecto de las drogas. Sintiéndose un poco más confiado por sus palabras, Jongin finalmente regresó a su apartamento.

Dado que sus servicios habían sido pagados por aquella noche de domingo también, todo lo que podía hacer era descansar hasta el día siguiente. Sin siquiera cambiarse la ropa, se tendió completamente despierto en su cama por un par de horas, e incluso leyó una de sus patéticas novelas de crímenes de segunda para intentar dormir, pero sus ojos no cedían. Su mente divagaba entre las dolorosas palabras e imágenes, las de este horrible día y muchos otros iguales; estaba triste y molesto y confundido y humillado, todo al mismo tiempo. Sobretodo cansado. Completamente exhausto. Pero de este tipo de cansancio, no había sueño que lo curase.

Eran pasadas las 2am cuando escuchó un par de toques en la puerta; al principio, trató de ignorarlos, preguntándose quien podría estar molestando tan tarde en la noche. Pero al hacerse más insistentes, eventualmente se rindió y se levantó a atender.

Del otro lado de la puerta, Kyungsoo lo esperaba, con la cabeza gacha.

Capítulo 6 →



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El cap. 6 es smut. Sus plegarias fueron escuchadas. xD
-kissys

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